Primavera blanca de una cubana en el destierro - I
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
Mucho antes de La Primavera Negra de Cuba en el 2003 y de lo que se desencadenó a partir de ella, antes de ser desterrada a la nieve, muchas cosas sucedieron.
Dicen que me asomé al colgadizo del inicuo mundo a las tres de la mañana del 10 de junio de 1953 bajo un torrencial aguacero que se repetiría de algún modo muchos años y que contactaría con un ángel de luz y desilusión.
Entonces no tenía la visión actual de los problemas de Cuba y la humanidad, desideologizada, despolitizada ni posmodernista exactamente (es decir poshumanista).. Esta la empecé a vislumbrar gradualmente en 1994, quizás inconscientemente desde 1989 o por lo menos desde 1992.
Como ya saben, nací en La Cenicienta que luego se disfrazó de Princesa. Mis padres eran de origen campesino que no dejó de incluir un componente al parecer gallego o isleño. No lo he dilucidado aun.
A los 12 años escribía cuentos y poesías después de un gran entrenamiento con las composiciones y concursos ortográficos y de redacción en la Escuela Primaria. Me destaqué desde ella en las actividades literarias y en la actuación artística (teatro y declamación).
Participé en talleres, círculos y concursos literarios desde la adolescencia hasta hoy (algo más de mi media rueda).
En 1966 me gané una beca para estudiar la Secundaria Básica en el Edificio Focsa (bello abanico del Vedado, en La Habana heredado, cuentan, de la arquitectura norteamericana).
Fui militante de la Juventud Comunista de 1968 a 1983, pasando después al Partido de donde me expulsaron en 1996 por expresar públicamente y en su propio seno (nada de en los pasillos) mis opiniones sobre la sociedad y los dirigentes. Desde luego, que lo hice con una inocencia tremenda pues aunque había sido considerada siempre medianamente conflictiva, todavía tenía fe en el sistema y hasta lo defendía de frente a brazo partido. Pruebas de ello las hay hasta en los periódicos Juventud Rebelde de mayo de 1988, en el Granma y abundantemente en El Guerrillero y su Suplemento cultural “Pasos”de Pinar del Río;. ¡Cuantos problemas me busqué por mi sinceridad!. ¡Pero fui consecuente con ella hasta el final!.
Admiré mucho a José Martí, sobre todo como poeta y escritor y como todos, por su mito de apóstol de la independencia nacional, de héroe y mártir. Todavía lo considero un gran hombre aunque no sea tan conocido en Estados Unidos como yo suponía por haber vivido aquí y desarrollado parte importante de su obra social y literaria. ¡Al menos en el noroeste es así!.No se entiende que sea famoso y se sabe poco o nada a cerca de él hasta por los más cultos.
Mis ídolos fueron también Ernesto Guevara y el cantautor Silvio Rodríguez, como para la mayoría de la izquierda de mi generación. Mis primeras cartas de amor fueron a la tierra natal con el sello del hombre bello de la melena y la boina negras y recibí el carnet de militante el 8 de octubre de 1968. La obra de Silvio más política la recibía ya en ese tiempo con agrado, pero su descubrimiento más esencial lo logré; sobre todo, después de 1986 cuando unos amigos me prestaron "QUE LEVANTE LA MANO LA GUITARRA". Recuerdo que leí ese libro de un tirón en un romántico y lento tren que me trasladó de la capital a mi ciudad natal cuando estudiaba en la Universidad de La Habana un Curso de Filosofía en la Facultad de Recalificación de Ciencias Sociales para docentes en ejercicio.
A pesar de mi rebeldía, me identificaba con esas personalidades por su espíritu crítico y disidente del cual no era totalmente consciente aun. Me consideraba y los consideraba revolucionarios, un ejemplo a imitar. El primero había dado la vida por sus ideas y el segundo había sido objeto de una gran persecución por su arte y llenaba de ilusión mi espíritu transformador y creativo.
Por eso, en 1992 llegué a dirigir una investigación multidisciplinaria nacional sobre la influencia de su obra en los jóvenes cubanos aunque aspiraba a un alcance al menos continental cuando no universal. Se llegó a aprobar hasta la creación de una cátedra para estudiar a profundidad esa obra en varias vertientes. Pero la envidia y el miedo pararon el Proyecto en 1996 aunque sola lo mantuve hasta el 2004 en que llegó la desilusión total de mi izquierdismo.
