Para mí hoy Boise, Idaho es el lugar más tranquilo, asequible y hermoso del mundo porque fue donde me recibieron y ayudaron cuando llegué como refugiada por mis ideas cuando en Cuba y en Pinar del Río me trataron como a una paria por pensar y sobre todo hablar distinto. Allí no fui profeta en mi propia tierra y desprecié la verguenza ( Hebreos 12:2).
Aquí está hoy por hoy mi cielo y mi Paraíso terrenal.Dudo que realmente me permitan regresar ni de visita a mi tierra natal donde mi correspondencia y mis escritos virtuales y materiales están proscritos.Y si se quiere comprobar, mírese el número de visitantes a este blog y compárese con el resto de América del Norte y del Sur, con México, España y todo el mundo.Aquí están la mayoría de mis familiares más cercanos y mis verdaderos amigos y hermanos en la fe.