Gracias, Jehová,por este café fuerte.
Por esa luz que me saluda las ventanas.
Por el aliento y la paz espiritual que irradias.
Por tus alas protectoras y remeras
en este mundo que marcha a la deriva.
Gracias, Jehová, por tu sustento
y esas flores humildes, perfumadas,
que me ofrendas.
Por cada detalle y caricia silenciosa.
Por los libros y poemas permitidos.
Por esta tertulia inmensa y permanente.
Por tus arpas, violines, querubines...
Gracias, Jehová, por este lecho limpio
y este templo que te ofrezco.
Gracias, Jehová, por no dejarnos.
Por este regocijo y estas bendiciones.
Por el ánimo y la fortaleza.
Por suplicarte y ablandar tu corazón.
Por ser tan recto.
Por este Pacto para siempre.
Gracias, Jehová, por esta pascua desfasada.
Y estas tortas sin fermento.
Gracias por los cantores y las endechas.
Gracias por tus Escrituras
y mi libertad para escudriñarlas
Y para meditarlas siempre.
Gracias por nuestros libros y Cantares.
Gracias por tus talentos,
tu oro puro, tu plata,
tu oro de Ofir, tu piedra rara
de ónice y el zafiro,
tus vidrios, tus vasos refinados,
tus corales y cristales de roca,
tus bolsas y perlas,
tu topacio de Cus.
( Gracias por tu sabiduría).
Gracias por tu lluvia
y hasta tus truenos.
Gracias por tus nubes y tempestades.
Gracias, Jehová, por temerte
Y apartarme del mal
en esta OSTRA
del ENTENDIMIENTO.
Gracias por el Arcoiris,
por El Reino y por el planeta.
Es un blog personal confeccionado con poemas, artículos, testimonios, cuentos, críticas y novelas de la Licenciada en Educación Diana Margarita Cantón Martínez ( Ruiz ) sobre la problemática social, familiar y personal de Cuba y los cubanos en un contexto histórico-concreto y universal. A veces incluye trabajos interesantes de otros, aunque no comparta totalmente lo expresado.
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Monday, April 25, 2011
Me emplea la solitaria lluvia de abril ( Poema de Diana Margarita):
Hoy me emplea la solitaria lluvia de abril
y tamborileo y danzo su compás
con mis dedos sobre los cristales nuevos.
Y ella sobre la alfombra
del cemento y el verdor,
todavía permisible,
en el que brotan tulipanes efímeros,
que serán cortados
para ir a parar a búcaros caseros.
Y ella no sobre la pájara pinta
sino sobre pájaros grises
y de pechera carmelita
con tímida y dudosa identidad.
Y ella blanqueando
cascarones rotos,
vislumbrados por los niños como huevos
hace días.
Y yo achacándolo a su fantasía:
puras piedras blancas sin vida.
Y ella sobre el árbol que anida y retoña,
sobre el columpio
y las blancas sillas
plásticas, veraniegas y otoñales
para las extensas tardes
de contemplar el horizonte
de camposantos lúgubres y azules.
y tamborileo y danzo su compás
con mis dedos sobre los cristales nuevos.
Y ella sobre la alfombra
del cemento y el verdor,
todavía permisible,
en el que brotan tulipanes efímeros,
que serán cortados
para ir a parar a búcaros caseros.
Y ella no sobre la pájara pinta
sino sobre pájaros grises
y de pechera carmelita
con tímida y dudosa identidad.
Y ella blanqueando
cascarones rotos,
vislumbrados por los niños como huevos
hace días.
Y yo achacándolo a su fantasía:
puras piedras blancas sin vida.
Y ella sobre el árbol que anida y retoña,
sobre el columpio
y las blancas sillas
plásticas, veraniegas y otoñales
para las extensas tardes
de contemplar el horizonte
de camposantos lúgubres y azules.
Wednesday, April 20, 2011
Unicornio que ha de volver ( Poema de Diana Margarita anterior a 1996):
Unicornio de anil perdido,
no iluminas tampoco en mi casa,
ni alivias el llanto que pasa
el insomnio de un pecho alarido.
Tu azul se me pierde con ala
y lo atrapo afanosa en un verso
que escapa del hombre perverso,
por lo menos aquí en esta sala.
Animal tan escaso en la brizna.
Animal que te escapas y vuelves
del desierto, la estepa, las nieves,
de la lluvia o de tierna llovizna.
Juguete que tuve y lo vendo
como aquel que regala la luna,
como aquel que no tuvo aceituna
y ahora cae de lleno en lo horrendo.
Piedra bella que Dios me ofrecio.
Unicornio,suave peluche,
que me exige valor y que luche
contra manchas, pues nunca eligio.
Oye, mito, estoy sola, muy sola
y ni tu te acuestas conmigo.
Donde estas esta noche, mi amigo,
que no tengo flauta, consola.
Donde estas, enanito travieso,
que solias hacerle cosquilla
a mi lecho, a mi piso, a mi silla
cuando eras la flor de mi hueso.
Que le importa tu trote o tu vuelo
al imago del siglo indecente
que mintio perfeccion inminente
siendo burdo el presunto consuelo.
A que vida remota tu asciendes
dejandome aqui, en esta muerte,
si yo quise ilusa otra suerte
y esa estrella fugaz que tu enciendes.
Aqui estoy, Unicornio, sin voz,
sin palabra, sin canto, sin fuego.
Vuelve pronto, lo ruego, lo ruego.
Ya tu ausencia es atroz.
no iluminas tampoco en mi casa,
ni alivias el llanto que pasa
el insomnio de un pecho alarido.
Tu azul se me pierde con ala
y lo atrapo afanosa en un verso
que escapa del hombre perverso,
por lo menos aquí en esta sala.
Animal tan escaso en la brizna.
Animal que te escapas y vuelves
del desierto, la estepa, las nieves,
de la lluvia o de tierna llovizna.
Juguete que tuve y lo vendo
como aquel que regala la luna,
como aquel que no tuvo aceituna
y ahora cae de lleno en lo horrendo.
Piedra bella que Dios me ofrecio.
Unicornio,suave peluche,
que me exige valor y que luche
contra manchas, pues nunca eligio.
Oye, mito, estoy sola, muy sola
y ni tu te acuestas conmigo.
Donde estas esta noche, mi amigo,
que no tengo flauta, consola.
Donde estas, enanito travieso,
que solias hacerle cosquilla
a mi lecho, a mi piso, a mi silla
cuando eras la flor de mi hueso.
Que le importa tu trote o tu vuelo
al imago del siglo indecente
que mintio perfeccion inminente
siendo burdo el presunto consuelo.
A que vida remota tu asciendes
dejandome aqui, en esta muerte,
si yo quise ilusa otra suerte
y esa estrella fugaz que tu enciendes.
Aqui estoy, Unicornio, sin voz,
sin palabra, sin canto, sin fuego.
Vuelve pronto, lo ruego, lo ruego.
Ya tu ausencia es atroz.
Monday, April 18, 2011
Psiquiatras locos ( por Diana Margarita Canton):
Lanzan puercos por balcones
en sus arrebatos de colera con hijas,
ponen seguros a las puertas
y a posar desnudas sus pacientes
para ellos,
les recomiendan consoladores plasticos
que finalmente son su sexo de carne.
Y no los dulces versos
que les hacen.
en sus arrebatos de colera con hijas,
ponen seguros a las puertas
y a posar desnudas sus pacientes
para ellos,
les recomiendan consoladores plasticos
que finalmente son su sexo de carne.
Y no los dulces versos
que les hacen.
Wednesday, April 13, 2011
Jesús "Quita el Pecado del Mundo":
-De qué manera lo hace?.
-Por qué es necesario que lo haga?
-Cómo nos beneficia esto a nosotros?
Le invitamos a conocer las respuestas el Domingo 17 de Abril de 2011.
Juan el Bautista declaró que Jesús es quien "quita el pecado del mundo" ( JUAN 1:29). Así destacó el papel que cumple el Hijo de Dios en salvar a la humanidad obediente.
Pero por qué tuvo que morir Jesús para salvarnos del pecado?. Qué logró al entregar su vida?. Quiénes se benefician de su muerte? Qué valor puede tener esto para usted?
Todos los años, los testigos de Jehová nos reunimos para conmemorar el aniversario de la muerte de Jesús. Este año lo haremos el domingo 17 de abril, después de la puesta del Sol.
Le invitamos cordialmente a reunirse con nosotros para repasar la importancia y el significado de la muerte de Cristo. En dicha reunión se contestarán con la Biblia todas las preguntas aquí planteadas.
Averigue la hora y el lugar exacto de este importante acto en la localidad donde usted reside y asista si lo desea.
También le invitamos a un Discurso Especial titulado "Pueden los principios bíblicos ayudarnos a afrontar los problemas de nuestro tiempo?.
Tomado de Watch Tower Bible and Tract Society of Pensilvania....
www.watchtower.org/s
-Por qué es necesario que lo haga?
-Cómo nos beneficia esto a nosotros?
Le invitamos a conocer las respuestas el Domingo 17 de Abril de 2011.
Juan el Bautista declaró que Jesús es quien "quita el pecado del mundo" ( JUAN 1:29). Así destacó el papel que cumple el Hijo de Dios en salvar a la humanidad obediente.
Pero por qué tuvo que morir Jesús para salvarnos del pecado?. Qué logró al entregar su vida?. Quiénes se benefician de su muerte? Qué valor puede tener esto para usted?
Todos los años, los testigos de Jehová nos reunimos para conmemorar el aniversario de la muerte de Jesús. Este año lo haremos el domingo 17 de abril, después de la puesta del Sol.
Le invitamos cordialmente a reunirse con nosotros para repasar la importancia y el significado de la muerte de Cristo. En dicha reunión se contestarán con la Biblia todas las preguntas aquí planteadas.
Averigue la hora y el lugar exacto de este importante acto en la localidad donde usted reside y asista si lo desea.
También le invitamos a un Discurso Especial titulado "Pueden los principios bíblicos ayudarnos a afrontar los problemas de nuestro tiempo?.
Tomado de Watch Tower Bible and Tract Society of Pensilvania....
www.watchtower.org/s
Tuesday, April 12, 2011
1ra Edición de El Aviador en Argentina:
El Aviador
Diana Margarita Cantón Martínez
(Ruiz)
Sinopsis de la novela El Aviador:
Escrita en primera persona, diana narra la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en enero de 1998.Pero lo novedoso no son los hechos suficientemente conocidos, radiados, televisados, fotografiados...sino la introspección que logra a través y desde ellos.
Pues nos da a conocer su mundo interno, sus pensamientos, conceptos, juicios, ideas, contradicciones, sensaciones, percepciones, representaciones personales, el estado de su conciencia, su crisis emocional, psicológica, ideológica, espiritual y nos lleva a su inconsciente o subconsciente con pericia a través de fotografiar con palabras cosas profundas de su infancia, adolescencia, primera juventud, sus relaciones familiares conflictivas y su repercusión en la propia familia creada por ella.
Maneja entonces la retrospectiva y nos va moviendo de presente a pasado, de pasado a presente o a futuro. La novela se adentra en el mundo fantástico propio y de sus amigos, especialmente de La Serafina y El Aviador (pura invención) para simbolizar una realidad existencial dolorosa, solitaria, comparable a un arenoso desierto que incluye los mares de la humanidad, donde camellos y dromedarios han suplantado la libertad humana, pero no han podido pese a todo acabar con el Amor, la Amistad, los Sueños y la Esperanza.
Sorprendentemente, al final, esa esperanza no es ninguna nueva utopía humana; .diana y el Aviador, escritores, acaban su novela asombrados con la sabiduría, la justicia y la verdad divina.
Diálogo con el investigador es la continuación de la novela El Aviador y tiene que ver con el drama cubano. Es la historia de una profesora universitaria, miembro del Partido Comunista, que cae en desgracia con la dirigencia y tiene que exiliarse. Entonces narra su vida y la de su familia a un investigador ex-miembro del Movimiento 26 de Julio, que reside en Miami, Florida, U.S.A.
Página de la editorial
Diana Margarita Cantón Martínez (Ruiz).
El Aviador.
Novela ficción de hechos históricos. 1ª. Ed.
Buenos Aires, Editorial Escritores Argentinos
2011, 10p.; 14 x 21 cms
ISBN
1. Novela. 1 titulo-1
Diana Margarita Cantón Martínez (Ruiz).
De esta edición.
Editorial Escritores Argentinos
Av. Pedro Goyena 58 – CABA – Argentina
Diseño de tapa
Orlando Gallaro – Norberto Cid
ISBN
Primera edición: Mayo 2011
Queda hecho el depósito que proviene
De la ley 11.723
Impreso en Argentina
Todos los derechos reservados.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en parte y por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico o electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro sin permiso previo
por escrito del editor.
Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
Pequeño Diccionario cubano
La Editorial Escritores Argentinos, realizó un pequeño glosario de las palabras que usted va a encontrar en este libro, para que pueda asociar el significado de las mismas al texto desarrollado en la novela El Aviador.
De la autora:
Muchos rejuegos de palabras que uso pueden ser muy bien comprendidos por los que conocen la vida y obra de José Martí, importante poeta cubano que dirigió la lucha por la independencia de España, mito nacional, apóstol...Por los que conocen El Pequeño Príncipe, la obra de Rubén Darío y las canciones de Silvio Rodríguez.
Baobabs:
Son los árboles que se describen en El PEQUEÑO PRINCIPE, no es un cubanismo. Significa también, problemas a solucionar antes que se compliquen. Estar atentos para diferenciar lo bueno y lo malo, y actuar en consecuencia.
Babilonia La Grande:
Es el imperio mundial de la religión falsa, que la Biblia profetiza que será destruido.
Botella:
Es ride en inglés, ir en carro ajeno.
Camellos:
Es una simbología que uso para referirme a los dirigentes o jefes intermedios o subalternos y dromedarios para referirme a los altos dirigentes burócratas y corruptos y el desierto es la sociedad.
Comem..:
Es una mala palabra, insulto.
Coger botella:
“coger botella” es ir en automóvil ajeno y antes de la revolución se le llamaban botelleros a los que cobraban sin trabajar por favoritismos de gobernantes corruptos.
Chispa'e tren y guarfarina:
Son bebidas caseras, de mala calidad, baratas, dañinas para la salud humana, pues se pueden fermentar con heces fecales de niños-por ejemplo.
Jineteros:
Son prostitutos contemporáneos en Cuba.
Jineteras:
Son prostitutas contemporáneas en Cuba.
La Serafina:
Es el nombre de un personaje de ficción, y es mi amiga en la novela y tiene que ver conmigo y con una amiga real que se llama Yaína Guzmán. Tiene que ver con la jerarquía del cielo: arcángeles, ángeles, querubines, serafines.
La Simulación:
Es el fingimiento, la hipocresía, la llamada doble moral, que en realidad es la inmoralidad.
La Florida:
Es un estado de Estados Unidos donde reside la mayoría de los cubanos. De ahí las expresiones: "En casa del trompo no se puede venir a bailar. A emplumar a La Florida". Se usaba originalmente contra los que se iban de Cuba después de 1959 por no gustarles la llamada Revolución cubana. Despectivamente se les llama gusanos a esos cubanos.
La Casa de la Cultura:
Es una institución cultural donde se agrupa a los creadores y promotores culturales, que los asesora, promueve...
.
La Pompa:
Es María Elena Castillo, una amiga real que tuve en Cuba. Es un apodo.
La Secundaria Básica:
Es un tipo de Escuela (de Educación Media).
La Religión Científica:
Es un término irónico que se usa en Cuba para criticar al gobierno que dijo ser marxista-leninista (ateo, materialista, científico) y después ha pactado con el Papa, ha hecho alianza con diversas religiones para preservar el poder; como si ya la religión se hubiera hecho científica.
La Habana:
Es la capital de Cuba.
La Sierra:
Se refiere a La Sierra Maestra que fue donde se alzaron los barbudos para destruir la tiranía de Fulgencio Batista.
La Terminal de Ómnibus:
Es de donde salen los autobuses, los carros, los medios de transportes populares, masivos; y uno de ellos se llama precisamente camello o transporte popular.
Las guaguas:
En Cuba son ómnibus.
La virgen de Los Cayos de San Felipe:
En Viñales, Pinar del Río, Cuba, es Antoñica Izquierdo, un personaje real que inventó la religión acuática que curaba con agua. Es conocida como La Santa, La Dolorosa... La acusaron de loca para deshacerse de ella y murió en el hospital de Mazorra en La Habana. Fidel Valverde escribió una novela de ficción sobre esto y antes se hizo la película Los días del Agua.
La señora Y, Z:
Es un modo de nombrar a las funcionarias o funcionarios, que hoy tienen nombre, y mañana no serán nadie, o serán olvidados por la historia y los hombres.
La Facultad de Superación y Recalificación de Ciencias Sociales:
Son Cursos Especiales para docentes en ejercicio para actualizarse en sus conocimientos académicos en La Universidad de La Habana. Existían en 1986 y yo asistí a uno de Filosofía; aunque me había graduado antes en Historia.
La Seguridad del Estado:
Es en Cuba un Órgano Represivo para preservar el poder. Es una Policía Política, que funciona abierta y veladamente. También le llaman la gestapo algunos.
La Tertulia de Yagruma:
Era una reunión de artistas, escritores, creadores, aficionados que se reunían de manera independiente a conversar y dar a conocer sus obras en la antigua casa del escritor Fidel Valverde en la calle Yagruma en la ciudad de Pinar del Río, Cuba.
La Venida de Jesucristo:
Es la esperada llegada del Rey que gobernará la Tierra en sustitución de los gobiernos humanos imperfectos todos sin excepción. Es el Reino de Dios.
La Biblioteca de Alejandría:
Está vinculada a las maravillas del mundo y lo uso para expresar conocimientos universales desde la antigüedad recopilados en libros.
La Gastronomía:
Es el sector de la economía en Cuba que tiene que ver con restaurantes, con comida...
Day Cares: es en Inglés Cuidado de Día-por ejemplo de niños. Son instituciones educativas.
La venida del Papa:
Es la visita del Papa Juan Pablo II.
La Misa del Gallo:
Es una ceremonia religiosa de la iglesia católica en las Navidades en diciembre.
La Coloma:
Es un puerto pesquero en Pinar del Río y tiene un Combinado que es donde se almacenan y procesan bonitos, langostas, mariscos, pescado de mar.
Pienso:
Es alimento para animales procesado industrialmente.
Paleticas:
Son paletas de helado o nieve de diferentes sabores.
Satos:
Así le llaman en Cuba a los perros que no son de raza o de clase, sino callejeros.
Timbiriche:
Es un pequeño negocio propio muy pobre.
Prólogo
¿Quién es la escritora, poetisa y periodista cubana Diana Margarita Cantón Martínez —Ruiz—:
Diana Margarita, es una de las grandes figuras de la narrativa y la poesía cubana. Su sencillez y devoción por la literatura cruza sin límites cualquier estilo, pues su creación es propia y profunda, sin palabras rebuscadas, y si con el sentimiento que caracteriza su idiosincrasia.
Diana desde las aulas en su quehacer de profesora y pedagoga, ha ido poco a poco sembrando en cada generación la fe y la cultura que todo hombre debe tener en la defensa inclaudicable de su carácter y sensibilidad, por lo que pudiera llamarse una creadora eficaz y de vasta experiencia dentro de sus seguidores.
Su obra cruza sin límites los senderos espinosos que le ha tocado vivir, dentro de una sociedad llena de tabúes, donde el hombre pasa a ser un ente social, no un precursor de ideas futuristas, y donde cada cual tenga el libre albedrío de ser quien es por su propia voluntad, no por cánones establecidos.
En su estancia en la Cuba natal, tuvo algunos logros dentro de las promociones literarias, como premios, menciones, y publicaciones de su obra, pero no todas las que merecía.
Después que corrió las cortinas de la realidad, fue relegada al último eslabón de la vida cultural, y expuesta a la inclemencia de la humillación por tener criterios propios, ser una fiel defensora de sus ideas, y formas de ver la vida.
Su espíritu renovador la salvó del hoyo donde los truhanes quisieron meterla, o donde algunos decidieron que estuviera, pero ella rompió la línea feroz del oportunismo y continúo su obra, haciendo de ella uno de los más sinceros y extensos testimonios que cubano alguno haya podido exponer a la luz pública.
Sin prejuicios ni ataduras sobrevivió a la problemática cubana, hostigada, perseguida, acosada, y despatriada, pero su pluma nunca se detuvo ni en los peores momentos, donde tuvo que renunciar a su labor educativa y dedicarse por unos míseros centavos a despalillar hojas de tabaco, o amasar croquetas en una fábrica pinareña.
Aun la recuerdo optimista y conforme, a pesar de que su corazón sangraba lentamente.
Nunca maldijo, ni se quejó, ni siquiera profanó de sus adversarios, solamente continuó la vida con su cruz al hombro, como ejemplo de una cristiana que sabe que en la nobleza está el triunfo espiritual, ese que más vale.
Nunca se me olvidará cuando andaba las calles de Pinar del Río a pie con sus espolones a puro grito o en carros de tracción animal con varias jabas —bolsas— de nylon llenas de pescado fresco, tratando de venderlos de forma furtiva para poder comer ese día.
Humilde, noble y esperanzada en un futuro mejor, siguió los pasos de Jehová, y su devoción por él la ha salvado del asecho implacable de los impíos.
Diana pudo salir del país con su realidad a cuestas, pero continuó su cultivo de ideas en cada poesía, testimonio, ensayo, y palabra que pronuncia con la fe y la dignidad que la caracterizan.
Hoy vive exiliada en Boise, Idaho, Estados Unidos, donde ni el frío, ni las fuertes nevadas, ni cualquier inclemencia o depresión económica, o familiar, la detienen en su quehacer libertario y precursor.
Su economía es muy simple, no tiene empleo estable ni a tiempo completo y su salud es complicada, por lo que serias limitaciones la imposibilitan de lograr el sueño americano, pero tiene una obra inmensa, llena de vivencias, experiencia, realidades, y más que todo un enorme caudal de sabiduría para quienes sean capaces de comprenderla.
Su blog circula por Internet, bajo el link:
http:// dianamargaritacanton.blogspot.com
Su correo electrónico es: cazadoradiana02@yahoo.es
Merece que el mundo le tienda una mano, que los amantes de la literatura le den el privilegio de leer su magnífica obra, llena de realidad cubana, por tales razones los invito a visitar su página particular.
Desde Miami, una de sus amigas de siempre.
Adela Soto Alvarez.
(Escritora, Poeta, y Periodista cubana, residente en Miami, Florida,
desde 2004 y autora de las novelas “El imperio de la Simulación”
y “Los azotes del Exilio” y de varios poemarios).
"MUCHACHA I y II"
A Diana en su 40 Aniversario: 10 de junio de 1993
Por: Adela Soto Alvarez
"Muchacha (1)"
Muchacha, eres víctima del miedo de los otros
por buscar la verdad en la dialéctica
y olvidar la furia del camino.
Los hombres en su madriguera vigilante
no dan tregua a tu paso,
la lengua brinca,
se convierte en flecha
y allá vas a sangrar sin conocer la causa.
Mutilan tus poemas
echándote culpas al centro de los ojos
y solo es el temor de los que navegan
entre el Delfín y el tigre.
Pero tú sigues en busca del triunfo
aunque quedes (exánime) debajo de la gente.
La ciudad no dice tu pena
ni la radio
ni los que dicen ser amigos tampoco
vas desconsolada a tu lecho sombrío
salvando entre papeles la tristeza.
Pero, muchacha, no te venzas
quien da tu nota grave no es el humo
es esa luz que escapa de tu mente
que aunque quieran cegarla
desliza al aire el grito de tu pecho.
"Muchacha (2)":
La muchacha no volvió del alero
ni su vestido azul, pero sí la forma de contar margaritas
para su nuevo paso, tapó el disparador de los discursos
y ahora vendrá cada mañana a subastar los dientes del payaso.
Su gran fiesta personal emana al viento su nota de silencio,
enormes bombarderos de tristeza, mordazas en los ojos del imbécil,
y en cada rincón la nueva trampa con su dosis de hastío.
La muchacha no volvió del alero
se perdió tras la última curva de los años.
Ahora le queda la resaca haciendo malabares
en el tiempo y la osadía de poner en sus versos
la palabra perfecta donde estallan las lenguas del hereje.
Poesía
"DIANA CAZADORA"
1996-CUBA.
"A Diana después de escribir sus Códices y la revista "Alerta" y ser expulsada del Partido Comunista por problemas ideológicos".
Por: Adela Soto Alvarez.
Diana Cazadora de Unicornios Cósmicos.
Tu verdad sepulta los violines,
desató el último columpio que meces al futuro.
Olvidaste que el Mundo es demasiado catastrófico
para convocarle raciocinios a la tierra.
Llegó la hora de las convulsiones
y todos ofrendaron su hiel almacenada.
Ahora aunque socaves con gemidos los parques y las plazas
a nadie le importa el hollín de tus lágrimas infantiles
ni tu casa desierta
donde los dromedarios apuñalaban tu mirada progresista.
Tampoco les importa tu vestidito de muchachita gélida
sorprendido ante los rascacielos de La Habana
ni el día que descubriste los caminos de la Andrómeda
trenzándole azucenas a la hidalguía de tus principios.
Es que la gente ignora tantas cosas
no saben de tu maleta repleta de consignas
y antídotos para la evasión
ni las veces que tus poemas te sirvieron de cuchillo
y la lengua se te hinchó
cuando un pintor descuidado
dejó actuar a su pincel sugerente..
Tú eres algo más que una Tesis de Historia o Filosofía
o una investigación multidisciplinaria
donde los mitos son playas
y el porvenir una canción ilimitada.
Fuiste estrella vidente
dueña del cauce de su paso equilibrado.
Estrella para Los Principitos y Aviadores
con ganas de reconocerte en los Astros.
Pero no fuiste estrella para el montón de musgos
que le crece a la nueva especie
ni para las golondrinas asustadas
que incendiaban las sienes de los Reyes y los dioses.
Ni para los ojos vertiginosos
que se apostaron extraviarte los aullidos.
Nada hay más triste que verte
al compás de las neuronas
alimentando una esperanza
o clavando alfileres
en los cuellos estrangulados
que troncharon tu goleta de papel,
tu muñeca de trapos
o la rosa de tu tiempo.
Ahora dónde pondrás tu nombre,
tu secreto o tu duelo.
Dónde hallarás una noche
verdaderamente tuya.
Hasta cuándo, amiga,
viajarás en los hombros
de un viento inoportuno.
Introducción:
Al menos desde 1989 Diana se empezó a escribir con minúscula, quizás porque fue una perestroika retardada e irremediable. Los otros que padecieron la pandemia se adaptaron y o salieron de su "crisis ideológica" a tiempo.
Diana, serafina, el Aviador y todos sus amigos tenían el cerebro avitaminado y padecían de locura lírica para proteger la virtud y seguir comprometidos con la gente, en tiempos en que los padres alertaban a los hijos no hacerlo para que no los marginaran, apresaran, deportaran...
Los padres con su miedo habían regalado balsas, bombos, visas, jineteos... La mala educación heredada era detestada hasta por los elefantes y yamas del Perú aplatanadas.
Casi nadie hacía caso de Martí porque los acusarían de tergiversarlo.
Más algunos valores universales llegaban indirectamente a través de El Principito.
Por eso alguien pensó en escribir "El Aviador".
El Unicornio Azul se fue por culpa de un frondoso baobab que apareció en el camino y que fue la reencarnación de Lucifer. Sus ramas eran de ignorancia y sus frutos de miedo, incomprensión, indolencia, insensibilidad y abulia.
El Principito regresó a su asteroide porque los sedientos y aplastantes camellos del desierto estaban tan ciegos que no vieron el profundo pozo de agua que había en el oasis. El agua era muy pura, procedía de un magnífico manantial que estaba en el centro mismo de la tierra. El agua tenía el color del Amor, el sabor de la Amistad, la ternura y el cariño y tenía el olor de la fe y la confianza.
Era todo un torrente de confesiones, sabiduría y antídoto contra todos los males del mundo.
Los camellos tenían escopetas, fusiles, granadas, antiaéreas y todo tipo de armas convencionales, nucleares y hasta por inventar; pero eran tan brutos y torpes que despidieron a la fuerza al Principito e hicieron partir al Aviador que más temprano que tarde tendría que partir de todos modos a otra larga guerra contra el fascismo en la que perdería la vida física, aunque finalmente sería eterno como el Amor mismo.
Los camellos parecían no ver que a su alrededor se ahogaban los seres humanos en alcohol fermentado con excretas de infantes, los chicos andaban descalzos, morían intoxicados, empezaban a fumar a los quince años, se drogaban, prostituían, vagaban hambrientos por las callejas de arena y perros satos escuálidos, sin trabajar, sin ser útiles a los demás, sin prepararse para el futuro.
El Aviador no era una monjita azul de favela ni llegó allí tan casualmente. En otro siglo nació y se crió en aquel lugar, pero tuvo que cumplir misiones en el extranjero y hasta en otras galaxias. Regresó rojo y consagrado a acabar con los males de su pueblo.
Al menos eso había soñado. Trajo la ciencia en sus motores y se puso a hacer experimentos con flores, muñecas, animales y toda suerte de instrumentos novedosos que traía en la mochila para contrarrestar las quemaduras del exceso de sol, lo cual no es más que una transfiguración de la sombra o el fuego fatuo de aquel cementerio al que todos temían porque sí, de aquel cementerio del desierto brotaban unas luces espantosas cada noche.
Los niños temían cruzar los oscuros caminos aunque fuera luna llena. Los brujeros preparaban unos caldos de sapos terribles que llevaban a cualquiera al otro mundo en cuestión de minutos.
Los curanderos del desierto hacían unos amarres eficaces para que los Doños Juanes lamieran hasta los pies de sus mujeres y fueran más fieles que Penélope. Después ellas no podrían volver a ser libres aunque quisieran.
Así le ocurrió a varias negras y mulatas hermosas que hicieron yuntas con mancebos blancos de estoico aspecto. Solo Julio, Juana, Filomena y unos cuantos hermanos trataban de abrir los ojos de los vecinos hablándoles de la tienda de Dios, de su trono y promesas de limpiar lágrimas y acabar con muerte, lamentos, clamor y dolor. Las cosas anteriores habrían pasado y Jehová haría nuevas todas las cosas. Este panorama encontró el Aviador al regresar a su aldea-desierto.
Pero los camellos miraron por el anteojo de la desconfianza a este ser extraño que aterrizó premeditadamente una tarde y empezó a leer poemas en un montículo de arena y a dar vino y té en vez de guarfarina de la constante y la sonante, de la de fabricación casera, con marca especial de calidad, superior a la coronilla, al chispa’etren y todos los inventos anteriores. Esta era capaz de cerrar cualquier entendedera y evitar rebeliones, sublevaciones y todo genero de trifulcas transformadoras del desierto.
No importaba que las personas a veces se entraran a machetazos, puñaladas; que familias enteras utilizaran combustibles y fuegos de todos los tipos para aniquilarse mutuamente, ni que nietos hicieran prácticas de tiro al blanco con ladrillos y piedras contra la cabeza de los abuelos. Había que “saber tirar y tirar bien”.
Lo importante era la paz de los camellos, que parecían ser más inteligentes que los hombres y mujeres.
Dirigían el Consejo de Ancianos de la tribu, tomaban las decisiones esenciales, declaraban la guerra a los desiertos de ultramar y conservaban la estabilidad interna.
Hacían unos informes objetivos, realistas, sensatos a los dromedarios —superiores— que jamás respiraban la arena, apoyándose en encuestas, números, por cientos, datos computarizados manipulados, donde más con menos siempre daba más. Estaban al día en todos los avances tecnológicos del Complejo Universal de los Desiertos. Usaban impresionistas máquinas de moler criterios subjetivos, individualidades atrofiadas que pudieran descollar como futuros líderes pensadores, reformadores sociales.
Las flores y los poetas eran el alimento predilecto de los camellos y dromedarios, como el de unos asnos que vivían más allá de la frontera, de la misma manera que los puercos comían perlas en los dominios cristianos. Olvidaron las fábulas de Herminio Almendros y a la Biblia no le dieron casi nunca ni un vistazo.
El Aviador se apareció con acuarelas, lápices de colores, libros clásicos universales para adultos y niños. Puso al Principito a empinar papalotes, a escuchar canciones y poemas raros, y lo más audaz: les repartió libretas para que inventaran poemas y cuentos propios. ¿Quién ha visto creatividad en un desierto en donde imperan los camellos y la sed?.
¿Qué se creyó este Aviador loco, aventurero, romántico? ¿Cómo venir a bailar en casa del trompo? A emplumar a La Florida-dijeron a puro coro desértico.
En eso había consistido su guerra, pero había que darle una lección. Y gracias que lo mandaron para Francia con una buena evaluación para que no se quejara. Bastaba ya de entrevistas, cuestionarios, encuestas, dibujos, composiciones, juegos, divertimentos que sacaban manchas a los soles y que podían poner en peligro con sus resultados multiplicadores el puesto de los camellos fundadores, consuetudinarios, sordos, ciegos, brujos de escobas temibles acostumbrados a dar con el martillo y a levantar pisos ajenos.
El Principito hasta se había hecho dramaturgo. Escenificaba tan bien que llenaba de flora y fauna el desierto. Podía convertirse en el animal predilecto, ayudar al resto de sus amigos, aunque hubiera escaso alimento, frío, tormenta. Sí, porque en este desierto podía hasta nevar con la imaginación.
El Aviador había enseñado a reparar los sueños, a ver Unicornios y todo tipo de seres mitológicos y bellos capaces hasta de dar masajes y echar bronceador en las espaldas y con un cubo y una roldada extraer el preciado líquido de la fuente de la vida.
El Principito estaba aprendiendo demasiado con el Aviador y eso era muy conflictivo, podía acarrear la regresión a un estadío inferior del desarrollo del desierto. Era mejor dejar las cosas como estaban y no crear tantos rollos y problemas.
Eso lo decían los camellos y sus superiores y las personas mayores estaban muy asustadas porque se había descubierto lo de las pirámides, las cajas fuertes, los números del sortilegio, las infidelidades, los brujazos, los golpes, los negocios —al por mayor y al por menor—, hasta de ojitos de yeso, protectores contra la mala suerte, las emigraciones, los éxodos, los robos y toda suerte de cosas incalculables e impensables.
Todo se sabía en el desierto y más allá también, pero las máscaras eran perfectas, se quitaban o se ponían en dependencia de las circunstancias. Solo a los amigos, a los sabios y a los santos podía-y en privado- mostrarse la verdad.
Esto lo enseñó un famoso teólogo a los primeros camellos del desierto a quienes hizo dios de barro, arena y costilla. Les insufló un alma capaz de doblarse y desdoblarse de manera oportuna.
Tan bien se había aprendido la lección del impostor que los padres, los abuelos, los tíos, amigos y vecinos se asustaron mucho cuando los pequeños fueron llevados al Confesionario por el relambío Aviador, infiltrado por la CIA, o al menos por los de LOS DERECHOS HUMANOS en el arenoso desierto-eso era lo que se decía, era la bola echada a rodar por los poderosos.
La noticia fue corriendo de boca en boca hasta que el Principito y el Aviador se separaron. Claro habría que ver si ya, pese a todo el Principito no aprendió la lección de reparar, encender, fundar; si en otro lugar, en otro desierto, más o menos adelantado, un Unicornio no reaparecería para unirse al Aviador y continuar tocando juntos El Azul, con la estrella que ilumina y mata.
Filomena y sus hermanos mientras leían a sus incrédulos vecinos... "No profanes a tu hija haciéndola prostituta, para que la tierra no cometa prostitución y la tierra realmente se llene de moral relajada".
La visita del Papa a Cuba en 1998:
El 21 de enero de 1998 me sentía diana de los pinos, el río, los caminos, diana misionera en desgracia; Cupido me hacía blanco en cada puesta de sol para que cobijara en su sombra y sanara con agua musical al más necesitado.
Estaba bajo los efectos de una influencia espiritista sin darme cuenta.
Pensaba que Josefina, Nila, de la Casa de la Cultura Municipal, así como Cachita, Valverde, la Pompa, Sixta, Aymee, Yaína, Adela y los otros, por lo menos 19 amigos, creían en mí pese a todos los estigmas y anatemas posteriores a marzo de 1996.
Josefina y Nila tenían —pensaba— cierto poder para darme otra oportunidad. La vida después demostró que no.
El 21 de enero mis cuatro hamburguesas sin pan, típicas de las tres y pico de la tarde saludaron desenvueltas el sobrevuelo casi rasante del Vicario de Cristo sobre la ciudad de nadie y mi nuevo reparto —el Hermanos Cruz, conocido por todos como El Calero, por el antiguo dueño del territorio probablemente—.
La gente estaba gritando y saludando en los balcones. Los muchachos de la Escuela Secundaria Básica Carlos Ulloa muy eufóricos, contagiantes de entusiasmo.
Pero no vi espejitos, banderitas, ni cosas espectaculares, como seguro los hubo en el casco urbano, en la catedral, el obispado, las iglesias y en el desierto mágico de mi Rancho original, ancestral, vedado, perdido desde 1993, por no tener pista de aterrizaje en él ya.
La Serafina —mi amiga— tal vez saludó desde el barrio de las extrañas casas y flores eróticas o desde un semillero o casa de tabaco, o desde una obra en construcción donde se inspiraría para una poesía más pura.
Lo cierto es que la destrucción de Babilonia La Grande se aproximaba-pensaba, ¿Sin saber exactamente todavía qué era? ¿En qué consistía?
Se cumplían todas las profecías, todos los hechizos, y yo seguía condenada por el maleficio del que no me acababa de librar.
Eso suponía en ese tiempo. No entendía nada ya ni de misas, ni de consignas, cantos
“Fidel presente, el Papa está presente, ¿consciente? —¿De qué? —Juan Pablo, amigo, Cuba está contigo. —Ya llegó, ya llegó, Juan Pablo II ya llegó...”
Yo no entendía nada de archivos y llamadas secretas, anónimas, desestabilizadoras, aprovechadoras de mi aprensión y sensibilidad.
Todo se había vuelto cada vez más satánico. Y los testigos de Jehová trabajando más fatigosos que nunca, avisando del ciclón más próximo que nunca, alertando a camellos, dromedarios, presidentes de Comités…, y uno de ellos: —No, yo estoy con Fidel y con el Papa, no con ustedes.
Sin saber nada de la Biblia, sin haberla leído nunca, pero curándose siempre con las hierbas de su madre, pasándole la mano ella a toda la familia y vecindad, recordando el mito. —realidad de Antoñica Izquierdo, de la que fueron vecinos. —decía ella en Los Cayos de San Felipe, antes de mudarse para el edificio.
El presidente era una gran persona, ejemplo en todo, el primero en chapear..., pero sólo repetía, obedecía; y no le iba mal, hasta un carro le habían dado por Vanguardia, y se lo dio al hermano que era quien llevaba al médico, la madre y a la hermana bobita.
Ni refrigerador tenía en la casa el presidente, aunque los viejos, los enfermos y niños y todos lo necesitaran tanto, aunque ya casi todos lo tenían, pero él era muy altruista y se animaba cuando llegaban los huevos, la jamonada mezclada y el picadillo de soya por "el esfuerzo del partido" en garantizar lo que debía ser permanente para tantos.
Al presidente le iba bien la canción: Viven muy felices, los que repiten la lección como aprendices,...los que mañana no serán ya ni raíces...Viven muy felices los que no miran más allá de sus narices… No digo yo…
Y el Aviador entrecomillaba sin ser exactamente textual aquella canción que recordaba en su novela y que era del tiempo de la gran crisis de la religión por las razones que hubieran sido, que era de la época del Ateísmo Científico y no de la Religión Científica.
Más la abuela de la Habana siempre lo decía: La revolución se hizo con los religiosos también, en La Sierra hubo mucha santería y los primeros discursos de Fidel eran con versículos bíblicos.
Pero El Aviador, La Serafina, yo y toda esa generación y la que le siguió aprendió en las escuelas que aquello era ignorancia, oscurantismo...y nos hicimos irreverentes.
Tal fue el desastre que ahora había que clamar por Dios otra vez, era la única esperanza de humanismo real o de poshumanismo, y eso a algunos que pensaban les chocaba psicológica, filosófica y políticamente.
Los oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior que cambiaron el tradicional cuadro del corazón de Jesús de sus padres y abuelos por las fotos de los nuevos dioses (humanos), se sentían algunos con el mundo al revés con aquello de tener que ir a misa por respeto, cortesía y todo lo demás; aunque muchos, en el fondo se alegraban de todo aquello que se correspondía con sus verdaderos sentimientos y con su subconsciente.
Algunos dudaban, sospechaban de la Iglesia católica, la veían como contrarrevolucionaria, se lo enseñaron en la práctica, aunque se dijera que no fue el mensaje oficial original, pero así lo captaban e interpretaban.
Mas, hasta esos lo veían como una bendición de Dios, como un rayo de luz la visita de aquel anciano con bastón, gorro, voz cansada, pero prestigioso, venerable, ejemplar, talentoso, audaz…
Otros comprendieron perfectamente que la alianza entre marxistas y cristianos revolucionarios no era solo táctica, sino además estratégica, que los evangélicos, por ejemplo, nos estaban enseñando con sus acciones a ser cristianos, y el líder poco a poco lo venía explicando, por lo menos desde el libro "Fidel y la religión" de Betto.
A esos el asunto no les tomó por sorpresa; pero fuera por lo que fuera: "las masas" iban para allá: como Vicente, para donde iba la gente, moldeablemente. Era normal.
Para otros era bien diabólico que religión y política conformaran un ajiaco que olía a Bizancio, a Roma...y no a criollo. Para ellos el beso a su tierra no se sabía de quién era, ¿de dónde venía realmente?.
Yo evadía coches y mostradores porque no tenía trabajo ni dinero; pero me envolvían otra vez los presuntos sofismas, volvían a enternecerme y agradecía la bendición para los pobres, enfermos, marginados, dañados en su cuerpo y espíritu, lo agradecía como las bendiciones, rezos y oraciones de mi madre en todos los tiempos desde la infancia.
Yo también alababa a Jesucristo, el hijo del Padre Jehová, fuera o no Dios hecho hombre, me daba igual la trinidad, el desdoblamiento o no de Verbo (Palabra) —Hombre
“Hijo que lavaba con sangre en la cruz los pecados” —Hombre pecador enjuiciado y con la dádiva de vida eterna.
No soportaba la idea de un infierno, me parecía monstruoso, ni tampoco me gustaba el espiritismo, el budismo, eso de reencarnar el alma en otros cuerpos con nuevas muertes, dolores, angustias, sufrimientos, calvarios…
Creía en Jehová Dios, en su hijo Jesucristo y en los apóstoles, héroes, mártires, en los que "sabían morir en su papel", no solo en la cruz, "de cara al sol”, en los sangrientos campos de batalla y en el hambre.
Era ecléctica, poshumanista, martiana, guevarista, silviófila, silvióloga en esa época. Y eso molestaba a unos cuantos.
Para mí "La muerte es —era— azul, es blanca, es color de perla, es la vuelta al gozo perdido, es un viaje…”
Amaba la vida. Para mí era un deber y un placer y un tormento vivir; había que tener valor para vivir y después ganar el derecho a descansar en paz, a ser libre, feliz, a ser bien recordada, a inspirar, a arrastrar a la gloria de la muerte; la eternidad la veía en los otros y no en mi misma individualmente; así me habían educado.
Más seguía confundida. No admitía imposiciones, castigos que me "entraran por el aro". No soportaba la idea de ser religiosa activa y practicante de ninguna religión. No soportaba la ritualidad, los dogmas, la obediencia.
El propio comunismo veía que en la práctica se había convertido en otra religión. Admitía solo el gobierno de Jehová desde mi casa, sin obligaciones de templos, iglesias, misas, horarios, citas....Aunque en realidad a veces iba, pero lo mismo a una que a otra confesión religiosa. Iba, como por cultura.
Conversaba con Jehová directamente, me confesaba a solas con él y le rogaba y le pedía. Pero no era de yeso, ni de papel, ni de cobre, ni de madera, ni de oro....Era abstracto, espiritual, invisible. Tenía una voz que no escuchaban mis oídos sino mi corazón, o mi cerebro.
Gracias a Jehová pude vencer todos los obstáculos de Satanás encarnado en "el bloqueo”, interno y externo, en la incomunicación a la que me sometieron camellos, dromedarios, serafines, bestias, serpientes, tigres…
En 1992 Clara González —musicóloga— se asombraba de que llamara a Dios por su nombre: Jehová. En 1996 dije al Rector de mi Universidad Pedagógica que:
Fue Jehová quien me llevó la maleta negra inmensa al Comité Central, el Consejo de Estado...... Usando sus ángeles, al pintor Toste, católico, y a muchos desconocidos que me la cargaron misteriosamente, después que mi esposo me la trasladó sobre su bicicleta hasta la Terminal de Ómnibus y la subimos a un camello o Transporte Popular —Impopular en Pinar del Río—.
Por todo eso ya en 1998 era la meta de unos pocos y no ya de Leonor —la joven profesora comunista—.
Era al menos un reto para otros. Si al final era excomulgada —como resultó, o separada, no había claudicado y había sido honesta, limpia, pura, santa como Jehová y Jesús, decente. Así pensaba entonces y hoy también.
¿Me quedaría el Partido de los Sueños donde jamás el candor sería desahuciado, donde las flores marchitas en asamblea podrían resucitar el jardín, un jardín tan o más bello que el del pintor-escultor… jardinero de esta novela de ficción?.
En él volaría sin temor el colibrí de Silvio y cantaría nada tímido el canario de la Virgen de Los Cayos para todos y con todos, y Taita René, el haitiano, no sería una trucha ni nada invisible.
Todos estos amigos serían eternos; no víctimas, incomprendidos, silenciados, sombra, instrumentos de nadie, perseguidos.
Porque todos ellos sabían que lo importante no era esquivar el laberinto, los espejos, el canto de sirenas; sino salir y superarlo, crecer, aunque Doña Daniela, Don Miguel, el Señor X, la Señora Y o Z silenciaran al simple, al humilde compañero.