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Primavera blanca de una cubana en el destierro - II
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
No fue hasta 1999 que entré en la oposición política al gobierno cubano y lo hice en la Corriente Socialista Democrática dirigida ya por Manuel Cuesta Morúa. Llegué a Organizadora Provincial y asistí a numerosas reuniones, actividades y eventos de ella y la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada que confiaba en un diálogo pactado con el régimen. Publiqué en el “Boletín Nueva Frontera” un artículo sobre mis ideas poshumanistas y la república con la que soñaba en ese entonces. Asistí incluso a la 1ra Conferencia Nacional en enero del 2003 en La Habana; ya no como miembro, pero sí como amiga invitada.
Pero antes, ocurrieron muchos incidentes que sólo estoy esbozando. En 1969 comencé a trabajar como profesora no titulada de Historia en la región Becas en Miramar, en la Secundaria Básica Pablo de la Torriente Brau. Poco después lo hice también en Arbelio Ramírez (la mejor de esas escuelas). Mi trayectoria docente abarcó 27 años. Procedía de un Curso Emergente de Formación de Profesores llamado “Julio Antonio Mella” que fue el precedente del Destacamento Manuel Ascunce Domenech (más conocido). En realidad me titulé como profesora en 1974 mediante un Plan de 5 años de Estudios Dirigidos.
En 1970 laboré en una escuela especial de reorientación de conducta llamada Frank País que recogía todos los casos perdidos de la Región Becas y que antes había atendido a los Hippies. Fue una tarea de choques de la juventud pedagógica como el llamado Plan La Escuela al Campo en el que también estuve 5 años en Ceiba del Agua, La Habana. Fui profesora, Jefa de Cátedra, Subdirectora de Albergues y Docente hasta 1975. En 1974 me había casado con un subteniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Pinar del Río también y había tenido mi primer hijo por lo que, buscando apoyo familiar, regresé a la ciudad occidental.
En 1975 trabajé en Enseñanza de Adultos impartiendo Historia, Estudios Socioeconómicos y de modo autodidacta, hasta Filosofía Marxista. Del 77 al 79 laboré en la Escuela Vocacional Militar Camilo Cienfuegos donde me enfrenté al militarismo, la anarquía, el fraude y el promocionismo. Solo un traslado voluntario y oportuno al Tecnológico de la Construcción Pedro Téllez Valdez retrasó mi destino de expulsión laboral por problemas ideológicos y psicológicos que ponían en peligro la formación comunista de las nuevas generaciones.
En el 79 me había graduado en la Universidad Pedagógica que mucho después fue denominada Rafael María de Mendive y mis propios profesores facilitaron mi traslado a ella como profesora de Filosofía y Metodología de la Enseñanza de las Ciencias Sociales. También impartí Lógica Formal, Economía Política, Estética, Ética o Moral Comunista. Fui Jefa de Colectivo de Asignatura de Filosofía y Jefa de Temas de Investigaciones Nacionales sobre La Práctica Político-Social de los jóvenes estudiantes de los pedagógicos y sobre la influencia de la obra de Silvio en la espiritualidad juvenil. Esos trabajos andan por el Pedagógico de Holguín y el Centro Nacional del Derecho de Autor probablemente plagiados ya por autores incondicionales y serviles a la mentira. Versiones posteriores pueden estar en sitios ocultos y hasta en Miami gracias a Héctor Palacios. Impartí Postgrados de Filosofía y Metodología hasta en las Escuelas Municipales y Provincial del Partido resultando bastante ácida por mis exigencias a profesores y dirigentes mediocres y desaplicados hasta con la ciencia que supuestamente representaban.
En la Universidad me destaqué en la defensa de los trabajadores docentes como líder sindical y me dio cierta popularidad que molestó a los de arriba. Pero solo se alarmaron después del 92 pues tenía la imagen de revolucionaria y combativa. Realicé numerosos Cursos de Postgrados que incluyeron la Computación y los Idiomas Ruso e Inglés que solo estudié porque me obligaban a hacerlos. Nunca pensé que los necesitaría tanto.
