(.......)son recibidos por todos con idéntico agrado, y se les busca, se les regala, se les festeja, se les abraza, se les ayuda si alguno lo necesita:se le tolera impunemente cuanto dicen y cuanto hacen. Y hasta tal punto nadie desea dañarles, que incluso las fieras y las bestias templan(238)con ellos sus rigores, como si el instinto les dijera que son naturalmente inofensivos. Están, pues, bajo la protección de los dioses, y especialmente bajo la mía;( La Locura)en consecuencia, sus privilegios no sufren menoscabo.
XXXVI-Los más grandes reyes gustan de ellos de tal manera, que ninguno podría sin ellos comer, ni pasear, ni prescindir de ellos durante una hora. No pocas veces anteponen estos calabacines a los ceñudos sabios, a los que sólo por ostentación suelen sustentar en sus casas. No creo que el motivo de esta preferencia a nadie se le oculte ni se sorprenda, ya que tales sabios, engreídos con su doctrina, no acostumbran hablar a los príncipes más que de cosas tristes, sin darse cuenta de que a veces hieren oídos delicados con la áspera verdad (239). Los bufones, por su parte, mantienen el juego, la sonrisa, la carcajada, el placer, que es lo que más se estima en los palacios. Conceded que sólo ellos son sinceros y verídicos, cualidad de los locos que no es nada despreciable. Porque qué hay más loable que la verdad?........
238-" Se ve por experiencia, y no sin asombro, que los perros, como si reconocieran la simplicidad de la naturaleza, exceptúan a los niños y a los locos"( Nota de Lister).
239-Perseo, Sátiras, I, 107.
( Tomado de Elogio de la Locura, págs 99-101).
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