Lo importante era un aula, una fábrica, un surco, un edificio, un niño, un vestido, un artista, un escritor, una verdad... —Eso pensaba yo cuando llegó Juan Pablo en 1998 y cuando Satán aún no había hecho ciertos malabares que me entretuvieron—.
La complejidad de mi transformación ideológica, filosófica, política, espiritual y psicológica es difícil de comprender hasta por mis propios hijos, hermano, familia en general, amigos…
Pero Jehová y yo y mis hermanos espirituales la entendemos muy bien. El puede cambiar las personalidades.
Nunca fui practicante de ninguna religión antes del 2005; aunque haya sido comunista desde 1968, socialista democrática desde 1999, luchadora formal por la democracia y los derechos humanos desde 1999.
Del comunismo pasé a una ecléctica o confusión y de ahí al cristianismo. Ya en los años 70 me había leído por cuenta propia Génesis y Apocalipsis o Revelación. En los 80 mi hermano me había leído Eclesiastés y algunos Salmos. A principios de los 90 me leí Job.
En 1986 fui por segunda vez en mi vida a una Iglesia (católica) en Miramar a realizar una clase práctica de Ateísmo Científico indicada por una profesora rusa de la Facultad de Superación y Recalificación de Ciencias Sociales en La Universidad de La Habana. En Camagüey en los 90 visité algunas iglesias como parte del Programa de un Evento nacional de Extensión Universitaria que comenzó en la iglesia vinculada a la muerte del Mayor Ignacio Agramonte, pues cultura, patriotismo y religión casi siempre han tenido relación.
Recuerdo que muchos nos miramos con recelo de que otro(s) nos delatara al regresar, pues aunque era un evento oficial, aún había muchos prejuicios respecto a la religión.
Alrededor de 1994 empecé a vincularme con Dagoberto Valdés, la revista Vitral y el Centro de Formación Cívica y Religiosa, pero a la vez ya estudiaba la Biblia con los testigos de Jehová y leía de todas las filosofías y religiones que podía encontrar.
Estaba muy abierta a todo conocimiento, cultura, espiritualidad.
Solo después del 2005 hice una elección (a los 52 años). En 1997-98 vi videos y leí sobre Juan Pablo II y llegué a ilusionarme con su visita. Incluso le escribí una carta-testimonio que evidenciaba un acercamiento al catolicismo que nunca se llegó a convertir en bautismo consciente.
Mi único bautismo católico fue alrededor de los 7 meses de edad.
Mi bautismo comunista fue en 1968 después de la muerte del Che Guevara; lo demás fue pura confusión e indefinición por la que pasaron muchos en la izquierda, incluso antes que yo aunque hoy no lo digan y aunque jamás hayan perdido los frijoles.
Nunca fui de centro, ni mucho menos de derecha en política. Más bien tuve fama de ultraizquierdista pues defendí más el fidelismo y sobre todo el comunismo que muchos que sí fueron condecorados por la Seguridad del Estado; a mí no me condecoraron, ni yo me dejaría condecorar jamás. Lo que sí nunca he dejado de ser es una mujer de fe.
Todo lo he hecho con fe y gran pasión y convicción. Aclaro esto para que se entienda lo que contaré después.
Y además destaco que en 1995 cuando escribí Profecías, influida por interpretaciones evangélicas de su cumplimiento que me dio a leer mi hermano, tampoco tenía compromisos religiosos con nadie; las escribí porque las sentía, porque estaba muy enamorada en ese entonces y porque por encima de todo ya amaba de algún modo a Dios (además de al pueblo de Cuba y al género humano).
Nada de lo que he escrito ha carecido de Amor nunca.
Yo diría que ese Jesucristo al que le estoy escribiendo ahí, es más erótico que perfecto y espiritual (Dios o hijo de Dios). En esos momentos no tenía muy clara la diferencia entre Jehová y Cristo, entre Dios y dioses. Eso ni remotamente empequeñece mi visión actual de Cristo, al contrario.
El escritor, poeta, crítico, ensayista y viejo amigo Fidel Valverde, había escrito antes:
Proemio al cuaderno de poesía ilustrada Profecías 1995
De Diana M .Cantón:
Nabucodonosor, tómame, invádeme. Así casi empieza el nuevo libro de poesía de Diana Margarita Cantón. Se llama Profecías. Escrito en un tono de intensa emoción.
Poesía que se nos presenta en tono mayor y nos trae remembranza de temas bíblicos que se insertan en el presente como solo la poesía puede insertar.
Esta poética tiene raíces de angustia; lo contingente y el deterioro de las ideologías, estremecen los cimientos de su edificio poético.
Aunque algunos señalan un misticismo exacerbado, este solo es uno de los matices que la bañan, máxime cuando el misticismo está en función de crisis ante lo que la rodea.
Se viste esta poesía de ansiedad; honda angustia la transita y Sodoma y Gomorra y Tiros y los Jardines Colgantes de Babilonia están en cualquier parte y en cualquier época.
Diana se nos presenta como una ciudad desposeída de sus mejores alhajas, ciudad agónica, el Agón griego recrea su fatalismo.
La fata Morgana nórdica merodea entre sus muros, porque son ciudades muradas, se rompen los muros y entre sus ruinas resurge una ciudad moderna, también murada, pero con muros invisibles, porque los muros están fabricados de prejuicios, perjuros, hipocresías y malas tendencias morales.
Pasear por Sidón y no encontrar la rosa, tender tus redes de pescador sobre Tiros destruida, con voz del mejor lirismo, con estentóreo de tragedia sofloqueana o con terribilidad de Viejo Testamento y saberlo hacer con capacidad de evocación, le da a esta poesía presencia intemporal, en la que lo pasado se hace presente y lo presente siempre.
Sin alardes de erudición, sin visos de alardes tecniqueros, esta poesía nos acerca a la poetisa, nos envuelve como una ola marina del Ponto Euxinio, por donde las cóncavas naves nuestras se encuentran los puertos desolados.
Sin tonos declamatorios Diana va tejiendo un paño en el que se narra a sí mismo evocando y convocando a fijarnos a un mundo tan viejo y a la vez tan contemporáneo que nos lastra porque también nosotros estamos inmersos en esa crisis.
Cualquiera no puede ser Nabucodonosor, pero cualquiera que viva esta época, la tragedia que estamos viviendo, puede ser Tiros, Sodoma, o Nínive, malditas todas las ciudades, maldita no solo por la espada de Jehová de los Ejércitos, sino por la voz de Diana Margarita Cantón que utiliza sus símbolos, sus metáforas y sus alegorías para que la mujer de Lot trate de no mirar hacia atrás, que se salve de convertirse en estatua de sal.
Al fin y al cabo, a pesar del Agón, en esta poesía a pesar de los propósitos de la autora sienta su trono Afrodita, o Venus, o Yemayá o para referirlo más abstractamente, el Amor, en este caso más pagano que cristiano, más profano que beato. Esta poesía, rica en matices, transida de sentimientos, está erigida como en piedra mármol.
Diana demuestra una vez más que la poesía cuando es verdadera no se puede encasillar, ni en escuelas, ni en corrientes (que todas van al mar, que es el morir).Según Manrique. Una vez más la poesía anda libre fundando corazones.
Fidel Valverde Montano.
Yagruma 1995.
Pinar del Río-Cuba.
Este poemario fue editado e impreso extraoficialmente en el Centro de Cálculo del Instituto Superior (Universidad Pedagógica) de Pinar del Río, Cuba, ilustrado por Jesús Carrete y lanzado en la Tertulia de Yagruma, en casa del escritor que lo prologa, visitada por ilustres como el académico norteamericano Daniel Barker, aplatanado en ese tiempo en el Edificio Focsa junto a una guanabacoense.
Muestra del Poemario:
“La Puerta de Oro”
No se abrirá esta puerta de oro para nadie, Príncipe mío. Solo tú te sentarás en ella para comer mi pan delante de Jehová. Sigue tu camino hacia el valle del Cedrón. Entrarás triunfal por mí que es ella, hasta Jerusalén .El sultán Suleimán reconstruyó mis muros y ordenó cerrarme.
El restauró mis arcos y ornamentos, amuralló mis aberturas. El Kaiser Guillermo II de Alemania no tomará Jerusalén, ni me abrirá para su entrada victoriosa .No podrá pisotear la profecía, ni violarla. Esta puerta espera tu retorno, Cristo. Este templo, esta ciudad te aguarda.
El poema Tiene influencia evangélica, más es aún una etapa ecléctica de mi concepción del mundo y estética .En realidad demoré mucho para romper con el comunismo al menos como ideal y para abrazar el cristianismo:
También antes Valverde había escrito un Prólogo a mi libro de Poesía:
"EL AZUL SI SE PUEDE TOCAR" 1990.CUBA.
"Sobre Cierta Poesía:"
Dijo Balzac:"El conformismo es el suicidio cotidiano".Digo yo: Todo conformismo es reaccionario.Dice un adagio popular:
"Tanta culpa tiene el que mata la vaca, como el que le sujeta las patas".Y existen muchas maneras de ser culpable de un acto indigno, sin que llegue uno a ejecutarlo; es permitiéndolo, haciendo silencio, mostrando fina indolencia.
Hay debajo de nuestro mundo organizado, un sub-mundo de hombres que pululan como los gusanos en torno de un cadáver, y hay otros hombres que se complacen en ver esa gusanera y no denunciarla; en ese sub-mundo (Que también ha logrado cierta organización) está:
a) Los ciudadanos de doble moral. Los que aplauden al ministro para recibir provecho personal del aplauso.
b) El hipócrita que ha conformado su moralidad a favor de las circunstancias.
c) El que roba por tener y atribuirse la potestad para hacerlo.
d) El que ha llegado a acumular objetos preciosos .Pero en su mente no acumula ni una idea noble.
e) Etcétera.
Contra ese sub-mundo arremete como una furia la poesía de Diana Margarita Cantón.
Por sus poemas desfilan los apáticos,,los arribistas ,los hombres de rebaño ,los simuladores profesionales, los bachilleres y licenciados del fraude ,los generales y doctores dogmáticos, los funcionarios dañinos ,los que se ocultan detrás de un carné del partido y hacen más daño que una jauría de yanquis.
Los dirigentes pequeño-burgueses (Que pueden censurar este escrito).Y que se han apartado del pueblo y gozan de los privilegios que les da su posición.
Desfilan los agraciados por una vida fácil, los bautizados por tener padrinos, los energúmenos que gozan de una posición sólida. Los que tienen un gran talento para llegar a ocupar una relevante posición social y toman la patria como pedestal y no como altar.
Todo un elenco de autores con los que constantemente se está chocando en esas oficinas atestadas de parásitos, salvo excepciones y contra los que la impotencia de un ciudadano honrado se estrellaría y que solo podrá resolverse de una manera colectiva, Lanzando al pueblo que suda la camisa contra ellos.
La poesía de la Cantón, va en busca de una Etica y precisamente por eso dobla campana contra la falta de ética y espiritualidad.
Es agresiva porque agrede a esos bajos valores que se heredaron del capitalismo y se ensayaron en los países socialistas de Europa del Este dando catastróficos resultados.
Contra los señores que quieren reeditar la vida burguesa ,los reformistas seudo-capitalistas y contra los quietistas, los perennes, los que se oponen a los cambios efectivos dentro de nuestra civilización socialista caribe, porque ven afectados sus intereses.
Todo esto es lo que sangra la poesía de Diana Margarita Cantón Martínez ,por eso se ha buscado problemas y se buscará .Ella, la no conformista ,la batalladora como una pasionaria ,tendrá que seguir bregando contra ese sub-mundo que esperamos algún día sea barrido de la faz de nuestra Isla.
Por eso yo veo su poesía como una furia, como una denuncia .Hay quienes la critican despreciativamente porque ellos mismos son retratados por su poética .Resta decir que solo el tiempo hará justicia. Por ahora hay muchos contemporáneos cegatos y otros que no les conviene ver dónde está lo que vale y cuando promueven lo hacen por sacar personalmente beneficio y este tipo de promotor cultural ,también queda atrapado en el mundo dantesco de Diana Margarita.
Ella sabrá cuidarse del canto de sirena para consagrarse a hacer una obra respetable.
Salud Diana.
Les morimutis te salutan.
Fidel Valverde Montano,
CUBA-1990
(Miembro de la Unión Nacional de Escritores de Cuba).
En el recital de Poesía donde se lanzó este Poemario y se leyó este Prólogo en el Museo Antonio Guiteras Holmes, en la ciudad pinareña, solo mi amigo de entonces Felipe Ferro, decimista, poeta, se molestó con el Prólogo, por no considerarlo atinado, sino oportunista.
Una pequeña muestra de “El azul…”:
Antes me veía transparente en el espejo del mundo de un camino negro y otro blanco, antes creía el alegato de los pedestales y no escribía versos taciturnos.
Antes mi voz cortaba con el filo del espíritu. Ahora los caminos se entremezclan y mi sombra se burla de esa imagen.
(1989).
"Fragmento":
(...)
Los dos buscándonos a tientas en los siglos de los siglos. Los dos perdidos en laberintos equidistantes. Los dos, de pronto, concurriendo para volvernos a alejar. Tú galopándome la piel, arrimando tu sueño a mi pecho y el mundo, y el miedo abriendo la compuerta.
Los dos dispuestos a morir militando las huestes del desenfado y con la vida al pie de la cruz que nos aguarda.
(1989)
Nota:
Este Poemario fue ilustrado, como la mayoría, por Jesús Carrete, pero nunca se convirtió en una publicación oficial, legal, que reportara dinero en Cuba, como ninguno de mis libros.
Pero hasta 1994 mi obra fue bastante difundida y conocida por muchos a través de la prensa, la radio, la televisión y diferentes espacios culturales.
En 1998, mi amigo El Aviador sabía que yo no solo esperaba por la fuerza activa de Dios, por el Espíritu Santo, por la Venida de Jesucristo o del Santo Padre, o Santidad Juan Pablo II: ("Se ve, se siente, Juan Pablo está presente").Yo esperaba además por mi padre de sangre roja, boca negra y corazón azul.
Tenía le esperanza de que llegara en el Crucero, pensaba que gratuitamente o al menos a precio muy módico; pero suspendieron el Crucero, y al parecer tampoco pudo hacer el viaje mi padre en el lomo de un elefante o un Unicornio Azul.
Seguía perdido y desde septiembre del 97 no respondía las cartas, ni llamaba. Alina Alicia al parecer tampoco regresó de New Jersey, aunque de allá vinieron peregrinos, como 420 de New York, 300 de México y muchos de todas partes, ¡váyase a ver por qué vías!.
Gritaban algunos:
"Viva Jesucristo, nuestro rey"; pero el Unicornio no volvía y si lo hiciera. —dijo Nelson Castillo, que nada tenía de tonto, lo había demostrado," sería con la pata partida, o tal vez Manco o sin dedos”.
Era mejor ser Unicornio de sí mismo, amigó de uno mismo, ese era el amigo más sublime y discreto. —me dijo el poeta.
En "Excesiva Presencia", Alina Alicia lo sugería también, a través de sus recurrencias filosóficas orientales del Badgabadguita.
Silvio también había cantado "el mundo propio siempre es el mejor”. Y hasta las Sagradas Escrituras aconsejaban u ordenaban:"Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Mas yo me había amado siempre demasiado poco a mi misma; ahí estaba la raíz de casi todos mis males.
Recordaba mi Amor por mis juguetes, mis mascotas nada carnales por lo general, no porque no quisiera sino porque no me las permitían mis primeros dueños.
Recordaba mis fetiches, ídolos, imágenes, fotos, libros...Sustitutos de dioses y santos formales.
Aprendí a temer no a Dios, sino a otras cosas, pero conservé una gran capacidad de asombro, deslumbramiento poético. Aún no había tenido un encuentro personal con Jesucristo como mi hermano, pero los destellos del Espíritu Santo pensaban que me iluminan de algún modo, sobre todo en mis Letras.
Amé como La Serafina al Aviador, pero lo desacralicé o lo consideré un espejismo. Sabía que no había visto de verdad jamás a un extraterrestre ni a un duende ni nada de eso, que los esplendores de talento estaban en mi imaginación y en mi propio corazón bondadoso.
No había dado con mi otra mitad y la inventaba de papel. Había amado intensamente, pero no encontraba dónde rebotar. Como dijo Michy:"Diana ama como no ama nadie”.
Lo dijo porque lo pensaba y para defenderme de los que me interpretaban mal.
Mis príncipes y reyes acababan malogrados, expectativas falsas, pálidos, sin brillo, brío y lumbrera, hechos sofismas terrenales, y no azules, escamosos, capaces de llegar al lado de mi amiga atravesando las aureolas del dolor, procedente de otro mundo más puro, espiritual, para rendirse a los pies de su amada.
Para mí todo era rutinario, vulgar una vez materializado con los otros pecadores de este mundo.
Mientras, Satanás y sus demonios me telefoneaban groserías espantosas que ya hoy no escribiría, pero que pueden perfectamente imaginar; eran las que se decían a todos los que consideraban enemigos o adversarios. Todo para que "no arreglara más el mundo" ni “tocara más el Azul”.
Yo sabía el lado divino de los susurros mágicos y hacía Literatura y sacramentos inspirados.
El Aviador, La Serafina, mi padre, mis amigos...y yo habíamos sido utilizados, usados y desechados.
Todos estábamos amenazados sino nos arrepentíamos y obedecíamos al dios falso. Todos amenazados, hasta los más fieles y honrados; aunque algunos no sospechaban que correrían destinos similares y hasta peores que el mío.
La Serafina, entre dulces, buñuelos, croquetas, empanadas, hojas de guayaba y tabaco, picos y palas y demás artefactos agrícolas y constructivos llegaba a su casa tan deshecha que había perdido sus alucinaciones con el Aviador, el Extraterrestre, el Muerto, el Internacionalista que conoció en El Cementerio católico.
El trabajo físico era tremenda terapia, al menos en esa fase de su patología.
Aquellos seres que en realidad veía en sus visiones fantasmagóricas, le hablaban; ahora se acercaban inútilmente a enamorarla, la tocaban, la sacudían fuertemente y ya no los percibía.
El trabajo era la nueva fantasía impuesta, la nueva sal de la vida: el trabajo físico intenso. Ella estaba fuerte, joven todavía, y pudo soportarlo al menos un tiempo.
En todo caso su nuevo amante fantástico era ahora Morfeo. Había puesto los pies sobre la tierra, para bien o para mal... ¿Por cuánto tiempo? Nadie lo sabía entonces. ¿Opciones?:
¿Hacer paleticas, papas rellenas u otros comestibles por cuenta propia en su casa, con patente o sin ella, arriesgarse, vender clandestinamente sus poemas o alquilar sus libros de cabecera, salvados de la Biblioteca de Alejandría, cobrar tarifas especializadas en su teléfono, alquilar un cuarto de su casa, criar pollos con pienso desviado o robado al estado impopular, meterse a posaderas ¿…?
¿Saldrían La Serafina y hasta yo misma de nuestras rigideces morales y legales, de nuestro miedo al hombre? ¿Seríamos tan "dialécticas" como los gobernantes mismos?
¿Nos quedarían ganancias cuando pagáramos los impuestos? ¿Nos atreveríamos a no pagar impuestos, como tantos? ¿Nos acostumbraríamos a ser "normales”, “cuerdas"?
Mientras andábamos en esos conflictos éticos y morales, me seguía asombrando con las flores que hallaba a mi paso, con los animales, los astros, el mar, las puestas de sol, los niños, los poemas…
Me conmocionaba ante la hermana de mi último héroe —idealizados— masticando “chiclets” —sin imaginar que yo misma los masticaría después—, ante mi entrevistado diciéndome aquellas barbaridades como que “pertenecía a la clase burguesa”, pero por eso “podía darme una botella (ride)”.
Ironía de mi héroe para la que no estaba preparada en 1992.
Me asombraba de que mi vieja amiga camella, ya jubilada, vendiera en un timbiriche en el parque para buscarse el resto del sustento familiar porque el retiro ni los sueldos alcanzaban; mientras yo me desgastaba en aquellas contiendas del país mal gobernado, que finalmente me trajeron el despido y algunos vaticinaron que pararía en boba o loca.
Me conmocionaba con las casas llenas de jaulas de pollos y hasta puercos en la ciudad, alimentados sin escrúpulos con el pienso robado al estado y revendido luego a otros.
Casi nadie indagaba la génesis de nada para poder comer, vestir, calzarse, tener un techo. Casi nadie era Aviador o diana. Yo lo había creído todo, como mi padre al inicio.
Me asombraba con la muchacha apenada al salir del cuarto con su amante, alquilado a escondidas por mi amiga camella, ¿me asombraba de su explicación relativista y objetiva y dialéctica y ética?.
Hasta Engels la sacaba de paso: La moral ha cambiado tanto de pueblo en pueblo y de generación en generación, que no pocas veces, hasta se contradice.
Aquel cuarto antes había sido quizás de la criada de la casa de unos señores que se fueron del país, ahora no lo habitaban burgueses, la amiga y compañera lo había acondicionado como motel casi de lujo y con espejos.
Solo le faltaban cañas bravas a la entrada por las que se filtraran los rayos del sol.
Estaba obligada a hacerlo.—me dijo, por los hijos, la hermana esquizofrénica, el tío bobo y el padre arterio-esclerótico, sino se morirían de hambre, porque ni marido tenía; el pasillo lateral de la casa era la coartada perfecta, pero el peligro de que el vecindario chismoso, malicioso sospechara y pusiera en tela de juicio la fachada, la máscara de la camella-amiga que en verdad era buena y humana, pero estaba embarcada por sus circunstancias malditas, que eran similares a las de muchos, la llevaban a entrar a sus usuarios como Pedro por su casa por la puerta principal.
Y ya la gente no estaba tanto para esos tipos de vigilancia porque el que más y el que menos inventaban, pero por si acaso era mejor prever la denuncia.
Cuando el señor Papa Juan Pablo II arribó a "la siempre fiel Isla de Cuba", La Serafina y yo nos asombrábamos de lo que estaba sucediendo en Educación, Salud Pública, la Gastronomía, los Cultivos Varios, las plantas medicinales, la zafra del tabaco, la construcción, las microbrigadas, los círculos infantiles (Day Cares)... Nos asombrábamos de lo que para todos ya era normal.
Por ejemplo de que hasta el psiquiatra también resolviera el petróleo en el hospital, del mismo modo que el obrero agrícola semidelincuente al que nombré Robin Hood; de que ambos lo hicieran porque no tenían combustible para cocinar, aunque el Doctor vivía en el campo y "el de la bolaita" en El Maica, en la ciudad pinareña, en uno de sus suburbios más famosos, en el arrabal, en la periferia del Casco Urbano, y aunque el mulato lo revendía para comprar dólares y guarfarina para esperar la subida del santo y la bajada del muerto en el bembé del 17 de diciembre —Día de San Lázaro—. Me asombraba yo de todos los preludios de la Venida del Papa.
Mi asombro social venía sobre todo de 1989 y 1992 y 1994 hacia acá, en que nos sacaron de la urna de cristal acuático, isleño. Me asombraba ya menos de la autorización de la celebración de la Navidad por una vez.
En realidad la quería en ese entonces para siempre, pues la asociaba con la abundancia de comidas exquisitas, alegría, fiestas de esos días en la infancia y adolescencia, más que porque me llevaran a la Iglesia, ni a la Misa del Gallo, ni nada de eso. Mi familia no tenía esos hábitos.
Me asombraba con los amigos y conocidos camellos y hasta dromedarios cambiando y comprando pescado, bonito y langosta en el Puerto de La Coloma para traficarlo por dólares en La Habana, algunos de los cuales se hicieron después Másters y Doctores, viajaron por muchos países, cumplieron diversas misiones, subieron a las tribunas abiertas en convenciones… generales y doctores de toda laya.
Me asombraba de los que devenían en corredores de permutas ilegales porque “había que escapar"; todos teníamos sangre isleña, china, negra, india en menor magnitud.
La Serafina —mi amiga— y yo nos asombrábamos infantilmente, izquierdistamente de nuestro entorno raro, de nuestra realidad mágica, fantasmagórica, alucinante, infernal, surrealista, dadaísta, esotérica.
Estábamos perplejas de tanta ficción, de tanto absurdo. Éramos niñas ingenuas, candorosas, desahuciadas.
Nos alarmábamos con nuestros hijos coleccionando etiquetas de productos vendidos en las tiendas por dólares. Las pegaban en libretas y todo y el signo dólar era para nosotras como la marca de la bestia.
Nuestros hijos eran expulsados de la escuela por problemas de violencia aparentemente, pero sabíamos que en el fondo era por gustarles el Inglés y no el Ruso y el Rock and Roll y no la música y los bailes en español; aunque después se fueran expandiendo inevitablemente.
Como nos sentíamos las madres de todos los cubanos, sufríamos por los que vendían cosas ilegales y hasta dólares, por los que se hicieron jineteros para vestirse regular, a la moda, y no ser tan Doñas Perfectas como nosotras, y poder ir a La Habana a ver un concierto de Rock o de Varela: el nuevo héroe rebelde y patriota.
Nos lamentábamos mi amiga y yo de habernos perdido en nuestra juventud las orgías de los Festivales de Varadero, y solo haber conocido la maravillosa Playa en nuestra luna de miel de invierno, en que había menos demanda, el precio se rebajaba, y de proteína solo había pescado, leche, sus derivados, lo que obligaba a emigrar a comer a Las Cuevas de Bellamar, a Colón y hasta a Jovellanos, cosa que también tenía sus verdaderos encantos.
Nos faltó siempre audacia práctica y pragmática, cosa que ya era cotidiana también en nuestro mundo.
Nos habíamos asombrado de descubrir que muchos editores y escritores hasta de nuestra cofradía amistosa eran “gays”, de que varios de ellos publicaron y viajaron más con el sexo que con las letras mismas, aunque al final acabaran fregando o lavando platos en España.
Nos asombrábamos de que nuestro amigo poeta y novelista que llegó a la fama por su talento real, llevara chicas a los extranjeros y guardara hasta los negativos pornográficos, argumentando que “sólo se podía escribir cuando se acumulaban vivencias de todo tipo, y que además solo así podía mantener a su familia; era culpa de sus circunstancias y no solo de su curiosidad”.
Nos asombrábamos de nuestra propia corrupción gradual, inevitable, aplastante, ineludible, destructiva, salvadora de la carne y el estómago propios y ajenos, que nos sometía a un permanente conflicto moral interno.
Tratábamos de achacarlo a nuestra naturaleza humana; pero nosotras siempre nos creímos diosas, extraterrestres, suprahumanas también como El Aviador.
¿Acaso La Serafina y El Aviador eran falsas expectativas, desdoblamientos fantásticos de mi personalidad?.
Así andaban las cosas cuando esperaba a mi padre, el colchonero, porque bastantes que arregló a hurtadillas antes de irse por el Mariel en 1980.
Mi padre, el vendedor de perfumes, sobrecamas, medallitas de santos, mi padre el creyonista que pintaba de colorado los labios de una muerta, y tenía que huir con su primo Lalo por una broma tan pesada a los guajiros.
Sí, La Serafina era a la vez, de algún modo impropuesto, Camella como yo, y a la vez, persona y extraterrestre. Así éramos en ese tiempo las dos.
Y eso nos traía muchos líos con todo el mundo, reduciéndonos a desierto evidente, a granos de arena, a mitades dispersas.
La Serafina se reencontró con el terrícola músico. —pintor-escultor-artesano— jardinero… varias veces más.
En ocasiones lo llamó y lo saludó entusiasta, le dio su teléfono, otras trató de ignorarlo, pero él la saludaba lo mismo solo que con su camella en la parrilla de la bicicleta, como si no hubiera sucedido nada: "las máscaras eran perfectas".
"Todos sabían usarlas”. En el fondo todos se amaban sin embargo de algún modo, luciferinamente por demás. Por eso él enamoraba a todas las mujeres, incluidas sus amigas, todas eran “las más sexis, las más pepillas del mundo, lo máximo".
A veces La Serafina entretenida en sus especulaciones y abstracciones se enredó con su bicicleta en el cruce de alguna esquina, se citaban para explicarse qué habían significado uno para el otro, y se embarcaban mutuamente, pero jamás se guardaban rencor ni se tomaban en serio; siempre fue así desde el principio; era como un juego infantil muy serio y peligroso a la vez.
Él le negaba estar con su camella, era solo una vieja amiga. —le decía, pero ella no lo creía. Como suscribió desenfadadamente un cochero:"Yo soy soltero, la casada es mi mujer”. Lo pintó bien grande en su coche de transportar personas por el desierto.
Ya La Serafina se había desilusionado, y continuó prefiriendo su incierto Aviador. Soñaba con él despierta y dormida; soñaba en realidad con sus numerosos amores, hasta con los más fugaces, azules e inolvidables.
Y continuaba a la vez haciendo el amor de verdad en las sábanas, en el baño, en la cocina, en toda la casa; ya no en las Playas, los ríos, montes, aserríos, clubes, cabarets, cines, trenes, elevadores, tejados, moteles, campos de henequén, casas en construcción, albergues INIT, (Instituto Nacional de la Industria Turística).
En un solitario, aburrido día festivo y de desfiles, el polifacético tocaba tambores en la calle, y todo se alegró, se iluminó momentáneamente. Ella le volvió a dar su teléfono amistoso.
Se lo había dejado antes por la ventana de la otrora casa extraña, —erótica-mágica— embrujada, ya choza desvencijada, con las tablas caídas y una gran percha de ropa lujosa y con lentejuelas, en las que invertía los dólares adquiridos con su arte cantor.
Los cactus y todas las flores se habían marchitado. Otro día lo visitó con una amiga, sólo para descargar, y encontró a la camella enferma, sola y triste.
No progresaba su economía ni nada con él, que era tanto y nada a la vez, pero lo amaba. No eran felices, se notaba.
Pero El Aviador, La Serafina y el escultor...iban perdiendo gradualmente y a veces velozmente también el protagonismo de la novela.
El Aviador ya casi ni la escribía. Yo, la diosa, me le aposesionaba. ¿Sufría una vivencia esotérica, numerológica, astrológica, espiritista, quiromántica, inusitada, parasicológica, diabólica?.
Debía deshacerme de ella, y me puse a leer las oraciones, plegarias y alabanzas a Jehová de los Salmos bíblicos, que me devolvieron la paz que requeríamos El Aviador y yo para escribir la novela, el testimonio, la Crónica, lo que fuera...Surisaday Acosta y sus hermanas trataban de ayudarme a comprender la Biblia, pero tenía que comprenderla después por mí misma.
Yo me resistía a hacer el voto unido, pero aquella imagen del socialismo manco, me enterneció otra vez.
Lo habían amputado, pero ¿vivía?. En realidad pensaba que siempre había sido mentira en todas partes, el propio Marx explicaba que sería burdo cualquier intento prematuro. Pero antes de 1989 no lo tenía tan claro.
Había leído La Ideología Alemana, pero no aún las revistas Sputniks ni las Tiempos Nuevos. Lo cierto era que cuando el socialismo echara mano y dedos otra vez, ya sería polvo, ánima en pena, luciérnaga: otra cosa.
Mi maleficio parecía ser tener que dedicarme a la Literatura a tiempo completo y de gratis; ser escritora independiente e inédita. No me había buscado un representante jurídico, ni nadie se me había brindado para eso.
A los establecidos, y a la mayoría, al vulgo, eso se les antojó un excentricismo de Valverde, que era un provinciano que tenía que salir a flote y nadie hacía nada por él ni por los otros.
Era un argumento sólido, —me pareció. —y lo defendí de muchos, porque siempre creí más en su talento que en él mismo y sus acciones con los semejantes. Me interesaba más su creación que el creador literario, otro imperfecto más, otro loco o infeliz más.
De ahí que no me tomó por sorpresa que en abril de 1998 su novela Yerbabuena saliera a la luz con 500 ejemplares por Policigraf con el sello de la Loynaz, y no de la Editorial Unión, porque después de todo, antes de ser del mundo, de España, de Argentina, de La Habana...primero él era de La Cenicienta, de La Princesa ¿?, de Pinar del Río, de La Jía, del Lázaro Acosta, de la favela, del Rancho, del Ranchito.
Y al final sería del Universo, del polvo, del recuerdo. Valverde había sido el único escritor, conocido por nosotros, de Cuba, que recibió una carta nada menos que de la Editorial Planeta de España pidiéndole un ejemplar de su primera novela, pues la sinopsis que recibieron del Representante Jurídico los dejó perplejos a ellos, editores de García Márquez, Isabel Allende y otros geniales escritores de la lengua hispana.
Aquello parecía un milagro, sobre todo porque no había salido jamás de la Isla, ni a cumplir misión internacionalista, pues no estaba de acuerdo con hacerlo. Yo me alegré más que todos de esa victoria de su estética poshumanista.
En cuanto a mí, camellos y dromedarios me cerraban todas las puertas a la esfera espiritual, intelectual oficial.
Seguía subterránea, y ni la idea del Club "Amigos de Silvio" de Emilito, Josefina, Nila, en la Casa de la Cultura Municipal se aprobó nunca. Silvio y yo invitábamos a caminar con nosotros, aunque siempre fuéramos perseguidos, y eso era peligroso.
Yo era ya más peligrosa que Silvio, pues se decía que "lo tergiversaba”, que tergiversaba a Martí, a Marx, a Engels, a Lenin, al Che, a Silvio y que ignoraba a Fidel.
Lo habían escrito y todo en documentos oficiales de época. En mí no se creía. ¿En Silvio sí?. Tal vez él ya no era el mismo cuando lo encontré tardíamente en Miramar. Más todavía me seguían invitando al Taller Literario Municipal que se reunía quincenalmente, a las Tertulias mensuales, a los Concursos, a leer en los Guateques campesinos...
Y ese era un modo de seguir viva espiritualmente, aunque voluntario y antieconómico, fatal para mi familia, eso sí era por amor al arte.
Fraguela también me invitó a su Tertulia quincenal en su casa donde asistían los más éditos y conocedores de la Literatura —aunque nunca los encontré—.
Ernesto Ortiz me regaló la revista “de Liras” donde nunca me publicaron —en “Vitral” tampoco. Pero estaba viva, creando como nunca, como El Aviador. Dagoberto me dio mucho papel, y ánimo, eso sí.
Adela me contaba de un camello conocido por ambas, amante de una vieja escritora, arrepentida hasta de leer, que con un anteojo o algo así, se dedicaba a velar a todo el que entrara y o saliera de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, y de la Sección Consular —Refugiados por sus ideas— en la Embajada de Suiza —la casa blanca, frente al Malecón habanero.
Me dio risa tal ridiculez o invento de auténtica ciencia-ficción. Era como de película.
Estábamos en el siglo de la desconfianza, y lo cierto era que el camello había volado misteriosamente de la aldea-desierto y nadie contaba haberlo vuelto a ver.
A lo mejor era que ya estaba en Miami agusanado, todo ya era posible.
Se sospechaba de todos. ¡Qué inmadurez tan adulta y hasta senil!
Yo secaba las lágrimas de DIOS, JEHOVA, después de la partida de Juan Pablo II.
Mi madre, evangélica ya, no comprendía mi ecléctica; sin darse cuenta que ella misma y toda mi familia y la sociedad eran responsables de ella también.
Mi madre se esforzaba, como mi hermano, por convertirme a su religión: "la correcta"¿?.
Pero yo me parecía más a mi padre, aunque hacía 18 años que no lo veía.
Y es que como dijo Richard Bach: "Ningún lugar está lejos”. Mas todavía tenía una remota fe en los míos-ajenos; seguía apelando al V Congreso del Partido:
A Clara Toledo.
Compañera:
La situación laboral que aquí describo se mantiene. Le dejé un recado telefónico con su secretaria Ester y le envío estos documentos.
El compañero...me concedió el derecho a hablar con él, pero la solución no aparece, y hubo durante seis meses una plaza vacante en Investigaciones Sociales, en la Filial de la Academia de Ciencias de Cuba, queda una plaza actualmente vacante de promotor cultural en Cultura Provincial y otra de museóloga en Patrimonio Cultural, que he solicitado personalmente y por escrito, pero hasta ahora no me han concedido ninguna.
Están en mi perfil —profesional—, y los salarios oscilan entre 210 y 265 pesos ——cubanos—, muy por debajo de los 390 que ganaba en Educación, pero cualquiera... sería un paliativo decoroso —coyunturalmente—, porque no renuncio a mi anterior puesto de trabajo, a la "rehabilitación" social y a la indemnización económica que reclamé y reclamo al Ministro.
Sugiero discuta con el Ministerio de Educación, el Partido Provincial, y todos los que considere necesario, el contenido de la copia de estos documentos —reapelaciones al Ministro y respuestas al Jefe del Equipo de Inspección del Jefe de Despacho del Ministro—. En marzo o cuando pueda ser; nos veremos. Saludos. Muchas gracias...27 de enero de 1998.
Nota:
El 2 de diciembre próximo son los Quince de mi hija y no tengo un centavo ahorrado, ni negocios. Malvivo al día, malviven al día mis hijos.
En febrero me entrevistó el dúo de la Comisión del Congreso que permaneció una semana investigando en Pinar, y dijo que no se iría hasta resolver mi problema laboral, a pesar de que la jefa de ellos por teléfono me había dicho claramente que solo me darían una respuesta política —otra más, porque “el Partido no administra, ni da trabajos, solo dirige".
Lo evidente para mí, era que mandaba a botar del trabajo cuando entendía que no se respondía a sus intereses, y no se era activista absoluto de su política.
Mi entrevista duró como 5 horas, y no duró más porque me pararon, sino amanecemos allí. Se lo conté después al psiquiatra, y me botó de la consulta también.
Dijo que, “no me toleraba más ni un segundo”.
Me molesté ante lo que consideré una falta de ética profesional suya y le dije:"Pues usted sabe mi teléfono, cuando tenga tiempo me manda a buscar”. Y él: "Por lo menos tú tienes teléfono”. Y yo pensando: —Porque me lo gané con creces.
Y él para rematarme: "Cuando tenga tiempo y deseos te llamaré”. Me pasé toda la tarde llorando, me deprimí varios días, y finalmente llegué a la conclusión de que el mensaje real del galeno era que no necesitaba su servicio; estaba muy lúcida, pero pensaba distinto a lo esperado.
Creía que solo necesitaba mis amigos y conformarme con asumir mi realidad: no era confiable espiritualmente en Cuba; aunque intentarían seguir utilizándome hasta el final —esto último lo comprendí después de febrero de 1999 que cambiaron su táctica conmigo.
Pero antes de eso, me lo había demostrado la vida, me resignaba ya a mi exilio interno, o volaba para el Miami frío, de cartón, sin amigos, —como decía una película, ni Aviadores, ni Serafinas, ni sueños, ni Silvios.
Me empecé a aceptar como era, y empecé también a aceptar mi realidad como era cara a cara.
Acompañé a mi amiga Serafina, desalojada de su casa, a la Federación de Mujeres Cubanas, y la compañera de Prevención Social que dijo apreciarla mucho, se asombró de su “mala compañía”.
Ya yo era un estigma, “una corruptora de menores, un peligro para las nuevas generaciones de cubanos”.
Mi amiga trató de persuadir a la camella de su error, pero ya estaba escrito: era ley, y mejor no cuestionar nada, podía tener un destino similar al mío.
Callándose, logró con el tiempo, un matrimonio con un Oficial subalterno del Ejército de Camellos y un puesto en una Zona de Defensa, adonde me prohibió ir a verla en 1999, pues ya le habían alertado contra nuestra amistad los de la Policía Secreta.
Yo afuera, inocente de lo que acontecía en la Oficina, e inocente del futuro, miraba una niña de apenas un año y medio, su tete, el muñecón con el que la aterrorizaba el mundo, con el que se divertía y se burlaba de ella una adulta.
La niña se sorprendía, se asustaba, descubría lentamente que no hacía nada malo.
Se parecía a mí, con la diferencia de que el muñecón que me mostraban era El Ángel de la Aurora aprovechando el corto espacio de tiempo que le queda para gobernar a los terrícolas.
Me conmovió aquella niña, y recordé otra vez el día que robé en un patio, siendo muy pequeña aún, el elefantico morado de goma que hice una de mis mascotas más importantes.
Todavía no había leído el poema de Rubén Darío a Margarita Debayle, todavía mi padre no me lo había enviado por correo; eso fue en mi adolescencia, cuando estaba en Ceiba del Agua de profesora emergente.
La carta fue muy linda y triste. Pensé que mi padre era poeta. Después leí las Obras Completas de Darío y descubrí la verdad.
Mi padre no lo plagió, sencillamente lo incorporó al texto de su misiva como propio, pues no dijo de quién era, y como venía tan bien al contexto, me confundí.
Todavía no sabía nada de Modernismo y mucho menos de los Post, de esos signos. Interpreté lo esencial. —estaba desobedeciendo a mi padre, y más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Me estaba alertando, protegiendo de las consecuencias que me traería mi candor lúcido.
Ya él había pasado por eso y moría de desilusión, desesperanza, porque entonces era un ateo, y ni el margen de Dios le quedaba.
Pero los jóvenes rara vez creen a los viejos, necesitan cabezazos y aprendizajes propios... Cada cual adquiere su propia experiencia, sus propias decepciones y esperanzas-pensaba después.
La Princesa hacía su voluntad, y no la del sabio y viejo rey, y era lícito y legítimo y ético: Jesucristo le había dado el permiso de cortar estrellas, luceros...como flores en el jardín del cielo.
La Princesa portaba una tijera mágica con la que tocaba todo EL Azul... Por eso respondí con una traumática y soberana y exigente carta al rey —mi Padre.
Los hijos siempre quieren llegar más lejos, y muchas veces son implacables con los padres, hasta que a ellos les sucede lo mismo o parecido con los hijos propios.
Las desavenencias venían no solo por política, entonces más importantes en la práctica que la familia y que todo.
Yo precipitaba la ruptura definitiva de mis padres. Me avergonzaba de tener una familia sin armonía, paz, unión, amor mutuo y respeto entre mis padres.
Después la que yo misma creé, tampoco funcionó; aunque era más instruida y culta que mis progenitores.
Había una tara familiar y estructuras sociales que conspiraban contra el Amor mismo. Buscando tanta libertad, el hombre había llegado a un callejón sin salida aparente.
Después de la alborada y las letras, el hombre era más analfabeto, más bruto, torpe, intolerante, egoísta y camello que nunca.
Mas yo me empeñaba en seguir tocando desnuda el Azul, aunque "perdiera todos los dientes en los arrecifes" —como decía mi profesor de Estética Orlando Tajonera, en la Universidad de La Habana, en 1986. El también alertaba, como un Padre.
En esa situación estaban Cuba y los cubanos cuando llegó la esperanza ¿? de Roma.
Todavía en 1998 andaba escribiendo este poema inspirado en el Che y en la vida y obra y entrevistas realizadas a Silvio Rodriguez y a otros sobre él:
Fuiste heroico, lírico y mártir
de la poesía del Amor,
no solo en la muerte,
sino en cada acto cotidiano
de tu virtuosa vida astral,
a la que me quiero asir inútilmente,
yo, presunta mujer nueva,
que no calla, ni evade,
alerta siempre al porvenir,
amenazada de manicomio y de sepulcro.
Ahora soy la reina de tu calle
y de tu espejo,
la amiga de tu perro,
tus palomas,
compañera de tu luna
y tu parque.
Soy la mujer nueva
que te imita
y que quieren matar absurdamente,
mujer a destiempo como tú,
proscrita.
Que no me cambien
las manos, las mejillas,
la locura.
Que no me adapten,
ni enriquezcan,
ni prologuen la ficticia vida.
Quiero ser nueva todavía,
aunque jamás tu equivalente
de pródiga semilla primigenia,
fundadora.
De claro de luna
y lámpara encendida.
Un catedrático chileno amigo de una amiga copió este poema, después de leer parte de estas crónicas y se lo llevó a su país. Se había identificado mucho con la historia, pues fue expulsado también de la Universidad durante la dictadura militar de Pinochet.
Me empeñaba en ser como el Che, pero como yo misma. ¿Me creía hija de Martí, el Che y Silvio?.
Era en realidad contemporánea de Silvio. Apenas me llevaba 7 años; por lo que no podía ser hija realmente de él; aunque se tratara de una herencia espiritual.
Pero —repito— hacía cosas que no hacía ni Silvio.
Me extralimitaba. Había perdido la medida, me lo dijo mi amiga Olga Lidia y también el psiquiatra simpático —al inicio—, el que leía mis poemas y mi novela, antes de expulsarme de sus dominios mágicos y clínicos propios-estatales del Manicomio de Ciudad, ubicado en la Sala L del Hospital Nuevo Abel Santamaría Cuadrado.
Todos mis consejeros me decían que dejara mis romanticismos ridículos, que despertara, que "pusiera los pies sobre la tierra, que dejara de volar, o que lo hiciera de verdad".
Los que tenían más confianza, hasta me llamaban en mi cara comem.....,"porque a alguien tú tienes que hacerle caso”.
Mi hijo me llamaba a capítulo por vieja loca, aunque nunca me lo dijo así pues es realmente respetuoso, y me colocaba en la escalerilla del avión sin Aviador, y yo entonces me dejaba manipular por el mundo, y le escribía una carta al cónsul de Estados Unidos para que me refugiara por mis ideas, y la experta en diplomacia de los camellos amigos: "Con esa carta lo que te van a dar cuatro tiros, imbécil". Y entonces me dejaba dictar la carta que ni de perilla, donde me quejaba del oficialismo de mi país, y no se decían mentiras, sino que probaba incluso con documentos el atropello de camellos y dromedarios, que solo se preocupaban por la imagen, pero no por el ser humano.
Fue la única carta que me dejé ayudar a hacer. Las otras las hice por mí misma. Y al final me salieron bien.
Pero de nada me serviría esa primera carta, echada al correo solo después que me dijeron claramente los dromedarios:"Usted no regresará jamás a Educación. Le quitaremos la Expulsión, pero la desactivaremos por problemas psicológicos, pues usted era una excelente profesional, pero lo que usted ha hecho evidencia que está mal de su mente".