En 1987 empecé a publicar en periódicos, suplementos, boletines y revistas literarias locales y a obtener menciones y premios en concursos hasta el nivel nacional. El primer premio en Poesía me lo dieron Raúl Rivero, Fidel Valverde y Raúl Tortosa en el año 1988.
En 1980 me había vuelto a casar y en el 83 nació mi hija a la que por poco le pongo Granma por haber nacido un 2 de diciembre. Me comía un león con pelos como dicen los cubanos.
Realicé Proyectos Culturales Comunitarios como el Jucala por el que me concedieron Diploma de Personalidad Distinguida de la Cultura pinareña. Proyectos con niños y jóvenes como El Principito, El Reparador de Sueños, el Unicornio Azul y otros con los que colaboré como La Esperanza del Mundo, Los Cazadores de Sueños..
De lo anterior también hay pruebas fehacientes en la Prensa que es parte de la Cultura y de la Historia y que difícilmente podrán destruirlas los impostores que se apropiaron y deformaron estos frutos.
En 1996 fui separada definitivamente del Ministerio de Educación y de hecho de toda la vida intelectual y espiritual oficial de Cuba aunque me mantuve en los Talleres Literarios de algún modo hasta el 7 de diciembre del 2004 en que me sentí muy deprimida y aislada. Había obtenido Mención Nacional en Testimonio pese a ser una disidente tan activa. No publiqué jamás un libro en mi país. Aun no lo tengo en ningún sitio, pero si juntara todo lo que anda suelto daría para varios volúmenes. Desde luego: casi todo está absolutamente inédito. En 1994 ya era tal mi crisis emocional y espiritual que me volví ecléctica y empecé a estudiar profundamente la Biblia y sus interpretaciones católicas y protestantes de todos los matices. Estudié horóscopos, numerología, cábulas, santería..(casi que hasta la china).Estudié de chamanes, curación con piedras preciosas, budismo, chacras, El Sutra del Loto..y no me empaté con los originales de El Corán milagrosamente. Estas incoherencias filosóficas y teológicas las resolví el 16 de octubre del 2005 cuando me bauticé en Meridian, a media hora de Boise en auto en la piscina de una escuela como cristiana. Había pasado la Primavera Negra de Cuba, La Primavera Blanca de Boise, un crudo verano en estos lares y entraba en un otoño en que mi Arte Hispano Desterrado y discriminado soñaba con un Invierno saludable y feliz.
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Primavera blanca de una cubana en el destierro - III
Por: Diana Margarita Cantón Martínez
Dicen que me asomé al colgadizo del inicuo mundo a las tres de la mañana del 10 de junio de 1953 bajo un torrencial aguacero que se repetiría de algún modo muchos años y que contactaría con un ángel de luz y desilusión.
Entonces no tenía la visión actual de los problemas de Cuba y la humanidad, desideologizada, despolitizada ni posmodernista exactamente (es decir poshumanista).. Esta la empecé a vislumbrar gradualmente en 1994, quizás inconscientemente desde 1989 o por lo menos desde 1992.
Como ya saben, nací en La Cenicienta que luego se disfrazó de Princesa. Mis padres eran de origen campesino que no dejó de incluir un componente al parecer gallego o isleño. No lo he dilucidado aun.
A los 12 años escribía cuentos y poesías después de un gran entrenamiento con las composiciones y concursos ortográficos y de redacción en la Escuela Primaria. Me destaqué desde ella en las actividades literarias y en la actuación artística (teatro y declamación).
Participé en talleres, círculos y concursos literarios desde la adolescencia hasta hoy (algo más de mi media rueda).
En 1966 me gané una beca para estudiar la Secundaria Básica en el Edificio Focsa (bello abanico del Vedado, en La Habana heredado, cuentan, de la arquitectura norteamericana).
Fui militante de la Juventud Comunista de 1968 a 1983, pasando después al Partido de donde me expulsaron en 1996 por expresar públicamente y en su propio seno (nada de en los pasillos) mis opiniones sobre la sociedad y los dirigentes. Desde luego, que lo hice con una inocencia tremenda pues aunque había sido considerada siempre medianamente conflictiva, todavía tenía fe en el sistema y hasta lo defendía de frente a brazo partido. Pruebas de ello las hay hasta en los periódicos Juventud Rebelde de mayo de 1988, en el Granma y abundantemente en El Guerrillero y su Suplemento cultural “Pasos”de Pinar del Río;. ¡Cuantos problemas me busqué por mi sinceridad!. ¡Pero fui consecuente con ella hasta el final!.
Admiré mucho a José Martí, sobre todo como poeta y escritor y como todos, por su mito de apóstol de la independencia nacional, de héroe y mártir. Todavía lo considero un gran hombre aunque no sea tan conocido en Estados Unidos como yo suponía por haber vivido aquí y desarrollado parte importante de su obra social y literaria. ¡Al menos en el noroeste es así!.No se entiende que sea famoso y se sabe poco o nada a cerca de él hasta por los más cultos.
Mis ídolos fueron también Ernesto Guevara y el cantautor Silvio Rodríguez, como para la mayoría de la izquierda de mi generación. Mis primeras cartas de amor fueron a la tierra natal con el sello del hombre bello de la melena y la boina negras y recibí el carnet de militante el 8 de octubre de 1968. La obra de Silvio más política la recibía ya en ese tiempo con agrado, pero su descubrimiento más esencial lo logré; sobre todo, después de 1986 cuando unos amigos me prestaron "QUE LEVANTE LA MANO LA GUITARRA". Recuerdo que leí ese libro de un tirón en un romántico y lento tren que me trasladó de la capital a mi ciudad natal cuando estudiaba en la Universidad de La Habana un Curso de Filosofía en la Facultad de Recalificación de Ciencias Sociales para docentes en ejercicio.
A pesar de mi rebeldía, me identificaba con esas personalidades por su espíritu crítico y disidente del cual no era totalmente consciente aun. Me consideraba y los consideraba revolucionarios, un ejemplo a imitar. El primero había dado la vida por sus ideas y el segundo había sido objeto de una gran persecución por su arte y llenaba de ilusión mi espíritu transformador y creativo.
Por eso, en 1992 llegué a dirigir una investigación multidisciplinaria nacional sobre la influencia de su obra en los jóvenes cubanos aunque aspiraba a un alcance al menos continental cuando no universal. Se llegó a aprobar hasta la creación de una cátedra para estudiar a profundidad esa obra en varias vertientes. Pero la envidia y el miedo pararon el Proyecto en 1996 aunque sola lo mantuve hasta el 2004 en que llegó la desilusión total de mi izquierdismo.
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Primavera blanca de una cubana en el destierro - II
Por: Diana Margarita Cantón Martínez.
No fue hasta 1999 que entré en la oposición política al gobierno cubano y lo hice en la Corriente Socialista Democrática dirigida ya por Manuel Cuesta Morúa. Llegué a Organizadora Provincial y asistí a numerosas reuniones, actividades y eventos de ella y la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada que confiaba en un diálogo pactado con el régimen. Publiqué en el “Boletín Nueva Frontera” un artículo sobre mis ideas poshumanistas y la república con la que soñaba en ese entonces. Asistí incluso a la 1ra Conferencia Nacional en enero del 2003 en La Habana; ya no como miembro, pero sí como amiga invitada.
Pero antes, ocurrieron muchos incidentes que sólo estoy esbozando. En 1969 comencé a trabajar como profesora no titulada de Historia en la región Becas en Miramar, en la Secundaria Básica Pablo de la Torriente Brau. Poco después lo hice también en Arbelio Ramírez (la mejor de esas escuelas). Mi trayectoria docente abarcó 27 años. Procedía de un Curso Emergente de Formación de Profesores llamado “Julio Antonio Mella” que fue el precedente del Destacamento Manuel Ascunce Domenech (más conocido). En realidad me titulé como profesora en 1974 mediante un Plan de 5 años de Estudios Dirigidos.