Aquello fue un jarro de agua congelada sobre el calor de mis PRINCIPIOS.
En 1998 por supuesto que me denegaron la salida del país, pero me dijeron que si en un futuro era objeto de nuevas represalias, me presentara de nuevo con mi caso ya abierto, y eso no lo volví a hacer hasta después de la Primavera Negra de Cuba, en que me di cuenta de que todo lo del Papa, no había servido para gran cosa.
Cuba y los cubanos seguían bien mal. Se había hecho un gran TEATRO y nada más. En realidad nunca me había querido ir del país.
Después del 98 menos. Pero en el 2004 ya estaba convencida de que no tenía alternativas.
La propia Iglesia católica había reconocido públicamente ser responsable también de las caretas y del mal pensar y vivir de la mayoría de los hombres de mi Isla adorada, por aconsejar años atrás a los jóvenes negar su religiosidad, por no considerar correcto responder en una planilla asuntos de conciencia individual como si tenían creencias o al menos dudas religiosas.
Durante la visita de Juan Pablo II a Cuba, las consignas políticas fueron sustituidas extrañamente, a pesar de la apatía del pueblo, de su poca participación real, inercia y terror.
Habían autorizado a ser corteses, amables con el visitante, y la gente mostró un entusiasmo, una fe, una esperanza nuevos, o muy viejos, pero ocultos.:"Se ve, se siente, Juan Pablo esta presente”. “Viva Jesucristo, nuestro rey”.
Por esos días un camello llamado Enrique, andaba muy irritado porque desde hacía unos años llegaba a su casa y su esposa e hijos lo mortificaban subiendo en la grabadora la canción del consolareño y pinareño Willy Chirino, exiliado en Miami, que decía: "Ya viene llegando. Ya todo el mundo lo está esperando”. Y el camello les respondía con furia a los suyos: "Pues que se la vayan ma. ando”.
Algunos camellos eran leales de verdad a su astuto rey que se las daba de Mesías. Pero la gente estaba cambiando "Como la vida misma”. Algunos camellos vivían como siempre, o al menos como casi siempre, por eso estaban aterrados con los cambios que imponía la historia. La gente quería paz, amor, familia, hijos, unidad, esperanza verdadera para pronto... Lo de no divorciarse, no hacerse abortos... era algo muy altruista para la mayoría. Lo de ser fieles, abstemios, era más difícil.
Pero estaban despertando, querían reunificarse, reconciliarse, perdonar y ser perdonados... Hacía falta una moral nueva y una base económica distinta, prosperidad, recuperar la autoridad de los padres sobre los hijos; eran sueños azules, pero legítimos.
Querían tener voz, gritar por altavoces sus anhelos propios. Necesitaban alegría, espontaneidad, gozo, regocijo genuinos.
En el fondo no simpatizaban con lo programado, lo impuesto. Daban prueba de conciencia, fuerza contenida. Buscaban una luz al final del túnel. Nadie temía las consecuencias y expresaban su devoción. Entusiasmo.
Desde las madrugadas las personas se trasladaban en bicicletas, camiones, en lo que podían. Estaban hambrientas de espiritualidad.
Sus creencias diversas ocultas estaban vivas, se desbordaban, se presenciaban públicamente, se fotografiaban, se televisaban para todo el país y para el mundo.
El Papa hablaba de la Emigración, los bajos salarios, el paternalismo del Estado, de que Jesucristo era el único camino.
Conocía la realidad cubana, tenía excelentes informantes. Se refería a la separación y desintegración de la familia.
El ambiente era de equipos de audio, música, coros, cámaras, videos, grabadoras... La gente daba Vivas a María de La Caridad, la Virgen peregrina, Vivas a la Virgen, al Papa, a la Iglesia, a Cuba.
Se oían vocablos nuevos: papamóvil, Eucaristía, homilía...El anciano defendía la libertad, el derecho de asociarse. Se refería a como las diferencias ideológicas dividían las familias.
Se hablaba de sacramentos, comunión, de los ancianos que no decayeron en la fe, de Encíclicas pastorales. Estaba allí-se decía-el regalo que la gente necesitaba y añoraba... Era un gran remanso espiritual, una relajación colectiva: "El amor todo lo espera”. Y otro vocablo escaso: Nunciatura Apostólica.
Y la llamada Radio gusana —la que estaba oyendo desde 1994— hablando de interrupciones telefónicas, detenciones, seguimiento de civiles, auxiliares de la Seguridad del Estado, de hombres apostados frente a las casas de los opositores políticos, en observación permanente, persiguiendo sin recato ni disimulo en bicicletas deterioradas. Se hablaba de los ayunantes en Santa Clara, de críticas al recibimiento del Papa como Jefe de Estado, del discurso politizado de Castro, de la militarización, de su clase de Historia, de su tono llorón respecto a los indios y los negros colonizados; mientras el Papa inspiraba nobleza, belleza, amor.
El lenguaje del presidente cubano, —se decía, era gastado, iba de lo ridículo a lo sublime; mientras el Sumo Pontífice hablaba de perdón, cercanía cariñosa al prójimo, lucha limpia, valiente, diálogo…
El primero presentando una historia en blanco y negro, sin matices. Y comparaciones de la Revolución de Cristo y la comunista —la del odio, el totalitarismo.
Y que el Papa había sido benévolo con el Che Guevara por su cercanía a los pobres, aunque usó la violencia, y era asunto del juicio de Dios decidir su destino.
Y votos por la unidad y la navidad en Cuba y por tocar todos los corazones. Y seguía el contraste Odio-Amor. Y "Que Cuba se abra al mundo para que este se abra a ella"...Y " Que viva Cristo, la esperanza”. Y "Cuba, amigo, el Papa está contigo".
Y redundancia de palabras. —pobres, sufridos, angustiados, amor, perdón, olvido, verdad, desagravio, reconciliación, diálogo nacional, paz, felicidad, obispo, santidad, padre, pastor, benevolencia, errores, fe, aliento, alegría, humildad, piedad, misericordia, vida eterna, gloria, espíritu santo, púlpito.
Y no duelo, ni llanto, sino gozo, fortaleza. Y el incienso para perfumar los textos sagrados....
No me perdía un detalle de las transmisiones por radio y televisión de lo que estaba aconteciendo y que tenía conmovidos a casi todos.
Y libertad para los presos políticos, que seguían quedando como 350. —decían. Y vista para los ciegos. Y anuncio del año de gracia del Señor.
Y Sinagoga, salvación y vida para todos, Aleluya, “Viva el Papa", diácono, te queremos todo el mundo. Y transfiguración de las consignas. Y descanso, oración, convivencia familiar.
Y lo importante no es una u otra ideología o sistema social o uno nuevo, sino el camino de la paz, la justicia, la libertad verdadera.
Y "libertad, libertad, libertad”. Y no enfrentamiento, lucha, desunión de sistemas, concepciones del hombre y relaciones entre ellos. —Pero no comunismo, no ateísmo. Religión, no ordenamientos políticos.
No fanatismo ni extremo clericalismo, sino vivir libremente la fe. Y “El pueblo unido, jamás será vencido". —Y yo recordando mis marchas militares de adolescencia: "Sobre nosotros no pasarán, solo cenizas recogerán. Uno, dos, tres, cuatro, izquierda, derecha, izquierda, izquierda, derecha, izquierda”.
Y pedido de medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional riquezas espirituales, morales.
Y crítica al neoliberalismo capitalista , que subordina a la persona a las leyes ciegas del mercado, al enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos, a que los ricos cada vez sean más ricos, mientras los pobres cada vez sean más pobres.
Y la iglesia: maestra de humanidad, cultura de amor. Y esperanza de poder amar, de reconciliarse, dialogar, acogerse fraternalmente todos, a todo el prójimo. Y un evangelio social, una justicia nueva del rey, de Dios.
Y no cometer injusticias, ni pequeñas; ser fiel a la misión confiada por Jesucristo. Y atender a la persona concreta, sus angustias, sus dolores, sus miserias; abrazar a todo el que sufra la injusticia. Y de nuevo: "El pueblo unido, jamás será vencido”. Y el Papa: Cuando aplauden, el Papa puede un poco reposar. Y "Que Papa más fiel”. Y "Uno, dos y tres, qué Papa más chévere"—la multitud entusiasta. Y no detenerse ante las dificultades e incomprensiones. El corazón se ensancha. Y cultura del amor y la vida; hacer el gran cambio que la sociedad necesita; convertir los corazones de cada uno para cambiar las estructuras sociales.
Y libertad para los oprimidos. —buena noticia de Jesús apoyada en el sólido fundamento de la Verdad. La Verdad los hará libres. Y no basta con la comprensión intelectual del asunto.
Y el hombre es trascendente, pero tiene límites. La verdad lleva a la cruz, pero habrá resurrección.
Y libertad con verdad. Y el objeto y el sujeto. Y la iniciativa para el desarrollo personal. —libertad no individualista porque genera egoísmo; libertad con responsabilidad.
Y liberación de todo el género humano en lo social, lo político. —libertad plena; libertad de conciencia como base y fundamento de los otros derechos humanos.
Y "El Papa, libres, nos quiere a todos libres”. Y "Viva Cristo”. Y el auditorio muy activo, pero debían continuar. Y el desafío mayor: conjugar libertad y justicia social, solidaridad, sin relegar a ninguno a un plano inferior. Y defender los derechos inalienables de cada hombre. —El Aviador, La Serafina, mi padre, mi hermana, mi hermano, mi madre, mi primo Pablo Martinez, Mayteé, Chago, Ermito, Ernesto, Marienela… todos los balseros, presos... Y que el hombre alcanzara una realización integral por ser hijo del dios verdadero, de Dios simplemente. Cuidar al hombre, sus aspiraciones...
Y formar hombres de buena voluntad, como el Padre de la Patria: Céspedes, que arriesgó a su propio hijo por la libertad de su pueblo, por la humanidad, —como Dios con Jesús—, hombres como Martí, cuyo amor era de raíces hondamente evangélicas.
Y yo pensando en la ilustración, universalidad y patriotismo de aquellos grandes hombres, tan democráticos como el propio Agramonte; influidos todos por las ideas iluministas francesas, hombres todos de sólida cultura y profunda sensibilidad humana.
Hombres todos con fe en Dios y amor y servicio desprendido a la Patria. Y el Vicario: —Todo pueblo necesita ser religioso, útil. La religión alimenta la virtud. Y la justicia celeste alimenta... Y Cuba tiene un alma cristiana, una vocación universal, debe abrirse al mundo para que éste se abra a ella.
Y evitar que se mantenga el aislamiento; emprender los nuevos caminos que exige el nuevo Tiempo: el III Milenio de la Iglesia Cristiana. Y Cuba recibiendo la Bendición de Dios. Y tender puentes para acercar las mentes y los corazones.
Y clamor de Justicia, Paz, Amor, Verdad y Esperanza otra vez. Y pedido de dejarse iluminar por Jesucristo, de acercarse a su resplandor, de evitar las exclusiones, enfrentamientos...
Y en la mente mía la frase de Silvio: "aflojar los odios”. Y la otra: "Solo el amor engendra la maravilla" —melodía—..."encender lo muerto" —Éramos hondamente martianos.
Y el Anciano: la voluntad de Dios es el Amor. Y dones para los responsables de este pueblo. Y Virgen de la Caridad del Cobre —y yo recordando el bellísimo altar de mi tía-abuela Modesta en el que no creía. Y pedidos de Paz, Progreso, Felicidad —dones—.
Y el viento que soplaba era significativo: simbolizaba Espíritu Santo, —decía Juan Pablo. Y envolviéndome yo también. —como todos. Y la gente: "Lo sé, lo he visto, el Papa tiene a Cristo”.
Y yo lo oía, lo veía frente a la pantalla borrosa de mi televisor ruso. Y la tradición latina, Adiós a Cuba, "Sí, creo". Y todos repitiendo, hasta yo. Y: "Amén”. Y " Viva el Papa".
Y, ¡Que el mensaje de Dios sea oído por todos! Y el Aviador escribiendo sin puntos y aparte apenas su novela, como seguidilla, como letanía, como la vida de los terrícolas. Y otra vez Amor, verdad, esperanza.
Por un breve tiempo no se oían. —guerra, combate, muerte, defensa.... —Y se llamaba a ayudar al débil, a superar las deficiencias. Y se decía francamente que la familia cubana atravesaba una grave crisis que la afectaba. —no era solo la mía.
Y la necesidad de hombres fieles, libres y honestos para el bien de toda la nación. Y en especial los jóvenes debían dar un sentido a sus vidas. —luchar por un mejor futuro de la Patria.
Y ruegos por todas las mujeres de Cuba —por La Serafina, por mí..., —por su feminidad y plena dignidad humana: "Roguemos al Señor"...Y Que los niños sean felices conociendo a Jesús y el cariño de familia. Y ruegos por los enfermos, ancianos, presos y sufridos corporal y espiritualmente.
Y dar apoyo y solidaridad a todos. Y el pan, el vino y el agua —cuerpo y sangre del Señor—.Y la ceremonia distinta a la de los Testigos de Jehová en el 14 de Nizán. Y las ofrendas: Tabaco —aunque contamine el cuerpo, el alma y el espíritu. De Viñales y San Juan y Martinez: Meca del mejor tabaco del mundo, y no el agua de la Santa de Vueltabajo. Y la palabra Diócesis, y la gente buscándola en el diccionario desde que salió el primer número de la revista “Vitral” en 1994.
Y el palacio de la Santa Sede, y los jóvenes policías provincianos escoltándolo y la Seguridad del Estado asegurándolo como al propio, porque "este es el mejor país del mundo, el más seguro para el Papa”, aquí la gente es muy cariñosa, hospitalaria y cristiana para sorpresa de los que negaban el misticismo de las personas después de tantos años de Materialismo Dialéctico e Histórico y Ateísmo Científico.
Y los niños y las rosas, la belleza, el amor, la ternura, el esplendor. Y la bendición, el santo, el río, (¿?). Y "Cuba, el Papa es tu amigo”. Y el sacrificio de la acción de gracias. Y Cristo vivo hoy en el corazón de Cuba. Y gozos y fatigas, sacrificio, bondad. Y la Plegaria Eucarística.
Y la oración de gracia, “Que el Señor esté con ustedes y con su espíritu"... "Santo es el Señor”. Y glorificación al Padre Santo y la ostia, —cuerpo de Cristo que se comen de verdad (¿?).Y el vino, —la sangre.Y la misa, el perdón, la reconciliación, el sacramento de nuestra fe.
Y "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre....Líbranos de todos los males, señor…”
Y los pecados, perturbaciones....Y "Tuyo es el poder”. Y la gloria, el reino de paz, la unidad. Y “la paz del Señor esté siempre con ustedes”. Y el amor siempre perdona. Y el intercambio del saludo de la paz en un pueblo de hermanos. Y la paz en la tierra, en las alturas.
Y “Que viva la paz”. Y "Libertad, libertad, libertad..." —se podía gritar sin miedo. —La misma consigna que reprimen hoy a Las Damas de Blanco y a los opositores políticos todavía— Y el Aviador recordando la Internacional. Y “danos la paz”.
Y “Este es el cordero de Dios que quita el pecado al mundo”. Y la comunión después de la confesión de los pecados.
Y “La Iglesia es Amor”. Y "Quien siembra Amor, cosecha Amor...Amor tendrá”. Y Máximo Gómez...Y perdonar errores humanos. Y tomar el vino. —¿de verdad?—.Y su Santidad. Y Martí, la bandera cubana.
Y Che Guevara. Y el corazón de Jesús enorme sobre la Biblioteca Nacional en la Plaza Cívica-de la Revolución. Y alguien:"cívica no, eso me huele a sociedad civil, a contrarrevolución, a cosas de Vitral”. —La misma Plaza donde me cargaron la maleta negra, la misma de la que me dio las coordenadas Silvio para llegar al Azul y tocarlo por gusto. —Así supe que mi azul no era el cielo sino el poder de la autoridad del aire. —La misma Plaza donde fui en camiones con las negras federadas de mi poema, la misma Plaza donde mamé la teta al tamarindo cuando apenas tenía 8 años un 1ro de mayo. —La misma Plaza donde las becadas y los becados apretaron en plena Velada Solemne por el Che Guevara, cuando Fidel dijo que fuéramos como él, y yo me lo creí. —La misma Plaza de las manos y la mascarilla del Che, la misma de Salvador Allende y su camisa blanca al aire antes de lo de La Moneda en Chile.
Y Martí sonriendo en su estatua. Y creyentes y no creyentes congregados, y todos actuando como fervientes creyentes cristianos.
Y "¿otro teatro más? No, ahora no". Y “ahora es de verdad”. Y la Iglesia y el gobierno cubano juntos “pero no revueltos", —dijo luego uno. Y "a Cuba hasta en silla de ruedas”. Y no importaba la salud precaria del Papa porque, "tenía mucho espíritu, y él mueve molinos”.
Y Satanás agazapado, espiando a Dios y a los hombres para su nueva jugarreta. Y alguien: "Es Babilonia La Grande. Después nos toca a nosotros, los verdaderos". Y el Rezo —el anuncio del Ángel. Y María y Jesús. Y los falsos mesianismos. Y el gran jubileo del 2000. Y el don del Espíritu Santo y recobrar la fe perdida.
Y las fotos del Papa en las puertas de varios en sus casas o en una esquina de la sala, en un cuadro con la espátula, cerca de la jicotea, el gusano, el caracol, las flores, los discos… —Arte, fetiches, ídolos míos y de otros.
Y los videos, las grabaciones, los almanaques, los nuevos símbolos o símbolos viejos renacidos. Y "Que Cuba viva en paz y prosperidad"."Ángel del Señor, anuncio a María Ruega por nosotros, pecadores”.
Y la Orquesta Sinfónica Nacional de La Habana tocando y los coros: "Aleluya, Aleluya, Aleluya....". —Y ya no era una simple parodia para testimoniar las vivencias de la beca en El Edificio Focsa, ni era La Masiel en los sesenta cantando; era la auténtica Aleluya, la bellísima Aleluya.
Y “Como siempre, Presente, Presente" y "aleluya” "Y Gran Señor”, aplausos del Papa."Juan Pablo II, te quiere todo el mundo"..."amigo, Cuba está contigo”. Y animación para despedir a la Virgen. Y orquesta y coro. Y Virgen mambisa.
Y los luceros del techo de la casa del Aviador parpadeaban, se apagaban indefinidamente. El cielo lloraba, lloraba después del viento fuerte en el teatro de las Plazas.
La acogida había sido calurosa, espontánea y preparada y utilizada y disfrazada.
Y después, ya al otro día, la vida seguiría igual: las palabrotas —no solo en el Centro de Elaboración de Alimentos y en los Contingentes Agrícolas y en las Microbrigadas de construcción, sino hasta en las Universidades, —la música comercial y de trincheras, los fariseos de siempre, los preservativos, los abortos, los divorcios, las infidelidades conyugales, las broncas, la guerra, la violencia, la agresividad, el alcohol, la ceguera. El permiso había cesado.
Mi padre al parecer lo había captado todo desde Miami y decidió no regresar nunca, mandarme a buscar con los más importantes que nos quedaban en Cuba. Ya no sentía frío, ni nostalgia, ni añoranza por su tierra. El nuevo sofisma, la nueva ofensiva le resultaron aplastantes, asombrosos.
Un día mi esposo cogió el teléfono y me lo pasó, pero al no oír la voz de la operadora, sino directamente una voz extraña, cambiada por los años y los achaques y las operaciones, pensé en otra jugarreta de Belcebú, o en una nueva broma de mi entonces amigo: el titiritero y teatrista Carlos Piñero, que una vez borracho, me llamó para decirme que me había ganado un importante premio literario, que me presentara urgentemente en La Casa de Las Américas. Se estaba haciendo pasar por Roberto Fernandez Retamar.
No arranqué para La Habana en un infernal transporte impopular o camello, porque concursaba ese año en Los Pinos Nuevos, y no en Casa."El Piba" no era fácil ¡Hacia cada gracias!.
Pero esta vez no era un agente secreto para molestarme, ni una broma, ni era Carlos. Era mi padre, y no lo podía creer después de 18 años de ausencia. Estuve casi 10 minutos hablándole a Carlos y no a él.
El cabezón me dijo: —Ve directo para la Oficina de Intereses, llévate a Fidelito, a la vieja Juana —mi madre— y a toda la parentela, yo ya vi todo tu asunto desde aquí —Miami—, y no pierdas tiempo, nadie te va a resolver nada en Cuba; olvídate de Congreso del Partido, de Oficina nacional de asuntos jurídicos, ni de ningún tipo; ese no es el comunismo que yo te enseñé, sino algo peor que el fascismo. Y no es nada como está la cosa, sino como se va a poner. —Desde luego que ya yo tenía las conclusiones del Congreso. Por lo que le hice caso y fui para allá y di con la casita blanca del Malecón una madrugada. Un testigo de Jehová que ya casi se iba era el uno y yo el dos. Le conté mi historia y me dijo:"Ten paciencia, que yo llevo como 10 años en esto y estuve preso y todo...". —Mi padre creía que era llegar y ya estaba en Miami con él y todos los queridos.
Le pregunté a Tití Cantón por su viaje a Cuba aquel día de la conversación telefónica y me dijo: "No quiero regresar a Cuba jamás, nunca más. Después de la maniobra que ha hecho Fidel con el asunto del Papa, no me interesa regresar ni para ir a morir en mi tierra." —Ya saben que Manuel murió ese mismo año 1998, en octubre.
Y El Aviador y yo descubrimos en la Biblia. —que me costó 60 pesos cubanos, en la venta por Comisiones en la librería. —Algo que nos dejó estupefactos:
"Es mejor confiar en el Señor “—que confiar en el hombre. “Es mejor confiar en el Señor que confiar en los grandes hombres”.
"El poder del Señor es extraordinario". (Dios habla hoy, p.560). (Véanse los Salmos 117-118).
Y transcribo yo estos textos. —los más importantes para mí ahora: "Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en el hombre terrestre. Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles" (Salmos 118:8-9 Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras).
Diálogo con el investigador (Segunda Parte de El Aviador):
I- Primavera blanca de una cubana en el Destierro:
Mucho antes de La Primavera Negra de Cuba en el 2003 y de lo que se desencadenó a partir de ella, antes de ser desterrada a la nieve, muchas cosas sucedieron.
Dicen que me asomé al colgadizo del inicuo mundo a las tres de la mañana del 10 de junio de 1953, bajo un torrencial aguacero que se repetiría de algún modo muchos años y que contactaría con un ángel de luz y desilusión.
Entonces no tenía la visión actual de los problemas de Cuba y la humanidad, desideologizada, despolitizada, ni pos-modernista exactamente —es decir pos-humanista—. Esta la empecé a vislumbrar gradualmente en 1994, quizás inconscientemente desde 1989 o por lo menos desde 1992.
Como ya saben, nací en La Cenicienta, que luego se disfrazó de Princesa. Mis padres eran de origen campesino, que no dejó de incluir un componente al parecer gallego o isleño. No lo he dilucidado aún.
A los 12 años escribía cuentos y poesías, después de un gran entrenamiento con las composiciones y concursos ortográficos y de redacción en la Escuela Primaria. Me destaqué desde ella en las actividades literarias y en la actuación artística —teatro y declamación—. Quizás por ello en el 2004 me dieron en La Habana un diploma por un reconocimiento literario, donde me escribieron por nombre Margarita Balboa y no Margarita Cantón —mi nombre inicial— ni ninguno de los que me puse o me pusieron después. Mi vida ha estado siempre llena de ironías.
Participé en talleres, círculos y concursos ortográficos, históricos, de monitores y literarios desde la adolescencia hasta hoy. —algo más de mi media rueda. Ya le perdí la fe a los Concursos, y en realidad no me interesa ser "la mayor" en nada. Eso sí: quiero dejar al mundo mi huella.
En 1966 me gané una beca para estudiar la Secundaria Básica en el Edificio Focsa —bello abanico del Vedado, en La Habana, heredado, —cuentan, de la arquitectura norteamericana.
Fui militante de la Juventud Comunista de 1968 a 1983, pasando después al Partido, de donde me expulsaron en 1996 por expresar públicamente y en su propio seno —nada de en los pasillos— mis opiniones sobre la sociedad y los dirigentes. Desde luego, que lo hice con una inocencia tremenda, pues aunque había sido considerada siempre medianamente conflictiva, todavía tenía fe en el sistema y hasta lo defendía de frente a brazo partido.
Pruebas de ello las hay hasta en los periódicos Juventud Rebelde de mayo de 1988, en el periódico Granma y abundantemente en El Guerrillero y su Suplemento cultural “Pasos” de Pinar del Río. ¡Cuantos problemas me busqué por mi sinceridad! ¡Pero fui consecuente con ella hasta el final! Dijeron y escribieron también que dañaba la unidad y hasta que fui fraccionalista —no ya micro-fraccionista— como mi padre.
Admiré mucho a José Martí, sobre todo como poeta y escritor, y como todos, por su mito de apóstol de la independencia nacional, de héroe y mártir. Todavía lo considero un gran hombre, aunque no sea tan conocido en Estados Unidos, como yo suponía, por haber vivido aquí y desarrollado parte importante de su obra social y literaria. ¡Al menos en el noroeste es así! No se entiende que sea famoso y se sabe poco o nada acerca de él, hasta por los más cultos. Claro, este es el oeste americano, "la tierra de las papas más famosas del mundo". Aquí lo importante es el dinero constante y sonante.No la política ni la Literatura. Y hablar inglés bien para negocear rápido.
Mis ídolos fueron también Ernesto Che Guevara y el cantautor Silvio Rodríguez, como para la mayoría de la izquierda de mi generación. Mis primeras cartas de amor, fueron a la tierra natal con el sello del hombre bello de la melena y la boina negra y recibí el carné de militante el 8 de octubre de 1968.
La obra de Silvio más política, la recibía ya en ese tiempo con agrado, pero su descubrimiento más esencial lo logré; sobre todo, después de 1986, cuando unos amigos me prestaron "QUE LEVANTE LA MANO LA GUITARRA". Recuerdo que leí ese libro de un tirón, en un romántico y lento tren que me trasladó de la capital a mi ciudad natal cuando estudiaba en la Universidad de La Habana un Curso de Filosofía en la Facultad de Recalificación de Ciencias Sociales para docentes en ejercicio.
A pesar de mi rebeldía, me identificaba con esas personalidades por su espíritu crítico y disidente, del cual no era totalmente consciente aun. Me consideraba y los consideraba revolucionarios, un ejemplo a imitar. El primero había dado la vida por sus ideas y el segundo había sido objeto de una gran persecución por su arte y llenaba de ilusión mi espíritu transformador y creativo.
Por eso, en 1992 llegué a dirigir una investigación multidisciplinaria nacional sobre la influencia de su obra en los jóvenes cubanos, aunque aspiraba a un alcance al menos continental, cuando no universal. Se llegó a aprobar hasta la creación de una cátedra para estudiar a profundidad esa obra en varias vertientes. Pero la envidia y el miedo pararon el Proyecto en 1996, aunque sola lo mantuve hasta el 2004 en que llegó la desilusión total de mi izquierdismo.
No fue hasta 1999 que entré en la oposición política al gobierno cubano y lo hice en la Corriente Socialista Democrática dirigida ya por Manuel Cuesta Morúa. Llegué a Organizadora Provincial y asistí a numerosas reuniones, actividades y eventos de ella y la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, que confiaba en un diálogo pactado con el régimen.
Publiqué en el “Boletín Nueva Frontera” un artículo sobre mis ideas pos-humanistas y la república con la que soñaba en ese entonces. Asistí incluso a la 1ra Conferencia Nacional en enero del 2003 en La Habana; ya no como miembro, pero sí como amiga invitada.
Pero antes, ocurrieron muchos incidentes que sólo estoy esbozando. En 1969 comencé a trabajar como profesora no titulada de Historia en la región Becas en Miramar, en la Secundaria Básica Pablo de la Torriente Brau. Poco después lo hice también en Arbelio Ramírez —la mejor de esas escuelas—. Mi trayectoria docente abarcó 27 años. Procedía de un Curso Emergente de Formación de Profesores llamado “Julio Antonio Mella”, que fue el precedente del Destacamento Manuel Ascunce Domenech —más conocido—. En realidad me titulé como profesora en 1974 mediante un Plan de 5 años de Estudios Dirigidos, en El Vedado, en La Habana.
En 1970 trabajé en una escuela especial de reorientación de conducta llamada Frank País, que recogía todos los casos perdidos de la Región Becas y que antes había atendido a los hippies. Fue una tarea de choque de la juventud pedagógica, como el llamado Plan La Escuela en el Campo, en el que también estuve 5 años en Ceiba del Agua, La Habana. Fui profesora, Jefa de Cátedra, Subdirectora de Albergues y Docente hasta 1975. En 1974 me había casado con un subteniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de Pinar del Río también, y había tenido mi primer hijo, por lo que regresé a la ciudad occidental, buscando apoyo familiar.
En 1975 trabajé en Enseñanza de Adultos impartiendo Historia, Estudios Socioeconómicos y de modo autodidacta, hasta Filosofía Marxista. Del 77 al 79 trabajé en la Escuela Vocacional Militar Camilo Cienfuegos donde me enfrenté al militarismo, la anarquía, el fraude y el promocionismo. Solo un traslado voluntario y oportuno al Tecnológico de la Construcción Pedro Téllez Valdez retrasó mi destino de expulsión laboral por problemas ideológicos y o psicológicos que ponían en peligro la formación comunista de las nuevas generaciones.
En el 79 me había graduado en la Universidad Pedagógica, que mucho después fue denominada Rafael María de Mendive, y mis propios profesores facilitaron mi traslado a ella como profesora de Filosofía y Metodología de la Enseñanza de las Ciencias Sociales. También impartí Lógica Formal, Economía Política, Estética, Ética o Moral Comunista. Fui Jefa de Colectivo de Asignatura de Filosofía y Jefa de Temas de Investigaciones Nacionales sobre La Práctica Político-Social de los jóvenes estudiantes de los Pedagógicos y sobre la influencia de la obra de Silvio en la espiritualidad juvenil.
Esos trabajos andan por el Pedagógico de Holguín y el Centro Nacional del Derecho de Autor, probablemente plagiados ya por autores incondicionales y serviles a la mentira. Versiones posteriores pueden estar en sitios ocultos y hasta en Miami gracias a Héctor Palacios.
Impartí Postgrados de Filosofía y Metodología hasta en las Escuelas Municipales y Provincial del Partido, resultando bastante ácida por mis exigencias a profesores y dirigentes mediocres y desaplicados hasta con la ciencia que supuestamente representaban.
En la Universidad me destaqué en la defensa de los trabajadores docentes como líder sindical y me dio cierta popularidad que molestó a los de arriba. Pero solo se alarmaron después del 92, pues tenía la imagen de revolucionaria y combativa.Y en realidad lo era.
Realicé numerosos Cursos de Postgrados que incluyeron la Computación y los Idiomas Ruso e Inglés que solo estudié porque me obligaban a hacerlos. Nunca pensé que los necesitaría tanto.
En 1987 empecé a publicar en periódicos, suplementos, boletines y revistas literarias locales y a obtener menciones y premios en concursos hasta el nivel nacional. El primer premio en Poesía me lo dieron Raúl Rivero, Fidel Valverde y Raúl Tortosa en el año 1988.
En 1980 me había vuelto a casar y en el 83 nació mi hija a la que por poco le pongo Granma por haber nacido un 2 de diciembre. Me comía un león con pelos- como dicen los cubanos.
Realicé Proyectos Culturales Comunitarios como el Jucalá por el que me concedieron Diploma de Personalidad Distinguida de la Cultura pinareña. Proyectos con niños y jóvenes como El Principito, El Reparador de Sueños, el Unicornio Azul y otros con los que colaboré como La Esperanza del Mundo, Los Cazadores de Sueños....
De lo anterior también hay pruebas fehacientes en la Prensa, que es parte de la Cultura y de la Historia y que difícilmente podrán destruirlas los impostores que se apropiaron y deformaron estos frutos.
En 1996 fui separada definitivamente del Ministerio de Educación y de hecho de toda la vida intelectual y espiritual oficial de Cuba, aunque me mantuve en los Talleres Literarios de algún modo hasta el 7 de diciembre del 2004 en que me sentí muy deprimida y aislada.
Había obtenido Mención Nacional en Testimonio pese a ser una disidente tan activa.Pero asistir a ese evento trajo como resultado una nueva expulsión laboral – ahora por el Ministro del Pan? No publiqué jamás un libro en mi país. Aun no lo tenía en ningún sitio, hasta el 2010, que se publicó en New Jersey, Estados Unidos, mi primera novela El Aviador, en su última versión hasta entonces, pero si juntara todo lo que anda suelto, daría para varios volúmenes.
Desde luego: casi todo está absolutamente inédito. En 1994 ya era tal mi crisis emocional y espiritual que me volví ecléctica y empecé a estudiar profundamente la Biblia y sus interpretaciones católicas y protestantes de todos los matices. Estudié horóscopos, numerología, cábalas, santería —casi que hasta la china—. Estudié de chamanes, curación con piedras preciosas, budismo, chacras, El Sutra del Loto… y no me empaté con los originales de El Corán milagrosamente.
Estas incoherencias filosóficas y teológicas las resolví el 16 de octubre del 2005 cuando me bauticé en Meridian, a media hora de Boise en auto, en la piscina de una escuela, como cristiana testigo de Jehová. Había pasado la Primavera Negra de Cuba, La Primavera Blanca de Boise, un crudo verano en estos lares y entraba en un otoño en que mi Arte Hispano Desterrado y discriminado soñaba con un invierno saludable y feliz.
Llegué a Estados Unidos perseguida por el castrismo por defender los Derechos Humanos de mis compatriotas, por mi actividad opositora en la Corriente Socialista Democrática, en la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, en el Boletín Nueva Frontera donde escribí sobre la República con la que soñaba y sobre mi teoría pos-humanista.
En enero del 2003 había asistido a la 1ra Conferencia Nacional de la Corriente Socialista Democrática y de allí me dirigí al Lanzamiento de la Antología Ojos Abiertos en casa de Héctor Palacios Ruiz y Gisela Delgado Sablón.
En dicha Antología, aparecían una carta y un testimonio mío publicados después de ser premiados en el Concurso El Heraldo de Cuba del Proyecto de Bibliotecas Independientes.
Dirigí la Filial Provincial del Colegio Pedagógico Independiente y mi Ponencia para el Congreso Pedagógico fue premiada. Fui Directora de la Biblioteca Independiente Juan Gualberto Gómez III y entré en la Prensa Independiente en noviembre de 1999 en Cuba Press con Raúl Rivero. También colaboré con CubaNet, Radio Martí y otros. Fui miembro del Centro Nacional de Cultura y Prensa José Martí y de la Agencia Abdala donde trabajé impartiendo Metodología de la Enseñanza de Técnicas del Periodismo y haciendo noticias, crónicas y testimonios con Rafael Ferro Salas.
Fui miembro del Centro de Estudios Sociales Independiente dirigido por Héctor Palacios Ruiz quien propició la publicación de ponencias, artículos y poemas míos en Miami y España. Publiqué en Palestra Cívica y otras Antologías del Heraldo. Participé en el Concurso Independiente Espuela de Plata en Camajuaní, Villa Clara y en el Arrecife de Santiago de Cuba donde obtuve reconocimientos en poesía y cuento. Se estaba preparando un importante evento nacional por Pepín que sería interrumpido con su detención en el 2003.
Fui Enlace Provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba y participé en numerosas reuniones y eventos con Martha Beatriz Roque, que incluyeron un periplo por Pinar del Río para ayudar a los damnificados por los ciclones Lili e Isidore que después el régimen trataría de desvirtuar publicando el aberrante libro sobre Los disidentes.
Participé en ayunos paralelos y posteriores a Tamarindo 34 y que antecedieron y continuaron después del 18 de marzo del 2003 cuando Martha Beatriz, los 75 y otros completaron la cifra de más de 300 presos políticos en la isla. Participé activamente en toda la campaña nacional e internacional por su justa liberación.
Fui firmante del Proyecto Varela, visité la Casa de las Hijas de la Caridad y fui miembro del Grupo de Economistas del Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río, promovido por Dagoberto Valdés en el Obispado Católico de dicha localidad, donde también asistí a misas tanto en la Catedral como en la Iglesia de la Calle San Juan, antes de llegar a Estados Unidos y escribir mis Poemas del Destierro y la Nieve, iniciándose así LA PRIMAVERA BLANCA DE UNA CUBANA.
De no haber hecho esto probablemente estuviera cumpliendo ya 10 años de cárcel con los cuales fui amenazada en mi propio domicilio poco antes de convertirme en AVIADORA a la fuerza. En todo caso, adelanté mi destierro, al cual han sido obligados por las circunstancias la mayoría de mis antiguos compañeros de ideas y acciones transformadoras que si cayeron presos varios años.
II-OBEDECER A DIOS COMO GOBERNANTE MAS BIEN QUE A LOS HOMBRES:
“We must obey God as ruler rather than men” (Acts 5:29).
Sí, si los hombres aplicaran ese mandato bíblico de Hechos 5:29 serían más felices, libres y pacíficos.
Hasta en la llamada célula fundamental de la sociedad —la familia— los cubanos hemos sufrido —como otros pueblos— las trágicas secuelas de la mística de gobernantes imperfectos pero que a veces hemos idolatrado como a becerros de oro.
Toda mi familia, —como tantas— ha sido reprimida, hostigada, perseguida desde siempre por regímenes políticos dictatoriales, como el machadista, el batistiano y el castrista, a pesar de nuestro origen social campesino y por ende humilde, solo por amar la libertad y la verdad.
Aunque hubo algunos comunistas fundadores en mis antepasados, —los de la vieja guardia o la Sagrada Familia, la mayoría han sido cristianos católicos y protestantes. Actualmente mi madre y mi hermano y mi hermana son evangélicos.
En mi hogar, como en la mayoría de los hogares cubanos, siempre se celebraron las Navidades, se pedía la bendición antes de ir a dormir a los padres y estos pedían que Dios nos hiciera santicos, se leían las oraciones a San Luis Beltrán, —por ejemplo, se celebraban los santos o cumpleaños y nuestros nombres casi todos tuvieron que ver con los santos católicos que aparecían en los calendarios: Santa Margarita Reina de Escocia, Santa Tovías...con algunas modernizaciones paganas que servían también para perpetuar la memoria de los ancestros.
Mi padre y hasta mi madre vendieron medallas de santos y a mí me bautizaron en el Altar Mayor de la Catedral de Pinar del Río para salvarme de la difteria y de otros tantos peligros que siempre me acecharían, pese a ser considerada la más dichosa de mis hermanos.
De hecho mi madre leyó la oración salvadora a mi propia hija en el cunero en 1983, cuando la atrapó una bacteria muy peligrosa provocándole un uñero extraño que preocupó bastante a la familia y a la ciencia y yo lo permití porque aunque me hicieron creer que era atea y que ni dudas tenía, el argumento materno era aplastante: —No vas a perder nada con eso, hija, vas a estar más tranquila...Y efectivamente, al otro día el antibiótico empezó a evidenciar su efecto curativo.
Todavía recuerdo la saya de listas multicolores de tela cordouroy con la que fui a una misa católica en un momento remoto de mi Infancia que me dejó grabada en la mente una sábana blanca y la representación de la piel del cordero de Dios. Siempre asocio este espíritu universal con ello. Porque en realidad mi familia fue bastante ecléctica y no tenía hábito de asistir regularmente a la Iglesia en ese tiempo.
Quizás fue en Navidades, quizás en la Semana Santa, no lo sé con exactitud. Se hablaba bastante en casa de la Cuaresma y su bendición para las crías de pollos que tuvimos en nuestro arrabal de Rancho Grande.
El comunismo llegó a abrazar a los Cantones por la década de los 30, cuando el polaco Fabio Grobart visitó la ciudad natal, pero mi abuela paterna siguió siendo católica o protestante, como mi tía Fina, que después devino en fidelista cristiano-comunista. Fina fue la que más me habló de nuestras raíces mambisas y comunistas.
Mi abuelo Manuel María había pasado de liberal a comunista con dos o tres hermanos: Eduardo, Enrique. Se creó un mito familiar y social con eso. En realidad yo tuve contacto directo solo con mi abuelo campesino hasta su muerte; se dio cuenta del engaño antes de morir.
Mi abuela materna Marcela nada tenía que ver con esas cosas, aunque también el 1ro de enero del 59, como casi todos, se compró un Fidel Castro de yeso y lo puso de adorno en la sala de la casa, pero sin dejar de estudiar la Biblia con los testigos de Jehová y finalmente con los Adventistas del Séptimo Día, que fue con quienes se bautizó antes de morir.
En mi memoria andan las Atalayas y los cultos de entonces y el libro ilustrado De paraíso perdido a paraíso recobrado con el que mi abuelita casi analfabeta me contaba historias bíblicas y antiguas fabulosas. Aprendió a leer casi que con esos libros, revistas y la Biblia, se puso lentes y por los 70 fue por primera vez conmigo a un cine.
Mi familia siempre fue amante de la justicia y eso la llevó a una actitud contestataria al comunismo real desde los 60, como la tuvo antes con otros regímenes de la Isla. Mi padre rápidamente fue acusado de micro-fraccionista, expulsado de los trabajos y apresado en una granja de El Corojo, en San Luis y en la Sierra del Rosario.
Al Corojo fui a verlo con mi madre y mi hermana alguna vez. Se había enfrentado al robo, la corrupción de la nueva clase, al autoritarismo de los militares y tuvo la osadía hasta de rastrillarle el arma a un alto jefe, cuando todavía confiaba en “el de la barbita.” Rápidamente se desengañó cuando tuvo que ponerse a arreglar colchones de modo particular para proveer para su familia, lo cual era ilícito ya. Lo cogió la rueda de la Ofensiva Revolucionaria y fue a parar a la cárcel por rebelde e inadaptado precoz.
En 1980 tuvo que emigrar a Estados Unidos, pues hasta había sido desalojado de su chusmita, construida ilegalmente también, cerca de la laguna que bautizó como El Tremedal , cuando inscribió en la pared: “El Azul no se puede tocar”. Aquel casucho en el que vivía como un ermitaño lo había hecho con sus propias manos, pero hasta eso era un desafío para un gobierno que ha querido siempre controlarlo todo. En 1998 murió en Estados Unidos, en Miami, creyendo ya en Dios y no en los arreglos humanos, pero sin bautizarse ni comprometerse con ningún partido ni religión.
También mi hermana Maritza tuvo serios problemas en Cuba que la llevaron a Miami en 1980. Fue detenida y apresada a los 15 años por una causa que nunca pudieron probarle. Cumplió 5 meses y medio injustamente en Kilo Cinco y Medio de la Carretera a Luis Lazo junto a ladronas, asesinas —Una de ellas había matado a su propio hijo—. Después estuvo en Kilo 8 pues su rebeldía juvenil había aumentado y la acusaron injustamente también de tenencia de drogas.
Cuando lo de El Mariel, la sacaron casi a la fuerza con presiones psicológicas como: “Siempre seguirás presa en Cuba. En esta sociedad gente como tú no cabe”... Estaba embarazada y tenía un niño de 17 meses que cuidaba mi mamá. Había tenido yo que hablar con jueces, fiscales, con el Jefe de la Policía Regional y con el de la Prisión para que la salvaran, pues era injusto, abusivo el trato que le daban.
En su último encarcelamiento llevaba una dieta reforzada, pues tenía factores de riesgo en su embarazo y no dejaban que le pasáramos los alimentos que requería y las medicinas que allí no le daban. Debido a estas arbitrariedades, la niña Blanca Mary nació en Miami en septiembre de 1980 prematura, y desde la adolescencia empezó a padecer de esquizofrenia y a tener muchos accidentes.
Actualmente la tratan para desintoxicarla de la tendencia a consumir drogas. Por interceder por mi hermana siendo todavía comunista —hasta muchos años después, por ceguera. Fui amenazada hasta de ser detenida yo misma por desacato a la autoridad, a pesar de que mis quejas las presentaba desde la revolución. Era demasiado joven yo misma y mis padres no sabían reclamar nada, tenían poco nivel cultural y carecían de buenas relaciones para sacar a flote su familia que acabó quebrada, desintegrada, escindida.
La desgracia de mi hermana Maritza marcó a su tercer hijo también. El está detenido en Okeechobee, Florida, condenado a 20 años desde muy jovencito, lo que demuestra lo que en tara familiar puede desencadenar el comunismo y los regímenes políticos sin exclusión, por no poder, aun cuando quieran, resolver los problemas de la humanidad.
Pero antes de suceder todo esto, en febrero de 1978, mi hermano Manolo, a los 24 años fue asesinado en Rancho Grande, Pinar del Río , por mi propio tío René por la simple razón de que le molestaba que pusiera sus discos un poco alto.
Mi tío había salido hacía poco de la cárcel donde vivió desde niño pese a la revolución cubana y toda su obra educativa. René casi nació con ella, —como yo misma. Se encontró, —dijo, esa misma noche una pistola en un área de tomar cerveza y bailar y la usó contra su sobrino para que no pudiera "comer más arroz." Así de sencillo en tiempos que superan los de Abel y Caín.
Manolo había sido rebelde también. Tuvo conflictos laborales y sociales, sobre todo en el Servicio Militar Obligatorio donde hizo huelgas de hambre y todo que lo llevaron a prisión, de la que parece que lo salvó una gestión comunista del tío político Ramón —esposo de Fina, que fue de la Seguridad del Estado en Matanzas—.
En los 70 se negó mi hermano a ir como tanquista a la guerra de Angola, de la que pudo escapar, como de la enfermedad del dengue hemorrágico que llegó a categoría de epidemia. Así acabó quien pudo llamarse Julio por el santo del 12 de abril, pero que se llamó Manuel como mi papá y como mi abuelo paterno cuyos ancestros de España seguro fueron otros Manueles.