En 1970 laboré en una escuela especial de reorientación de conducta llamada Frank País que recogía todos los casos perdidos de la Región Becas y que antes había atendido a los Hippies. Fue una tarea de choques de la juventud pedagógica como el llamado Plan La Escuela al Campo en el que también estuve 5 años en Ceiba del Agua, La Habana. Fui profesora, Jefa de Cátedra, Subdirectora de Albergues y Docente hasta 1975. En 1974 me había casado con un subteniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Pinar del Río también y había tenido mi primer hijo por lo que, buscando apoyo familiar, regresé a la ciudad occidental.
En 1975 trabajé en Enseñanza de Adultos impartiendo Historia, Estudios Socioeconómicos y de modo autodidacta, hasta Filosofía Marxista. Del 77 al 79 laboré en la Escuela Vocacional Militar Camilo Cienfuegos donde me enfrenté al militarismo, la anarquía, el fraude y el promocionismo. Solo un traslado voluntario y oportuno al Tecnológico de la Construcción Pedro Téllez Valdez retrasó mi destino de expulsión laboral por problemas ideológicos y psicológicos que ponían en peligro la formación comunista de las nuevas generaciones.
En el 79 me había graduado en la Universidad Pedagógica que mucho después fue denominada Rafael María de Mendive y mis propios profesores facilitaron mi traslado a ella como profesora de Filosofía y Metodología de la Enseñanza de las Ciencias Sociales. También impartí Lógica Formal, Economía Política, Estética, Ética o Moral Comunista. Fui Jefa de Colectivo de Asignatura de Filosofía y Jefa de Temas de Investigaciones Nacionales sobre La Práctica Político-Social de los jóvenes estudiantes de los pedagógicos y sobre la influencia de la obra de Silvio en la espiritualidad juvenil. Esos trabajos andan por el Pedagógico de Holguín y el Centro Nacional del Derecho de Autor probablemente plagiados ya por autores incondicionales y serviles a la mentira. Versiones posteriores pueden estar en sitios ocultos y hasta en Miami gracias a Héctor Palacios. Impartí Postgrados de Filosofía y Metodología hasta en las Escuelas Municipales y Provincial del Partido resultando bastante ácida por mis exigencias a profesores y dirigentes mediocres y desaplicados hasta con la ciencia que supuestamente representaban.
En la Universidad me destaqué en la defensa de los trabajadores docentes como líder sindical y me dio cierta popularidad que molestó a los de arriba. Pero solo se alarmaron después del 92 pues tenía la imagen de revolucionaria y combativa. Realicé numerosos Cursos de Postgrados que incluyeron la Computación y los Idiomas Ruso e Inglés que solo estudié porque me obligaban a hacerlos. Nunca pensé que los necesitaría tanto.
En 1987 empecé a publicar en periódicos, suplementos, boletines y revistas literarias locales y a obtener menciones y premios en concursos hasta el nivel nacional. El primer premio en Poesía me lo dieron Raúl Rivero, Fidel Valverde y Raúl Tortosa en el año 1988.
En 1980 me había vuelto a casar y en el 83 nació mi hija a la que por poco le pongo Granma por haber nacido un 2 de diciembre. Me comía un león con pelos como dicen los cubanos.
Realicé Proyectos Culturales Comunitarios como el Jucala por el que me concedieron Diploma de Personalidad Distinguida de la Cultura pinareña. Proyectos con niños y jóvenes como El Principito, El Reparador de Sueños, el Unicornio Azul y otros con los que colaboré como La Esperanza del Mundo, Los Cazadores de Sueños..
De lo anterior también hay pruebas fehacientes en la Prensa que es parte de la Cultura y de la Historia y que difícilmente podrán destruirlas los impostores que se apropiaron y deformaron estos frutos.
En 1996 fui separada definitivamente del Ministerio de Educación y de hecho de toda la vida intelectual y espiritual oficial de Cuba aunque me mantuve en los Talleres Literarios de algún modo hasta el 7 de diciembre del 2004 en que me sentí muy deprimida y aislada. Había obtenido Mención Nacional en Testimonio pese a ser una disidente tan activa. No publiqué jamás un libro en mi país. Aun no lo tengo en ningún sitio, pero si juntara todo lo que anda suelto daría para varios volúmenes. Desde luego: casi todo está absolutamente inédito. En 1994 ya era tal mi crisis emocional y espiritual que me volví ecléctica y empecé a estudiar profundamente la Biblia y sus interpretaciones católicas y protestantes de todos los matices. Estudié horóscopos, numerología, cábulas, santería..(casi que hasta la china).Estudié de chamanes, curación con piedras preciosas, budismo, chacras, El Sutra del Loto..y no me empaté con los originales de El Corán milagrosamente. Estas incoherencias filosóficas y teológicas las resolví el 16 de octubre del 2005 cuando me bauticé en Meridian, a media hora de Boise en auto en la piscina de una escuela como cristiana. Había pasado la Primavera Negra de Cuba, La Primavera Blanca de Boise, un crudo verano en estos lares y entraba en un otoño en que mi Arte Hispano Desterrado y discriminado soñaba con un Invierno saludable y feliz.
...................
Primavera blanca de una cubana en el destierro - III
Por: Diana Margarita Cantón Martínez
Llegué a Estados Unidos perseguida por el castrismo por defender los Derechos Humanos de mis compatriotas, por mi actividad opositora en la Corriente Socialista Democrática, en la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, en el Boletín Nueva Frontera donde escribí sobre la República con la que soñaba y sobre mi teoría poshumanista. En enero del 2003 había asistido a la 1ra Conferencia Nacional de la Corriente Socialista Democrática y de allí me dirigí al Lanzamiento de la Antología Ojos Abiertos en casa de Héctor Palacios
y Gisela Delgado Sablón. En ella aparecían una carta y un testimonio mío publicados después de ser premiados en el Concurso El Heraldo de Cuba del Proyecto de Bibliotecas Independientes. Dirigí la Filial Provincial del Colegio Pedagógico Independiente y mi Ponencia para el Congreso Pedagógico fue premiada. Fui Directora de la Biblioteca Independiente Juan Gualberto Gómez III y entré en la Prensa Independiente en noviembre del 1999 en Cuba Press con Raúl Rivero. También colaboré con CubaNet, Radio Martí y otros. Fui miembro del Centro Nacional de Cultura y Prensa José Martí y de la Agencia Abdala donde trabajé impartiendo Metodología de la Enseñanza de Técnicas del Periodismo y haciendo noticias, crónicas y testimonios con Rafael Ferro Salas.
Fui miembro del Centro de Estudios Sociales Independiente dirigido por Héctor Palacios Ruiz quien propició la publicación de ponencias, artículos y poemas míos en Miami y España. Publiqué en Palestra Cívica y otras Antologías del Heraldo. Participé en el Concurso Independiente Espuela de Plata en Camajuaní, Villa Clara y en el Arrecife de Santiago de Cuba donde obtuve reconocimientos en poesía y cuento. Se estaba preparando un importante evento nacional por Pepín que sería interrumpido con su detención en el 2003.
Fui Enlace Provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba y participé en numerosas reuniones y eventos con Martha Beatriz Roque que incluyeron un periplo por Pinar del Río para ayudar a los damnificados por los ciclones Lili e Isidore que después el régimen trataría de desvirtuar publicando el aberrante libro sobre Los disidentes. Participé en ayunos paralelos y posteriores a Tamarindo 34 y que antecedieron y continuaron después del 18 de marzo del 2003 cuando Martha Beatriz, los 75 y otros completaron la cifra de más de 300 presos políticos en la isla. Participé activamente en toda la campaña nacional e internacional por su justa liberación. Fui firmante del Proyecto Varela, visité la Casa de las Hijas de la Caridad y fui miembro Grupo de Economistas del Centro de Formación Cívica de Pinar del Río promovido por Dagoberto Valdés en el Obispado Católico de dicha localidad, donde también asistí a misas tanto en la Catedral como en la Iglesia de la Calle San Juan antes de llegar a Estados Unidos y escribir mis Poemas del Destierro y la Nieve, iniciándose así LA PRIMAVERA BLANCA DE UNA CUBANA.
De no haber hecho esto probablemente estuviera cumpliendo ya 10 años de cárcel con los cuales fui amenazada en mi propio domicilio poco antes de convertirme en AVIADORA a la fuerza
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