Ni mi papá, ni mi hermana, ni mis sobrinos de Miami han podido nunca regresar a Cuba, ni enviaron remesas familiares sistemáticas porque objetivamente no pudieron. Apenas sobreviven con traumas y enfermedades heredadas del totalitarismo que daña de manera especial a las familias más frágiles en lo económico, lo psicológico-sociológico.
Mi hermana padece de depresión y está deshabilitada, además tiene problemas en el hígado. Su grave enfermedad data al menos de su adolescencia tan traumática y dura.
Nos pasamos veinticinco años sin volverla a ver a ella y a mi sobrino Lázaro Manuel que nació en Cuba y con el que se encariñó tanto mi madre por ayudar a criarlo desde el año de nacido en que lo separaron de su mamá, al caer presa de nuevo mi hermana.
El reencuentro familiar se produjo en Miami el 22 de marzo de 2005 cuando hicimos una breve escala de una tarde-noche para continuar hacia Denver Colorado y Boise. Ya había fallecido mi padre y mis otros sobrinos tampoco estuvieron. Creímos poder verlos al otro día temprano, pero no fue posible porque nos fueron a buscar al hotelito aclarando para ir al aeropuerto.
El avión finalmente no salió hasta casi las 4 de la tarde. Muchas cosas quedaron por decirnos mi madre, mi hermana, mis sobrinos, mi hermano Fidel Cantón —no Castro—, mis hijos, mi esposo y yo. Así llegamos seis a la Nieve y los otros quedaron al sureste de Estados Unidos, pero comunicándonos ya más fácilmente por teléfono y correo convencional y con la esperanza de un reencuentro, que se produjo en 2006 y posteriormente.
Todavía no conozco a Richard, aunque a veces me responde desde la cárcel las cartas. Mis hijos solo conocieron a mi sobrina Blanca Mary. Maritza, sus hijos y nietos no conocieron a mi nieto Kamilo Ernesto que se quedó en Cuba.
Los primos no se conocen indiscutiblemente. Eso es triste y doloroso y es una tendencia que se está dando en Cuba en los últimos años en que el éxodo es cada vez más masivo. Eso deprime a las personas, las llena de tristeza, nostalgia y añoranza.
¡Que distintas pudieron ser nuestras vidas sin esas barreras políticas y humanas! Mi madre temía morir, igual que mi padre, sin lograr ese reencuentro, que todavía no ha podido ser total. Sufre diabetes crónica, una cardiopatía, hipertensión arterial, problemas digestivos y nerviosos como secuela no solo de los años sino del mal vivir.
Mi hermano Fidel —el menor— se volvió esquizofrénico en 1994, a pesar de que era un joven sano que estudió técnico medio en planificación económica y que pasó el Servicio Militar en la Marina de Guerra, tres años sin detectarle nunca ningún problema mental. Se enfermó por el acoso de la Policía y la Seguridad del Estado. No le daban trabajo pues desde los años 80 intentó emigrar legal o ilegalmente del país.
Tuvo un intento de salida clandestina que no pudo materializar por una delación. Era irreverente con el sistema al que no le agradó su modo de predicación religiosa. Lo sorprendieron fabricando una balsa desde 1984.
Lo multaron por encontrarle la policía un artículo artesanal en la caja de un muchacho que lo acompañaba en unas ventas ilícitas que realizaban para subsistir. Alguien en Viñales los delató pues habían vendido varias veces allí y mi hermano predicaba también. Ese día mi hermano tenía su caja vacía, pues lo había vendido todo y no había una prueba real contra él.
Lo multaron con una gran cantidad de dinero y le confiscaron incluso una única arroba de malanga —una vianda o raíz— que había comprado a un campesino para llevarla a mi mamá que estaba enferma. Este incidente abusivo que todavía constaba en los antecedentes penales de Fidel cuando salimos de Cuba fue el factor desencadenante de un complejo de persecución policial que llegó a ser patológico —paranoide— según los psiquiatras que lo atendieron allá e incluso lo ingresaron por varios meses.
Es esta una manifestación de abuso de poder y control por parte del estado. Mi hermano llegó a sentirse un perseguido hasta de sus propios seres queridos. Estuvo hospitalizado en Guanito, en el Hospital Psiquiátrico Provincial y actualmente está aquí deshabilitado laboralmente. Según los médicos, presenta instintos suicidas en etapas de crisis y al igual que mi hermana está diagnosticado de bipolar. Hasta yo misma he tenido ese, —entre tantos diagnósticos diferentes. El confirmado en Boise: una depresión media.
Mi madre nunca simpatizó con el comunismo porque siempre pensó que iba contra Dios y la familia. Nunca entendió que se delataran padres, hijos, hermanos... por ninguna causa.
Toda mi familia temía por mi vida y libertad física en la Isla, al igual que mis amigos, pues llegué a ser una activa opositora política y disidente. Mi esposo e hijos también fueron dañados por el sistema, perdieron o no obtuvieron carreras porque velaban cada desliz que cometían para atacarme a mí.
No pudimos obtener determinados empleos o los perdimos simplemente por ser independiente o familiar de una independiente. Por ejemplo, mi esposo Luis Ruiz no pudo seguir trabajando de barbero por cuenta propia debido a una delación a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (O.N.A.T).
Mi hijo Geobani fue expulsado del Instituto Superior Pedagógico al concluir el 2do Año de Inglés. A mi hija años después ni la dejaron entrar por ser una Cantón —no era apta—. Situaciones como esas después de mi expulsión laboral en 1996 afectaron psicológicamente a toda mi familia que aún no se ha podido recuperar totalmente y que quizás no lo pueda lograr nunca.
Martha Beatriz Roque Cabello visitó mi casa y la de mi madre y hermano después de los ciclones Lili e Isidore en el 2002. Fue al Rancho Grande, un barrio marginal mitológico casi, al que aún no ha ido Fidel Castro que yo sepa. Mi nombre y hasta el de mi madre aparecieron en el libro gubernamental Los disidentes —entre comillas— para desacreditarnos y presentar a Martha como ladrona y a nosotros como ingenuos instrumentos de ella y el imperialismo yanqui.
En ese mismo libro aparezco en varios lugares como contrarrevolucionaria, hay dos fotos mías, —una junto al Señor Cason en casa de Héctor Palacio en el Lanzamiento de la Antología Ojos Abiertos del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba, en el cual aparecen una carta mía a mi padre y un testimonio autobiográfico y otra foto en la residencia del Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en el Taller de Ética Periodística del 14 de marzo del 2003 paralelo al Ayuno, que concluyó con la detención y juicio sumarísimo a más de 75 disidentes cubanos, lo que se conoció como la Primavera Negra de Cuba.
Mi madre apareció con el número 10 en ese libro sin ser política, después de mí y el opositor Rene Oñate Sixto. Realmente la visitó, como a otros de la sociedad civil que ni eran políticos, ni disidentes conscientes. Martha ayudó a muchos en varias ocasiones como parte de su Proyecto de Asamblea para promover la Sociedad Civil.
Mi familia firmó diferentes planillas que se pasaron para mejorar las condiciones de las cárceles cubanas, para que sean visitadas por extranjeros representantes de la Organización de Naciones Unidas para que den la amnistía a los presos políticos y de conciencia, para que se elimine la pena de muerte. Todos corríamos grave peligro allá por acusarnos de lo que no éramos. Por eso seis estamos hoy en Boise, Idaho, o en Miami, Florida, Estados Unidos, como refugiados.
Fui muy hostigada telefónicamente en Cuba, mi hija también y hoy padece una tiroiditis crónica y un trastorno histriónico de personalidad, debido al estrés que sufrió, pues no nació con ellas. Y también padece depresión. En su presencia fui advertida por la Seguridad del Estado de que me aplicarían la Ley de Asociación si me reunía con más de tres personas en mi casa hasta para hacer una tertulia literaria. Me podía costar por lo menos diez años de cárcel con todo lo que ya había hecho. Eso fue ni más ni menos que en el contexto de la conmemoración del natalicio de José Martí el 28 de enero del 2005.
Cuando fui expulsada del Partido y el Ministerio de Educación mi hija tenía 12 años y ese evento la marcó especialmente a ella por estar en la adolescencia, y a mi hijo, que era un joven de 21 años también. El no ha querido tratarse, pero padece ansiedad severa, depresión, que disimula trabajando y divirtiéndose en exceso-cuando puede, presión alta, —ya tuvo " un pichón de infarto", con 36 años....( Actualmente está remitido al cardiólogo y está presentando ataques de pánico).
Fui a parar entonces —a una sala de Psiquiatría para Estudio— en el 97, en Cuba, pero El Manicomio —de campo— y Manicomio de Ciudad son otros testimonios y novelas de una Serafina-Aviador que les contaré después.
Lo anterior fue sedimentando mi conciencia, hasta llegar a convencerme de que “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante, más bien que a los hombres”.
III-"Hay locuras que no vale la pena curar":
Sí: " ¡Hay locuras que no vale la pena curar!".
¡Qué lástima que aún el hombre no acabe de comprenderlo!.
Hay más locos en extramuros de las clínicas mágicas que dentro de ellas.
Esa es la tesis filosófica fundamental que a mi juicio defiende Fidel Valverde Montano, en su novela “La virgen de los Cayos”, presentada en la noche del 14 de enero de 2002, en el Palacio de los Matrimonios de esta ciudad —Pinar del Río, Cuba— por Juan Ramón de la Portilla y editada ahora por la Fundación Hermanos Loynaz que él dirige; —premiada además por Miguel Barnet y Alberto Garrandés en el Concurso de Novela Dulce María Loynaz en el año 2000, coauspiciado por la Diputación de Córdoba, España.
El diseño del libro fue hecho en esta edición por el también escritor y poeta Néstor Montes de Oca —que colaboró activamente con Orlando Morejón y conmigo en el Proyecto Comunitario Cultural "Jucalá" en el año 1992 junto a tantos artistas, escritores y amigos de esa época.
La tirada de mil quinientos ejemplares, vendidos a siete pesos, moneda nacional —y no a veinte como la novela" Yerbabuena”—, paso de avance en los precios de los libros en Cuba. Se dedica "a la ignorancia sabia" del padre del autor y a su madre, "que ha de estarse asomando por alguna estrella" mirándole sus pasos.
Madre suicida e hijo genial es la secuencia —aunque me confesara que sólo en lo que escribía dejaba de ser desastroso como ser humano. —Fue él, Raúl Rivero y el otro Raúl, Tortosa, quienes me dieron el primer premio en poesía en 1988. —Fue Valverde con quien más aprendí de narrativa. Hizo todas sus novelas compartiéndolas conmigo mientras las escribía y dije que sería el Cirilo Villaverde del Siglo XXI.
—Escribió varios prólogos a poemarios inéditos míos y fui quien le hizo la entrevista más profunda y completa al menos hasta el 2005. —Fuimos coescritores en el Taller Literario Municipal que dirigía Tortosa y al que yo entré en 1983.
En el proemio del norteamericano Neill Macaulay a “La virgen de los Cayos" destaco: "Los hechos pertenecen a la historia de Cuba, pero contribuyen a un triste tema de la historia universal, la destrucción de una inofensiva comunidad espiritual de gente humilde por los poderosos de la tierra”.
Es un acontecimiento que se repite muchas veces en la experiencia humana.
Tanta sangre no corrió en el episodio pinareño porque la santa Antoñica y sus creyentes no resistieron las fuerzas opresivas.
La novela respeta a los hechos verificados, pero se va mucho más allá de la objetividad histórica en busca de una verdad trascendente…evoca la realidad de una región encantada de lomas mágicas cubiertas de una vegetación fantástica y minada por ríos subterráneos y cuevas habitadas por las almas de indios, españoles, esclavos, negros, bandidos, perseguidos y perseguidores, espíritus sanos, espíritus locos.
Es, en fin, un cuadro literario pintado en brillantes colores locales que merece la atención de lectores de todos los países.
En Boise, Idaho, desde luego, ni José Martí ni Lezama Lima...son atendidos por los lectores. Así es que qué quedará para Fidel Valverde, por importante que sea.
Según el editor —de "La virgen...”: —Un mito nacional bien enraizado en las estribaciones de la Sierra de los Organos: Antoñica Izquierdo salva a su hijo moribundo gracias a un baño en el arroyo de la montaña, y en pago por encomienda divina, dedica el resto de su existencia a sanar sólo con agua —acuáticos—.
Los resultados de la práctica provocan una verdadera avalancha de necesitados de los más remotos rincones de la isla y hasta extranjeros. —Mi abuela Marcela no se perdió esa fiesta y llevó a mi mamá pequeñita, quizás acompañadas de mis tío abuelos Modesta y Santiago y de su mamá Panchita Sánchez.
Los Cayos se convierten en base de operaciones de mercachifles de toda laya que obtienen pingues beneficios, pero a otros la santa le entorpece la profesión amenazando su estabilidad económica. ¿A dónde va a parar el conflicto?.
Si un enamoramiento místico con —o de— dios fue la causa de tanta injusticia, verdadero "genocidio espiritual" contra el género de los imperfectos, pues sin excepción, de un modo u otro, pecamos. Según Valverde —ya en la novela: —“Mazorra continuaba la rutina de su mundo mágico, anormal para los locos que vivían fuera de la clínica. A la virgen...la visitaban sus fieles y familiares, pero pronto fue dada la orden de recibir menos visitas —no la de no responder los correos y cartas porque la seguridad electrónica… y el terrorismo...— y la recluyeron más con el pretexto de que la visionaria necesitaba tranquilidad y su salud cada día se iba deteriorando con la ayuda de las inyecciones que Domínguez le iba inoculando... poco a poco ya no tuvo ojos para ver lo que sucedía a su alrededor pues sólo clavaba la vista en el cielo y hablaba poco.
¿Cuánto no pudo haber hecho por los personajes que junto a ella estaban recluidos? ¿A cuántos no pudo haber bautizado lanzándoles sus sugestivas palabras de perro maldito pa'los infiernos?.
Pudo haber hecho mucho por Esteban Suárez —¿el que se suicidó?—, por Tortosa Pérez —¿Raúl?—, por Armando Carrillo(?), por Diana Margarita del Río —Cantón—, por el pianista y compositor Ariel Camejo —¿Alfonso?—, y otros que detenidos en sus mundos nada imaginarios para ellos, quizás hubieran recobrado un poco de lucidez bajándose a la triste realidad de los seres humanos...
Por el mismo Salvador Oliva Sali —¿Pedro Pablo?—, que se pasaba todas las santas horas del día pastoreando una manada de cangrejos invisibles para los demás no para él, que obedecían un mandato, levantaban las tenazas cuando Sali les ordenaba el saludo y decía que eran sus ovejas”.
Y digo yo, Diana Margarita del Río:
Ni me curó Antoñica ni la virgen María,
ni el arcángel San Silvio...
Ni falta que hizo para salvarme.
Diana Margarita del Río —de Galiano— soy yo: un personaje, un mito ya universal por mi locura —hasta helada—, desde que empezó el siglo XXI. No supongan que nací cerca de las márgenes del río Guamá, no; del hospital de Maternidad, cerca de la Alameda, ya sin álamos y del parque del Maceo, que dicen haberlo trasladado a Las Taironas porque así habría más Independencia para todos los marginados; me trasladaron a La Favela o arrabal llamado Rancho Grande, que dijeron que sería Libre.
Eso aconteció después del 10 de junio de 1953, cuando otros se preparaban para la gran locura violenta —física y psíquica— de asaltar un cuartel o dos, que eran verdaderos Manicomios del tirano: el loco mayor y más peligroso —Fulgencio Batista—. Eso me lo enseñaron siempre casi todos, menos mi tía abuela-madrina Modesta —por ejemplo. Ella me salvó después de la difteria bautizándome en el altar mayor de la iglesia católica, y mi padre comunista —Aviador— entonces, por si acaso, en la consulta del doctor Márquez Lores —el padre de mi compañerito de la escuela que iba con un abriguito de cordouroy verde y negro, de peloticas, muy bonito.
Me hicieron creer que era reaccionario que dijera Modesta, que hubo un Machado bueno y otro que parecía malo, que fue machadista....., batistiana y fidelista en cada tiempo porque los malos son los pueblos y no los gobernantes. Ellos hacen lo que se puede (Jeremías 10:23-como decía la vecina Filomena).
El azúcar a veces subía o bajaba. Las guerras nos engordaban la barriga de las vacas. —Por eso Liliana Rodríguez y Nenita, la hija de la peluquera se reían mientras nos adoctrinaban—.
Crecí a distancia relativa de los altares, curanderismo, brujerías y barajas de Modesta, que me creía nieta porque sus hijos propios, cuentan, que se volvían bateas y más bateas de agua, daños, embarazos psicológicos hasta la muerte. —Con más de 75, la vi preparando canastilla, como si fuera Sara o Elisabet, y después la pelota se disolvió.
Creía en su locura, que mi madre era su hija y no una sobrina huérfana de padre que intentó envenenarse en su adolescencia, tal vez porque descubrió que de la esclavitud de su propia madre, loca también por los locos de sus ancestros, había pasado al nuevo cepo de un marido loco por la política; locura que empezó sino desde Adán y Eva, por lo menos desde Hatuey y Guamá —líderes aborígenes cubanos. —En Cuba se fue suicida en masa siempre.
Modesta me regalaba batas, y hasta su mejor joya de fantasía, la San Felipe —Creo que lo inventó el editor—, la reservó para mis quince. Daba ternura a mi Infancia. Me barría la casa si me caía —y fracturaba una pierna— en el hueco de la noche en mi Juventud.
Me cocinaba los chícharos —de la cuota—, me vendía su arrimo, —muchas veces. —pues como Luis de la Luna, mi esposo, le arrasaba rosales y platanares, con recompras la calmaba. Vendía y quería seguir dueña.
Era buena negociante, aunque al final:"María llena y María vacía". Iba a Sandino, a Cortés, a Ovas..., pegaba gorras; —una madrugada me conmoví al llegar a la Terminal de ómnibus procedente de La Habana y encontrarla tan viejita en la cola de Cortés para ir a buscar ajos para el cambalache o trueque clandestino. —Decía Sandrino por Sandino, cabrilla por cabilla, maseta por meseta de fogón o estufa; todo lo trocaba; y era sabia. Tenía raíces españolas, probablemente de Islas Canarias.
Era Díaz y Sánchez.... —Ya lo saben—... Que lo investigue la loca Isaura, —aunque me gustaría hacerlo por mi misma y va y conseguía una visa barata para España.
Mucho me criticó mi Madrina mi loca lengua "viperina".
A veces se descubre lo tanto que se quiere demasiado tarde. Modesta se murió con mi nombre en los labios, y yo, de loca, en Camaguey, junto al Mayor Ignacio Agramonte —en un Evento de Extensión Cultural Universitaria—, exponiendo mis incipientes conclusiones —¿científicas?— sobre un trovador —¿Loco?—.
Modesta se murió denunciando un mundo enloquecido que sólo lo podrán salvar los sabios locos, si es que pueden; y será con la locura del amor, el arte y las letras (de Jehová).
Mi Infancia loca transcurrió casi siempre cerca de lo que yo llamaba río, pero en momentos de lucidez supe que era un arroyo sucio o de aguas albañales o la alcantarilla, que todavía contamina el ambiente, lleno de ratas, mondongos de cerdo, auras y hasta fetos humanos a los que los prejuicios impidieron vivir —y escribir— su novela pos-moderna —o pos-humana—. Por crear un Movimiento de Pensamiento Subterráneo y de Resistencia y Artístico Literario Pos-humanista, en el que estaba yo sola, pero del que no claudiqué nunca, he conocido la nieve antes de morirme, y sin quererlo, mejor que Nelson Simón, mi exitoso compañero de Taller Literario, el que va y viene de Cuba a España y viceversa. Por considerar legítima un ala izquierda en el Partido Comunista, tan legítimo como que del Partido Ortodoxo brotara un Movimiento 26 de Julio, que después fue a parar en un Partido Comunista que dirigió a toda la sociedad; me partieron el ala; y menos mal que Jehová, el TODOPODEROSO, me ha dado alojamiento en su lugar secreto y alto, a su sombra y ala suprema, donde no necesito ya motores antiguos.
Puede que en una de mis vidas anteriores —como dice Valverde que no es cristiano— haya estado recluida con la santa Antoñica en el mágico hospital de La Habana —Mazorra—. Puede que hasta Antoñica haya sido yo misma, al menos en esta novela testimonio mío en primera persona.
Espero que Tortosa… , Ariel Camejo, el que se creía Pablo Picasso, Salvador Oliva Sali y hasta el psicólogo loco —Bernardo Fernández— ya hayan escrito o estén escribiendo, declamando, publicando, pintando, componiendo, dando sus conciertos...o anden muy cerca de realizar sus sueños de plazas y mesas plurales. Yo, como el guajiro que no es sobrenatural, les digo en mi arrebato: "No van lejos los de alante, si los de atrás se van".
Tengan paciencia, poetas, escritores, cantores, locos todos que quieren escribir libros, habiéndose leído sólo "La Historia me absolverá" para ganar el juicio y no lo lograron. —Teobaldo Cruz Chirolde—. Prepárense para desapolillar sus gavetas —Polo Montañés—. Las Antologías más valiosas son las que reúnen lo mejor de los mejores locos y no todo lo de los más famosos, poderosos...
Dudo que sus imaginarios mundos, amigos, no sean reales, porque la imaginación es parte también de la realidad. —Se los dice "la peor de todas" las locas.
Lo único real son el peligro y el olvido. —dije en un instante de menos lucidez. Dudo que no andemos en los rollos de la memoria cósmica de Jehová de los Amores, —por lo menos, por lo bastante para ser más cuerda. —Y no una cuerda-loca-inconveniente.
Dudo que valga la pena que recobren la lucidez.
Dudo sobre todo que las nubes en que vivimos, en el pasado o en el presente, les impidan estar a la vez en el suelo y el subsuelo de la triste realidad de los seres humanos. Ojalá, Valverde, no seas de los que crucen en ataúdes el Estrecho de La Florida, El Golfo de México, el Mar Caribe, el Océano Atlántico o El Pacífico.
Pero este testimonio no pretende ser tendencioso ni agresivo, ni siquiera defensivo, aunque otro loco que vive frente al Malecón con agua de la capital —Julio Aleaga— dijo: "Violentos no, agresivos sí. Pacíficos, moderados, graduales; pero activos y agresivos sí”.
Parece que en esta otra vida vine a ajustar cuentas a los poderosos contra los que no me rebelé. Puede que, si fui la Dolorosa, haya venido con espada y lanza. Pero si no fui ella, si fui otra triste loca de aquella clínica de antes, la santa no me pudo bautizar con su agua bendita, ni mandé pa'los infiernos a los perros malditos que persiguieron y encarcelaron diecinueve veces a Eduardo del Río —Cantón—, mi tío-abuelo comunista —Aviador— que fundó la primera célula del partido con un polaco en el Malecón sin agua de mar, cerca del río Guamá y la Jía, cerca de la Yerbabuena y de la Caña Santa.
Ese antepasado, como otros, fue tremendo loco también: el Castillo del Príncipe lo sabe muy bien. Se creyeron aviadores, como yo, hace tiempo. Ahora que estoy recobrando la lucidez o empeorando mi locura, sé que fui Cenicienta, que aunque nació flor en esta vida, se transfiguró en Atenea, cazadora, pez, princesa, reina. —del Rancho Grande, como intentó antes Nereyda Otaño-según la leyenda.
—Su propio padre Vivino, el de las medallas copiosas que parecían unas "gangarrias" —como decían otros parientes, me dijo antes de morir y después de la injusticia: "Vete, que aquí no vas a respirar jamás". Lo sabía por sus hijos Nereyda y Héctor El Loco y por otros; pese a que vivía orgulloso de tantos hijos "combatientes de la revolución" que tenía…
Interpreten pues, si pueden, este testimonio mío como un llamado a la cordura, a ser tiernos y amorosos como las margaritas, y que en esta vida nací aún más purificada, sana, perdonadora, reconciliadora, cuerda...que en las anteriores. Con una locura distinta,"que hará el día”, que "no valdrá la pena curar” y que será memoria de las purgas...
IV-LA SAGRADA FAMILIA
7 de junio de 1997.
A: Manuel Cantón Otaño,
Miami - Estados Unidos.
Querido padre:
Ayer leí tu carta a mi madre del 16 de marzo; soy yo la que las colecciona como joyas desde siempre "en las verdes y en las maduras”, la que iba a casa de tía Cuca, en La Víbora, a saber de ustedes, cuando no se recibían noticias, la que hizo literatura y poesía de nuestros sentimientos, porque no debía responder sus cartas, por razones estrictamente políticas y no afectivas, ni psicológicas, ni emocionales.
Entonces, como otros, me sentí traicionada, abandonada, máxime cuando tú mismo me "sembraste la semillita” —cosa que jamás he olvidado, como me pediste. —en mi adolescencia.
Tú y abuelita de La Habana —fidelista –católica?— fueron los principales responsables de mis convicciones; —luego la sociedad en que vivo puso la otra parte, para bien o para mal, o para ambas cosas. Las verdades de ayer no son las de hoy, y las dos son verdades sagradas a la vez. Si una virtud tengo, es la sinceridad, aunque llegue al defecto —extremo— de la ingenuidad y hasta el pecado del "mal de lengua”.
Por eso mis cartas fueron siempre "profundas” y traumáticas. —hasta para mi amigo Pedro Rivera Flores, de Santiago de Cuba, condiscípulo mío del Focsa, que me escribió a Pinar en unas vacaciones desgarradoras, donde unos cuantos las perdieron, repitiendo los exámenes por fraude académico.
Recuerda que de adolescente, estudiando en La Habana, te escribía muchas, con sellos del Che Guevara con la estrella en la boina negra, y te dañaba su crudeza, por lo que preferí —me pediste— no hacerlo más.
Por eso también me ahorré muchas a Miami, supongo. Estaba muy herida y no quería lastimar, eso también es cierto. Te escribí al exilio cuando te operaron —la primera vez— y ningún padre adoptivo me dio permiso para ello, no lo pedí tampoco, ni me sentí con doble moral. Los permisos, más o menos oficiales, vinieron poco tiempo después. Revisa la fecha de mi primera carta allá.
Antes también fueron las conversaciones de la Crisis de Octubre, con las personalidades sobrevivientes de todas las partes, que ya se reconciliaban y se perdonaban humanamente, a pesar de que la bomba atómica pudo desaparecernos a todos, hasta a los recién nacidos, que no eligieron nada.
Eso no lo critico, me ABRIO LOS OJOS y me empezó a curar del fanatismo, "dogmatismo" —del que me acusó Lourdes en El Focsa, esquematismo ideológico y prejuicios en que me formaron, tú también en mi niñez y hasta en parte de mi adolescencia.
Mis rigideces —empachos— antañas datan de ahí, y por otro lado, era una actitud generacional de ruptura colectiva con dioses, santos, religiones —para erigir otros—, padres, cultura, tradiciones.
No fuimos del todo responsables; —los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres, dijo Lenin.
Te "desheredé" y me desheredaste, pero ya todo eso pasó y te quiero como siempre a ti, a mi "hermanita del alma" y a mis sobrinos, que son inocentes absolutos, —aunque ahora jueguen al interés, se droguen, vendan drogas...,esté uno preso, y la otra haya perdido legalmente su hija y no pueda comunicarse con ella ni por teléfono; —ese amor lo inculqué a mis hijos, que tampoco tienen la culpa de nada: —de la "objetividad" de ustedes, —como me dijo Enrique, el Secretario del núcleo del Partido. Del romanticismo mío —como me dice hasta el gato—, de la historia, la política o los gobiernos. —humanos de las naciones.
Mi hermano te contó ciertos desastres ocurridos de hace quince meses para acá. No oyó mi parecer y te dio malas noticias, reiterativas de historias familiares, —la de Nereyda, su esposo Sotolongo, Héctor Otaño, la tuya misma. —Nereyda, "la abanderada" que también quiso arreglar El Rancho, la que "revisaba", la economista y su esposo economista devenido de catedrático en recolector de caca de vaca y en "traidores", hace rato emigrados en España, los marginados por los comunistas de su propia familia, Héctor, el loco que quiso arreglar el mundo y lo desaparecieron como a Pelo Largo o Pedro El Loco, como le apodaron en el barrio, pese a sus hazañas en el 26 de Julio; —pero mi hermano lo hizo de buena fe y por su estado de salud mental, que ha mejorado, pero no sustancialmente.
La enfermedad que le diagnosticaron —a Fidel— no tiene cura, aunque mejora. ¿Se trata de una esquizofrenia paranoide?- ¿Trastorno bipolar y depresión?.
Mas, salió de la crisis —por ahora— con siete electroshoks —que él piensa que fueron sueritos.
Mi problema no se lo conté ni a tía Fina (¿fidelista-católica?), ni a Ramón —tío político retirado del Ministerio del Interior—, que se ocupan mucho de mí, y hasta me alertó —mi tía— porque leen —leía— mis cartas y poemas indiscretos. Sólo a mi prima Estercita —comunista pragmática— le conté algo, con la indicación de que no se los dijera: —me expulsaron del Partido Comunista y del trabajo; de todas partes, de hecho, menos de la agricultura, hasta ahora.
Trabajé cinco meses contratada, ganando ciento treinta y tres pesos por elaborar alimentos. —y a Herminia Rodríguez, la que fue del Pedagógico y se hizo periodista hasta de la revista Bohemia, le parecía justo; —no así a otros ni a mí. Allí —en ese Centro— limpié, fregué —lavé para los mexicanos y americanos. Y engrasé bandejas prietas de hacer dulces.
Limpié los pisos y baños,... Hice empanadas, croquetas, buñuelos. Un día a la salida mi ex alumno Juan Carlos se espantó cuando le conté casi llorando de rabia, después de más de cuatro meses de desempleo absoluto y de haber ido al Comité Central, al MINFAR, a las Oficinas de Silvio Rodríguez y Carlos Lage, al Consejo de Estado... y hasta de entrevistarme con los escoltas de Raúl Castro porque mi hija Dunia había dicho a las testigos de Jehová que quería suicidarse.
Me rebajaron el salario de trescientos noventa pesos cubanos —que apenas me alcanzaba para 2 botellas de aceite y 4 jabones que sólo vendían en tiendas por dólares—. Fue una experiencia interesante el Centro Elaborador de Alimentos, después de todo.
Después me cerraron la contrata —aunque ya estaba al irme sola por la corrupción, las malas palabras y groserías, empezando por el Administrador. Me enfermé, entré en una crisis nerviosa y me ingresaron para estudio psiquiátrico. No había "medido mis fuerzas" —como me dijo mi amiga de entonces Olga Lidia Miranda, que paró también en México y en Nevada, pese a su origen poderoso.
Me diagnosticaron un trastorno paranoide de la personalidad, variedad querulante, delirio de reivindicación, con estresores severos y adaptación social buena, antes de los conflictos.
Eso no me limita para realizar ningún tipo de actividad laboral, según consta en el certificado médico hecho y firmado por el Doctor Torres. —que discrepó con el Doctor Tomás, cuando después del estudio decidió ingresarme unos meses más en el Hospitalito de Día que él dirigía, donde finalmente sólo jugaba dominó, leía, escribía y hablaba con todos sobre todo, en vez de coser, bordar.....
Sin embargo, llevo ya once meses de desempleo total: —reclamo retornar a mí puesto de trabajo como profesora y que me indemnicen económicamente.
Psicológicamente, ya no es posible. Hasta hoy, sigo como tu bisabuela Urcina Reybravo "botando el orinal” y opinando de política y de todo, aunque moleste a gallegos y criollos machistas.
Soy ama de casa —intelectual— desempleada, por lo que no gano ni un centavo. —como ahora mismo.
Me ofertaron un Contingente agrícola, donde duré tres días, esa vez: —me enfermé con las madrugadas, el frío, el sol, los aguaceros... Y mi esposo me dijo que lo dejara, que no cambiara la poca salud que me quedaba por tan poco dinero, y por ninguno, que él me mantenía; trabaja por cuenta propia de barbero, cobra dos pesos por el corte de pelo y el afeitado, con recursos y medios propios.
Tiene que comprar el jabón, las navajas, pagar la corriente eléctrica, el impuesto de sesenta pesos mensuales, el del fin de año, de acuerdo con una declaración jurada al Estado.... —Fue Peluquero/barbero hasta que alguien lo denunció en la O.N.A.T, la oficina recaudadora de impuestos, por cortar el pelo en la casa de Esperanza, una señora comunista que vivía en la calle Yagruma, cerca de Cuarteles, en una zona más céntrica, donde iban los que venían de la vega, los artistas y escritores, los profesores y todos los familiares y amigos de mi esposo y míos, que no eran pocos.
Le pidieron el carné de identidad, y tenía la dirección de Yagruma y no la del Calero, pero sabían que dormía en el Edificio 111, cerca de la matica de limón donde croaban las ranitas plataneras. Tenían el informe completo, detallado para asfixiarnos.
Conclusiones: —Somos animales posmodernos —pos-humanistas— luchando por sobrevivir, por subsistir —escapar.
No tiene vacaciones, ni seguro médico, ni derecho a certificado médico, y él está enfermo también. Mientras, escribo, leo, oigo mis discos de Silvio —de Las Estrellas, lo mismo en Chile para una invasión cultural de Sur a Norte, que en Venezuela con las multitudes indiadas, que en New York, que en Orlando, que en Miami, si lo dejan. De la Nueva Trova y sus continuadores, oigo la radio —como en la infancia-adolescencia—, veo la televisión, —como en El Vedado y Miramar....
Mi hijo Geobani estudia inglés en la Universidad Pedagógica. —Que se empezó a llamar no como Silvio ni como yo, sino Rafael María de Mendive, como Dios manda. Es mi relevo. —no en la Pedagogía porque lo botaron también al terminar el 3er Año de la carrera. Y Dunia que está en 8vo Grado. —Sólo pudo llegar a 12 Grado, pues se traumatizó además cuando le dijeron, —según ella, que no le podían dar la carrera pedagógica por ser "una Cantón" y desde entonces la cogió conmigo por el enfado.
Los mitos que inventaron mis detractores —envidiosos— de que estoy loca y de que soy contrarrevolucionaria se han ido desmoronando.
Estoy apelando al V Congreso del Partido. —el último hasta la gravedad del líder. Por mí, por ti y por otros. Ya el Comité Central me quitó la expulsión y me la cambió por separación de las filas durante tres años. —eso me hicieron creer cuando pregunté. Por indisciplina y por dañar la unidad del Partido.
No puedo convocar una Internacional comunista nueva ni a los extraterrestres comunistas —Aviadores—, porque no tengo esos poderes divinos; hasta ahí sólo pueden llegar los aviones de mi Imaginación. —En realidad con lo que di fue con la Internacional Socialista y una Corriente Socialista Democrática cubana que sí existía.
No tenía por qué ser Liberal como mi abuela paterna, ni testigo de Jehová como Filomena, la amiga de mi abuela materna. —Al menos así pensaba en ese tiempo. Al final me pesa no haberle hecho caso desde el principio a Filomena y sobre todo a su Biblia.
La Comisión Nacional de Apelaciones orientó al Partido Provincial a buscarme un trabajo acorde con mis conocimientos, capacidades, habilidades y posibilidades. —Al menos me lo hicieron creer.
Desde el 29 de abril aguardo, primero más desesperada, ahora más apacible, en lo aparente, con la dilación, pero con la presión muy baja por la ansiedad; no me adapto a estas "merecidas vacaciones". Pero tengo que sobreponerme y esperar.
Fueron veintisiete años de trabajo con jóvenes —adolescentes y adultos y niños; —no es fácil adaptarse a ser sólo escritora inédita. Mi libro de Poesía que publicaría La Loynaz fue una gran mentira; —estaba sacando las uñas peligrosamente por lo menos desde 1989 con el cuadro-poema “Terapia Intensiva al Corazón”.
Mi expediente para la U.N.E.A.C nacional se perdió allí mismo varias veces hasta con mi Diploma de Personalidad Distinguida de la Cultura Pinareña.
No importaría lo que dijera la prensa nacional y local anterior .Había criticado muchas cosas de "alta política”, sobre todo cultural .Sería agotador narrar la cadena de mentiras y humillaciones.
Está en la Prensa, en Testigos Oculares y Auditivos de época, está en las Bibliotecas... y profesora —de la Biblia— y ministra y precursora voluntaria. —Yo siempre fui voluntaria, misionera, de muchas cosas.
Tengo brillantes propuestas. —eso me hicieron creer los mismos del Poder. Pero no traiciono mis convicciones, sólo haré lo que ellas me indiquen y en el momento oportuno.
Ya en 1998 era otra persona. ¿Qué voy a hacer mañana? Todavía no lo sé. —Ya me imaginaba destapando mi Caja de Pandora o el espíritu de mi botella.
En cuanto a mis virtudes y defectos, antes de someterme a la psicoterapia incisiva o de choque, y a la ergoterapia o terapia ocupacional, reconocí una correlación de treinta importantes virtudes para cincuenta defectos de naturaleza genética, hereditaria, de tara familiar y social.
Varios de ellos son imposibles de superar —erradicar— a casi cuarenta y cuatro años (57) de existencia; varios son defectos para la opinión mayoritaria, casi generalizada. —al menos en apariencia, en mi sociedad.
Pero para mí y algunos otros, no son defectos, por tanto, me agrada tenerlos, aunque otros no me gustan, pero ya es tarde o nunca estuvo en mis manos no tenerlos.
No siempre somos lo que queremos ser, sino que somos —muchas veces— lo que podemos ser..No me gustaría tener temperamento sanguíneo con tendencia a lo colérico, a lo impulsivo, a lo violento, a lo agresivo. —Ahora, con la espada de Jehová he tratado de reajustar al máximo mi personalidad.
Me gustaría tener más paciencia, ser más humilde —en lo mental—, más tolerante, no alterarme, tener más autodominio y madurez emocional, por ejemplo. Pero como no puedo cambiar nada de eso, me tengo que asumir con autoestima, así de imperfecta y humana; no soy Dios ni Jesucristo, aunque me guste parecérmeles.
Como sé que te gustan las canciones de Carlos Varela, "hijo espiritual de Silvio" —según el primero, busca una que se llama FOTO DE FAMILIA.
Es triste, pero en ella está la voluntad de reconciliación de todos los cubanos, nuestra crisis y nuestras frustraciones, vistas no por mi generación ni por la tuya, sino por la de mis hijos.
La mía se desprejuicia, se desfanatiza, pero tiene otros valores. Nuestros hijos tienen otros compromisos —y metas— diferentes, es así.
Da besos y abrazos familiares a mi hermana —Maritza— y su prole —Lazarito, Blanca Mary, Richard— y que disfrutes mucho la nueva fase de bisabuelo que se te avecina —le duró poco. Y la niña de Blanquy que se suponía andaba por New York, ya sabemos que está en Wisconsin, creo que en Green Bay, adoptada por su madrastra y su nuevo esposo, pese a que no son familia. Miren en este blog sus fotos todos, en el viaje a Miami en el 2006, que hicimos mi madre y yo, y si saben de ella, avísennos, por favor.
Te ama, tu hija "cabezona", como tú...
Te quiero siempre...
Posdata: Esta segunda versión de mi carta —3ra— te la envío desde Cuba. —Estados Unidos— Posiblemente el 21 de julio, al no recibir respuesta de la primera versión, que envié con alguien que te la daría en Miami directamente. Hace dos días visité —después de tanto tiempo— a tu media hermana Nenita. Le di tu dirección, la de mi hermana, y su teléfono. —No se comunicaron nunca. ¡Ojala esta carta te llegue!
¡Responde! Di a mi hermana que escriba y/o me llame. No comunico de aquí para allá. —Ahora nos comunicamos casi diariamente, pues mi hermana se vino a vivir a Boise también, y mi mamá y mi hermano fueron los que se quedaron en Miami, huyéndole al frío y al inglés. Chao. Sigo todavía sin trabajo (Por los siglos de los siglos .Amén).
El 3 de agosto de 1998 Diana Margarita Cantón —hija— recibió la última carta de su padre: —Margarita: estoy en el hospital ingresado por una vieja úlcera de hace más de diez años, la tenía dormida con una medicina que se llama Zentox (¿?), que no cura. — ¿era un cáncer de páncreas?.
—Es decir, que tengo que operarme de la vista y tratarme otros males que tengo... para, si Dios me ayuda, reparar el esqueleto, pues conseguí el ingreso en el mejor hospital de Miami, pues como tú comprenderás yo tengo amigos aquí que tienen las manos largas de vida, que no les pido dinero pero me hacen un favor, puesto que valen más que el dinero estos amigos que yo tengo,"valen más que un central" —azucarero—los que ya no existen.
Te diré que ese favor se lo pedí a mi sobrino, y creía que yo le iba a pedir para el entierro y me mandó para la basura. Me dijo que él tenía que resolver el problema de él y de su mamá: —ese y todos los de su parentela, no valen un kilo...
Mi papá —Manuel María Cantón— me dijo antes de morir que lo que leyó en los libros del comunismo y por lo que él luchó no es lo que hay en Cuba.....
Tití.
Mi padre no regresó nunca a Cuba ni en un avión, ni en un barco, ni en El Crucero cuando el Papa, ni en el lomo de un elefante, ni en el cuerno de un unicornio azul.
Si lo hizo fue en las olas del mar, —salió de la Playa de los Perros, a donde nos llevó mi hermana Maritza en febrero del 2006, después de mostrarnos su trailer y su zona de ventas de flores, frutas, maníes, y que abarcaba las propias calles llenas de tráfico ofensivo. La cajita del osario, con lasquitas de hueso, más que cenizas exactamente, la vació mi hermana, a hurtadillas, en el mar de Miami, donde la gente va a echar las brujerías y daños, donde el petróleo ha sido derramado, o se ha trasladado desde el Golfo de México, donde yacen bacterias y toda fuente de contaminación para el reino vegetal , animal y humano de este mundo.
"Margarita, está linda la mar... Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento, al que un día te quiso contar un cuento".
Hoy Margarita, Margot, Margosita, Diana Margarita Cantón o del Río —de Galiano—, —o de Pinar del Río, o de El Calero, o de Boise...., o Ruiz— no quiere saber nada de los aviones del comunismo, del socialismo y de la política en general.
Cumple con el don que Dios le dio: escribir. Pues no se ha bautizado con los testigos de Jehová, ni se cura con piedras, ni se ha hecho budista; no ha entrado en la nueva era. —Así fue realmente hasta el 16 de octubre del 2005 en que dejé la Ecléctica y me encontré a mi misma.
V-El Jigue said (Diálogo con el investigador):
—Diana:
Leí con gran interés su blog.
Usted habla en paso de "Fabio Grobart" en los años 30 reclutando para el partido comunista en Pinar del Río. Estoy escribiendo un trabajo sobre la vida de "Fabio Grobart" Quiero que sea lo más factual posible y por lo tanto estoy buscando datos, si me puede ayudar, lo agradecería. —Quizás el investigador me confundía con Gerardo Ortega u otra fuente histórica, aunque realmente seguía mi blog también.
Mi dirección electrónica es daleyl…
Desde luego soy anti-Castrista, aunque estuve en la Sierra Maestra primero como escopetero y luego en el grupo de asalto Compañía 6 de la columna 1. Fui preso durante la redada de abril 1961 y me soltaron después de un tiempo por la intercepción del Embajador Británico, pues era ciudadano británico. Llevo como 45 años en este país, y soy académico —bioquímico— retirado. Como verás de mis apellidos maternos de parte de mi madre mi familia fue Mambí.
Vivíamos en Oriente, en los estribos de la Sierra Maestra, sur de Guisa en la finca Entre Ríos —casa de los generales— que hoy en día es debajo de una gran represa.
Borradores de algunas de mis memorias —en inglés— se encuentran en:
http://narrations-of-war-in-cuba.blogspot.com/
De Usted:
Larry Daley (García-Iñiguez Enamorado Ramírez.....)
daleyl@....
Sobre Fabio Grobart:
—OK.
Estuve recordando que un primo de mi papá: José Cantón Navarro, trabaja o trabajó hasta hace muy poco en el Instituto Nacional de Historia, en La Habana, Cuba. —ya murió y ni el nieto pudo ir de España a sus funerales. El sustituyó a Grobart creo en ese cargo de dirigir ese Centro. Desde 1996 no me comunico con él y su esposa Hermes, que es prima también de mi papá por los Otaño. Con quien más contacto tuve fue con el papá de ella: Vivino Otaño —viejo comunista ya fallecido— y con una cuñada de su hija: Maria Elena Castillo —La Pompa—, antigua amiga mía y Doctora en Ciencias Históricas, que está en Cuba, con la que no me puedo comunicar ya, y que se sabe la vida y milagro de los Cantones.
También puede visitar el blog Baracutey Cubano, del cual es enlace el mío, y Pedro Pablo Arencibia, un viejo amigo mío, lo escribe, y él es amigo de Edy, el hijo de Eduardo Cantón Reybravo. De todos modos, no se aleje de mi blog. En él voy a darle otras pistas después. Disfrute sus vacaciones. Después me contacta si me necesita.
OK?.
Saludos:
Diana.
Debo aclarar, para si alguien no lo supiera, que estos comunistas fundadores soñaron un comunismo hermoso que nunca se materializó en el Socialismo llamado "real", ni en el modelo cubano. Muchos de ellos lo comprendieron antes de morir. Algunos como mi padre lo comprendieron con creces muy jóvenes aún y otros de las nuevas generaciones comunistas —como yo— lo comprendimos bien tarde. Todos pagamos el precio de la diferencia crasa que siempre hubo con el Movimiento 26 de Julio: Diana.
SOBRE FABIO GROBART Y LOS CANTONES
-Diana:
Gracias, eso será de gran interés en mi libro en preparación. Ahora estoy de viaje; escribiré de nuevo en semana y pico.
Muy agradecido:
LARRY Daley.
-Ahora es que acabo de leer su comentario en mi blog casualmente. Mi tío-abuelo Eduardo Cantón Reybravo junto a sus hermanos Enrique y Manuel María —mi abuelo— estuvieron con Fabio Grobart en El Malecón, en la ciudad de Pinar del Río, Cuba cuando se fundó la primera célula comunista allí en los años 30.
Hago una referencia a esto en la Antología Ojos Abiertos y en mi novela "EL AVIADOR".
…Para mí los comunistas fuimos una especie de AVIADORES buscando PRINCIPITOS AZULES en los desiertos y MARES DE LA HUMANIDAD. Podría ampliarle si me responde.
Saludos: Diana.
LOS CANTONES; LA SAGRADA FAMILIA EN PINAR DEL RIO CUBA
-OK.
También sé que hijos, nietos y otros familiares de Eduardo Cantón Reybravo —líder estudiantil, juvenil y comunista, poeta— viven en Miami, ¿no sé exactamente donde?; pero se podría averiguar quizás a través de amigos en Cuba. Espero su correo. Yo también investigué Historia.
Saludos: Diana Margarita Cantón.
NO SOY CANTON NAVARRO:
A veces me han cambiado el segundo apellido por ser prima segunda del Historiador José Cantón Navarro. Así ocurrió en la Revista Nueva Frontera de la Corriente Socialista Democrática Cubana cuando escribí hace años sobre La República con la que soñaba y en este Informe a La Asamblea para promover la Sociedad Civil en Cuba.
Tampoco soy Diana Cantón Otaño, diplomática cubana, —hija de José Cantón Navarro.
Es más, hasta mi adolescencia no me llamé Diana. Ese nombre me lo agregué yo misma cuando estudié la Mitología griega y romana y me identifiqué mucho con Atenea y Artemisa —diosas para mi falsas ya. Y también el nombrecito me lo agregué por una historia que ahora no procede. Es asunto de ficción; no de testimonio histórico.
Enero 22, 2003:
Informe sobre los hechos presuntamente delictivos perpetrados con ocasión de las votaciones del 19 de enero de 2003, PINAR DEL RÍO, Cuba:
Municipio Candelaria
Colegio Electoral No.1, Circunscripción
No.2
La suma de electores que votaron -245- y de los que no votaron -7- excede al número de electores registrados ascendente a 239. El Presidente de la mesa dio la cifra de los que no votaron, aunque dijo que estaba prohibido.
Consideraron como "Voto Unido" algunas boletas con votos para un solo candidato.
Las cifras no fueron publicadas en el exterior del Colegio Electoral.
Esta información fue suministrada por Dagoberto Rivera Almeida, de la Comisión de Asistencia a la Salud.
Colegio Electoral No.2. Circunscripción No.5
La suma de electores que votaron -280- y de los que no votaron -10- excede el número de electores registrados que fue de 281.
Votó un discapacitado mental conocido por "Dalúa", que reside en la Ave. 37 s/n entre 44 y 46, y dos ancianos con demencia senil, residentes en la calle 46 No.3518, entre 35 y 37.
No se exhibió en el exterior del colegio el listado de electores ni se plasmaron los resultados del escrutinio.
Hubo intentos de entregar a la policía una boleta anulada —con un signo fascista— en desconocimiento de los artículos 113 y 114 de la Ley Electoral.
Esta información la brindó Alberto Hernández Suárez de la Unión de Jóvenes Democráticos de Cuba y de la Comisión de Asistencia a la Salud.
Colegio Electoral No.2. Circunscripción No.2.
En el Colegio se encontraban presentes cuatro miembros de la Seguridad del Estado que impidieron al ciudadano Martín Izaguirre García acercarse a la mesa de escrutinio.
La relación de electores no estaba expuesta en el exterior del colegio.
Se abrieron las dos urnas a la vez y se contaron simultáneamente.
No se ofreció información posterior sobre los resultados del conteo.
Esta información fue brindada por Martín Izaguirre García, de la Unión de Cubanos Libres y la Comisión de Asistencia a la Salud. Colegio Electoral No.16. Circunscripción No.18.
A Carlos Cabo Moreno se le impidió asistir al conteo de los votos en este colegio.
Informó Carlos Cabo Moreno de la Unión de Cubanos Libres. Municipio Sandino.
Antonio Andrés Álvarez López, vecino de la zona 6, apto. 524, en Ciudad Sandino, fue detenido a las 7 p.m del sábado 18 y el día 20 a las 12 m., aún continuaba en ese estado. Esta información la suministraron Elizardo Sánchez Santa Cruz y Horacio Peña —Piña—, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Municipio Pinar del Río, Colegio Electoral No.5. —Briones Montoto—. Zona 154. Consultorio 4.
Una persona nombrada Leonel Hernández, expulsó del lugar a la 1 p.m, mientras tomaban datos en el mural exterior del colegio, a Reynol Núñez Vargas y José Daniel Sosa Albejo, del Movimiento Josué País.
Volvieron a las 6 p.m al concluir las votaciones y les cerraron las puertas. El nombrado Leonel Hernández se dirigió al puesto de mando para que les impidieran recolectar información en otros colegios.
La información la brindó Diana Margarita Cantón Navarro —Martínez—, enlace provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Pinar del Río.
Municipio San Cristóbal.
Colegio Electoral No. 1. Circunscripción No.27.
El activista Lázaro Lemus González había anunciado su participación en el conteo de los votos. Cuando se presentó, ya las urnas las habían retirado de allí. En respuesta a su reclamo la presidenta de la Comisión Electoral, Milagros Senovia, le dijo que éstas habían sido retiradas a las 3 pm. Posteriormente no expusieron los datos en las afueras del Colegio. Informó Lázaro Lemus González, de la Unión de Jóvenes Democráticos de Cuba.
La Información fue brindada por Diana Cantón Navarro —Martínez—, enlace provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba en la provincia de Pinar del Río. —En realidad es Cantón Martínez, y se basó en observación personal de lo ocurrido en mi circunscripción —que aquí no aparece, no sé por qué— y en datos que me brindaron las personas citadas.
FABIO GROBART:
Estoy de vuelta... y muy interesado en sus relatos y escritos. Season Greetings take care and be well.
Larry Daley.
(Garcia- Iñiguez Enamorado Ramirez.....)
Tuesday, December 25, 2007.
"GROBART Y EL 26 DE JULIO":
Diana: Vives pone a Grobart en Santiago de Cuba el 25 de Julio 1953. Sin embargo Vives sería muy joven para eso, pero como es pariente de Celia Sánchez, ella podría haberlo dicho. Además el Buque Soviético Zora estaba en Santiago aquel día. Pero Grobart no aparece en la lista de los comunistas arrestados en los días siguientes, según el libro de Antonio Rafael de la Cova (The Moncada Attack).
Gracias:
Larry.
Feliz Navidad.
Gracias por la información...Cómo obtengo copias de "El Aviador" y de su Antología "¿Ojos Abiertos"?: Larry.
-”El Aviador" es una novela mía inédita donde recreo muchas historias familiares y autobiográficas.
En próximos días incluiré los fragmentos que más pudieran interesarle de la novela de ficción de acuerdo a sus intereses investigativos y publicitarios.
No conocí personalmente tampoco a Eduardo, aunque sí a Edy y a varios de los hijos de Eduardo.
El día que fui a conocerlo, había acabado de morir. Me enteré por José Cantón Navarro —el historiador—... Para mí y para otros fue un mito importante y lo admiraba mucho…
Eso sí lo trato en la novela esa. Incluso Eduardo publicó un libro de poesía y décimas que era una joya histórica y literaria que mi papá conservó hasta 1980 en que emigró por Mariel a Estados Unidos y me lo dejó como herencia.
A su vez yo lo transmití a una de sus hijas que perdió uno en un préstamo. Le di mi ejemplar antes de emigrar yo como refugiada política en 2005.
Ese libro creo no está en ninguna Biblioteca, pero algunos de "la vieja guardia" —comunistas viejos— lo conservan .No creo fuera conveniente para los falsos comunistas su difusión.
También conocí a Isabelita, uno de los grandes AMORES de Eduardo, madre de varios de sus hijos —cuando no de todos—.
La visité en la infancia y creo que no la volví a ver hasta poco antes de irme de Cuba cuando traté de despedirme de todos los queridos y parientes y algunos no me trataron muy bien debido a las calumnias del régimen; incluidos algunos pocos Cantones.
Conocí a Enrique ya cuando estaba grave de muerte y a su hija Adelaida ¿o Zayda? en Artemisa —las anécdotas las dejo para después si vienen al caso—. Ella dirigía el Partido Comunista en Artemisa por los años 70 y yo trabajaba en Ceiba del Agua. De modo accidental y favorable a mi hermano y a mi nos conocimos.
De modo que a los que más conocí fue a mi abuelo Manuel María y a mi papá Manuel, que fue de la Juventud Socialista, de las ORIS u Organizaciones Revolucionarias Integradas, pero que no llegó nunca a pertenecer al Partido Comunista ni viejo ni nuevo.
Conocí a Milagros Fernández Vera. —historiadora local y eminente promotora cultural, que sabía mucho de toda esa historia y ha publicado de estos y otros temas.
Yo había sido alumna de su esposo Julio Valdés en el Instituto Superior Pedagógico de las clases de Materialismo Dialéctico y de algún modo me había enrolado con este matrimonio en investigaciones históricas sobre los Movimientos Obrero, Ferroviario, Campesino, Juvenil y Femenino.
En esas andanzas de eventos científicos e históricos como los Concursos 1ro de Enero conocí a La Pompa y a Teresita Díaz, —Doctora también— y que investigaron muchísimo sobre el comunismo original pinareño, los Cantones, los Valdés y especialmente sobre Eduardo —el líder—, por lo que sé que saben mucho más sobre ese tema; pero no sé si pueda tener acceso a esa información en Cuba a través de alguna Universidad o Centro de Investigaciones o de las Bibliotecas Nacional —José Martí— o Provincial de Pinar del Río.
Yo de hecho no puedo comunicarme con ninguna de estas personas. Milagros tiene libros y artículos escritos al igual que José Cantón Navarro —Pepito, el hijo de Pepillo, o Pepín, hermano también de Eduardo—.
Ella cuando se retiró hasta me propuso para que dirigiera el Centro de Historia Local, pero yo no lo acepté, pues como profesora ganaría más y ya me iba dando cuenta de que era bien difícil en Cuba escribir la verdad histórica, por lo que me fui inclinando más a la Literatura y a la Promoción Cultural, que también me dieron buenos dolores de cabeza no previstos por mi entonces.
Con Milagros colaboré en sus Proyectos con niños y adolescentes Amigos Para Siempre, La Esperanza del Mundo con La Ayuda del Maestro —éramos muy martianas—...y a la vez ella colaboró conmigo en el Proyecto Jucalá y otras cosas. En realidad aprendí mucho con ella de Técnicas de Investigación Histórica y de Promoción Cultural.
Era como una madre conmigo y a través de nuestra relación aprendí a amar la historia, el testimonio, la investigación en general que me sirvió de base en mi estilo literario.
Lo que sé de Grobart, Eduardo y la Historia de Pinar del Río en gran medida es gracias a esas personas que menciono y a mi tía Fina que me hablaba mucho de la historia mambí familiar y comunista de mi abuelo. De algún modo eso permea El Aviador y otros de mis Escritos, como la Carta a mi padre antes de morir en Miami —La Sagrada Familia— y mi Testimonio "Hay locuras que no vale la pena curar", premiados por EL Concurso EL HERALDO de las Bibliotecas Independientes de Cuba y que aparecen en La Antología Ojos Abiertos de la cual yo tengo un ejemplar aquí en Boise, pero debe estar en Miami, pues se lanzó allí después de lanzarse en Guadalajara, México.
A consecuencia de publicarse este Libro, entre otras razones, hubo una PRIMAVERA NEGRA en Cuba el 18 de Marzo del 2003 y más de 75 periodistas, escritores, bibliotecarios independientes, opositores políticos fueron encarcelados.
A consecuencia de ello, en gran medida, yo escogí el impensable camino del exilio y volé en 4 aviones que no fueron los de la imaginación literaria.
Me hice aviadora de verdad a la fuerza.
Como ve, la Antología no es mía, sino de muchos, pero yo puse un granito de arena en ella desde la óptica ideológica que tenía en el 2001-2002 aproximadamente, y que venía moviéndose vertiginosamente, sobre todo después de 1992 y que cambió radicalmente en 2005 después de un comunismo utópico e ingenuo que se transfiguró en ecléctica y locura lírica antes de llegar a cristianismo.
BUSCANDO AL PRIMER AVIADOR EN EL DESIERTO:
Leía La Oración de Moisés en Exodo 5:22-23 y 6:1...."Que se vayan, que se vayan".
Parecía un encuentro casual en la Biblia Cristiana Católica Dios Habla Hoy.
Pero me agradó, y vi su universalidad y contemporaneidad.
No me daba la gana de irme a ninguna parte porque tenía raíces y arraigo; aunque era diferente y no lo quería ya ocultar.
Había dado 60 pesos cubanos en La Feria del Libro en una venta por Comisiones por EL LIBRO DE LOS LIBROS y estaba reajustando y terrenalizando mis Sueños.
Empecé a registrar mis papeles, cartas, fotos, libros y demás documentos de mis antepasados; tenían un tronco común: el primer AVIADOR.
Allí estaban las cartas y décimas de Pedro José Cantón Reybravo que decía vivir en Calle 10 No 18 e/ D y E Lawton, Municipio 10 de octubre, C.D.R —Comité de Defensa de la Revolución— No 8, Zona 27, Ciudad Habana.
Esta dirección me la había dado Lolita Cantón, que conocí gracias a uno de los militantes del Partido Comunista de mi Núcleo.
Era la esposa del abogado Lázaro, que defendió al asesino de mi hermano Manuel Cantón Martínez, de 24 años, en 1978.
Lázaro había sido el profesor de inglés del padre de mi hijo Geobani —Jesús María López— que a su vez fue asesinado también años después para robarle una bicicleta.
Al parecer hubo una confusión y yo escribí a Eduardo a la dirección de Pedro —su hermano— creyendo que era la de él.
Eduardo nunca respondió, siempre lo hizo Pedro, que no parecía tener nada de AVIADOR.
No conocía personalmente a ninguno de los dos hermanos. Eduardo era el famoso olvidado, el que fundó la primera célula comunista en su pueblo con un hermano, otra familia y un polaco, el poeta de la juventud revolucionaria de los años 20 y 30,el amigo de Guiteras, Marinello, Carlos Rafael, el decimista enamorado de la vida y las mujeres, el que le hacía la vida imposible a la dictadura en el desayuno, el almuerzo, la comida, el baño, la cama y hasta en las meriendas —revísense las actas judiciales de época—, el que estuvo de 14 a 19 veces preso hasta en EL CASTILLO DEL PRINCIPE , toda una hermosa leyenda, todo un mito basado en la realidad.
Era aquel famoso que convencía al más neutral y pasivo con su brillante oratoria, sobre todo si era una muchacha, aquel de LA NOVIA DE UN DIA, de los centavitos —véase su libro— , que murió en silencio, humildemente y enterrado en una fosa común.
Ni yo me enteré a tiempo, aunque lo sentía orgullosamente en mi espíritu, en mi sangre, también entonces rebelde y poética.
Por eso, cuando después de 1996 mis expulsores me pidieron el carné, respondí varias irreverencias, entre ellas que lo había enterrado en la tumba de él y o en la de Enrique —otro que recibió las medallas casi en el lecho de muerte—.
Por los comienzos de los 90 le envié a Eduardo por correo una Antología Poética que libreteramente publicó un grupo literario proscrito por el Parnaso Literario provincial y nacional: "Cazadores de Sueños".
Aquello había molestado mucho porque lo hicimos con medios y recursos propios, cuando las instituciones culturales oficiales aún no lo habían hecho a sus ELEGIDOS.
Los envidiosos empezaron a hacer una elitista guerra anticultural so pretexto de combatir EL POPULISMO.
Creí enviarle la Antología a Eduardo, pero la recibió el tío abuelo Pedro que me escribió el 28 de diciembre de 1991 luego de aclarar que era el Año 33 de La Revolución.
Le había alegrado muchísimo el envío desde La Alameda. Me decía que le gustaba mucho visitar a toda su familia. Visitaba a Eduardo Simón en el Nº 25 emparentado con los Cantones. Su hija médico lo llevaba en su máquina —o coche— a casa de Lolita —su sobrina— y de sus amistades.
Me hablaba de otros sobrinos, de su hermano Pepillo —el padre del historiador— y lo hacía con detalles, precisión, claridad.
Sabía que me dedicaba a las Poesías, ¿pero no sabía en verdad a qué clase?. Yo me orientaba al verso libre. Me felicitaba por componer versos pues eso era CULTURA.
Pero él por haber sido campesino, a veces "arreglaba algunas décimas". Me hablaba con mucho amor de Eduardo, que siempre lo acompañaba a hacer visitas, comprar medicinas.
Juntos habían estado en la farmacia de La Alameda y regresaron en guagua —ómnibus— a casa de Lolita en Méndez Capote, entre Sol y Vandama, en La Flora —cerca de la viuda del Comandante Ferro Masías, mártir de la revolución, cuyo hijo se hizo opositor al castrismo—.
Me hablaba de su compañera, de su padre y abuelo: —Aguado Rico, que fundó la Escuela de Artes y Oficios .Su esposa conoció también a mi papá y nos enviaba saludos.
Era muy fina y se dedicó al piano, aunque después lo vendió .Me contaba que estaba enferma e ingresada en el hospital Almejeiras.
El había sido cabo y fue aprobado para sargento, pero como Batista y su pandilla se volvieron unos matones y ladrones, se reviraron hasta los tenientes coroneles en Pinar del Río.
En el Ejército trabajó en Oficina casi siempre y se hizo mecanógrafo. Todavía conservaba su máquina de escribir, aunque la cinta no estaba buena, —como la mía. Su esposa también era mecanógrafa.
Me hablaba de sus compañeros del Ejército, licenciados ya, algunos hasta fueron torturados. —me decía.
A él lo denunció un cabo que siempre fue adulón de los oficiales, pero que fingía estar en contra de ellos.
El traidor era carpintero, hacía muchos trabajitos a los oficiales, llegó a cabo y lo trasladaron para Arroyo de Mantua. Un día fue al Cuartel Maestre donde él trabajaba como Comisario y tenía que ver con la comida de los soldados.
El mejoró esa comida, a diferencia del anterior, que con lo que robó hizo tres casas. Cambió hasta al cocinero y el teniente llamaba al capitán y le decía que ahora allí los soldados comían mejor que en su casa. El otro tenía dos jamones en la Comisaría y jamás les dio ni un pedacito, y él les daba un almuerzo, y comida hasta con dulce de almíbar. Los jamones del otro se agusanaron.
Después fue para La Habana, para casa de su hermana Trina, trabajó en una fábrica de latas, ganaba buen sueldo y se retiró a los 31 años de servicio. Se casó en El Cerro y vivían en Lawton con su suegra.
Pedro me adjuntó unas décimas para que se las valorara dedicadas a todos los abuelos y monitores de los Círculos de Abuelos de Cuba y sobre Jesús Menéndez y a su compañera.
Friday, December 28, 2007.
El último Aviador:
O El Aviador último:
—Es poesía, es un canto a tiempos tristes e increíbles
Take care and be well:
Larry Daley.
Diana: Gracias.
—Por nada, Larry.
Veré si poco a poco puedo en el blog escribir otros fragmentos de esa novela escrita entre 1993-98 en Cuba. —Se refiere a El Aviador, primera versión—.
Cuídese. Adiós: Diana.
-En realidad conmigo poco podrá saber de Grobart, pues no lo conocí personalmente. Solo conocí a Cantón Navarro; ni siquiera a Eduardo y Enrique Cantón, que estuvieron con Grobart como Aviadores Fundadores de la primera célula comunista.
Como historiador le recomiendo que más bien busque las pistas que le di en el blog donde hay nombres y direcciones de probables fuentes históricas. Pienso que Grobart no fue Aviador. Recuerde que para mi los Aviadores fueron los comunistas sinceros —utópicos, románticos, soñadores, idealistas, o como se les pueda llamar— y esos murieron o viven sin honores, sin medallas, o las cambiaron por una caja de cigarro Popular, o las echaron en el cesto de basura del Gobierno Provincial antes de irse "por la escoria" o de volar a la fuerza como refugiado político para evitar al menos 10 años de cárcel castrista y no ya machadista o batistiana.
Esos o ese Aviador Ultimo es el importunado hasta en la nieve, solo por escribir poemas en la nieve verdadera y no la de la IMAGINACION .A ese le borran los correos, le roban fotos e información de INTERNET, a ese le ocurren cosas verdaderamente de ficción literaria real. Cúidese.
Busque despacio otra vez en el blog, en lo último, en lo histórico, más que en la novela, la poesía o la Carta "La Sagrada Familia" o El Testimonio "Hay locuras que no vale la pena curar”-“ de Ojos Abiertos”, del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba. Desde que toqué estos temas candentes en el blog de modo directo, no dejan de molestarme Satán y sus demonios. Hasta dicen que resalto a los espías castristas.
Si son cubanos y no extraterrestres, deben saber que personas que participaron de ciertos hechos contemporáneos, ya están revelados públicamente como Agentes de La Seguridad Cubana; pero hasta ahora —que yo sepa— no pasan de 4 ó 5.Si hay más aún no los han quemado.
De todos modos no se desvíe a la Ficción de mi novela. Usted lo debe saber, aunque a veces las ficciones dan más la realidad que los periódicos y demás documentos históricos, pero hay que sacarlo con pinzas del pajar. Espero me comprenda bien si es historiador. La novela puede leerla como hobby —si es su hobby—. Al menos eso le aconsejo yo!.
Saludos:
Diana.
—Diana: Creía que era de esa época por la mención críptica y elíptica a los gobernantes de la triste isla....Todavía no he encontrado referencia a Grobart, pero mientras tanto me alegra muchísimo leer su prosa lírica. Take care and be well. Larry Daley.
Saturday, December 29, 2007
—Espero, Larry, le sea útil. Si puede, aclare en qué fecha fueron escritas esas cosas mías, pues muchas son viejas.
Recuerde que ya no soy política, sino cristiana. Lo que ocurre es que como escritora, poeta y humana tengo un pasado, y ni así me perdonan ciertas cosas los que se consideran mis enemigos. En realidad llegué a la conclusión de que solo el Reino de Dios, cuando se haga extensivo a la tierra, arreglará las cosas.
El Castrismo es terrible; lo que le precedió también y lo que está por venir se percibe aún más incierto.
El hombre no podrá aunque quiera hacer realidad sus bellos sueños.
Sinceramente: Diana.
Sunday, December 30, 2007.
—Diana: Has escrito versos muy bellos y recuentos a veces tristes y a veces felices. Sabes que me escondí en la FOCSA en el 1961... Leí las cosas de los dioses africanos que escribiste, con gran interés, pues para mí son extraños porque mi familia es Taina y española, aunque posiblemente con algo de Cimarrón, y somos de la Sierra Maestra....
—Muchas gracias. Si, en El Focsa hice la Secundaria Básica.
En realidad no creí mucho o nada en esos dioses; pero en ese tiempo se me había desplomado Fidel y se me estaban desplomando el Che y....El caso es que tenía un vacío espiritual, había tremenda crisis ya, dieron un Postgrado de dioses yorubas o algo así en la Universidad y casualmente me empaté con "Los secretos de la santería" de Egún Efundé?, impreso en Miami, eso fue en casa de una gran amiga, que yo no sabía que era santera, que a su vez lo adquirió de algún modo en casa de un dirigente al parecer. Descubrí entonces que mi amiga era santera desde siempre, pero no me lo decía porque yo era comunista. Y por eso me salió ese poema. Algunos creyeron que yo era santera también y más comunista que nunca; pero ya yo estaba en una seria crisis espiritual, ideológica y psicológica, que solo la superé relativamente en el 2005 con mi estudio profundo de 11 años de la Biblia y con mi dedicación y Bautismo. ¡Jehová me salvó!
Diana:
—Gracias, por estos detalles, pues el alma de las poetisas se desvela en su obra y su vida:
Larry.
-Por nada. Ese poema lo leí públicamente varias veces y a los comunistas les gustó y hasta lo leí en la Casa de la Cultura pinareña en un Acto. Pidieron ese precisamente. No comprendieron que estaba perdiendo mi fe en viejos dioses y que fabricaba otros desesperadamente, aunque no fueran auténticos. Después descubrí que ellos mismos —los comunistas— andaban de verdad en santerías y hasta brujerías para perpetuarse.
Le he hablado sobre lo consciente del poema; de lo inconsciente o subconsciente o de lo que le puede dar a otros, de eso rara vez podemos hablar los poetas respecto a nuestra propia obra. Así es que le he dado primicias sobre ese poema. Nunca nadie me preguntó sobre él ni me motivó a hablar. Solo recuerdo que un bautista o metodista se molestó porque quería captarme y pensó que de veras ya era santera.
No, nunca me gustó ninguna de esas religiones negras. Más bien les temía. Y después me acerqué solo por Cultura, por curiosidad cuando hice un Proyecto de Trabajo Comunitario en un barrio marginal que se llama Rancho Grande que fue donde yo nací en Pinar del Río .Le puse El Principito y a la Peña El Reparador de Sueños, pues estaba muy influida en esa época por esas ideas del francés y de Silvio. Eso fue ya en 1993.
Allí había mucha santería y tuve que visitar santeros, como entrevisté también a Gollo Ríos —el del Tambor Yuca— y a Pancho Carreño que se sabía toda la historia de aquel barrio, que estuvo lleno de tejares donde se fabricaban tejas, ladrillos y otros productos con el barro. Muchas de esas calles tienen los nombres de sus familiares que fueron los dueños de esos terrenos que después de la Revolución del 59, empezaron a conocerse no ya como Reparto Carreño, ni como Rancho Grande por el Oficialismo, sino como Reparto Cuba Libre. Pero para la gente siguió siendo El Rancho.
Creo que estuve más cerca del espiritismo a través del comunismo, de la astrología, la mística revolucionaria de Fidel, el Che, la obra de Silvio Rodríguez y de mi mamá; pero sin saberlo, sin darme cuenta .La Biblia me hizo descubrirlo y corregirlo. Saludos: Diana.
—Ver Poemas Plegaria y Andan naufragando, en Cuaderno Testamento, más abajo dentro de este blog—
Thursday, January 03, 2008
La segunda carta de mi tío-abuelo Pedro Cantón:
En la segunda carta, Pedro habló de lo conocida que era la familia Cantón en todos los pueblos, de que fueron 14 hermanos, de que los sobrinos e hijos de ellos eran incontables, del ingreso de la mayoría de ellos en el Partido Comunista, del apellido, de Pinar del Río, de la gloria del Partido y de la familia, de cómo todos conocían a su hermano Eduardo, de sus prisiones, no solo por comunista , sino por haber sido miembro de la Joven Cuba, nombrado por el mismo Antonio Guiteras Holmes, pues cuando él estudiaba el Magisterio, cuando la Huelga de Marzo lo sancionaron a dos años y un día de prisión.
Me decía que tenía más de 70 sobrinos y que ahora me incluiría a mí en la lista. No sabía si yo estaba en el Partido, pero sí que mi padre trabajó mucho en aquellos años duros en que los perseguían los matones de Batista.
Me halagó diciéndome que mi padre tuvo una acción muy buena en aquella época.
Pensaba que aquella Antología "Cazadores de Sueños" era una publicación oficial importante, cuando en realidad solo era una obra de amor, más que un reto a los burócratas sin iniciativa. Creía que aquellos poetas soñadores podían publicar sus versos también.
Creyó que cobrábamos derecho de Autor y nunca fue así, aunque las dos tiradas fueron respetables y aceptadas muy bien por muchos lectores. Se hicieron también ediciones individuales sencillas hasta que arreció la escasez, el chisme, el recelo, la envidia y todo se acabó, hasta el grupo y su promoción. —Ni siquiera Radio Guamá se atrevió a anunciar los funerales de Estrella Tamayo, una cazadora que hasta recibió medallas de la Seguridad del Estado—.
Varios siguieron siendo amigos que se buscaban en el tiempo, como se tituló la 2da Antología que se hizo, que después por error, se vendió por algunos en las polillas literarias junto a publicaciones oficiales y clásicos.
Algunos dijeron que fue una suerte comprarla, aunque fuera de uso; pero no fuimos sus autores los que las vendimos. Eso probó que hay libros que no se compran solo porque no se venden, como los hay que se venden y no se compran, o se compran y no se leen ni releen.
A Pedro y a Eduardo les gustó la Antología como a otros porque para los gustos se hicieron los colores que a veces se monopolizan y manipulan, como las ideologías y las propagandas.
Mi tío-abuelo prometió un viaje con Eduardo a Pinar del Río a mi casa que nunca pudieron realizar. La Antología les llegó abierta, fuera del sobre, con éste rasgado.Como llegaban también a veces mis cartas a Silvio y a su hermana María-según ella misma.
Pedro contaba que Eduardo tenía los ojos enfermos. María Rita había ido a verlo. Indagaba quién me había dado la dirección, si Cusa, Lolita, María Rita.
Me hablaba de Macho en la calle Maceo, esquina a Vélez Caviedes. Enviaba saludos de su esposa Valentina Eloína Aguado Herrera.
Pedía opinión de nuevo de sus décimas a ella y a sus compañeros y se despedía como mi tío que no me olvidaba: Pedro.
Añadía que Eduardo vivía en Víbora Park, Edificio 33, Calle Lourdes, entre Lourdes y Kesser?, que había que ir en la ruta 68 que bajaba por la Calle Lourdes y al llegar a Kesser? doblaba y paraba enseguida y allí se bajaba uno y había al frente un parquecito… y él vivía en el primer piso, apartamento número 13.
Y se criticaba: "Y me quedó jorobada esta dirección...me gusta escribir derecho”.-Y añadía: Pero entre familia no hay problema”...Y agregaba que con esa dirección podría escribirle a Eduardo cuando lo deseara.
Pero era tanto mi trabajo en la Universidad Pedagógica y para la sociedad en general que ni le escribí ni le visité antes de morir. El 5 de marzo de 1996 fui expulsada de la Universidad, y alrededor del 11 de febrero, había muerto Eduardo sin pompas ni gloria.
Pistas:
En realidad no investigué mucho sobre esa etapa ni sobre Guiteras. Fui profesora incluso de Historia de Cuba y soy pinareña, pero no sé si pueda darle un buen criterio sobre esos temas. Ya ni me preocupa la Historia ni la Política; —dejé de creer en soluciones humanas.
Creo en el Reino de Dios extensivo a la Tierra como única solución a los problemas humanos. Fui católica pero no practicante. Ahora he profundizado más la Biblia y esas cosas ya no son de mi interés.
Solo conozco una historia familiar y personal del comunismo y en eso basé esa novela escrita por mí de 1993-98. De hecho ya hay muchas cosas que las reescribiría distinto si es que lo hiciera. Hay cosas que ya las encuentro hasta ridículas pues era mi visión de entonces no reposada sino apasionada.
Estaba ya rompiendo con el comunismo; pero de un modo muy traumático, trágico y doloroso y por eso me ilusioné con el catolicismo y con todo lo demás; pero solo había ido dos veces a la Iglesia en mi Infancia y mi familia era ecléctica —comunismo, catolicismo, espiritismo, santería, todo mezclado e inexacto—.
Lo que más se me afianzó después de los 13 años fue el comunismo y éste se mantuvo casi incólume hasta cerca de los 40 años. Me había pasado casi toda la vida enfrentada a las ideas excomunistas de mi padre, que cuando yo tenía 12 años, ya detestaba el comunismo y sobre todo el fidelismo, y a las ideas apolíticas y religiosas eclécticas de mi madre.
Era como que la Revolución se habían vuelto mi padre y mi madre, y después del 89, pero sobre todo después del 92, me defraudan. Había sido medianamente conflictiva con los jefes de abajo, pero en el 98 entré en serios conflictos hasta con el Señor Presidente Fidel Castro; ya no era papá ni siquiera compañero,- sino Señor.
Puede que hayan quedado reminiscencias de aquel primer amor hasta que arribé a este país; pero cuando me vi forzada a hacerlo, entonces rompí por completo con ese pasado; tuve un nuevo AMOR: Jehová. Ese es mi gran AMOR, mi gran AMIGO, y la historia, la política y hasta la LITERATURA, LA CULTURA y la POESIA se subordinaron a él. Tengo un blog, si, pero sin pretensiones de otro tipo como antes.
Ahora incluso recuerdo que tengo una vieja amiga que vive en Nevada, de esos tiempos, del Pedagógico, cuyo ex esposo, otro viejo amigo, si trabajó con Grobart en el Instituto de Historia. El se llama Juan José Ortega y vive en Costa Rica, sigue en las investigaciones históricas creo. Va y lo pueda contactar para su trabajo.
Es más, a él lo botó o corrió Grobart, del Instituto de Historia, y se puso a investigar a Martí y ahí conoció a la costarricense con la que se casó, y se fue con ella para allá. El tuvo dos hijas antes con mi amiga Olga Lidia Miranda, que es la que está en Nevada.
Ella trabajó en el Instituto de Filosofía y se quedó en México, estuvo presa en la frontera y después fue refugiada política. Pero he perdido el contacto con ambos. Quizás pueda buscarla en Neurona, le escribe. Y le responde si le interesa el asunto —puedo reenviarle Neurona y usted hace su búsqueda y le escribe. OK—.
Saludos: Diana.
-Diana: Así lo haré .Gracias, esto se vuelve de lo más interesante, cuando acabe de organizarlo mandaré una copia para su "visto bueno". Estoy pensando que niveles superiores del partido comunista tuvieron pugnas y/o rivalidades con Guiteras y en el tiempo del Morrillo (1935) posiblemente colaboraron con Batista para ingeniar su muerte.
Acuérdese que muchos años más tarde, Marquito, quien tracionó a los de Humbolt 7, habló en su juicio final de la ayuda que Grobart le proporcionó, hasta que Fidel Castro lo mandó a callar ...Sin embargo no quiero proclamarlo como un hecho cierto, sino como una de varias posibilidades teóricas. En general este tipo de hecho, es de la historia de sombras, parte leyenda, parte verdad, y con una proporción larga de especulación y falsedad, además hoy lo llaman en Inglés "the fog of war" el cual cada uno de los que participan en un hecho violento y cruento lo ven con imágenes y memorias distintas.
Sé de seguro que en algunos de estos episodios, "Aviadores", idealistas, eran mandados a batallas imposibles y a una muerte segura en aras de una victoria futura. En más de una ocasión, yo, aunque nunca fui del partido, solamente del 26 de Julio, fui mandado en misiones similares; pero yo no soy aviador, yo soy medio montuno de la sierra, muy arisco, desconfiado y precavido ... Y también, gracias a Dios, tuve mucha suerte y buenos amigos, take care and be well: Larry Daley .
Diana: Todo esto es de gran interés y con su permiso lo usaré en mi libro "narrations of War in Cuba" Especialmente lo referente a la amistad entre Guiteras y Eduardo.
Parece que Alberto Sánchez Méndez, quien se escapó durante la copa a Guiteras en el Morrillo en 1935, pero murió en la Guerra Civil Española, fue reclutado por Eduardo. (Ortega, Gerardo .Sánchez Méndez. —accessed Nov /02/2007. Estampas de Vuelatabajohttp://www.pinarte.cu/gerardo_ortega/html/figuraspinareñas/Alberto_sanchez.htm).
“A los quince años Alberto sustituía como lector de tabaquería en la Fábrica Gispert al maestro revolucionario y comunista Eduardo Cantón, que tanto influyó en él prestándole libros y en continuadas charlas. … Por eso nada de extraño tiene la participación de Alberto en el combate del Hotel Nacional, o en las acciones comando de ajusticiamiento de traidores y personeros de la dictadura que ensaya Batista durante el mandato de Mendieta; y nada de extraño tiene su participación en el combate del Morrillo en mayo de 1935 cuando cae combatiendo Antonio Guiteras y Alberto, uno de los pocos que lograron romper el cerco, escapa milagrosamente a la persecución y luego de muchos avatares, sale de la Isla.
Y en la Historia del Partido Comunista Español se menciona también como ejemplo de joven internacionalista que gana la militancia del Partido Comunista. … Luego del combate de Gascones, el 22 de septiembre de 1936, Alberto recibe el carné de militante del Partido Comunista español.
Alberto Sánchez Méndez cae en una de las más importantes batallas de la Guerra Española, el después General Soviético Rodimtsev cuenta en su libro “Bajo el cielo de España”: “Ya en los últimos días cayó el General Pando, Jefe de la 9 Brigada, Alberto Sánchez tomó el mando bajo el fragor de la batalla. La aviación enemiga dominaba el aire por completo...”. “Alberto había sido herido ya el día de su combate final, pero se negó a retirarse y como siempre, al frente de sus hombres, en su trinchera, murió a consecuencia de una bomba enemiga que estalló muy cerca de él; era el 25de julio de 1937. Luna, su amada, con quien se había casado en campaña durante la Guerra, también fue herida en esa oportunidad mientras disparaba su ametralladora”.
Respuesta de Diana:
-OK. Puede usarlo, dejando siempre clara la fecha del documento —en este caso la Carta de Pedro Cantón por los 90.Ahí está la fecha exacta, creo que en el 91—.
Es muy probable que Eduardo lo haya reclutado. Recuerde que el hijo de Eduardo Edy está en Boston, pero no tengo su dirección ahora mismo. Quizás pueda contactar con otros hijos, nietos, sobrinos en Miami o en Cuba. Ahí le puse direcciones exactas. Quizás encuentre otras después y se las dé.
Conozco a Gerardo Ortega personalmente. El leyó El Aviador original que debe tener cerca de 350 páginas, y me dijo que no era una novela.
Después le hablaré o escribiré sobre mi abuelo Manuel María y le daré una fuente. Por ahí puede que descubra algo.
Gracias. Adiós: Diana.
Anonymous said...
ME LLAMO PEDRO CANTON
SOY ESPAÑOL Y SOY DE ALMADEN (C/REAL)
Otras pistas históricas:
-Diana: Hablas de un Eduardo Simón en el Nº25 emparentado con los Cantones... En Miami en el 1962 conocí a Luis Simón, quien decía que era marxista, pero no comunista. Mi padrastro Enrique Sanz Sariol —de la Organización Auténtica— pidió que diera abrigo a Simón, y que le apoyara en sus trámites migratorios, cosa que hizo a pesar que yo era muy católico y anti-Castrista.
Como yo había sido escopetero del 26 de Julio en la Sierra Maestra, y de la compañía 6 —de asalto— de la columna 1 comprendí que la gente honesta pueden cambiar de parecer cuando se enfrenta con la maldad. En Miami yo trabajaba todo el día de técnico de laboratorio experimental en aquel entonces y no lo veía mucho. Luis Simón pasaba el tiempo escribiendo, pero me contó que había estado con el Che en sus viajes por Africa del Norte, y decía que la gente allá apestaba a rayos.
-Si, es posible que sean familia. De hecho me encontré un Simón Cantón en mi Apelación Nacional al Congreso del Partido Comunista y creo que me ayudó hasta donde pudo, hasta donde yo misma me dejé ayudar. Era excelente persona y su hermana creo se quedó en Puerto Rico o su hermano.
Este Nº25 es en La Alameda. Todo eso lo puede precisar después. Por los Simones puede llegar a los Cantones y tal vez a los Valdés y a través de ellos saber más de Grobart.
OK. Después hablamos más. Cuídese: Diana.
Pistas a Daley:
A Cusa, a la cual hace referencia Pedro Cantón la visité algunas veces. Creo que es hermana de José Cantón Navarro —el 2do de Grobart en el Instituto de Historia— y después su sustituto —si la memoria no me falla—.Es más fui a despedirme de ella y creo que estaban María Rita y otra de las hermanas —que estuvo casada con alguien grande de las comunicaciones en Pinar del Río, Armando.
No recuerdo. Ella, Olaya Cantón, trabajaba en el Correo y era muy amiga de un amigo mío que le habló para que me ayudara a conseguir un trabajo, cuando caí en desgracia , y le dijo que lo sentía , pero que tenía que volver a integrarme a la Revolución para poder trabajar en el correo, y que ella intercediera por mí. Por supuesto que no lo haría; yo me di baja públicamente de las organizaciones de masas una noche que alguien me propuso para un Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, porque no sabía que ya estaba expulsada de Educación y del Partido Comunista y apelando a todas las instancias.
Entonces lo conté a todos mis vecinos y pedí la baja hasta de los pioneros, porque ninguna de esas organizaciones había hecho nada por mí, y entré en ellas desde los 13 años, ya tenía como 45 años. Lo que después ocurrió fue que casi me dieron un mitin de repudio las parientas cuando fui a decirles que venía para Estados Unidos, pese a que no tenía ningún sueño americano y hubiera preferido volver a comer casabe en Cuba-como los aborígenes.
Sencillamente tenía todas las puertas cerradas allí y ya mis hijos estaban muy dañados. Si me quedaba tendrían que ir a llevarme las jabas —bolsas— de comida a la cárcel por lo menos por 10 años, y no quería ese futuro para ellos, y en Cuba iba a seguir complicándome. Estaba muy comprometida con la Oposición Interna y no salía del Obispado Católico. Muchos confiaban en mí y no podía estar indiferente. Le había escrito hasta a Juan Pablo II y me respondió y todo. Dagoberto lo sabe.
Iba a casi todas las Misas y estuve muy influida por el Catolicismo desde aquel documento creo del 93, "¿El AMOR todo lo puede?” Me enteré en los Talleres Literarios y en la UNEAC de él y fui a buscarlo. Pero me dijeron que se había agotado. Entonces lo oí por Radio Martí y era lo mismo que yo estaba pensando desde el Comunismo y desde mi Cheismo de entonces.
Quizás desde el 92 oía a veces esa Emisora influida por mi tía Cuca que vivía en La Víbora, y que ya se iba para Miami a reunirse con sus hijos y nietos. El primero se había ido desde los 60 y yo ni los visitaba por “gusanos”, y ellos tampoco iban a verme a la beca del Focsa y demás, pero los tiempos estaban cambiando y la busqué y me recibió muy bien. Mi padre —su hermano— se había ido por El Mariel desde 1980 y mi hermana Maritza y su esposo. Tengo tres sobrinos, primos y otros parientes y amigos en Miami todavía.
Cusa no fue agresiva en esa despedida conmigo, pero las otras sí, hablaron de la gloria del Partido y la Familia, sobre todo María Rita...Similar había sido antes la actitud de Hermes Otaño, la esposa de Pepito, en cuanto supo que me habían expulsado. Me dijo que su esposo —Cantón Navarro— estaba muy mal de salud, que no fuera a molestarlo más con mis problemas que yo me había buscado sin contar con él y que asumiera las consecuencias de mis actos por mí misma.
Cuando eso, tenía la esperanza de que podría interceder por mí, para que me hicieran justicia, aunque yo realmente no estaba dispuesta a decir mentiras como que estaba loca o equivocada para que me perdonaran. Algo en mí, en mi país, en mi sociedad estaba cambiando, y yo no lo abortaría.
Así se rompió ese vínculo con ellos, que apenas duró de 1983 a 1996, pues antes solo nos conocimos como un eco cantónico y otáñico a través de mi abuela paterna, que me contaba que Pepito estaba en el Comité Central y que lo fue a ver para que me resolviera la beca del Focsa, para salvar mi talento del Rancho, y que él le pidió recomendaciones sobre mí, para que no lo hiciera quedar mal.
Mi abuela desandó las Escuelas donde estuve desde la Primaria hasta la Secundaria, y cuando regresó al pariente, a La Habana, con los Documentos, él le dijo que mi beca sería en realidad Un PREMIO, pues yo era una eminencia y una niña muy revolucionaria acorde con el linaje familiar —esto último lo puse yo, pero era un mito; no todos los Cantones eran ni son comunistas. En los Cantones, como en todas las familias, hay todo tipo de personas.
También era un mito que para conseguir una beca se exigieran tantas recomendaciones. Después me di cuenta cuando conocí a mis condiscípulos de Cuba entera y hasta de los países hermanos .Había toda clase y tipo de muchachos. Hubo hippies, revolucionarios, no revolucionarios, aplicados, desaplicados, homosexuales, aprendices de prostitutas...De todo lo bueno y lo malo de los hogares cubanos.
—Pero Cantón Navarro en 1996 me dijo algo que me ayudó mucho: “Yo confío en tu fortaleza espiritual para hacer frente a lo que se te avecina.”
¡Me he extendido demasiado! .Adiós: Diana.:
Sobre Cusa Cantón.
-Olvidaba que Cusa era vecina de Sonia Remis, que ahora está en Miami, creo que en la Universidad. En el 2008 la reencontré y fue profesora mía de unos cursos de Day Care. Ella estudió la carrera de español y Literatura en el Instituto Superior Pedagógico.
Yo estudié la de Historia, aunque me había llegado español y Literatura, pero por Comunismo cambié para Historia que era lo que había pedido. Mis profesores querían que estudiara Filología, Letras, o por lo menos Periodismo, y de pronto me voy para un Curso Emergente de Profesores de Historia de Cuba.
Se molestaron con mi insensatez, pero no lo veía así y además tenía problemas económicos y era una salida rápida a ellos. En el 92 enrolo a Sonia en mi investigación multidisciplinaria sobre la obra del cantautor Silvio Rodríguez y así conocí a Cusa, pues yo visitaba a Sonia cerca de la Calle Maceo y enseguida me habló de su vecina Cantón. Sonia está en Miami. Es otra pista. —Conocí a Sonia desde El Mella, en 1969.Quise que me ayudara en el Análisis literario de los textos de Silvio. Aunque ella hubiera preferido estudiar la obra de Pablo Milanés.
Sunday, January 06, 2008
Interesado en Guiteras:
-Diana: esto es de lo más interesante, mi interés en Guiteras se relaciona a un combate ocurrido en 1933, en las tierras de mi familia al sur de Guisa en las lomas de la Sierra Maestra...Hubo nada más que cuatro muertes, dos de la banda de Gamboa —Guiteristas— y dos parientes inocentes ejecutados por las fuerzas de Batista. Como Usted sabe, mi familia era conservadora, Mambí y Taina y no tenía nada que ver con eso, sin embargo perdimos dos allí. Si es posible, me gustaría hacer contacto con Juan José Ortega, pues veo a Grobart como el individuo más responsable de la tragedia de Cuba.
Take care and be well: Larry Daley.
Este Diálogo con Larry Daley continuará en mi próxima novela “Genealogía", que seguiré escribiendo por inspiración divina, y no de El Aviador, aunque le deje un lugarcito todavía.
Diana Margarita Cantón Martínez
(Ruiz)
Sinopsis de la novela El Aviador:
Escrita en primera persona, diana narra la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en enero de 1998.Pero lo novedoso no son los hechos suficientemente conocidos, radiados, televisados, fotografiados...sino la introspección que logra a través y desde ellos.
Pues nos da a conocer su mundo interno, sus pensamientos, conceptos, juicios, ideas, contradicciones, sensaciones, percepciones, representaciones personales, el estado de su conciencia, su crisis emocional, psicológica, ideológica, espiritual y nos lleva a su inconsciente o subconsciente con pericia a través de fotografiar con palabras cosas profundas de su infancia, adolescencia, primera juventud, sus relaciones familiares conflictivas y su repercusión en la propia familia creada por ella.
Maneja entonces la retrospectiva y nos va moviendo de presente a pasado, de pasado a presente o a futuro. La novela se adentra en el mundo fantástico propio y de sus amigos, especialmente de La Serafina y El Aviador (pura invención) para simbolizar una realidad existencial dolorosa, solitaria, comparable a un arenoso desierto que incluye los mares de la humanidad, donde camellos y dromedarios han suplantado la libertad humana, pero no han podido pese a todo acabar con el Amor, la Amistad, los Sueños y la Esperanza.
Sorprendentemente, al final, esa esperanza no es ninguna nueva utopía humana; .diana y el Aviador, escritores, acaban su novela asombrados con la sabiduría, la justicia y la verdad divina.
Diálogo con el investigador es la continuación de la novela El Aviador y tiene que ver con el drama cubano. Es la historia de una profesora universitaria, miembro del Partido Comunista, que cae en desgracia con la dirigencia y tiene que exiliarse. Entonces narra su vida y la de su familia a un investigador ex-miembro del Movimiento 26 de Julio, que reside en Miami, Florida, U.S.A.
Página de la editorial
Diana Margarita Cantón Martínez (Ruiz).
El Aviador.
Novela ficción de hechos históricos. 1ª. Ed.
Buenos Aires, Editorial Escritores Argentinos
2011, 10p.; 14 x 21 cms
ISBN
1. Novela. 1 titulo-1
Diana Margarita Cantón Martínez (Ruiz).
De esta edición.
Editorial Escritores Argentinos
Av. Pedro Goyena 58 – CABA – Argentina
Diseño de tapa
Orlando Gallaro – Norberto Cid
ISBN
Primera edición: Mayo 2011
Queda hecho el depósito que proviene
De la ley 11.723
Impreso en Argentina
Todos los derechos reservados.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en parte y por ningún
medio, sea mecánico, fotoquímico o electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro sin permiso previo
por escrito del editor.
Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
Pequeño Diccionario cubano
La Editorial Escritores Argentinos, realizó un pequeño glosario de las palabras que usted va a encontrar en este libro, para que pueda asociar el significado de las mismas al texto desarrollado en la novela El Aviador.
De la autora:
Muchos rejuegos de palabras que uso pueden ser muy bien comprendidos por los que conocen la vida y obra de José Martí, importante poeta cubano que dirigió la lucha por la independencia de España, mito nacional, apóstol...Por los que conocen El Pequeño Príncipe, la obra de Rubén Darío y las canciones de Silvio Rodríguez.
Baobabs:
Son los árboles que se describen en El PEQUEÑO PRINCIPE, no es un cubanismo. Significa también, problemas a solucionar antes que se compliquen. Estar atentos para diferenciar lo bueno y lo malo, y actuar en consecuencia.
Babilonia La Grande:
Es el imperio mundial de la religión falsa, que la Biblia profetiza que será destruido.
Botella:
Es ride en inglés, ir en carro ajeno.
Camellos:
Es una simbología que uso para referirme a los dirigentes o jefes intermedios o subalternos y dromedarios para referirme a los altos dirigentes burócratas y corruptos y el desierto es la sociedad.
Comem..:
Es una mala palabra, insulto.
Coger botella:
“coger botella” es ir en automóvil ajeno y antes de la revolución se le llamaban botelleros a los que cobraban sin trabajar por favoritismos de gobernantes corruptos.
Chispa'e tren y guarfarina:
Son bebidas caseras, de mala calidad, baratas, dañinas para la salud humana, pues se pueden fermentar con heces fecales de niños-por ejemplo.
Jineteros:
Son prostitutos contemporáneos en Cuba.
Jineteras:
Son prostitutas contemporáneas en Cuba.
La Serafina:
Es el nombre de un personaje de ficción, y es mi amiga en la novela y tiene que ver conmigo y con una amiga real que se llama Yaína Guzmán. Tiene que ver con la jerarquía del cielo: arcángeles, ángeles, querubines, serafines.
La Simulación:
Es el fingimiento, la hipocresía, la llamada doble moral, que en realidad es la inmoralidad.
La Florida:
Es un estado de Estados Unidos donde reside la mayoría de los cubanos. De ahí las expresiones: "En casa del trompo no se puede venir a bailar. A emplumar a La Florida". Se usaba originalmente contra los que se iban de Cuba después de 1959 por no gustarles la llamada Revolución cubana. Despectivamente se les llama gusanos a esos cubanos.
La Casa de la Cultura:
Es una institución cultural donde se agrupa a los creadores y promotores culturales, que los asesora, promueve...
.
La Pompa:
Es María Elena Castillo, una amiga real que tuve en Cuba. Es un apodo.
La Secundaria Básica:
Es un tipo de Escuela (de Educación Media).
La Religión Científica:
Es un término irónico que se usa en Cuba para criticar al gobierno que dijo ser marxista-leninista (ateo, materialista, científico) y después ha pactado con el Papa, ha hecho alianza con diversas religiones para preservar el poder; como si ya la religión se hubiera hecho científica.
La Habana:
Es la capital de Cuba.
La Sierra:
Se refiere a La Sierra Maestra que fue donde se alzaron los barbudos para destruir la tiranía de Fulgencio Batista.
La Terminal de Ómnibus:
Es de donde salen los autobuses, los carros, los medios de transportes populares, masivos; y uno de ellos se llama precisamente camello o transporte popular.
Las guaguas:
En Cuba son ómnibus.
La virgen de Los Cayos de San Felipe:
En Viñales, Pinar del Río, Cuba, es Antoñica Izquierdo, un personaje real que inventó la religión acuática que curaba con agua. Es conocida como La Santa, La Dolorosa... La acusaron de loca para deshacerse de ella y murió en el hospital de Mazorra en La Habana. Fidel Valverde escribió una novela de ficción sobre esto y antes se hizo la película Los días del Agua.
La señora Y, Z:
Es un modo de nombrar a las funcionarias o funcionarios, que hoy tienen nombre, y mañana no serán nadie, o serán olvidados por la historia y los hombres.
La Facultad de Superación y Recalificación de Ciencias Sociales:
Son Cursos Especiales para docentes en ejercicio para actualizarse en sus conocimientos académicos en La Universidad de La Habana. Existían en 1986 y yo asistí a uno de Filosofía; aunque me había graduado antes en Historia.
La Seguridad del Estado:
Es en Cuba un Órgano Represivo para preservar el poder. Es una Policía Política, que funciona abierta y veladamente. También le llaman la gestapo algunos.
La Tertulia de Yagruma:
Era una reunión de artistas, escritores, creadores, aficionados que se reunían de manera independiente a conversar y dar a conocer sus obras en la antigua casa del escritor Fidel Valverde en la calle Yagruma en la ciudad de Pinar del Río, Cuba.
La Venida de Jesucristo:
Es la esperada llegada del Rey que gobernará la Tierra en sustitución de los gobiernos humanos imperfectos todos sin excepción. Es el Reino de Dios.
La Biblioteca de Alejandría:
Está vinculada a las maravillas del mundo y lo uso para expresar conocimientos universales desde la antigüedad recopilados en libros.
La Gastronomía:
Es el sector de la economía en Cuba que tiene que ver con restaurantes, con comida...
Day Cares: es en Inglés Cuidado de Día-por ejemplo de niños. Son instituciones educativas.
La venida del Papa:
Es la visita del Papa Juan Pablo II.
La Misa del Gallo:
Es una ceremonia religiosa de la iglesia católica en las Navidades en diciembre.
La Coloma:
Es un puerto pesquero en Pinar del Río y tiene un Combinado que es donde se almacenan y procesan bonitos, langostas, mariscos, pescado de mar.
Pienso:
Es alimento para animales procesado industrialmente.
Paleticas:
Son paletas de helado o nieve de diferentes sabores.
Satos:
Así le llaman en Cuba a los perros que no son de raza o de clase, sino callejeros.
Timbiriche:
Es un pequeño negocio propio muy pobre.
Prólogo
¿Quién es la escritora, poetisa y periodista cubana Diana Margarita Cantón Martínez —Ruiz—:
Diana Margarita, es una de las grandes figuras de la narrativa y la poesía cubana. Su sencillez y devoción por la literatura cruza sin límites cualquier estilo, pues su creación es propia y profunda, sin palabras rebuscadas, y si con el sentimiento que caracteriza su idiosincrasia.
Diana desde las aulas en su quehacer de profesora y pedagoga, ha ido poco a poco sembrando en cada generación la fe y la cultura que todo hombre debe tener en la defensa inclaudicable de su carácter y sensibilidad, por lo que pudiera llamarse una creadora eficaz y de vasta experiencia dentro de sus seguidores.
Su obra cruza sin límites los senderos espinosos que le ha tocado vivir, dentro de una sociedad llena de tabúes, donde el hombre pasa a ser un ente social, no un precursor de ideas futuristas, y donde cada cual tenga el libre albedrío de ser quien es por su propia voluntad, no por cánones establecidos.
En su estancia en la Cuba natal, tuvo algunos logros dentro de las promociones literarias, como premios, menciones, y publicaciones de su obra, pero no todas las que merecía.
Después que corrió las cortinas de la realidad, fue relegada al último eslabón de la vida cultural, y expuesta a la inclemencia de la humillación por tener criterios propios, ser una fiel defensora de sus ideas, y formas de ver la vida.
Su espíritu renovador la salvó del hoyo donde los truhanes quisieron meterla, o donde algunos decidieron que estuviera, pero ella rompió la línea feroz del oportunismo y continúo su obra, haciendo de ella uno de los más sinceros y extensos testimonios que cubano alguno haya podido exponer a la luz pública.
Sin prejuicios ni ataduras sobrevivió a la problemática cubana, hostigada, perseguida, acosada, y despatriada, pero su pluma nunca se detuvo ni en los peores momentos, donde tuvo que renunciar a su labor educativa y dedicarse por unos míseros centavos a despalillar hojas de tabaco, o amasar croquetas en una fábrica pinareña.
Aun la recuerdo optimista y conforme, a pesar de que su corazón sangraba lentamente.
Nunca maldijo, ni se quejó, ni siquiera profanó de sus adversarios, solamente continuó la vida con su cruz al hombro, como ejemplo de una cristiana que sabe que en la nobleza está el triunfo espiritual, ese que más vale.
Nunca se me olvidará cuando andaba las calles de Pinar del Río a pie con sus espolones a puro grito o en carros de tracción animal con varias jabas —bolsas— de nylon llenas de pescado fresco, tratando de venderlos de forma furtiva para poder comer ese día.
Humilde, noble y esperanzada en un futuro mejor, siguió los pasos de Jehová, y su devoción por él la ha salvado del asecho implacable de los impíos.
Diana pudo salir del país con su realidad a cuestas, pero continuó su cultivo de ideas en cada poesía, testimonio, ensayo, y palabra que pronuncia con la fe y la dignidad que la caracterizan.
Hoy vive exiliada en Boise, Idaho, Estados Unidos, donde ni el frío, ni las fuertes nevadas, ni cualquier inclemencia o depresión económica, o familiar, la detienen en su quehacer libertario y precursor.
Su economía es muy simple, no tiene empleo estable ni a tiempo completo y su salud es complicada, por lo que serias limitaciones la imposibilitan de lograr el sueño americano, pero tiene una obra inmensa, llena de vivencias, experiencia, realidades, y más que todo un enorme caudal de sabiduría para quienes sean capaces de comprenderla.
Su blog circula por Internet, bajo el link:
http:// dianamargaritacanton.blogspot.com
Su correo electrónico es: cazadoradiana02@yahoo.es
Merece que el mundo le tienda una mano, que los amantes de la literatura le den el privilegio de leer su magnífica obra, llena de realidad cubana, por tales razones los invito a visitar su página particular.
Desde Miami, una de sus amigas de siempre.
Adela Soto Alvarez.
(Escritora, Poeta, y Periodista cubana, residente en Miami, Florida,
desde 2004 y autora de las novelas “El imperio de la Simulación”
y “Los azotes del Exilio” y de varios poemarios).
"MUCHACHA I y II"
A Diana en su 40 Aniversario: 10 de junio de 1993
Por: Adela Soto Alvarez
"Muchacha (1)"
Muchacha, eres víctima del miedo de los otros
por buscar la verdad en la dialéctica
y olvidar la furia del camino.
Los hombres en su madriguera vigilante
no dan tregua a tu paso,
la lengua brinca,
se convierte en flecha
y allá vas a sangrar sin conocer la causa.
Mutilan tus poemas
echándote culpas al centro de los ojos
y solo es el temor de los que navegan
entre el Delfín y el tigre.
Pero tú sigues en busca del triunfo
aunque quedes (exánime) debajo de la gente.
La ciudad no dice tu pena
ni la radio
ni los que dicen ser amigos tampoco
vas desconsolada a tu lecho sombrío
salvando entre papeles la tristeza.
Pero, muchacha, no te venzas
quien da tu nota grave no es el humo
es esa luz que escapa de tu mente
que aunque quieran cegarla
desliza al aire el grito de tu pecho.
"Muchacha (2)":
La muchacha no volvió del alero
ni su vestido azul, pero sí la forma de contar margaritas
para su nuevo paso, tapó el disparador de los discursos
y ahora vendrá cada mañana a subastar los dientes del payaso.
Su gran fiesta personal emana al viento su nota de silencio,
enormes bombarderos de tristeza, mordazas en los ojos del imbécil,
y en cada rincón la nueva trampa con su dosis de hastío.
La muchacha no volvió del alero
se perdió tras la última curva de los años.
Ahora le queda la resaca haciendo malabares
en el tiempo y la osadía de poner en sus versos
la palabra perfecta donde estallan las lenguas del hereje.
Poesía
"DIANA CAZADORA"
1996-CUBA.
"A Diana después de escribir sus Códices y la revista "Alerta" y ser expulsada del Partido Comunista por problemas ideológicos".
Por: Adela Soto Alvarez.
Diana Cazadora de Unicornios Cósmicos.
Tu verdad sepulta los violines,
desató el último columpio que meces al futuro.
Olvidaste que el Mundo es demasiado catastrófico
para convocarle raciocinios a la tierra.
Llegó la hora de las convulsiones
y todos ofrendaron su hiel almacenada.
Ahora aunque socaves con gemidos los parques y las plazas
a nadie le importa el hollín de tus lágrimas infantiles
ni tu casa desierta
donde los dromedarios apuñalaban tu mirada progresista.
Tampoco les importa tu vestidito de muchachita gélida
sorprendido ante los rascacielos de La Habana
ni el día que descubriste los caminos de la Andrómeda
trenzándole azucenas a la hidalguía de tus principios.
Es que la gente ignora tantas cosas
no saben de tu maleta repleta de consignas
y antídotos para la evasión
ni las veces que tus poemas te sirvieron de cuchillo
y la lengua se te hinchó
cuando un pintor descuidado
dejó actuar a su pincel sugerente..
Tú eres algo más que una Tesis de Historia o Filosofía
o una investigación multidisciplinaria
donde los mitos son playas
y el porvenir una canción ilimitada.
Fuiste estrella vidente
dueña del cauce de su paso equilibrado.
Estrella para Los Principitos y Aviadores
con ganas de reconocerte en los Astros.
Pero no fuiste estrella para el montón de musgos
que le crece a la nueva especie
ni para las golondrinas asustadas
que incendiaban las sienes de los Reyes y los dioses.
Ni para los ojos vertiginosos
que se apostaron extraviarte los aullidos.
Nada hay más triste que verte
al compás de las neuronas
alimentando una esperanza
o clavando alfileres
en los cuellos estrangulados
que troncharon tu goleta de papel,
tu muñeca de trapos
o la rosa de tu tiempo.
Ahora dónde pondrás tu nombre,
tu secreto o tu duelo.
Dónde hallarás una noche
verdaderamente tuya.
Hasta cuándo, amiga,
viajarás en los hombros
de un viento inoportuno.
Introducción:
Al menos desde 1989 Diana se empezó a escribir con minúscula, quizás porque fue una perestroika retardada e irremediable. Los otros que padecieron la pandemia se adaptaron y o salieron de su "crisis ideológica" a tiempo.
Diana, serafina, el Aviador y todos sus amigos tenían el cerebro avitaminado y padecían de locura lírica para proteger la virtud y seguir comprometidos con la gente, en tiempos en que los padres alertaban a los hijos no hacerlo para que no los marginaran, apresaran, deportaran...
Los padres con su miedo habían regalado balsas, bombos, visas, jineteos... La mala educación heredada era detestada hasta por los elefantes y yamas del Perú aplatanadas.
Casi nadie hacía caso de Martí porque los acusarían de tergiversarlo.
Más algunos valores universales llegaban indirectamente a través de El Principito.
Por eso alguien pensó en escribir "El Aviador".
El Unicornio Azul se fue por culpa de un frondoso baobab que apareció en el camino y que fue la reencarnación de Lucifer. Sus ramas eran de ignorancia y sus frutos de miedo, incomprensión, indolencia, insensibilidad y abulia.
El Principito regresó a su asteroide porque los sedientos y aplastantes camellos del desierto estaban tan ciegos que no vieron el profundo pozo de agua que había en el oasis. El agua era muy pura, procedía de un magnífico manantial que estaba en el centro mismo de la tierra. El agua tenía el color del Amor, el sabor de la Amistad, la ternura y el cariño y tenía el olor de la fe y la confianza.
Era todo un torrente de confesiones, sabiduría y antídoto contra todos los males del mundo.
Los camellos tenían escopetas, fusiles, granadas, antiaéreas y todo tipo de armas convencionales, nucleares y hasta por inventar; pero eran tan brutos y torpes que despidieron a la fuerza al Principito e hicieron partir al Aviador que más temprano que tarde tendría que partir de todos modos a otra larga guerra contra el fascismo en la que perdería la vida física, aunque finalmente sería eterno como el Amor mismo.
Los camellos parecían no ver que a su alrededor se ahogaban los seres humanos en alcohol fermentado con excretas de infantes, los chicos andaban descalzos, morían intoxicados, empezaban a fumar a los quince años, se drogaban, prostituían, vagaban hambrientos por las callejas de arena y perros satos escuálidos, sin trabajar, sin ser útiles a los demás, sin prepararse para el futuro.
El Aviador no era una monjita azul de favela ni llegó allí tan casualmente. En otro siglo nació y se crió en aquel lugar, pero tuvo que cumplir misiones en el extranjero y hasta en otras galaxias. Regresó rojo y consagrado a acabar con los males de su pueblo.
Al menos eso había soñado. Trajo la ciencia en sus motores y se puso a hacer experimentos con flores, muñecas, animales y toda suerte de instrumentos novedosos que traía en la mochila para contrarrestar las quemaduras del exceso de sol, lo cual no es más que una transfiguración de la sombra o el fuego fatuo de aquel cementerio al que todos temían porque sí, de aquel cementerio del desierto brotaban unas luces espantosas cada noche.
Los niños temían cruzar los oscuros caminos aunque fuera luna llena. Los brujeros preparaban unos caldos de sapos terribles que llevaban a cualquiera al otro mundo en cuestión de minutos.
Los curanderos del desierto hacían unos amarres eficaces para que los Doños Juanes lamieran hasta los pies de sus mujeres y fueran más fieles que Penélope. Después ellas no podrían volver a ser libres aunque quisieran.
Así le ocurrió a varias negras y mulatas hermosas que hicieron yuntas con mancebos blancos de estoico aspecto. Solo Julio, Juana, Filomena y unos cuantos hermanos trataban de abrir los ojos de los vecinos hablándoles de la tienda de Dios, de su trono y promesas de limpiar lágrimas y acabar con muerte, lamentos, clamor y dolor. Las cosas anteriores habrían pasado y Jehová haría nuevas todas las cosas. Este panorama encontró el Aviador al regresar a su aldea-desierto.
Pero los camellos miraron por el anteojo de la desconfianza a este ser extraño que aterrizó premeditadamente una tarde y empezó a leer poemas en un montículo de arena y a dar vino y té en vez de guarfarina de la constante y la sonante, de la de fabricación casera, con marca especial de calidad, superior a la coronilla, al chispa’etren y todos los inventos anteriores. Esta era capaz de cerrar cualquier entendedera y evitar rebeliones, sublevaciones y todo genero de trifulcas transformadoras del desierto.
No importaba que las personas a veces se entraran a machetazos, puñaladas; que familias enteras utilizaran combustibles y fuegos de todos los tipos para aniquilarse mutuamente, ni que nietos hicieran prácticas de tiro al blanco con ladrillos y piedras contra la cabeza de los abuelos. Había que “saber tirar y tirar bien”.
Lo importante era la paz de los camellos, que parecían ser más inteligentes que los hombres y mujeres.
Dirigían el Consejo de Ancianos de la tribu, tomaban las decisiones esenciales, declaraban la guerra a los desiertos de ultramar y conservaban la estabilidad interna.
Hacían unos informes objetivos, realistas, sensatos a los dromedarios —superiores— que jamás respiraban la arena, apoyándose en encuestas, números, por cientos, datos computarizados manipulados, donde más con menos siempre daba más. Estaban al día en todos los avances tecnológicos del Complejo Universal de los Desiertos. Usaban impresionistas máquinas de moler criterios subjetivos, individualidades atrofiadas que pudieran descollar como futuros líderes pensadores, reformadores sociales.
Las flores y los poetas eran el alimento predilecto de los camellos y dromedarios, como el de unos asnos que vivían más allá de la frontera, de la misma manera que los puercos comían perlas en los dominios cristianos. Olvidaron las fábulas de Herminio Almendros y a la Biblia no le dieron casi nunca ni un vistazo.
El Aviador se apareció con acuarelas, lápices de colores, libros clásicos universales para adultos y niños. Puso al Principito a empinar papalotes, a escuchar canciones y poemas raros, y lo más audaz: les repartió libretas para que inventaran poemas y cuentos propios. ¿Quién ha visto creatividad en un desierto en donde imperan los camellos y la sed?.
¿Qué se creyó este Aviador loco, aventurero, romántico? ¿Cómo venir a bailar en casa del trompo? A emplumar a La Florida-dijeron a puro coro desértico.
En eso había consistido su guerra, pero había que darle una lección. Y gracias que lo mandaron para Francia con una buena evaluación para que no se quejara. Bastaba ya de entrevistas, cuestionarios, encuestas, dibujos, composiciones, juegos, divertimentos que sacaban manchas a los soles y que podían poner en peligro con sus resultados multiplicadores el puesto de los camellos fundadores, consuetudinarios, sordos, ciegos, brujos de escobas temibles acostumbrados a dar con el martillo y a levantar pisos ajenos.
El Principito hasta se había hecho dramaturgo. Escenificaba tan bien que llenaba de flora y fauna el desierto. Podía convertirse en el animal predilecto, ayudar al resto de sus amigos, aunque hubiera escaso alimento, frío, tormenta. Sí, porque en este desierto podía hasta nevar con la imaginación.
El Aviador había enseñado a reparar los sueños, a ver Unicornios y todo tipo de seres mitológicos y bellos capaces hasta de dar masajes y echar bronceador en las espaldas y con un cubo y una roldada extraer el preciado líquido de la fuente de la vida.
El Principito estaba aprendiendo demasiado con el Aviador y eso era muy conflictivo, podía acarrear la regresión a un estadío inferior del desarrollo del desierto. Era mejor dejar las cosas como estaban y no crear tantos rollos y problemas.
Eso lo decían los camellos y sus superiores y las personas mayores estaban muy asustadas porque se había descubierto lo de las pirámides, las cajas fuertes, los números del sortilegio, las infidelidades, los brujazos, los golpes, los negocios —al por mayor y al por menor—, hasta de ojitos de yeso, protectores contra la mala suerte, las emigraciones, los éxodos, los robos y toda suerte de cosas incalculables e impensables.
Todo se sabía en el desierto y más allá también, pero las máscaras eran perfectas, se quitaban o se ponían en dependencia de las circunstancias. Solo a los amigos, a los sabios y a los santos podía-y en privado- mostrarse la verdad.
Esto lo enseñó un famoso teólogo a los primeros camellos del desierto a quienes hizo dios de barro, arena y costilla. Les insufló un alma capaz de doblarse y desdoblarse de manera oportuna.
Tan bien se había aprendido la lección del impostor que los padres, los abuelos, los tíos, amigos y vecinos se asustaron mucho cuando los pequeños fueron llevados al Confesionario por el relambío Aviador, infiltrado por la CIA, o al menos por los de LOS DERECHOS HUMANOS en el arenoso desierto-eso era lo que se decía, era la bola echada a rodar por los poderosos.
La noticia fue corriendo de boca en boca hasta que el Principito y el Aviador se separaron. Claro habría que ver si ya, pese a todo el Principito no aprendió la lección de reparar, encender, fundar; si en otro lugar, en otro desierto, más o menos adelantado, un Unicornio no reaparecería para unirse al Aviador y continuar tocando juntos El Azul, con la estrella que ilumina y mata.
Filomena y sus hermanos mientras leían a sus incrédulos vecinos... "No profanes a tu hija haciéndola prostituta, para que la tierra no cometa prostitución y la tierra realmente se llene de moral relajada".
La visita del Papa a Cuba en 1998:
El 21 de enero de 1998 me sentía diana de los pinos, el río, los caminos, diana misionera en desgracia; Cupido me hacía blanco en cada puesta de sol para que cobijara en su sombra y sanara con agua musical al más necesitado.
Estaba bajo los efectos de una influencia espiritista sin darme cuenta.
Pensaba que Josefina, Nila, de la Casa de la Cultura Municipal, así como Cachita, Valverde, la Pompa, Sixta, Aymee, Yaína, Adela y los otros, por lo menos 19 amigos, creían en mí pese a todos los estigmas y anatemas posteriores a marzo de 1996.
Josefina y Nila tenían —pensaba— cierto poder para darme otra oportunidad. La vida después demostró que no.
El 21 de enero mis cuatro hamburguesas sin pan, típicas de las tres y pico de la tarde saludaron desenvueltas el sobrevuelo casi rasante del Vicario de Cristo sobre la ciudad de nadie y mi nuevo reparto —el Hermanos Cruz, conocido por todos como El Calero, por el antiguo dueño del territorio probablemente—.
La gente estaba gritando y saludando en los balcones. Los muchachos de la Escuela Secundaria Básica Carlos Ulloa muy eufóricos, contagiantes de entusiasmo.
Pero no vi espejitos, banderitas, ni cosas espectaculares, como seguro los hubo en el casco urbano, en la catedral, el obispado, las iglesias y en el desierto mágico de mi Rancho original, ancestral, vedado, perdido desde 1993, por no tener pista de aterrizaje en él ya.
La Serafina —mi amiga— tal vez saludó desde el barrio de las extrañas casas y flores eróticas o desde un semillero o casa de tabaco, o desde una obra en construcción donde se inspiraría para una poesía más pura.
Lo cierto es que la destrucción de Babilonia La Grande se aproximaba-pensaba, ¿Sin saber exactamente todavía qué era? ¿En qué consistía?
Se cumplían todas las profecías, todos los hechizos, y yo seguía condenada por el maleficio del que no me acababa de librar.
Eso suponía en ese tiempo. No entendía nada ya ni de misas, ni de consignas, cantos
“Fidel presente, el Papa está presente, ¿consciente? —¿De qué? —Juan Pablo, amigo, Cuba está contigo. —Ya llegó, ya llegó, Juan Pablo II ya llegó...”
Yo no entendía nada de archivos y llamadas secretas, anónimas, desestabilizadoras, aprovechadoras de mi aprensión y sensibilidad.
Todo se había vuelto cada vez más satánico. Y los testigos de Jehová trabajando más fatigosos que nunca, avisando del ciclón más próximo que nunca, alertando a camellos, dromedarios, presidentes de Comités…, y uno de ellos: —No, yo estoy con Fidel y con el Papa, no con ustedes.
Sin saber nada de la Biblia, sin haberla leído nunca, pero curándose siempre con las hierbas de su madre, pasándole la mano ella a toda la familia y vecindad, recordando el mito. —realidad de Antoñica Izquierdo, de la que fueron vecinos. —decía ella en Los Cayos de San Felipe, antes de mudarse para el edificio.
El presidente era una gran persona, ejemplo en todo, el primero en chapear..., pero sólo repetía, obedecía; y no le iba mal, hasta un carro le habían dado por Vanguardia, y se lo dio al hermano que era quien llevaba al médico, la madre y a la hermana bobita.
Ni refrigerador tenía en la casa el presidente, aunque los viejos, los enfermos y niños y todos lo necesitaran tanto, aunque ya casi todos lo tenían, pero él era muy altruista y se animaba cuando llegaban los huevos, la jamonada mezclada y el picadillo de soya por "el esfuerzo del partido" en garantizar lo que debía ser permanente para tantos.
Al presidente le iba bien la canción: Viven muy felices, los que repiten la lección como aprendices,...los que mañana no serán ya ni raíces...Viven muy felices los que no miran más allá de sus narices… No digo yo…
Y el Aviador entrecomillaba sin ser exactamente textual aquella canción que recordaba en su novela y que era del tiempo de la gran crisis de la religión por las razones que hubieran sido, que era de la época del Ateísmo Científico y no de la Religión Científica.
Más la abuela de la Habana siempre lo decía: La revolución se hizo con los religiosos también, en La Sierra hubo mucha santería y los primeros discursos de Fidel eran con versículos bíblicos.
Pero El Aviador, La Serafina, yo y toda esa generación y la que le siguió aprendió en las escuelas que aquello era ignorancia, oscurantismo...y nos hicimos irreverentes.
Tal fue el desastre que ahora había que clamar por Dios otra vez, era la única esperanza de humanismo real o de poshumanismo, y eso a algunos que pensaban les chocaba psicológica, filosófica y políticamente.
Los oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior que cambiaron el tradicional cuadro del corazón de Jesús de sus padres y abuelos por las fotos de los nuevos dioses (humanos), se sentían algunos con el mundo al revés con aquello de tener que ir a misa por respeto, cortesía y todo lo demás; aunque muchos, en el fondo se alegraban de todo aquello que se correspondía con sus verdaderos sentimientos y con su subconsciente.
Algunos dudaban, sospechaban de la Iglesia católica, la veían como contrarrevolucionaria, se lo enseñaron en la práctica, aunque se dijera que no fue el mensaje oficial original, pero así lo captaban e interpretaban.
Mas, hasta esos lo veían como una bendición de Dios, como un rayo de luz la visita de aquel anciano con bastón, gorro, voz cansada, pero prestigioso, venerable, ejemplar, talentoso, audaz…
Otros comprendieron perfectamente que la alianza entre marxistas y cristianos revolucionarios no era solo táctica, sino además estratégica, que los evangélicos, por ejemplo, nos estaban enseñando con sus acciones a ser cristianos, y el líder poco a poco lo venía explicando, por lo menos desde el libro "Fidel y la religión" de Betto.
A esos el asunto no les tomó por sorpresa; pero fuera por lo que fuera: "las masas" iban para allá: como Vicente, para donde iba la gente, moldeablemente. Era normal.
Para otros era bien diabólico que religión y política conformaran un ajiaco que olía a Bizancio, a Roma...y no a criollo. Para ellos el beso a su tierra no se sabía de quién era, ¿de dónde venía realmente?.
Yo evadía coches y mostradores porque no tenía trabajo ni dinero; pero me envolvían otra vez los presuntos sofismas, volvían a enternecerme y agradecía la bendición para los pobres, enfermos, marginados, dañados en su cuerpo y espíritu, lo agradecía como las bendiciones, rezos y oraciones de mi madre en todos los tiempos desde la infancia.
Yo también alababa a Jesucristo, el hijo del Padre Jehová, fuera o no Dios hecho hombre, me daba igual la trinidad, el desdoblamiento o no de Verbo (Palabra) —Hombre
“Hijo que lavaba con sangre en la cruz los pecados” —Hombre pecador enjuiciado y con la dádiva de vida eterna.
No soportaba la idea de un infierno, me parecía monstruoso, ni tampoco me gustaba el espiritismo, el budismo, eso de reencarnar el alma en otros cuerpos con nuevas muertes, dolores, angustias, sufrimientos, calvarios…
Creía en Jehová Dios, en su hijo Jesucristo y en los apóstoles, héroes, mártires, en los que "sabían morir en su papel", no solo en la cruz, "de cara al sol”, en los sangrientos campos de batalla y en el hambre.
Era ecléctica, poshumanista, martiana, guevarista, silviófila, silvióloga en esa época. Y eso molestaba a unos cuantos.
Para mí "La muerte es —era— azul, es blanca, es color de perla, es la vuelta al gozo perdido, es un viaje…”
Amaba la vida. Para mí era un deber y un placer y un tormento vivir; había que tener valor para vivir y después ganar el derecho a descansar en paz, a ser libre, feliz, a ser bien recordada, a inspirar, a arrastrar a la gloria de la muerte; la eternidad la veía en los otros y no en mi misma individualmente; así me habían educado.
Más seguía confundida. No admitía imposiciones, castigos que me "entraran por el aro". No soportaba la idea de ser religiosa activa y practicante de ninguna religión. No soportaba la ritualidad, los dogmas, la obediencia.
El propio comunismo veía que en la práctica se había convertido en otra religión. Admitía solo el gobierno de Jehová desde mi casa, sin obligaciones de templos, iglesias, misas, horarios, citas....Aunque en realidad a veces iba, pero lo mismo a una que a otra confesión religiosa. Iba, como por cultura.
Conversaba con Jehová directamente, me confesaba a solas con él y le rogaba y le pedía. Pero no era de yeso, ni de papel, ni de cobre, ni de madera, ni de oro....Era abstracto, espiritual, invisible. Tenía una voz que no escuchaban mis oídos sino mi corazón, o mi cerebro.
Gracias a Jehová pude vencer todos los obstáculos de Satanás encarnado en "el bloqueo”, interno y externo, en la incomunicación a la que me sometieron camellos, dromedarios, serafines, bestias, serpientes, tigres…
En 1992 Clara González —musicóloga— se asombraba de que llamara a Dios por su nombre: Jehová. En 1996 dije al Rector de mi Universidad Pedagógica que:
Fue Jehová quien me llevó la maleta negra inmensa al Comité Central, el Consejo de Estado...... Usando sus ángeles, al pintor Toste, católico, y a muchos desconocidos que me la cargaron misteriosamente, después que mi esposo me la trasladó sobre su bicicleta hasta la Terminal de Ómnibus y la subimos a un camello o Transporte Popular —Impopular en Pinar del Río—.
Por todo eso ya en 1998 era la meta de unos pocos y no ya de Leonor —la joven profesora comunista—.
Era al menos un reto para otros. Si al final era excomulgada —como resultó, o separada, no había claudicado y había sido honesta, limpia, pura, santa como Jehová y Jesús, decente. Así pensaba entonces y hoy también.
¿Me quedaría el Partido de los Sueños donde jamás el candor sería desahuciado, donde las flores marchitas en asamblea podrían resucitar el jardín, un jardín tan o más bello que el del pintor-escultor… jardinero de esta novela de ficción?.
En él volaría sin temor el colibrí de Silvio y cantaría nada tímido el canario de la Virgen de Los Cayos para todos y con todos, y Taita René, el haitiano, no sería una trucha ni nada invisible.
Todos estos amigos serían eternos; no víctimas, incomprendidos, silenciados, sombra, instrumentos de nadie, perseguidos.
Porque todos ellos sabían que lo importante no era esquivar el laberinto, los espejos, el canto de sirenas; sino salir y superarlo, crecer, aunque Doña Daniela, Don Miguel, el Señor X, la Señora Y o Z silenciaran al simple, al humilde compañero.
Lo importante era un aula, una fábrica, un surco, un edificio, un niño, un vestido, un artista, un escritor, una verdad... —Eso pensaba yo cuando llegó Juan Pablo en 1998 y cuando Satán aún no había hecho ciertos malabares que me entretuvieron—.
La complejidad de mi transformación ideológica, filosófica, política, espiritual y psicológica es difícil de comprender hasta por mis propios hijos, hermano, familia en general, amigos…
Pero Jehová y yo y mis hermanos espirituales la entendemos muy bien. El puede cambiar las personalidades.
Nunca fui practicante de ninguna religión antes del 2005; aunque haya sido comunista desde 1968, socialista democrática desde 1999, luchadora formal por la democracia y los derechos humanos desde 1999.
Del comunismo pasé a una ecléctica o confusión y de ahí al cristianismo. Ya en los años 70 me había leído por cuenta propia Génesis y Apocalipsis o Revelación. En los 80 mi hermano me había leído Eclesiastés y algunos Salmos. A principios de los 90 me leí Job.
En 1986 fui por segunda vez en mi vida a una Iglesia (católica) en Miramar a realizar una clase práctica de Ateísmo Científico indicada por una profesora rusa de la Facultad de Superación y Recalificación de Ciencias Sociales en La Universidad de La Habana. En Camagüey en los 90 visité algunas iglesias como parte del Programa de un Evento nacional de Extensión Universitaria que comenzó en la iglesia vinculada a la muerte del Mayor Ignacio Agramonte, pues cultura, patriotismo y religión casi siempre han tenido relación.
Recuerdo que muchos nos miramos con recelo de que otro(s) nos delatara al regresar, pues aunque era un evento oficial, aún había muchos prejuicios respecto a la religión.
Alrededor de 1994 empecé a vincularme con Dagoberto Valdés, la revista Vitral y el Centro de Formación Cívica y Religiosa, pero a la vez ya estudiaba la Biblia con los testigos de Jehová y leía de todas las filosofías y religiones que podía encontrar.
Estaba muy abierta a todo conocimiento, cultura, espiritualidad.
Solo después del 2005 hice una elección (a los 52 años). En 1997-98 vi videos y leí sobre Juan Pablo II y llegué a ilusionarme con su visita. Incluso le escribí una carta-testimonio que evidenciaba un acercamiento al catolicismo que nunca se llegó a convertir en bautismo consciente.
Mi único bautismo católico fue alrededor de los 7 meses de edad.
Mi bautismo comunista fue en 1968 después de la muerte del Che Guevara; lo demás fue pura confusión e indefinición por la que pasaron muchos en la izquierda, incluso antes que yo aunque hoy no lo digan y aunque jamás hayan perdido los frijoles.
Nunca fui de centro, ni mucho menos de derecha en política. Más bien tuve fama de ultraizquierdista pues defendí más el fidelismo y sobre todo el comunismo que muchos que sí fueron condecorados por la Seguridad del Estado; a mí no me condecoraron, ni yo me dejaría condecorar jamás. Lo que sí nunca he dejado de ser es una mujer de fe.
Todo lo he hecho con fe y gran pasión y convicción. Aclaro esto para que se entienda lo que contaré después.
Y además destaco que en 1995 cuando escribí Profecías, influida por interpretaciones evangélicas de su cumplimiento que me dio a leer mi hermano, tampoco tenía compromisos religiosos con nadie; las escribí porque las sentía, porque estaba muy enamorada en ese entonces y porque por encima de todo ya amaba de algún modo a Dios (además de al pueblo de Cuba y al género humano).
Nada de lo que he escrito ha carecido de Amor nunca.
Yo diría que ese Jesucristo al que le estoy escribiendo ahí, es más erótico que perfecto y espiritual (Dios o hijo de Dios). En esos momentos no tenía muy clara la diferencia entre Jehová y Cristo, entre Dios y dioses. Eso ni remotamente empequeñece mi visión actual de Cristo, al contrario.
El escritor, poeta, crítico, ensayista y viejo amigo Fidel Valverde, había escrito antes:
Proemio al cuaderno de poesía ilustrada Profecías 1995
De Diana M .Cantón:
Nabucodonosor, tómame, invádeme. Así casi empieza el nuevo libro de poesía de Diana Margarita Cantón. Se llama Profecías. Escrito en un tono de intensa emoción.
Poesía que se nos presenta en tono mayor y nos trae remembranza de temas bíblicos que se insertan en el presente como solo la poesía puede insertar.
Esta poética tiene raíces de angustia; lo contingente y el deterioro de las ideologías, estremecen los cimientos de su edificio poético.
Aunque algunos señalan un misticismo exacerbado, este solo es uno de los matices que la bañan, máxime cuando el misticismo está en función de crisis ante lo que la rodea.
Se viste esta poesía de ansiedad; honda angustia la transita y Sodoma y Gomorra y Tiros y los Jardines Colgantes de Babilonia están en cualquier parte y en cualquier época.
Diana se nos presenta como una ciudad desposeída de sus mejores alhajas, ciudad agónica, el Agón griego recrea su fatalismo.
La fata Morgana nórdica merodea entre sus muros, porque son ciudades muradas, se rompen los muros y entre sus ruinas resurge una ciudad moderna, también murada, pero con muros invisibles, porque los muros están fabricados de prejuicios, perjuros, hipocresías y malas tendencias morales.
Pasear por Sidón y no encontrar la rosa, tender tus redes de pescador sobre Tiros destruida, con voz del mejor lirismo, con estentóreo de tragedia sofloqueana o con terribilidad de Viejo Testamento y saberlo hacer con capacidad de evocación, le da a esta poesía presencia intemporal, en la que lo pasado se hace presente y lo presente siempre.
Sin alardes de erudición, sin visos de alardes tecniqueros, esta poesía nos acerca a la poetisa, nos envuelve como una ola marina del Ponto Euxinio, por donde las cóncavas naves nuestras se encuentran los puertos desolados.
Sin tonos declamatorios Diana va tejiendo un paño en el que se narra a sí mismo evocando y convocando a fijarnos a un mundo tan viejo y a la vez tan contemporáneo que nos lastra porque también nosotros estamos inmersos en esa crisis.
Cualquiera no puede ser Nabucodonosor, pero cualquiera que viva esta época, la tragedia que estamos viviendo, puede ser Tiros, Sodoma, o Nínive, malditas todas las ciudades, maldita no solo por la espada de Jehová de los Ejércitos, sino por la voz de Diana Margarita Cantón que utiliza sus símbolos, sus metáforas y sus alegorías para que la mujer de Lot trate de no mirar hacia atrás, que se salve de convertirse en estatua de sal.
Al fin y al cabo, a pesar del Agón, en esta poesía a pesar de los propósitos de la autora sienta su trono Afrodita, o Venus, o Yemayá o para referirlo más abstractamente, el Amor, en este caso más pagano que cristiano, más profano que beato. Esta poesía, rica en matices, transida de sentimientos, está erigida como en piedra mármol.
Diana demuestra una vez más que la poesía cuando es verdadera no se puede encasillar, ni en escuelas, ni en corrientes (que todas van al mar, que es el morir).Según Manrique. Una vez más la poesía anda libre fundando corazones.
Fidel Valverde Montano.
Yagruma 1995.
Pinar del Río-Cuba.
Este poemario fue editado e impreso extraoficialmente en el Centro de Cálculo del Instituto Superior (Universidad Pedagógica) de Pinar del Río, Cuba, ilustrado por Jesús Carrete y lanzado en la Tertulia de Yagruma, en casa del escritor que lo prologa, visitada por ilustres como el académico norteamericano Daniel Barker, aplatanado en ese tiempo en el Edificio Focsa junto a una guanabacoense.
Muestra del Poemario:
“La Puerta de Oro”
No se abrirá esta puerta de oro para nadie, Príncipe mío. Solo tú te sentarás en ella para comer mi pan delante de Jehová. Sigue tu camino hacia el valle del Cedrón. Entrarás triunfal por mí que es ella, hasta Jerusalén .El sultán Suleimán reconstruyó mis muros y ordenó cerrarme.
El restauró mis arcos y ornamentos, amuralló mis aberturas. El Kaiser Guillermo II de Alemania no tomará Jerusalén, ni me abrirá para su entrada victoriosa .No podrá pisotear la profecía, ni violarla. Esta puerta espera tu retorno, Cristo. Este templo, esta ciudad te aguarda.
El poema Tiene influencia evangélica, más es aún una etapa ecléctica de mi concepción del mundo y estética .En realidad demoré mucho para romper con el comunismo al menos como ideal y para abrazar el cristianismo:
También antes Valverde había escrito un Prólogo a mi libro de Poesía:
"EL AZUL SI SE PUEDE TOCAR" 1990.CUBA.
"Sobre Cierta Poesía:"
Dijo Balzac:"El conformismo es el suicidio cotidiano".Digo yo: Todo conformismo es reaccionario.Dice un adagio popular:
"Tanta culpa tiene el que mata la vaca, como el que le sujeta las patas".Y existen muchas maneras de ser culpable de un acto indigno, sin que llegue uno a ejecutarlo; es permitiéndolo, haciendo silencio, mostrando fina indolencia.
Hay debajo de nuestro mundo organizado, un sub-mundo de hombres que pululan como los gusanos en torno de un cadáver, y hay otros hombres que se complacen en ver esa gusanera y no denunciarla; en ese sub-mundo (Que también ha logrado cierta organización) está:
a) Los ciudadanos de doble moral. Los que aplauden al ministro para recibir provecho personal del aplauso.
b) El hipócrita que ha conformado su moralidad a favor de las circunstancias.
c) El que roba por tener y atribuirse la potestad para hacerlo.
d) El que ha llegado a acumular objetos preciosos .Pero en su mente no acumula ni una idea noble.
e) Etcétera.
Contra ese sub-mundo arremete como una furia la poesía de Diana Margarita Cantón.
Por sus poemas desfilan los apáticos,,los arribistas ,los hombres de rebaño ,los simuladores profesionales, los bachilleres y licenciados del fraude ,los generales y doctores dogmáticos, los funcionarios dañinos ,los que se ocultan detrás de un carné del partido y hacen más daño que una jauría de yanquis.
Los dirigentes pequeño-burgueses (Que pueden censurar este escrito).Y que se han apartado del pueblo y gozan de los privilegios que les da su posición.
Desfilan los agraciados por una vida fácil, los bautizados por tener padrinos, los energúmenos que gozan de una posición sólida. Los que tienen un gran talento para llegar a ocupar una relevante posición social y toman la patria como pedestal y no como altar.
Todo un elenco de autores con los que constantemente se está chocando en esas oficinas atestadas de parásitos, salvo excepciones y contra los que la impotencia de un ciudadano honrado se estrellaría y que solo podrá resolverse de una manera colectiva, Lanzando al pueblo que suda la camisa contra ellos.
La poesía de la Cantón, va en busca de una Etica y precisamente por eso dobla campana contra la falta de ética y espiritualidad.
Es agresiva porque agrede a esos bajos valores que se heredaron del capitalismo y se ensayaron en los países socialistas de Europa del Este dando catastróficos resultados.
Contra los señores que quieren reeditar la vida burguesa ,los reformistas seudo-capitalistas y contra los quietistas, los perennes, los que se oponen a los cambios efectivos dentro de nuestra civilización socialista caribe, porque ven afectados sus intereses.
Todo esto es lo que sangra la poesía de Diana Margarita Cantón Martínez ,por eso se ha buscado problemas y se buscará .Ella, la no conformista ,la batalladora como una pasionaria ,tendrá que seguir bregando contra ese sub-mundo que esperamos algún día sea barrido de la faz de nuestra Isla.
Por eso yo veo su poesía como una furia, como una denuncia .Hay quienes la critican despreciativamente porque ellos mismos son retratados por su poética .Resta decir que solo el tiempo hará justicia. Por ahora hay muchos contemporáneos cegatos y otros que no les conviene ver dónde está lo que vale y cuando promueven lo hacen por sacar personalmente beneficio y este tipo de promotor cultural ,también queda atrapado en el mundo dantesco de Diana Margarita.
Ella sabrá cuidarse del canto de sirena para consagrarse a hacer una obra respetable.
Salud Diana.
Les morimutis te salutan.
Fidel Valverde Montano,
CUBA-1990
(Miembro de la Unión Nacional de Escritores de Cuba).
En el recital de Poesía donde se lanzó este Poemario y se leyó este Prólogo en el Museo Antonio Guiteras Holmes, en la ciudad pinareña, solo mi amigo de entonces Felipe Ferro, decimista, poeta, se molestó con el Prólogo, por no considerarlo atinado, sino oportunista.
Una pequeña muestra de “El azul…”:
Antes me veía transparente en el espejo del mundo de un camino negro y otro blanco, antes creía el alegato de los pedestales y no escribía versos taciturnos.
Antes mi voz cortaba con el filo del espíritu. Ahora los caminos se entremezclan y mi sombra se burla de esa imagen.
(1989).
"Fragmento":
(...)
Los dos buscándonos a tientas en los siglos de los siglos. Los dos perdidos en laberintos equidistantes. Los dos, de pronto, concurriendo para volvernos a alejar. Tú galopándome la piel, arrimando tu sueño a mi pecho y el mundo, y el miedo abriendo la compuerta.
Los dos dispuestos a morir militando las huestes del desenfado y con la vida al pie de la cruz que nos aguarda.
(1989)
Nota:
Este Poemario fue ilustrado, como la mayoría, por Jesús Carrete, pero nunca se convirtió en una publicación oficial, legal, que reportara dinero en Cuba, como ninguno de mis libros.
Pero hasta 1994 mi obra fue bastante difundida y conocida por muchos a través de la prensa, la radio, la televisión y diferentes espacios culturales.
En 1998, mi amigo El Aviador sabía que yo no solo esperaba por la fuerza activa de Dios, por el Espíritu Santo, por la Venida de Jesucristo o del Santo Padre, o Santidad Juan Pablo II: ("Se ve, se siente, Juan Pablo está presente").Yo esperaba además por mi padre de sangre roja, boca negra y corazón azul.
Tenía le esperanza de que llegara en el Crucero, pensaba que gratuitamente o al menos a precio muy módico; pero suspendieron el Crucero, y al parecer tampoco pudo hacer el viaje mi padre en el lomo de un elefante o un Unicornio Azul.
Seguía perdido y desde septiembre del 97 no respondía las cartas, ni llamaba. Alina Alicia al parecer tampoco regresó de New Jersey, aunque de allá vinieron peregrinos, como 420 de New York, 300 de México y muchos de todas partes, ¡váyase a ver por qué vías!.
Gritaban algunos:
"Viva Jesucristo, nuestro rey"; pero el Unicornio no volvía y si lo hiciera. —dijo Nelson Castillo, que nada tenía de tonto, lo había demostrado," sería con la pata partida, o tal vez Manco o sin dedos”.
Era mejor ser Unicornio de sí mismo, amigó de uno mismo, ese era el amigo más sublime y discreto. —me dijo el poeta.
En "Excesiva Presencia", Alina Alicia lo sugería también, a través de sus recurrencias filosóficas orientales del Badgabadguita.
Silvio también había cantado "el mundo propio siempre es el mejor”. Y hasta las Sagradas Escrituras aconsejaban u ordenaban:"Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Mas yo me había amado siempre demasiado poco a mi misma; ahí estaba la raíz de casi todos mis males.
Recordaba mi Amor por mis juguetes, mis mascotas nada carnales por lo general, no porque no quisiera sino porque no me las permitían mis primeros dueños.
Recordaba mis fetiches, ídolos, imágenes, fotos, libros...Sustitutos de dioses y santos formales.
Aprendí a temer no a Dios, sino a otras cosas, pero conservé una gran capacidad de asombro, deslumbramiento poético. Aún no había tenido un encuentro personal con Jesucristo como mi hermano, pero los destellos del Espíritu Santo pensaban que me iluminan de algún modo, sobre todo en mis Letras.
Amé como La Serafina al Aviador, pero lo desacralicé o lo consideré un espejismo. Sabía que no había visto de verdad jamás a un extraterrestre ni a un duende ni nada de eso, que los esplendores de talento estaban en mi imaginación y en mi propio corazón bondadoso.
No había dado con mi otra mitad y la inventaba de papel. Había amado intensamente, pero no encontraba dónde rebotar. Como dijo Michy:"Diana ama como no ama nadie”.
Lo dijo porque lo pensaba y para defenderme de los que me interpretaban mal.
Mis príncipes y reyes acababan malogrados, expectativas falsas, pálidos, sin brillo, brío y lumbrera, hechos sofismas terrenales, y no azules, escamosos, capaces de llegar al lado de mi amiga atravesando las aureolas del dolor, procedente de otro mundo más puro, espiritual, para rendirse a los pies de su amada.
Para mí todo era rutinario, vulgar una vez materializado con los otros pecadores de este mundo.
Mientras, Satanás y sus demonios me telefoneaban groserías espantosas que ya hoy no escribiría, pero que pueden perfectamente imaginar; eran las que se decían a todos los que consideraban enemigos o adversarios. Todo para que "no arreglara más el mundo" ni “tocara más el Azul”.
Yo sabía el lado divino de los susurros mágicos y hacía Literatura y sacramentos inspirados.
El Aviador, La Serafina, mi padre, mis amigos...y yo habíamos sido utilizados, usados y desechados.
Todos estábamos amenazados sino nos arrepentíamos y obedecíamos al dios falso. Todos amenazados, hasta los más fieles y honrados; aunque algunos no sospechaban que correrían destinos similares y hasta peores que el mío.
La Serafina, entre dulces, buñuelos, croquetas, empanadas, hojas de guayaba y tabaco, picos y palas y demás artefactos agrícolas y constructivos llegaba a su casa tan deshecha que había perdido sus alucinaciones con el Aviador, el Extraterrestre, el Muerto, el Internacionalista que conoció en El Cementerio católico.
El trabajo físico era tremenda terapia, al menos en esa fase de su patología.
Aquellos seres que en realidad veía en sus visiones fantasmagóricas, le hablaban; ahora se acercaban inútilmente a enamorarla, la tocaban, la sacudían fuertemente y ya no los percibía.
El trabajo era la nueva fantasía impuesta, la nueva sal de la vida: el trabajo físico intenso. Ella estaba fuerte, joven todavía, y pudo soportarlo al menos un tiempo.
En todo caso su nuevo amante fantástico era ahora Morfeo. Había puesto los pies sobre la tierra, para bien o para mal... ¿Por cuánto tiempo? Nadie lo sabía entonces. ¿Opciones?:
¿Hacer paleticas, papas rellenas u otros comestibles por cuenta propia en su casa, con patente o sin ella, arriesgarse, vender clandestinamente sus poemas o alquilar sus libros de cabecera, salvados de la Biblioteca de Alejandría, cobrar tarifas especializadas en su teléfono, alquilar un cuarto de su casa, criar pollos con pienso desviado o robado al estado impopular, meterse a posaderas ¿…?
¿Saldrían La Serafina y hasta yo misma de nuestras rigideces morales y legales, de nuestro miedo al hombre? ¿Seríamos tan "dialécticas" como los gobernantes mismos?
¿Nos quedarían ganancias cuando pagáramos los impuestos? ¿Nos atreveríamos a no pagar impuestos, como tantos? ¿Nos acostumbraríamos a ser "normales”, “cuerdas"?
Mientras andábamos en esos conflictos éticos y morales, me seguía asombrando con las flores que hallaba a mi paso, con los animales, los astros, el mar, las puestas de sol, los niños, los poemas…
Me conmocionaba ante la hermana de mi último héroe —idealizados— masticando “chiclets” —sin imaginar que yo misma los masticaría después—, ante mi entrevistado diciéndome aquellas barbaridades como que “pertenecía a la clase burguesa”, pero por eso “podía darme una botella (ride)”.
Ironía de mi héroe para la que no estaba preparada en 1992.
Me asombraba de que mi vieja amiga camella, ya jubilada, vendiera en un timbiriche en el parque para buscarse el resto del sustento familiar porque el retiro ni los sueldos alcanzaban; mientras yo me desgastaba en aquellas contiendas del país mal gobernado, que finalmente me trajeron el despido y algunos vaticinaron que pararía en boba o loca.
Me conmocionaba con las casas llenas de jaulas de pollos y hasta puercos en la ciudad, alimentados sin escrúpulos con el pienso robado al estado y revendido luego a otros.
Casi nadie indagaba la génesis de nada para poder comer, vestir, calzarse, tener un techo. Casi nadie era Aviador o diana. Yo lo había creído todo, como mi padre al inicio.
Me asombraba con la muchacha apenada al salir del cuarto con su amante, alquilado a escondidas por mi amiga camella, ¿me asombraba de su explicación relativista y objetiva y dialéctica y ética?.
Hasta Engels la sacaba de paso: La moral ha cambiado tanto de pueblo en pueblo y de generación en generación, que no pocas veces, hasta se contradice.
Aquel cuarto antes había sido quizás de la criada de la casa de unos señores que se fueron del país, ahora no lo habitaban burgueses, la amiga y compañera lo había acondicionado como motel casi de lujo y con espejos.
Solo le faltaban cañas bravas a la entrada por las que se filtraran los rayos del sol.
Estaba obligada a hacerlo.—me dijo, por los hijos, la hermana esquizofrénica, el tío bobo y el padre arterio-esclerótico, sino se morirían de hambre, porque ni marido tenía; el pasillo lateral de la casa era la coartada perfecta, pero el peligro de que el vecindario chismoso, malicioso sospechara y pusiera en tela de juicio la fachada, la máscara de la camella-amiga que en verdad era buena y humana, pero estaba embarcada por sus circunstancias malditas, que eran similares a las de muchos, la llevaban a entrar a sus usuarios como Pedro por su casa por la puerta principal.
Y ya la gente no estaba tanto para esos tipos de vigilancia porque el que más y el que menos inventaban, pero por si acaso era mejor prever la denuncia.
Cuando el señor Papa Juan Pablo II arribó a "la siempre fiel Isla de Cuba", La Serafina y yo nos asombrábamos de lo que estaba sucediendo en Educación, Salud Pública, la Gastronomía, los Cultivos Varios, las plantas medicinales, la zafra del tabaco, la construcción, las microbrigadas, los círculos infantiles (Day Cares)... Nos asombrábamos de lo que para todos ya era normal.
Por ejemplo de que hasta el psiquiatra también resolviera el petróleo en el hospital, del mismo modo que el obrero agrícola semidelincuente al que nombré Robin Hood; de que ambos lo hicieran porque no tenían combustible para cocinar, aunque el Doctor vivía en el campo y "el de la bolaita" en El Maica, en la ciudad pinareña, en uno de sus suburbios más famosos, en el arrabal, en la periferia del Casco Urbano, y aunque el mulato lo revendía para comprar dólares y guarfarina para esperar la subida del santo y la bajada del muerto en el bembé del 17 de diciembre —Día de San Lázaro—. Me asombraba yo de todos los preludios de la Venida del Papa.
Mi asombro social venía sobre todo de 1989 y 1992 y 1994 hacia acá, en que nos sacaron de la urna de cristal acuático, isleño. Me asombraba ya menos de la autorización de la celebración de la Navidad por una vez.
En realidad la quería en ese entonces para siempre, pues la asociaba con la abundancia de comidas exquisitas, alegría, fiestas de esos días en la infancia y adolescencia, más que porque me llevaran a la Iglesia, ni a la Misa del Gallo, ni nada de eso. Mi familia no tenía esos hábitos.
Me asombraba con los amigos y conocidos camellos y hasta dromedarios cambiando y comprando pescado, bonito y langosta en el Puerto de La Coloma para traficarlo por dólares en La Habana, algunos de los cuales se hicieron después Másters y Doctores, viajaron por muchos países, cumplieron diversas misiones, subieron a las tribunas abiertas en convenciones… generales y doctores de toda laya.
Me asombraba de los que devenían en corredores de permutas ilegales porque “había que escapar"; todos teníamos sangre isleña, china, negra, india en menor magnitud.
La Serafina —mi amiga— y yo nos asombrábamos infantilmente, izquierdistamente de nuestro entorno raro, de nuestra realidad mágica, fantasmagórica, alucinante, infernal, surrealista, dadaísta, esotérica.
Estábamos perplejas de tanta ficción, de tanto absurdo. Éramos niñas ingenuas, candorosas, desahuciadas.
Nos alarmábamos con nuestros hijos coleccionando etiquetas de productos vendidos en las tiendas por dólares. Las pegaban en libretas y todo y el signo dólar era para nosotras como la marca de la bestia.
Nuestros hijos eran expulsados de la escuela por problemas de violencia aparentemente, pero sabíamos que en el fondo era por gustarles el Inglés y no el Ruso y el Rock and Roll y no la música y los bailes en español; aunque después se fueran expandiendo inevitablemente.
Como nos sentíamos las madres de todos los cubanos, sufríamos por los que vendían cosas ilegales y hasta dólares, por los que se hicieron jineteros para vestirse regular, a la moda, y no ser tan Doñas Perfectas como nosotras, y poder ir a La Habana a ver un concierto de Rock o de Varela: el nuevo héroe rebelde y patriota.
Nos lamentábamos mi amiga y yo de habernos perdido en nuestra juventud las orgías de los Festivales de Varadero, y solo haber conocido la maravillosa Playa en nuestra luna de miel de invierno, en que había menos demanda, el precio se rebajaba, y de proteína solo había pescado, leche, sus derivados, lo que obligaba a emigrar a comer a Las Cuevas de Bellamar, a Colón y hasta a Jovellanos, cosa que también tenía sus verdaderos encantos.
Nos faltó siempre audacia práctica y pragmática, cosa que ya era cotidiana también en nuestro mundo.
Nos habíamos asombrado de descubrir que muchos editores y escritores hasta de nuestra cofradía amistosa eran “gays”, de que varios de ellos publicaron y viajaron más con el sexo que con las letras mismas, aunque al final acabaran fregando o lavando platos en España.
Nos asombrábamos de que nuestro amigo poeta y novelista que llegó a la fama por su talento real, llevara chicas a los extranjeros y guardara hasta los negativos pornográficos, argumentando que “sólo se podía escribir cuando se acumulaban vivencias de todo tipo, y que además solo así podía mantener a su familia; era culpa de sus circunstancias y no solo de su curiosidad”.
Nos asombrábamos de nuestra propia corrupción gradual, inevitable, aplastante, ineludible, destructiva, salvadora de la carne y el estómago propios y ajenos, que nos sometía a un permanente conflicto moral interno.
Tratábamos de achacarlo a nuestra naturaleza humana; pero nosotras siempre nos creímos diosas, extraterrestres, suprahumanas también como El Aviador.
¿Acaso La Serafina y El Aviador eran falsas expectativas, desdoblamientos fantásticos de mi personalidad?.
Así andaban las cosas cuando esperaba a mi padre, el colchonero, porque bastantes que arregló a hurtadillas antes de irse por el Mariel en 1980.
Mi padre, el vendedor de perfumes, sobrecamas, medallitas de santos, mi padre el creyonista que pintaba de colorado los labios de una muerta, y tenía que huir con su primo Lalo por una broma tan pesada a los guajiros.
Sí, La Serafina era a la vez, de algún modo impropuesto, Camella como yo, y a la vez, persona y extraterrestre. Así éramos en ese tiempo las dos.
Y eso nos traía muchos líos con todo el mundo, reduciéndonos a desierto evidente, a granos de arena, a mitades dispersas.
La Serafina se reencontró con el terrícola músico. —pintor-escultor-artesano— jardinero… varias veces más.
En ocasiones lo llamó y lo saludó entusiasta, le dio su teléfono, otras trató de ignorarlo, pero él la saludaba lo mismo solo que con su camella en la parrilla de la bicicleta, como si no hubiera sucedido nada: "las máscaras eran perfectas".
"Todos sabían usarlas”. En el fondo todos se amaban sin embargo de algún modo, luciferinamente por demás. Por eso él enamoraba a todas las mujeres, incluidas sus amigas, todas eran “las más sexis, las más pepillas del mundo, lo máximo".
A veces La Serafina entretenida en sus especulaciones y abstracciones se enredó con su bicicleta en el cruce de alguna esquina, se citaban para explicarse qué habían significado uno para el otro, y se embarcaban mutuamente, pero jamás se guardaban rencor ni se tomaban en serio; siempre fue así desde el principio; era como un juego infantil muy serio y peligroso a la vez.
Él le negaba estar con su camella, era solo una vieja amiga. —le decía, pero ella no lo creía. Como suscribió desenfadadamente un cochero:"Yo soy soltero, la casada es mi mujer”. Lo pintó bien grande en su coche de transportar personas por el desierto.
Ya La Serafina se había desilusionado, y continuó prefiriendo su incierto Aviador. Soñaba con él despierta y dormida; soñaba en realidad con sus numerosos amores, hasta con los más fugaces, azules e inolvidables.
Y continuaba a la vez haciendo el amor de verdad en las sábanas, en el baño, en la cocina, en toda la casa; ya no en las Playas, los ríos, montes, aserríos, clubes, cabarets, cines, trenes, elevadores, tejados, moteles, campos de henequén, casas en construcción, albergues INIT, (Instituto Nacional de la Industria Turística).
En un solitario, aburrido día festivo y de desfiles, el polifacético tocaba tambores en la calle, y todo se alegró, se iluminó momentáneamente. Ella le volvió a dar su teléfono amistoso.
Se lo había dejado antes por la ventana de la otrora casa extraña, —erótica-mágica— embrujada, ya choza desvencijada, con las tablas caídas y una gran percha de ropa lujosa y con lentejuelas, en las que invertía los dólares adquiridos con su arte cantor.
Los cactus y todas las flores se habían marchitado. Otro día lo visitó con una amiga, sólo para descargar, y encontró a la camella enferma, sola y triste.
No progresaba su economía ni nada con él, que era tanto y nada a la vez, pero lo amaba. No eran felices, se notaba.
Pero El Aviador, La Serafina y el escultor...iban perdiendo gradualmente y a veces velozmente también el protagonismo de la novela.
El Aviador ya casi ni la escribía. Yo, la diosa, me le aposesionaba. ¿Sufría una vivencia esotérica, numerológica, astrológica, espiritista, quiromántica, inusitada, parasicológica, diabólica?.
Debía deshacerme de ella, y me puse a leer las oraciones, plegarias y alabanzas a Jehová de los Salmos bíblicos, que me devolvieron la paz que requeríamos El Aviador y yo para escribir la novela, el testimonio, la Crónica, lo que fuera...Surisaday Acosta y sus hermanas trataban de ayudarme a comprender la Biblia, pero tenía que comprenderla después por mí misma.
Yo me resistía a hacer el voto unido, pero aquella imagen del socialismo manco, me enterneció otra vez.
Lo habían amputado, pero ¿vivía?. En realidad pensaba que siempre había sido mentira en todas partes, el propio Marx explicaba que sería burdo cualquier intento prematuro. Pero antes de 1989 no lo tenía tan claro.
Había leído La Ideología Alemana, pero no aún las revistas Sputniks ni las Tiempos Nuevos. Lo cierto era que cuando el socialismo echara mano y dedos otra vez, ya sería polvo, ánima en pena, luciérnaga: otra cosa.
Mi maleficio parecía ser tener que dedicarme a la Literatura a tiempo completo y de gratis; ser escritora independiente e inédita. No me había buscado un representante jurídico, ni nadie se me había brindado para eso.
A los establecidos, y a la mayoría, al vulgo, eso se les antojó un excentricismo de Valverde, que era un provinciano que tenía que salir a flote y nadie hacía nada por él ni por los otros.
Era un argumento sólido, —me pareció. —y lo defendí de muchos, porque siempre creí más en su talento que en él mismo y sus acciones con los semejantes. Me interesaba más su creación que el creador literario, otro imperfecto más, otro loco o infeliz más.
De ahí que no me tomó por sorpresa que en abril de 1998 su novela Yerbabuena saliera a la luz con 500 ejemplares por Policigraf con el sello de la Loynaz, y no de la Editorial Unión, porque después de todo, antes de ser del mundo, de España, de Argentina, de La Habana...primero él era de La Cenicienta, de La Princesa ¿?, de Pinar del Río, de La Jía, del Lázaro Acosta, de la favela, del Rancho, del Ranchito.
Y al final sería del Universo, del polvo, del recuerdo. Valverde había sido el único escritor, conocido por nosotros, de Cuba, que recibió una carta nada menos que de la Editorial Planeta de España pidiéndole un ejemplar de su primera novela, pues la sinopsis que recibieron del Representante Jurídico los dejó perplejos a ellos, editores de García Márquez, Isabel Allende y otros geniales escritores de la lengua hispana.
Aquello parecía un milagro, sobre todo porque no había salido jamás de la Isla, ni a cumplir misión internacionalista, pues no estaba de acuerdo con hacerlo. Yo me alegré más que todos de esa victoria de su estética poshumanista.
En cuanto a mí, camellos y dromedarios me cerraban todas las puertas a la esfera espiritual, intelectual oficial.
Seguía subterránea, y ni la idea del Club "Amigos de Silvio" de Emilito, Josefina, Nila, en la Casa de la Cultura Municipal se aprobó nunca. Silvio y yo invitábamos a caminar con nosotros, aunque siempre fuéramos perseguidos, y eso era peligroso.
Yo era ya más peligrosa que Silvio, pues se decía que "lo tergiversaba”, que tergiversaba a Martí, a Marx, a Engels, a Lenin, al Che, a Silvio y que ignoraba a Fidel.
Lo habían escrito y todo en documentos oficiales de época. En mí no se creía. ¿En Silvio sí?. Tal vez él ya no era el mismo cuando lo encontré tardíamente en Miramar. Más todavía me seguían invitando al Taller Literario Municipal que se reunía quincenalmente, a las Tertulias mensuales, a los Concursos, a leer en los Guateques campesinos...
Y ese era un modo de seguir viva espiritualmente, aunque voluntario y antieconómico, fatal para mi familia, eso sí era por amor al arte.
Fraguela también me invitó a su Tertulia quincenal en su casa donde asistían los más éditos y conocedores de la Literatura —aunque nunca los encontré—.
Ernesto Ortiz me regaló la revista “de Liras” donde nunca me publicaron —en “Vitral” tampoco. Pero estaba viva, creando como nunca, como El Aviador. Dagoberto me dio mucho papel, y ánimo, eso sí.
Adela me contaba de un camello conocido por ambas, amante de una vieja escritora, arrepentida hasta de leer, que con un anteojo o algo así, se dedicaba a velar a todo el que entrara y o saliera de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, y de la Sección Consular —Refugiados por sus ideas— en la Embajada de Suiza —la casa blanca, frente al Malecón habanero.
Me dio risa tal ridiculez o invento de auténtica ciencia-ficción. Era como de película.
Estábamos en el siglo de la desconfianza, y lo cierto era que el camello había volado misteriosamente de la aldea-desierto y nadie contaba haberlo vuelto a ver.
A lo mejor era que ya estaba en Miami agusanado, todo ya era posible.
Se sospechaba de todos. ¡Qué inmadurez tan adulta y hasta senil!
Yo secaba las lágrimas de DIOS, JEHOVA, después de la partida de Juan Pablo II.
Mi madre, evangélica ya, no comprendía mi ecléctica; sin darse cuenta que ella misma y toda mi familia y la sociedad eran responsables de ella también.
Mi madre se esforzaba, como mi hermano, por convertirme a su religión: "la correcta"¿?.
Pero yo me parecía más a mi padre, aunque hacía 18 años que no lo veía.
Y es que como dijo Richard Bach: "Ningún lugar está lejos”. Mas todavía tenía una remota fe en los míos-ajenos; seguía apelando al V Congreso del Partido:
A Clara Toledo.
Compañera:
La situación laboral que aquí describo se mantiene. Le dejé un recado telefónico con su secretaria Ester y le envío estos documentos.
El compañero...me concedió el derecho a hablar con él, pero la solución no aparece, y hubo durante seis meses una plaza vacante en Investigaciones Sociales, en la Filial de la Academia de Ciencias de Cuba, queda una plaza actualmente vacante de promotor cultural en Cultura Provincial y otra de museóloga en Patrimonio Cultural, que he solicitado personalmente y por escrito, pero hasta ahora no me han concedido ninguna.
Están en mi perfil —profesional—, y los salarios oscilan entre 210 y 265 pesos ——cubanos—, muy por debajo de los 390 que ganaba en Educación, pero cualquiera... sería un paliativo decoroso —coyunturalmente—, porque no renuncio a mi anterior puesto de trabajo, a la "rehabilitación" social y a la indemnización económica que reclamé y reclamo al Ministro.
Sugiero discuta con el Ministerio de Educación, el Partido Provincial, y todos los que considere necesario, el contenido de la copia de estos documentos —reapelaciones al Ministro y respuestas al Jefe del Equipo de Inspección del Jefe de Despacho del Ministro—. En marzo o cuando pueda ser; nos veremos. Saludos. Muchas gracias...27 de enero de 1998.
Nota:
El 2 de diciembre próximo son los Quince de mi hija y no tengo un centavo ahorrado, ni negocios. Malvivo al día, malviven al día mis hijos.
En febrero me entrevistó el dúo de la Comisión del Congreso que permaneció una semana investigando en Pinar, y dijo que no se iría hasta resolver mi problema laboral, a pesar de que la jefa de ellos por teléfono me había dicho claramente que solo me darían una respuesta política —otra más, porque “el Partido no administra, ni da trabajos, solo dirige".
Lo evidente para mí, era que mandaba a botar del trabajo cuando entendía que no se respondía a sus intereses, y no se era activista absoluto de su política.
Mi entrevista duró como 5 horas, y no duró más porque me pararon, sino amanecemos allí. Se lo conté después al psiquiatra, y me botó de la consulta también.
Dijo que, “no me toleraba más ni un segundo”.
Me molesté ante lo que consideré una falta de ética profesional suya y le dije:"Pues usted sabe mi teléfono, cuando tenga tiempo me manda a buscar”. Y él: "Por lo menos tú tienes teléfono”. Y yo pensando: —Porque me lo gané con creces.
Y él para rematarme: "Cuando tenga tiempo y deseos te llamaré”. Me pasé toda la tarde llorando, me deprimí varios días, y finalmente llegué a la conclusión de que el mensaje real del galeno era que no necesitaba su servicio; estaba muy lúcida, pero pensaba distinto a lo esperado.
Creía que solo necesitaba mis amigos y conformarme con asumir mi realidad: no era confiable espiritualmente en Cuba; aunque intentarían seguir utilizándome hasta el final —esto último lo comprendí después de febrero de 1999 que cambiaron su táctica conmigo.
Pero antes de eso, me lo había demostrado la vida, me resignaba ya a mi exilio interno, o volaba para el Miami frío, de cartón, sin amigos, —como decía una película, ni Aviadores, ni Serafinas, ni sueños, ni Silvios.
Me empecé a aceptar como era, y empecé también a aceptar mi realidad como era cara a cara.
Acompañé a mi amiga Serafina, desalojada de su casa, a la Federación de Mujeres Cubanas, y la compañera de Prevención Social que dijo apreciarla mucho, se asombró de su “mala compañía”.
Ya yo era un estigma, “una corruptora de menores, un peligro para las nuevas generaciones de cubanos”.
Mi amiga trató de persuadir a la camella de su error, pero ya estaba escrito: era ley, y mejor no cuestionar nada, podía tener un destino similar al mío.
Callándose, logró con el tiempo, un matrimonio con un Oficial subalterno del Ejército de Camellos y un puesto en una Zona de Defensa, adonde me prohibió ir a verla en 1999, pues ya le habían alertado contra nuestra amistad los de la Policía Secreta.
Yo afuera, inocente de lo que acontecía en la Oficina, e inocente del futuro, miraba una niña de apenas un año y medio, su tete, el muñecón con el que la aterrorizaba el mundo, con el que se divertía y se burlaba de ella una adulta.
La niña se sorprendía, se asustaba, descubría lentamente que no hacía nada malo.
Se parecía a mí, con la diferencia de que el muñecón que me mostraban era El Ángel de la Aurora aprovechando el corto espacio de tiempo que le queda para gobernar a los terrícolas.
Me conmovió aquella niña, y recordé otra vez el día que robé en un patio, siendo muy pequeña aún, el elefantico morado de goma que hice una de mis mascotas más importantes.
Todavía no había leído el poema de Rubén Darío a Margarita Debayle, todavía mi padre no me lo había enviado por correo; eso fue en mi adolescencia, cuando estaba en Ceiba del Agua de profesora emergente.
La carta fue muy linda y triste. Pensé que mi padre era poeta. Después leí las Obras Completas de Darío y descubrí la verdad.
Mi padre no lo plagió, sencillamente lo incorporó al texto de su misiva como propio, pues no dijo de quién era, y como venía tan bien al contexto, me confundí.
Todavía no sabía nada de Modernismo y mucho menos de los Post, de esos signos. Interpreté lo esencial. —estaba desobedeciendo a mi padre, y más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Me estaba alertando, protegiendo de las consecuencias que me traería mi candor lúcido.
Ya él había pasado por eso y moría de desilusión, desesperanza, porque entonces era un ateo, y ni el margen de Dios le quedaba.
Pero los jóvenes rara vez creen a los viejos, necesitan cabezazos y aprendizajes propios... Cada cual adquiere su propia experiencia, sus propias decepciones y esperanzas-pensaba después.
La Princesa hacía su voluntad, y no la del sabio y viejo rey, y era lícito y legítimo y ético: Jesucristo le había dado el permiso de cortar estrellas, luceros...como flores en el jardín del cielo.
La Princesa portaba una tijera mágica con la que tocaba todo EL Azul... Por eso respondí con una traumática y soberana y exigente carta al rey —mi Padre.
Los hijos siempre quieren llegar más lejos, y muchas veces son implacables con los padres, hasta que a ellos les sucede lo mismo o parecido con los hijos propios.
Las desavenencias venían no solo por política, entonces más importantes en la práctica que la familia y que todo.
Yo precipitaba la ruptura definitiva de mis padres. Me avergonzaba de tener una familia sin armonía, paz, unión, amor mutuo y respeto entre mis padres.
Después la que yo misma creé, tampoco funcionó; aunque era más instruida y culta que mis progenitores.
Había una tara familiar y estructuras sociales que conspiraban contra el Amor mismo. Buscando tanta libertad, el hombre había llegado a un callejón sin salida aparente.
Después de la alborada y las letras, el hombre era más analfabeto, más bruto, torpe, intolerante, egoísta y camello que nunca.
Mas yo me empeñaba en seguir tocando desnuda el Azul, aunque "perdiera todos los dientes en los arrecifes" —como decía mi profesor de Estética Orlando Tajonera, en la Universidad de La Habana, en 1986. El también alertaba, como un Padre.
En esa situación estaban Cuba y los cubanos cuando llegó la esperanza ¿? de Roma.
Todavía en 1998 andaba escribiendo este poema inspirado en el Che y en la vida y obra y entrevistas realizadas a Silvio Rodriguez y a otros sobre él:
Fuiste heroico, lírico y mártir
de la poesía del Amor,
no solo en la muerte,
sino en cada acto cotidiano
de tu virtuosa vida astral,
a la que me quiero asir inútilmente,
yo, presunta mujer nueva,
que no calla, ni evade,
alerta siempre al porvenir,
amenazada de manicomio y de sepulcro.
Ahora soy la reina de tu calle
y de tu espejo,
la amiga de tu perro,
tus palomas,
compañera de tu luna
y tu parque.
Soy la mujer nueva
que te imita
y que quieren matar absurdamente,
mujer a destiempo como tú,
proscrita.
Que no me cambien
las manos, las mejillas,
la locura.
Que no me adapten,
ni enriquezcan,
ni prologuen la ficticia vida.
Quiero ser nueva todavía,
aunque jamás tu equivalente
de pródiga semilla primigenia,
fundadora.
De claro de luna
y lámpara encendida.
Un catedrático chileno amigo de una amiga copió este poema, después de leer parte de estas crónicas y se lo llevó a su país. Se había identificado mucho con la historia, pues fue expulsado también de la Universidad durante la dictadura militar de Pinochet.
Me empeñaba en ser como el Che, pero como yo misma. ¿Me creía hija de Martí, el Che y Silvio?.
Era en realidad contemporánea de Silvio. Apenas me llevaba 7 años; por lo que no podía ser hija realmente de él; aunque se tratara de una herencia espiritual.
Pero —repito— hacía cosas que no hacía ni Silvio.
Me extralimitaba. Había perdido la medida, me lo dijo mi amiga Olga Lidia y también el psiquiatra simpático —al inicio—, el que leía mis poemas y mi novela, antes de expulsarme de sus dominios mágicos y clínicos propios-estatales del Manicomio de Ciudad, ubicado en la Sala L del Hospital Nuevo Abel Santamaría Cuadrado.
Todos mis consejeros me decían que dejara mis romanticismos ridículos, que despertara, que "pusiera los pies sobre la tierra, que dejara de volar, o que lo hiciera de verdad".
Los que tenían más confianza, hasta me llamaban en mi cara comem.....,"porque a alguien tú tienes que hacerle caso”.
Mi hijo me llamaba a capítulo por vieja loca, aunque nunca me lo dijo así pues es realmente respetuoso, y me colocaba en la escalerilla del avión sin Aviador, y yo entonces me dejaba manipular por el mundo, y le escribía una carta al cónsul de Estados Unidos para que me refugiara por mis ideas, y la experta en diplomacia de los camellos amigos: "Con esa carta lo que te van a dar cuatro tiros, imbécil". Y entonces me dejaba dictar la carta que ni de perilla, donde me quejaba del oficialismo de mi país, y no se decían mentiras, sino que probaba incluso con documentos el atropello de camellos y dromedarios, que solo se preocupaban por la imagen, pero no por el ser humano.
Fue la única carta que me dejé ayudar a hacer. Las otras las hice por mí misma. Y al final me salieron bien.
Pero de nada me serviría esa primera carta, echada al correo solo después que me dijeron claramente los dromedarios:"Usted no regresará jamás a Educación. Le quitaremos la Expulsión, pero la desactivaremos por problemas psicológicos, pues usted era una excelente profesional, pero lo que usted ha hecho evidencia que está mal de su mente".
Aquello fue un jarro de agua congelada sobre el calor de mis PRINCIPIOS.
En 1998 por supuesto que me denegaron la salida del país, pero me dijeron que si en un futuro era objeto de nuevas represalias, me presentara de nuevo con mi caso ya abierto, y eso no lo volví a hacer hasta después de la Primavera Negra de Cuba, en que me di cuenta de que todo lo del Papa, no había servido para gran cosa.
Cuba y los cubanos seguían bien mal. Se había hecho un gran TEATRO y nada más. En realidad nunca me había querido ir del país.
Después del 98 menos. Pero en el 2004 ya estaba convencida de que no tenía alternativas.
La propia Iglesia católica había reconocido públicamente ser responsable también de las caretas y del mal pensar y vivir de la mayoría de los hombres de mi Isla adorada, por aconsejar años atrás a los jóvenes negar su religiosidad, por no considerar correcto responder en una planilla asuntos de conciencia individual como si tenían creencias o al menos dudas religiosas.
Durante la visita de Juan Pablo II a Cuba, las consignas políticas fueron sustituidas extrañamente, a pesar de la apatía del pueblo, de su poca participación real, inercia y terror.
Habían autorizado a ser corteses, amables con el visitante, y la gente mostró un entusiasmo, una fe, una esperanza nuevos, o muy viejos, pero ocultos.:"Se ve, se siente, Juan Pablo esta presente”. “Viva Jesucristo, nuestro rey”.
Por esos días un camello llamado Enrique, andaba muy irritado porque desde hacía unos años llegaba a su casa y su esposa e hijos lo mortificaban subiendo en la grabadora la canción del consolareño y pinareño Willy Chirino, exiliado en Miami, que decía: "Ya viene llegando. Ya todo el mundo lo está esperando”. Y el camello les respondía con furia a los suyos: "Pues que se la vayan ma. ando”.
Algunos camellos eran leales de verdad a su astuto rey que se las daba de Mesías. Pero la gente estaba cambiando "Como la vida misma”. Algunos camellos vivían como siempre, o al menos como casi siempre, por eso estaban aterrados con los cambios que imponía la historia. La gente quería paz, amor, familia, hijos, unidad, esperanza verdadera para pronto... Lo de no divorciarse, no hacerse abortos... era algo muy altruista para la mayoría. Lo de ser fieles, abstemios, era más difícil.
Pero estaban despertando, querían reunificarse, reconciliarse, perdonar y ser perdonados... Hacía falta una moral nueva y una base económica distinta, prosperidad, recuperar la autoridad de los padres sobre los hijos; eran sueños azules, pero legítimos.
Querían tener voz, gritar por altavoces sus anhelos propios. Necesitaban alegría, espontaneidad, gozo, regocijo genuinos.
En el fondo no simpatizaban con lo programado, lo impuesto. Daban prueba de conciencia, fuerza contenida. Buscaban una luz al final del túnel. Nadie temía las consecuencias y expresaban su devoción. Entusiasmo.
Desde las madrugadas las personas se trasladaban en bicicletas, camiones, en lo que podían. Estaban hambrientas de espiritualidad.
Sus creencias diversas ocultas estaban vivas, se desbordaban, se presenciaban públicamente, se fotografiaban, se televisaban para todo el país y para el mundo.
El Papa hablaba de la Emigración, los bajos salarios, el paternalismo del Estado, de que Jesucristo era el único camino.
Conocía la realidad cubana, tenía excelentes informantes. Se refería a la separación y desintegración de la familia.
El ambiente era de equipos de audio, música, coros, cámaras, videos, grabadoras... La gente daba Vivas a María de La Caridad, la Virgen peregrina, Vivas a la Virgen, al Papa, a la Iglesia, a Cuba.
Se oían vocablos nuevos: papamóvil, Eucaristía, homilía...El anciano defendía la libertad, el derecho de asociarse. Se refería a como las diferencias ideológicas dividían las familias.
Se hablaba de sacramentos, comunión, de los ancianos que no decayeron en la fe, de Encíclicas pastorales. Estaba allí-se decía-el regalo que la gente necesitaba y añoraba... Era un gran remanso espiritual, una relajación colectiva: "El amor todo lo espera”. Y otro vocablo escaso: Nunciatura Apostólica.
Y la llamada Radio gusana —la que estaba oyendo desde 1994— hablando de interrupciones telefónicas, detenciones, seguimiento de civiles, auxiliares de la Seguridad del Estado, de hombres apostados frente a las casas de los opositores políticos, en observación permanente, persiguiendo sin recato ni disimulo en bicicletas deterioradas. Se hablaba de los ayunantes en Santa Clara, de críticas al recibimiento del Papa como Jefe de Estado, del discurso politizado de Castro, de la militarización, de su clase de Historia, de su tono llorón respecto a los indios y los negros colonizados; mientras el Papa inspiraba nobleza, belleza, amor.
El lenguaje del presidente cubano, —se decía, era gastado, iba de lo ridículo a lo sublime; mientras el Sumo Pontífice hablaba de perdón, cercanía cariñosa al prójimo, lucha limpia, valiente, diálogo…
El primero presentando una historia en blanco y negro, sin matices. Y comparaciones de la Revolución de Cristo y la comunista —la del odio, el totalitarismo.
Y que el Papa había sido benévolo con el Che Guevara por su cercanía a los pobres, aunque usó la violencia, y era asunto del juicio de Dios decidir su destino.
Y votos por la unidad y la navidad en Cuba y por tocar todos los corazones. Y seguía el contraste Odio-Amor. Y "Que Cuba se abra al mundo para que este se abra a ella"...Y " Que viva Cristo, la esperanza”. Y "Cuba, amigo, el Papa está contigo".
Y redundancia de palabras. —pobres, sufridos, angustiados, amor, perdón, olvido, verdad, desagravio, reconciliación, diálogo nacional, paz, felicidad, obispo, santidad, padre, pastor, benevolencia, errores, fe, aliento, alegría, humildad, piedad, misericordia, vida eterna, gloria, espíritu santo, púlpito.
Y no duelo, ni llanto, sino gozo, fortaleza. Y el incienso para perfumar los textos sagrados....
No me perdía un detalle de las transmisiones por radio y televisión de lo que estaba aconteciendo y que tenía conmovidos a casi todos.
Y libertad para los presos políticos, que seguían quedando como 350. —decían. Y vista para los ciegos. Y anuncio del año de gracia del Señor.
Y Sinagoga, salvación y vida para todos, Aleluya, “Viva el Papa", diácono, te queremos todo el mundo. Y transfiguración de las consignas. Y descanso, oración, convivencia familiar.
Y lo importante no es una u otra ideología o sistema social o uno nuevo, sino el camino de la paz, la justicia, la libertad verdadera.
Y "libertad, libertad, libertad”. Y no enfrentamiento, lucha, desunión de sistemas, concepciones del hombre y relaciones entre ellos. —Pero no comunismo, no ateísmo. Religión, no ordenamientos políticos.
No fanatismo ni extremo clericalismo, sino vivir libremente la fe. Y “El pueblo unido, jamás será vencido". —Y yo recordando mis marchas militares de adolescencia: "Sobre nosotros no pasarán, solo cenizas recogerán. Uno, dos, tres, cuatro, izquierda, derecha, izquierda, izquierda, derecha, izquierda”.
Y pedido de medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional riquezas espirituales, morales.
Y crítica al neoliberalismo capitalista , que subordina a la persona a las leyes ciegas del mercado, al enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos, a que los ricos cada vez sean más ricos, mientras los pobres cada vez sean más pobres.
Y la iglesia: maestra de humanidad, cultura de amor. Y esperanza de poder amar, de reconciliarse, dialogar, acogerse fraternalmente todos, a todo el prójimo. Y un evangelio social, una justicia nueva del rey, de Dios.
Y no cometer injusticias, ni pequeñas; ser fiel a la misión confiada por Jesucristo. Y atender a la persona concreta, sus angustias, sus dolores, sus miserias; abrazar a todo el que sufra la injusticia. Y de nuevo: "El pueblo unido, jamás será vencido”. Y el Papa: Cuando aplauden, el Papa puede un poco reposar. Y "Que Papa más fiel”. Y "Uno, dos y tres, qué Papa más chévere"—la multitud entusiasta. Y no detenerse ante las dificultades e incomprensiones. El corazón se ensancha. Y cultura del amor y la vida; hacer el gran cambio que la sociedad necesita; convertir los corazones de cada uno para cambiar las estructuras sociales.
Y libertad para los oprimidos. —buena noticia de Jesús apoyada en el sólido fundamento de la Verdad. La Verdad los hará libres. Y no basta con la comprensión intelectual del asunto.
Y el hombre es trascendente, pero tiene límites. La verdad lleva a la cruz, pero habrá resurrección.
Y libertad con verdad. Y el objeto y el sujeto. Y la iniciativa para el desarrollo personal. —libertad no individualista porque genera egoísmo; libertad con responsabilidad.
Y liberación de todo el género humano en lo social, lo político. —libertad plena; libertad de conciencia como base y fundamento de los otros derechos humanos.
Y "El Papa, libres, nos quiere a todos libres”. Y "Viva Cristo”. Y el auditorio muy activo, pero debían continuar. Y el desafío mayor: conjugar libertad y justicia social, solidaridad, sin relegar a ninguno a un plano inferior. Y defender los derechos inalienables de cada hombre. —El Aviador, La Serafina, mi padre, mi hermana, mi hermano, mi madre, mi primo Pablo Martinez, Mayteé, Chago, Ermito, Ernesto, Marienela… todos los balseros, presos... Y que el hombre alcanzara una realización integral por ser hijo del dios verdadero, de Dios simplemente. Cuidar al hombre, sus aspiraciones...
Y formar hombres de buena voluntad, como el Padre de la Patria: Céspedes, que arriesgó a su propio hijo por la libertad de su pueblo, por la humanidad, —como Dios con Jesús—, hombres como Martí, cuyo amor era de raíces hondamente evangélicas.
Y yo pensando en la ilustración, universalidad y patriotismo de aquellos grandes hombres, tan democráticos como el propio Agramonte; influidos todos por las ideas iluministas francesas, hombres todos de sólida cultura y profunda sensibilidad humana.
Hombres todos con fe en Dios y amor y servicio desprendido a la Patria. Y el Vicario: —Todo pueblo necesita ser religioso, útil. La religión alimenta la virtud. Y la justicia celeste alimenta... Y Cuba tiene un alma cristiana, una vocación universal, debe abrirse al mundo para que éste se abra a ella.
Y evitar que se mantenga el aislamiento; emprender los nuevos caminos que exige el nuevo Tiempo: el III Milenio de la Iglesia Cristiana. Y Cuba recibiendo la Bendición de Dios. Y tender puentes para acercar las mentes y los corazones.
Y clamor de Justicia, Paz, Amor, Verdad y Esperanza otra vez. Y pedido de dejarse iluminar por Jesucristo, de acercarse a su resplandor, de evitar las exclusiones, enfrentamientos...
Y en la mente mía la frase de Silvio: "aflojar los odios”. Y la otra: "Solo el amor engendra la maravilla" —melodía—..."encender lo muerto" —Éramos hondamente martianos.
Y el Anciano: la voluntad de Dios es el Amor. Y dones para los responsables de este pueblo. Y Virgen de la Caridad del Cobre —y yo recordando el bellísimo altar de mi tía-abuela Modesta en el que no creía. Y pedidos de Paz, Progreso, Felicidad —dones—.
Y el viento que soplaba era significativo: simbolizaba Espíritu Santo, —decía Juan Pablo. Y envolviéndome yo también. —como todos. Y la gente: "Lo sé, lo he visto, el Papa tiene a Cristo”.
Y yo lo oía, lo veía frente a la pantalla borrosa de mi televisor ruso. Y la tradición latina, Adiós a Cuba, "Sí, creo". Y todos repitiendo, hasta yo. Y: "Amén”. Y " Viva el Papa".
Y, ¡Que el mensaje de Dios sea oído por todos! Y el Aviador escribiendo sin puntos y aparte apenas su novela, como seguidilla, como letanía, como la vida de los terrícolas. Y otra vez Amor, verdad, esperanza.
Por un breve tiempo no se oían. —guerra, combate, muerte, defensa.... —Y se llamaba a ayudar al débil, a superar las deficiencias. Y se decía francamente que la familia cubana atravesaba una grave crisis que la afectaba. —no era solo la mía.
Y la necesidad de hombres fieles, libres y honestos para el bien de toda la nación. Y en especial los jóvenes debían dar un sentido a sus vidas. —luchar por un mejor futuro de la Patria.
Y ruegos por todas las mujeres de Cuba —por La Serafina, por mí..., —por su feminidad y plena dignidad humana: "Roguemos al Señor"...Y Que los niños sean felices conociendo a Jesús y el cariño de familia. Y ruegos por los enfermos, ancianos, presos y sufridos corporal y espiritualmente.
Y dar apoyo y solidaridad a todos. Y el pan, el vino y el agua —cuerpo y sangre del Señor—.Y la ceremonia distinta a la de los Testigos de Jehová en el 14 de Nizán. Y las ofrendas: Tabaco —aunque contamine el cuerpo, el alma y el espíritu. De Viñales y San Juan y Martinez: Meca del mejor tabaco del mundo, y no el agua de la Santa de Vueltabajo. Y la palabra Diócesis, y la gente buscándola en el diccionario desde que salió el primer número de la revista “Vitral” en 1994.
Y el palacio de la Santa Sede, y los jóvenes policías provincianos escoltándolo y la Seguridad del Estado asegurándolo como al propio, porque "este es el mejor país del mundo, el más seguro para el Papa”, aquí la gente es muy cariñosa, hospitalaria y cristiana para sorpresa de los que negaban el misticismo de las personas después de tantos años de Materialismo Dialéctico e Histórico y Ateísmo Científico.
Y los niños y las rosas, la belleza, el amor, la ternura, el esplendor. Y la bendición, el santo, el río, (¿?). Y "Cuba, el Papa es tu amigo”. Y el sacrificio de la acción de gracias. Y Cristo vivo hoy en el corazón de Cuba. Y gozos y fatigas, sacrificio, bondad. Y la Plegaria Eucarística.
Y la oración de gracia, “Que el Señor esté con ustedes y con su espíritu"... "Santo es el Señor”. Y glorificación al Padre Santo y la ostia, —cuerpo de Cristo que se comen de verdad (¿?).Y el vino, —la sangre.Y la misa, el perdón, la reconciliación, el sacramento de nuestra fe.
Y "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre....Líbranos de todos los males, señor…”
Y los pecados, perturbaciones....Y "Tuyo es el poder”. Y la gloria, el reino de paz, la unidad. Y “la paz del Señor esté siempre con ustedes”. Y el amor siempre perdona. Y el intercambio del saludo de la paz en un pueblo de hermanos. Y la paz en la tierra, en las alturas.
Y “Que viva la paz”. Y "Libertad, libertad, libertad..." —se podía gritar sin miedo. —La misma consigna que reprimen hoy a Las Damas de Blanco y a los opositores políticos todavía— Y el Aviador recordando la Internacional. Y “danos la paz”.
Y “Este es el cordero de Dios que quita el pecado al mundo”. Y la comunión después de la confesión de los pecados.
Y “La Iglesia es Amor”. Y "Quien siembra Amor, cosecha Amor...Amor tendrá”. Y Máximo Gómez...Y perdonar errores humanos. Y tomar el vino. —¿de verdad?—.Y su Santidad. Y Martí, la bandera cubana.
Y Che Guevara. Y el corazón de Jesús enorme sobre la Biblioteca Nacional en la Plaza Cívica-de la Revolución. Y alguien:"cívica no, eso me huele a sociedad civil, a contrarrevolución, a cosas de Vitral”. —La misma Plaza donde me cargaron la maleta negra, la misma de la que me dio las coordenadas Silvio para llegar al Azul y tocarlo por gusto. —Así supe que mi azul no era el cielo sino el poder de la autoridad del aire. —La misma Plaza donde fui en camiones con las negras federadas de mi poema, la misma Plaza donde mamé la teta al tamarindo cuando apenas tenía 8 años un 1ro de mayo. —La misma Plaza donde las becadas y los becados apretaron en plena Velada Solemne por el Che Guevara, cuando Fidel dijo que fuéramos como él, y yo me lo creí. —La misma Plaza de las manos y la mascarilla del Che, la misma de Salvador Allende y su camisa blanca al aire antes de lo de La Moneda en Chile.
Y Martí sonriendo en su estatua. Y creyentes y no creyentes congregados, y todos actuando como fervientes creyentes cristianos.
Y "¿otro teatro más? No, ahora no". Y “ahora es de verdad”. Y la Iglesia y el gobierno cubano juntos “pero no revueltos", —dijo luego uno. Y "a Cuba hasta en silla de ruedas”. Y no importaba la salud precaria del Papa porque, "tenía mucho espíritu, y él mueve molinos”.
Y Satanás agazapado, espiando a Dios y a los hombres para su nueva jugarreta. Y alguien: "Es Babilonia La Grande. Después nos toca a nosotros, los verdaderos". Y el Rezo —el anuncio del Ángel. Y María y Jesús. Y los falsos mesianismos. Y el gran jubileo del 2000. Y el don del Espíritu Santo y recobrar la fe perdida.
Y las fotos del Papa en las puertas de varios en sus casas o en una esquina de la sala, en un cuadro con la espátula, cerca de la jicotea, el gusano, el caracol, las flores, los discos… —Arte, fetiches, ídolos míos y de otros.
Y los videos, las grabaciones, los almanaques, los nuevos símbolos o símbolos viejos renacidos. Y "Que Cuba viva en paz y prosperidad"."Ángel del Señor, anuncio a María Ruega por nosotros, pecadores”.
Y la Orquesta Sinfónica Nacional de La Habana tocando y los coros: "Aleluya, Aleluya, Aleluya....". —Y ya no era una simple parodia para testimoniar las vivencias de la beca en El Edificio Focsa, ni era La Masiel en los sesenta cantando; era la auténtica Aleluya, la bellísima Aleluya.
Y “Como siempre, Presente, Presente" y "aleluya” "Y Gran Señor”, aplausos del Papa."Juan Pablo II, te quiere todo el mundo"..."amigo, Cuba está contigo”. Y animación para despedir a la Virgen. Y orquesta y coro. Y Virgen mambisa.
Y los luceros del techo de la casa del Aviador parpadeaban, se apagaban indefinidamente. El cielo lloraba, lloraba después del viento fuerte en el teatro de las Plazas.
La acogida había sido calurosa, espontánea y preparada y utilizada y disfrazada.
Y después, ya al otro día, la vida seguiría igual: las palabrotas —no solo en el Centro de Elaboración de Alimentos y en los Contingentes Agrícolas y en las Microbrigadas de construcción, sino hasta en las Universidades, —la música comercial y de trincheras, los fariseos de siempre, los preservativos, los abortos, los divorcios, las infidelidades conyugales, las broncas, la guerra, la violencia, la agresividad, el alcohol, la ceguera. El permiso había cesado.
Mi padre al parecer lo había captado todo desde Miami y decidió no regresar nunca, mandarme a buscar con los más importantes que nos quedaban en Cuba. Ya no sentía frío, ni nostalgia, ni añoranza por su tierra. El nuevo sofisma, la nueva ofensiva le resultaron aplastantes, asombrosos.
Un día mi esposo cogió el teléfono y me lo pasó, pero al no oír la voz de la operadora, sino directamente una voz extraña, cambiada por los años y los achaques y las operaciones, pensé en otra jugarreta de Belcebú, o en una nueva broma de mi entonces amigo: el titiritero y teatrista Carlos Piñero, que una vez borracho, me llamó para decirme que me había ganado un importante premio literario, que me presentara urgentemente en La Casa de Las Américas. Se estaba haciendo pasar por Roberto Fernandez Retamar.
No arranqué para La Habana en un infernal transporte impopular o camello, porque concursaba ese año en Los Pinos Nuevos, y no en Casa."El Piba" no era fácil ¡Hacia cada gracias!.
Pero esta vez no era un agente secreto para molestarme, ni una broma, ni era Carlos. Era mi padre, y no lo podía creer después de 18 años de ausencia. Estuve casi 10 minutos hablándole a Carlos y no a él.
El cabezón me dijo: —Ve directo para la Oficina de Intereses, llévate a Fidelito, a la vieja Juana —mi madre— y a toda la parentela, yo ya vi todo tu asunto desde aquí —Miami—, y no pierdas tiempo, nadie te va a resolver nada en Cuba; olvídate de Congreso del Partido, de Oficina nacional de asuntos jurídicos, ni de ningún tipo; ese no es el comunismo que yo te enseñé, sino algo peor que el fascismo. Y no es nada como está la cosa, sino como se va a poner. —Desde luego que ya yo tenía las conclusiones del Congreso. Por lo que le hice caso y fui para allá y di con la casita blanca del Malecón una madrugada. Un testigo de Jehová que ya casi se iba era el uno y yo el dos. Le conté mi historia y me dijo:"Ten paciencia, que yo llevo como 10 años en esto y estuve preso y todo...". —Mi padre creía que era llegar y ya estaba en Miami con él y todos los queridos.
Le pregunté a Tití Cantón por su viaje a Cuba aquel día de la conversación telefónica y me dijo: "No quiero regresar a Cuba jamás, nunca más. Después de la maniobra que ha hecho Fidel con el asunto del Papa, no me interesa regresar ni para ir a morir en mi tierra." —Ya saben que Manuel murió ese mismo año 1998, en octubre.
Y El Aviador y yo descubrimos en la Biblia. —que me costó 60 pesos cubanos, en la venta por Comisiones en la librería. —Algo que nos dejó estupefactos:
"Es mejor confiar en el Señor “—que confiar en el hombre. “Es mejor confiar en el Señor que confiar en los grandes hombres”.
"El poder del Señor es extraordinario". (Dios habla hoy, p.560). (Véanse los Salmos 117-118).
Y transcribo yo estos textos. —los más importantes para mí ahora: "Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en el hombre terrestre. Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles" (Salmos 118:8-9 Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras).
Diálogo con el investigador (Segunda Parte de El Aviador):
I- Primavera blanca de una cubana en el Destierro:
Mucho antes de La Primavera Negra de Cuba en el 2003 y de lo que se desencadenó a partir de ella, antes de ser desterrada a la nieve, muchas cosas sucedieron.
Dicen que me asomé al colgadizo del inicuo mundo a las tres de la mañana del 10 de junio de 1953, bajo un torrencial aguacero que se repetiría de algún modo muchos años y que contactaría con un ángel de luz y desilusión.
Entonces no tenía la visión actual de los problemas de Cuba y la humanidad, desideologizada, despolitizada, ni pos-modernista exactamente —es decir pos-humanista—. Esta la empecé a vislumbrar gradualmente en 1994, quizás inconscientemente desde 1989 o por lo menos desde 1992.
Como ya saben, nací en La Cenicienta, que luego se disfrazó de Princesa. Mis padres eran de origen campesino, que no dejó de incluir un componente al parecer gallego o isleño. No lo he dilucidado aún.
A los 12 años escribía cuentos y poesías, después de un gran entrenamiento con las composiciones y concursos ortográficos y de redacción en la Escuela Primaria. Me destaqué desde ella en las actividades literarias y en la actuación artística —teatro y declamación—. Quizás por ello en el 2004 me dieron en La Habana un diploma por un reconocimiento literario, donde me escribieron por nombre Margarita Balboa y no Margarita Cantón —mi nombre inicial— ni ninguno de los que me puse o me pusieron después. Mi vida ha estado siempre llena de ironías.
Participé en talleres, círculos y concursos ortográficos, históricos, de monitores y literarios desde la adolescencia hasta hoy. —algo más de mi media rueda. Ya le perdí la fe a los Concursos, y en realidad no me interesa ser "la mayor" en nada. Eso sí: quiero dejar al mundo mi huella.
En 1966 me gané una beca para estudiar la Secundaria Básica en el Edificio Focsa —bello abanico del Vedado, en La Habana, heredado, —cuentan, de la arquitectura norteamericana.
Fui militante de la Juventud Comunista de 1968 a 1983, pasando después al Partido, de donde me expulsaron en 1996 por expresar públicamente y en su propio seno —nada de en los pasillos— mis opiniones sobre la sociedad y los dirigentes. Desde luego, que lo hice con una inocencia tremenda, pues aunque había sido considerada siempre medianamente conflictiva, todavía tenía fe en el sistema y hasta lo defendía de frente a brazo partido.
Pruebas de ello las hay hasta en los periódicos Juventud Rebelde de mayo de 1988, en el periódico Granma y abundantemente en El Guerrillero y su Suplemento cultural “Pasos” de Pinar del Río. ¡Cuantos problemas me busqué por mi sinceridad! ¡Pero fui consecuente con ella hasta el final! Dijeron y escribieron también que dañaba la unidad y hasta que fui fraccionalista —no ya micro-fraccionista— como mi padre.
Admiré mucho a José Martí, sobre todo como poeta y escritor, y como todos, por su mito de apóstol de la independencia nacional, de héroe y mártir. Todavía lo considero un gran hombre, aunque no sea tan conocido en Estados Unidos, como yo suponía, por haber vivido aquí y desarrollado parte importante de su obra social y literaria. ¡Al menos en el noroeste es así! No se entiende que sea famoso y se sabe poco o nada acerca de él, hasta por los más cultos. Claro, este es el oeste americano, "la tierra de las papas más famosas del mundo". Aquí lo importante es el dinero constante y sonante.No la política ni la Literatura. Y hablar inglés bien para negocear rápido.
Mis ídolos fueron también Ernesto Che Guevara y el cantautor Silvio Rodríguez, como para la mayoría de la izquierda de mi generación. Mis primeras cartas de amor, fueron a la tierra natal con el sello del hombre bello de la melena y la boina negra y recibí el carné de militante el 8 de octubre de 1968.
La obra de Silvio más política, la recibía ya en ese tiempo con agrado, pero su descubrimiento más esencial lo logré; sobre todo, después de 1986, cuando unos amigos me prestaron "QUE LEVANTE LA MANO LA GUITARRA". Recuerdo que leí ese libro de un tirón, en un romántico y lento tren que me trasladó de la capital a mi ciudad natal cuando estudiaba en la Universidad de La Habana un Curso de Filosofía en la Facultad de Recalificación de Ciencias Sociales para docentes en ejercicio.
A pesar de mi rebeldía, me identificaba con esas personalidades por su espíritu crítico y disidente, del cual no era totalmente consciente aun. Me consideraba y los consideraba revolucionarios, un ejemplo a imitar. El primero había dado la vida por sus ideas y el segundo había sido objeto de una gran persecución por su arte y llenaba de ilusión mi espíritu transformador y creativo.
Por eso, en 1992 llegué a dirigir una investigación multidisciplinaria nacional sobre la influencia de su obra en los jóvenes cubanos, aunque aspiraba a un alcance al menos continental, cuando no universal. Se llegó a aprobar hasta la creación de una cátedra para estudiar a profundidad esa obra en varias vertientes. Pero la envidia y el miedo pararon el Proyecto en 1996, aunque sola lo mantuve hasta el 2004 en que llegó la desilusión total de mi izquierdismo.
No fue hasta 1999 que entré en la oposición política al gobierno cubano y lo hice en la Corriente Socialista Democrática dirigida ya por Manuel Cuesta Morúa. Llegué a Organizadora Provincial y asistí a numerosas reuniones, actividades y eventos de ella y la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, que confiaba en un diálogo pactado con el régimen.
Publiqué en el “Boletín Nueva Frontera” un artículo sobre mis ideas pos-humanistas y la república con la que soñaba en ese entonces. Asistí incluso a la 1ra Conferencia Nacional en enero del 2003 en La Habana; ya no como miembro, pero sí como amiga invitada.
Pero antes, ocurrieron muchos incidentes que sólo estoy esbozando. En 1969 comencé a trabajar como profesora no titulada de Historia en la región Becas en Miramar, en la Secundaria Básica Pablo de la Torriente Brau. Poco después lo hice también en Arbelio Ramírez —la mejor de esas escuelas—. Mi trayectoria docente abarcó 27 años. Procedía de un Curso Emergente de Formación de Profesores llamado “Julio Antonio Mella”, que fue el precedente del Destacamento Manuel Ascunce Domenech —más conocido—. En realidad me titulé como profesora en 1974 mediante un Plan de 5 años de Estudios Dirigidos, en El Vedado, en La Habana.
En 1970 trabajé en una escuela especial de reorientación de conducta llamada Frank País, que recogía todos los casos perdidos de la Región Becas y que antes había atendido a los hippies. Fue una tarea de choque de la juventud pedagógica, como el llamado Plan La Escuela en el Campo, en el que también estuve 5 años en Ceiba del Agua, La Habana. Fui profesora, Jefa de Cátedra, Subdirectora de Albergues y Docente hasta 1975. En 1974 me había casado con un subteniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de Pinar del Río también, y había tenido mi primer hijo, por lo que regresé a la ciudad occidental, buscando apoyo familiar.
En 1975 trabajé en Enseñanza de Adultos impartiendo Historia, Estudios Socioeconómicos y de modo autodidacta, hasta Filosofía Marxista. Del 77 al 79 trabajé en la Escuela Vocacional Militar Camilo Cienfuegos donde me enfrenté al militarismo, la anarquía, el fraude y el promocionismo. Solo un traslado voluntario y oportuno al Tecnológico de la Construcción Pedro Téllez Valdez retrasó mi destino de expulsión laboral por problemas ideológicos y o psicológicos que ponían en peligro la formación comunista de las nuevas generaciones.
En el 79 me había graduado en la Universidad Pedagógica, que mucho después fue denominada Rafael María de Mendive, y mis propios profesores facilitaron mi traslado a ella como profesora de Filosofía y Metodología de la Enseñanza de las Ciencias Sociales. También impartí Lógica Formal, Economía Política, Estética, Ética o Moral Comunista. Fui Jefa de Colectivo de Asignatura de Filosofía y Jefa de Temas de Investigaciones Nacionales sobre La Práctica Político-Social de los jóvenes estudiantes de los Pedagógicos y sobre la influencia de la obra de Silvio en la espiritualidad juvenil.
Esos trabajos andan por el Pedagógico de Holguín y el Centro Nacional del Derecho de Autor, probablemente plagiados ya por autores incondicionales y serviles a la mentira. Versiones posteriores pueden estar en sitios ocultos y hasta en Miami gracias a Héctor Palacios.
Impartí Postgrados de Filosofía y Metodología hasta en las Escuelas Municipales y Provincial del Partido, resultando bastante ácida por mis exigencias a profesores y dirigentes mediocres y desaplicados hasta con la ciencia que supuestamente representaban.
En la Universidad me destaqué en la defensa de los trabajadores docentes como líder sindical y me dio cierta popularidad que molestó a los de arriba. Pero solo se alarmaron después del 92, pues tenía la imagen de revolucionaria y combativa.Y en realidad lo era.
Realicé numerosos Cursos de Postgrados que incluyeron la Computación y los Idiomas Ruso e Inglés que solo estudié porque me obligaban a hacerlos. Nunca pensé que los necesitaría tanto.
En 1987 empecé a publicar en periódicos, suplementos, boletines y revistas literarias locales y a obtener menciones y premios en concursos hasta el nivel nacional. El primer premio en Poesía me lo dieron Raúl Rivero, Fidel Valverde y Raúl Tortosa en el año 1988.
En 1980 me había vuelto a casar y en el 83 nació mi hija a la que por poco le pongo Granma por haber nacido un 2 de diciembre. Me comía un león con pelos- como dicen los cubanos.
Realicé Proyectos Culturales Comunitarios como el Jucalá por el que me concedieron Diploma de Personalidad Distinguida de la Cultura pinareña. Proyectos con niños y jóvenes como El Principito, El Reparador de Sueños, el Unicornio Azul y otros con los que colaboré como La Esperanza del Mundo, Los Cazadores de Sueños....
De lo anterior también hay pruebas fehacientes en la Prensa, que es parte de la Cultura y de la Historia y que difícilmente podrán destruirlas los impostores que se apropiaron y deformaron estos frutos.
En 1996 fui separada definitivamente del Ministerio de Educación y de hecho de toda la vida intelectual y espiritual oficial de Cuba, aunque me mantuve en los Talleres Literarios de algún modo hasta el 7 de diciembre del 2004 en que me sentí muy deprimida y aislada.
Había obtenido Mención Nacional en Testimonio pese a ser una disidente tan activa.Pero asistir a ese evento trajo como resultado una nueva expulsión laboral – ahora por el Ministro del Pan? No publiqué jamás un libro en mi país. Aun no lo tenía en ningún sitio, hasta el 2010, que se publicó en New Jersey, Estados Unidos, mi primera novela El Aviador, en su última versión hasta entonces, pero si juntara todo lo que anda suelto, daría para varios volúmenes.
Desde luego: casi todo está absolutamente inédito. En 1994 ya era tal mi crisis emocional y espiritual que me volví ecléctica y empecé a estudiar profundamente la Biblia y sus interpretaciones católicas y protestantes de todos los matices. Estudié horóscopos, numerología, cábalas, santería —casi que hasta la china—. Estudié de chamanes, curación con piedras preciosas, budismo, chacras, El Sutra del Loto… y no me empaté con los originales de El Corán milagrosamente.
Estas incoherencias filosóficas y teológicas las resolví el 16 de octubre del 2005 cuando me bauticé en Meridian, a media hora de Boise en auto, en la piscina de una escuela, como cristiana testigo de Jehová. Había pasado la Primavera Negra de Cuba, La Primavera Blanca de Boise, un crudo verano en estos lares y entraba en un otoño en que mi Arte Hispano Desterrado y discriminado soñaba con un invierno saludable y feliz.
Llegué a Estados Unidos perseguida por el castrismo por defender los Derechos Humanos de mis compatriotas, por mi actividad opositora en la Corriente Socialista Democrática, en la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada, en el Boletín Nueva Frontera donde escribí sobre la República con la que soñaba y sobre mi teoría pos-humanista.
En enero del 2003 había asistido a la 1ra Conferencia Nacional de la Corriente Socialista Democrática y de allí me dirigí al Lanzamiento de la Antología Ojos Abiertos en casa de Héctor Palacios Ruiz y Gisela Delgado Sablón.
En dicha Antología, aparecían una carta y un testimonio mío publicados después de ser premiados en el Concurso El Heraldo de Cuba del Proyecto de Bibliotecas Independientes.
Dirigí la Filial Provincial del Colegio Pedagógico Independiente y mi Ponencia para el Congreso Pedagógico fue premiada. Fui Directora de la Biblioteca Independiente Juan Gualberto Gómez III y entré en la Prensa Independiente en noviembre de 1999 en Cuba Press con Raúl Rivero. También colaboré con CubaNet, Radio Martí y otros. Fui miembro del Centro Nacional de Cultura y Prensa José Martí y de la Agencia Abdala donde trabajé impartiendo Metodología de la Enseñanza de Técnicas del Periodismo y haciendo noticias, crónicas y testimonios con Rafael Ferro Salas.
Fui miembro del Centro de Estudios Sociales Independiente dirigido por Héctor Palacios Ruiz quien propició la publicación de ponencias, artículos y poemas míos en Miami y España. Publiqué en Palestra Cívica y otras Antologías del Heraldo. Participé en el Concurso Independiente Espuela de Plata en Camajuaní, Villa Clara y en el Arrecife de Santiago de Cuba donde obtuve reconocimientos en poesía y cuento. Se estaba preparando un importante evento nacional por Pepín que sería interrumpido con su detención en el 2003.
Fui Enlace Provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba y participé en numerosas reuniones y eventos con Martha Beatriz Roque, que incluyeron un periplo por Pinar del Río para ayudar a los damnificados por los ciclones Lili e Isidore que después el régimen trataría de desvirtuar publicando el aberrante libro sobre Los disidentes.
Participé en ayunos paralelos y posteriores a Tamarindo 34 y que antecedieron y continuaron después del 18 de marzo del 2003 cuando Martha Beatriz, los 75 y otros completaron la cifra de más de 300 presos políticos en la isla. Participé activamente en toda la campaña nacional e internacional por su justa liberación.
Fui firmante del Proyecto Varela, visité la Casa de las Hijas de la Caridad y fui miembro del Grupo de Economistas del Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río, promovido por Dagoberto Valdés en el Obispado Católico de dicha localidad, donde también asistí a misas tanto en la Catedral como en la Iglesia de la Calle San Juan, antes de llegar a Estados Unidos y escribir mis Poemas del Destierro y la Nieve, iniciándose así LA PRIMAVERA BLANCA DE UNA CUBANA.
De no haber hecho esto probablemente estuviera cumpliendo ya 10 años de cárcel con los cuales fui amenazada en mi propio domicilio poco antes de convertirme en AVIADORA a la fuerza. En todo caso, adelanté mi destierro, al cual han sido obligados por las circunstancias la mayoría de mis antiguos compañeros de ideas y acciones transformadoras que si cayeron presos varios años.
II-OBEDECER A DIOS COMO GOBERNANTE MAS BIEN QUE A LOS HOMBRES:
“We must obey God as ruler rather than men” (Acts 5:29).
Sí, si los hombres aplicaran ese mandato bíblico de Hechos 5:29 serían más felices, libres y pacíficos.
Hasta en la llamada célula fundamental de la sociedad —la familia— los cubanos hemos sufrido —como otros pueblos— las trágicas secuelas de la mística de gobernantes imperfectos pero que a veces hemos idolatrado como a becerros de oro.
Toda mi familia, —como tantas— ha sido reprimida, hostigada, perseguida desde siempre por regímenes políticos dictatoriales, como el machadista, el batistiano y el castrista, a pesar de nuestro origen social campesino y por ende humilde, solo por amar la libertad y la verdad.
Aunque hubo algunos comunistas fundadores en mis antepasados, —los de la vieja guardia o la Sagrada Familia, la mayoría han sido cristianos católicos y protestantes. Actualmente mi madre y mi hermano y mi hermana son evangélicos.
En mi hogar, como en la mayoría de los hogares cubanos, siempre se celebraron las Navidades, se pedía la bendición antes de ir a dormir a los padres y estos pedían que Dios nos hiciera santicos, se leían las oraciones a San Luis Beltrán, —por ejemplo, se celebraban los santos o cumpleaños y nuestros nombres casi todos tuvieron que ver con los santos católicos que aparecían en los calendarios: Santa Margarita Reina de Escocia, Santa Tovías...con algunas modernizaciones paganas que servían también para perpetuar la memoria de los ancestros.
Mi padre y hasta mi madre vendieron medallas de santos y a mí me bautizaron en el Altar Mayor de la Catedral de Pinar del Río para salvarme de la difteria y de otros tantos peligros que siempre me acecharían, pese a ser considerada la más dichosa de mis hermanos.
De hecho mi madre leyó la oración salvadora a mi propia hija en el cunero en 1983, cuando la atrapó una bacteria muy peligrosa provocándole un uñero extraño que preocupó bastante a la familia y a la ciencia y yo lo permití porque aunque me hicieron creer que era atea y que ni dudas tenía, el argumento materno era aplastante: —No vas a perder nada con eso, hija, vas a estar más tranquila...Y efectivamente, al otro día el antibiótico empezó a evidenciar su efecto curativo.
Todavía recuerdo la saya de listas multicolores de tela cordouroy con la que fui a una misa católica en un momento remoto de mi Infancia que me dejó grabada en la mente una sábana blanca y la representación de la piel del cordero de Dios. Siempre asocio este espíritu universal con ello. Porque en realidad mi familia fue bastante ecléctica y no tenía hábito de asistir regularmente a la Iglesia en ese tiempo.
Quizás fue en Navidades, quizás en la Semana Santa, no lo sé con exactitud. Se hablaba bastante en casa de la Cuaresma y su bendición para las crías de pollos que tuvimos en nuestro arrabal de Rancho Grande.
El comunismo llegó a abrazar a los Cantones por la década de los 30, cuando el polaco Fabio Grobart visitó la ciudad natal, pero mi abuela paterna siguió siendo católica o protestante, como mi tía Fina, que después devino en fidelista cristiano-comunista. Fina fue la que más me habló de nuestras raíces mambisas y comunistas.
Mi abuelo Manuel María había pasado de liberal a comunista con dos o tres hermanos: Eduardo, Enrique. Se creó un mito familiar y social con eso. En realidad yo tuve contacto directo solo con mi abuelo campesino hasta su muerte; se dio cuenta del engaño antes de morir.
Mi abuela materna Marcela nada tenía que ver con esas cosas, aunque también el 1ro de enero del 59, como casi todos, se compró un Fidel Castro de yeso y lo puso de adorno en la sala de la casa, pero sin dejar de estudiar la Biblia con los testigos de Jehová y finalmente con los Adventistas del Séptimo Día, que fue con quienes se bautizó antes de morir.
En mi memoria andan las Atalayas y los cultos de entonces y el libro ilustrado De paraíso perdido a paraíso recobrado con el que mi abuelita casi analfabeta me contaba historias bíblicas y antiguas fabulosas. Aprendió a leer casi que con esos libros, revistas y la Biblia, se puso lentes y por los 70 fue por primera vez conmigo a un cine.
Mi familia siempre fue amante de la justicia y eso la llevó a una actitud contestataria al comunismo real desde los 60, como la tuvo antes con otros regímenes de la Isla. Mi padre rápidamente fue acusado de micro-fraccionista, expulsado de los trabajos y apresado en una granja de El Corojo, en San Luis y en la Sierra del Rosario.
Al Corojo fui a verlo con mi madre y mi hermana alguna vez. Se había enfrentado al robo, la corrupción de la nueva clase, al autoritarismo de los militares y tuvo la osadía hasta de rastrillarle el arma a un alto jefe, cuando todavía confiaba en “el de la barbita.” Rápidamente se desengañó cuando tuvo que ponerse a arreglar colchones de modo particular para proveer para su familia, lo cual era ilícito ya. Lo cogió la rueda de la Ofensiva Revolucionaria y fue a parar a la cárcel por rebelde e inadaptado precoz.
En 1980 tuvo que emigrar a Estados Unidos, pues hasta había sido desalojado de su chusmita, construida ilegalmente también, cerca de la laguna que bautizó como El Tremedal , cuando inscribió en la pared: “El Azul no se puede tocar”. Aquel casucho en el que vivía como un ermitaño lo había hecho con sus propias manos, pero hasta eso era un desafío para un gobierno que ha querido siempre controlarlo todo. En 1998 murió en Estados Unidos, en Miami, creyendo ya en Dios y no en los arreglos humanos, pero sin bautizarse ni comprometerse con ningún partido ni religión.
También mi hermana Maritza tuvo serios problemas en Cuba que la llevaron a Miami en 1980. Fue detenida y apresada a los 15 años por una causa que nunca pudieron probarle. Cumplió 5 meses y medio injustamente en Kilo Cinco y Medio de la Carretera a Luis Lazo junto a ladronas, asesinas —Una de ellas había matado a su propio hijo—. Después estuvo en Kilo 8 pues su rebeldía juvenil había aumentado y la acusaron injustamente también de tenencia de drogas.
Cuando lo de El Mariel, la sacaron casi a la fuerza con presiones psicológicas como: “Siempre seguirás presa en Cuba. En esta sociedad gente como tú no cabe”... Estaba embarazada y tenía un niño de 17 meses que cuidaba mi mamá. Había tenido yo que hablar con jueces, fiscales, con el Jefe de la Policía Regional y con el de la Prisión para que la salvaran, pues era injusto, abusivo el trato que le daban.
En su último encarcelamiento llevaba una dieta reforzada, pues tenía factores de riesgo en su embarazo y no dejaban que le pasáramos los alimentos que requería y las medicinas que allí no le daban. Debido a estas arbitrariedades, la niña Blanca Mary nació en Miami en septiembre de 1980 prematura, y desde la adolescencia empezó a padecer de esquizofrenia y a tener muchos accidentes.
Actualmente la tratan para desintoxicarla de la tendencia a consumir drogas. Por interceder por mi hermana siendo todavía comunista —hasta muchos años después, por ceguera. Fui amenazada hasta de ser detenida yo misma por desacato a la autoridad, a pesar de que mis quejas las presentaba desde la revolución. Era demasiado joven yo misma y mis padres no sabían reclamar nada, tenían poco nivel cultural y carecían de buenas relaciones para sacar a flote su familia que acabó quebrada, desintegrada, escindida.
La desgracia de mi hermana Maritza marcó a su tercer hijo también. El está detenido en Okeechobee, Florida, condenado a 20 años desde muy jovencito, lo que demuestra lo que en tara familiar puede desencadenar el comunismo y los regímenes políticos sin exclusión, por no poder, aun cuando quieran, resolver los problemas de la humanidad.
Pero antes de suceder todo esto, en febrero de 1978, mi hermano Manolo, a los 24 años fue asesinado en Rancho Grande, Pinar del Río , por mi propio tío René por la simple razón de que le molestaba que pusiera sus discos un poco alto.
Mi tío había salido hacía poco de la cárcel donde vivió desde niño pese a la revolución cubana y toda su obra educativa. René casi nació con ella, —como yo misma. Se encontró, —dijo, esa misma noche una pistola en un área de tomar cerveza y bailar y la usó contra su sobrino para que no pudiera "comer más arroz." Así de sencillo en tiempos que superan los de Abel y Caín.
Manolo había sido rebelde también. Tuvo conflictos laborales y sociales, sobre todo en el Servicio Militar Obligatorio donde hizo huelgas de hambre y todo que lo llevaron a prisión, de la que parece que lo salvó una gestión comunista del tío político Ramón —esposo de Fina, que fue de la Seguridad del Estado en Matanzas—.
En los 70 se negó mi hermano a ir como tanquista a la guerra de Angola, de la que pudo escapar, como de la enfermedad del dengue hemorrágico que llegó a categoría de epidemia. Así acabó quien pudo llamarse Julio por el santo del 12 de abril, pero que se llamó Manuel como mi papá y como mi abuelo paterno cuyos ancestros de España seguro fueron otros Manueles.
Ni mi papá, ni mi hermana, ni mis sobrinos de Miami han podido nunca regresar a Cuba, ni enviaron remesas familiares sistemáticas porque objetivamente no pudieron. Apenas sobreviven con traumas y enfermedades heredadas del totalitarismo que daña de manera especial a las familias más frágiles en lo económico, lo psicológico-sociológico.
Mi hermana padece de depresión y está deshabilitada, además tiene problemas en el hígado. Su grave enfermedad data al menos de su adolescencia tan traumática y dura.
Nos pasamos veinticinco años sin volverla a ver a ella y a mi sobrino Lázaro Manuel que nació en Cuba y con el que se encariñó tanto mi madre por ayudar a criarlo desde el año de nacido en que lo separaron de su mamá, al caer presa de nuevo mi hermana.
El reencuentro familiar se produjo en Miami el 22 de marzo de 2005 cuando hicimos una breve escala de una tarde-noche para continuar hacia Denver Colorado y Boise. Ya había fallecido mi padre y mis otros sobrinos tampoco estuvieron. Creímos poder verlos al otro día temprano, pero no fue posible porque nos fueron a buscar al hotelito aclarando para ir al aeropuerto.
El avión finalmente no salió hasta casi las 4 de la tarde. Muchas cosas quedaron por decirnos mi madre, mi hermana, mis sobrinos, mi hermano Fidel Cantón —no Castro—, mis hijos, mi esposo y yo. Así llegamos seis a la Nieve y los otros quedaron al sureste de Estados Unidos, pero comunicándonos ya más fácilmente por teléfono y correo convencional y con la esperanza de un reencuentro, que se produjo en 2006 y posteriormente.
Todavía no conozco a Richard, aunque a veces me responde desde la cárcel las cartas. Mis hijos solo conocieron a mi sobrina Blanca Mary. Maritza, sus hijos y nietos no conocieron a mi nieto Kamilo Ernesto que se quedó en Cuba.
Los primos no se conocen indiscutiblemente. Eso es triste y doloroso y es una tendencia que se está dando en Cuba en los últimos años en que el éxodo es cada vez más masivo. Eso deprime a las personas, las llena de tristeza, nostalgia y añoranza.
¡Que distintas pudieron ser nuestras vidas sin esas barreras políticas y humanas! Mi madre temía morir, igual que mi padre, sin lograr ese reencuentro, que todavía no ha podido ser total. Sufre diabetes crónica, una cardiopatía, hipertensión arterial, problemas digestivos y nerviosos como secuela no solo de los años sino del mal vivir.
Mi hermano Fidel —el menor— se volvió esquizofrénico en 1994, a pesar de que era un joven sano que estudió técnico medio en planificación económica y que pasó el Servicio Militar en la Marina de Guerra, tres años sin detectarle nunca ningún problema mental. Se enfermó por el acoso de la Policía y la Seguridad del Estado. No le daban trabajo pues desde los años 80 intentó emigrar legal o ilegalmente del país.
Tuvo un intento de salida clandestina que no pudo materializar por una delación. Era irreverente con el sistema al que no le agradó su modo de predicación religiosa. Lo sorprendieron fabricando una balsa desde 1984.
Lo multaron por encontrarle la policía un artículo artesanal en la caja de un muchacho que lo acompañaba en unas ventas ilícitas que realizaban para subsistir. Alguien en Viñales los delató pues habían vendido varias veces allí y mi hermano predicaba también. Ese día mi hermano tenía su caja vacía, pues lo había vendido todo y no había una prueba real contra él.
Lo multaron con una gran cantidad de dinero y le confiscaron incluso una única arroba de malanga —una vianda o raíz— que había comprado a un campesino para llevarla a mi mamá que estaba enferma. Este incidente abusivo que todavía constaba en los antecedentes penales de Fidel cuando salimos de Cuba fue el factor desencadenante de un complejo de persecución policial que llegó a ser patológico —paranoide— según los psiquiatras que lo atendieron allá e incluso lo ingresaron por varios meses.
Es esta una manifestación de abuso de poder y control por parte del estado. Mi hermano llegó a sentirse un perseguido hasta de sus propios seres queridos. Estuvo hospitalizado en Guanito, en el Hospital Psiquiátrico Provincial y actualmente está aquí deshabilitado laboralmente. Según los médicos, presenta instintos suicidas en etapas de crisis y al igual que mi hermana está diagnosticado de bipolar. Hasta yo misma he tenido ese, —entre tantos diagnósticos diferentes. El confirmado en Boise: una depresión media.
Mi madre nunca simpatizó con el comunismo porque siempre pensó que iba contra Dios y la familia. Nunca entendió que se delataran padres, hijos, hermanos... por ninguna causa.
Toda mi familia temía por mi vida y libertad física en la Isla, al igual que mis amigos, pues llegué a ser una activa opositora política y disidente. Mi esposo e hijos también fueron dañados por el sistema, perdieron o no obtuvieron carreras porque velaban cada desliz que cometían para atacarme a mí.
No pudimos obtener determinados empleos o los perdimos simplemente por ser independiente o familiar de una independiente. Por ejemplo, mi esposo Luis Ruiz no pudo seguir trabajando de barbero por cuenta propia debido a una delación a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (O.N.A.T).
Mi hijo Geobani fue expulsado del Instituto Superior Pedagógico al concluir el 2do Año de Inglés. A mi hija años después ni la dejaron entrar por ser una Cantón —no era apta—. Situaciones como esas después de mi expulsión laboral en 1996 afectaron psicológicamente a toda mi familia que aún no se ha podido recuperar totalmente y que quizás no lo pueda lograr nunca.
Martha Beatriz Roque Cabello visitó mi casa y la de mi madre y hermano después de los ciclones Lili e Isidore en el 2002. Fue al Rancho Grande, un barrio marginal mitológico casi, al que aún no ha ido Fidel Castro que yo sepa. Mi nombre y hasta el de mi madre aparecieron en el libro gubernamental Los disidentes —entre comillas— para desacreditarnos y presentar a Martha como ladrona y a nosotros como ingenuos instrumentos de ella y el imperialismo yanqui.
En ese mismo libro aparezco en varios lugares como contrarrevolucionaria, hay dos fotos mías, —una junto al Señor Cason en casa de Héctor Palacio en el Lanzamiento de la Antología Ojos Abiertos del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba, en el cual aparecen una carta mía a mi padre y un testimonio autobiográfico y otra foto en la residencia del Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en el Taller de Ética Periodística del 14 de marzo del 2003 paralelo al Ayuno, que concluyó con la detención y juicio sumarísimo a más de 75 disidentes cubanos, lo que se conoció como la Primavera Negra de Cuba.
Mi madre apareció con el número 10 en ese libro sin ser política, después de mí y el opositor Rene Oñate Sixto. Realmente la visitó, como a otros de la sociedad civil que ni eran políticos, ni disidentes conscientes. Martha ayudó a muchos en varias ocasiones como parte de su Proyecto de Asamblea para promover la Sociedad Civil.
Mi familia firmó diferentes planillas que se pasaron para mejorar las condiciones de las cárceles cubanas, para que sean visitadas por extranjeros representantes de la Organización de Naciones Unidas para que den la amnistía a los presos políticos y de conciencia, para que se elimine la pena de muerte. Todos corríamos grave peligro allá por acusarnos de lo que no éramos. Por eso seis estamos hoy en Boise, Idaho, o en Miami, Florida, Estados Unidos, como refugiados.
Fui muy hostigada telefónicamente en Cuba, mi hija también y hoy padece una tiroiditis crónica y un trastorno histriónico de personalidad, debido al estrés que sufrió, pues no nació con ellas. Y también padece depresión. En su presencia fui advertida por la Seguridad del Estado de que me aplicarían la Ley de Asociación si me reunía con más de tres personas en mi casa hasta para hacer una tertulia literaria. Me podía costar por lo menos diez años de cárcel con todo lo que ya había hecho. Eso fue ni más ni menos que en el contexto de la conmemoración del natalicio de José Martí el 28 de enero del 2005.
Cuando fui expulsada del Partido y el Ministerio de Educación mi hija tenía 12 años y ese evento la marcó especialmente a ella por estar en la adolescencia, y a mi hijo, que era un joven de 21 años también. El no ha querido tratarse, pero padece ansiedad severa, depresión, que disimula trabajando y divirtiéndose en exceso-cuando puede, presión alta, —ya tuvo " un pichón de infarto", con 36 años....( Actualmente está remitido al cardiólogo y está presentando ataques de pánico).
Fui a parar entonces —a una sala de Psiquiatría para Estudio— en el 97, en Cuba, pero El Manicomio —de campo— y Manicomio de Ciudad son otros testimonios y novelas de una Serafina-Aviador que les contaré después.
Lo anterior fue sedimentando mi conciencia, hasta llegar a convencerme de que “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante, más bien que a los hombres”.
III-"Hay locuras que no vale la pena curar":
Sí: " ¡Hay locuras que no vale la pena curar!".
¡Qué lástima que aún el hombre no acabe de comprenderlo!.
Hay más locos en extramuros de las clínicas mágicas que dentro de ellas.
Esa es la tesis filosófica fundamental que a mi juicio defiende Fidel Valverde Montano, en su novela “La virgen de los Cayos”, presentada en la noche del 14 de enero de 2002, en el Palacio de los Matrimonios de esta ciudad —Pinar del Río, Cuba— por Juan Ramón de la Portilla y editada ahora por la Fundación Hermanos Loynaz que él dirige; —premiada además por Miguel Barnet y Alberto Garrandés en el Concurso de Novela Dulce María Loynaz en el año 2000, coauspiciado por la Diputación de Córdoba, España.
El diseño del libro fue hecho en esta edición por el también escritor y poeta Néstor Montes de Oca —que colaboró activamente con Orlando Morejón y conmigo en el Proyecto Comunitario Cultural "Jucalá" en el año 1992 junto a tantos artistas, escritores y amigos de esa época.
La tirada de mil quinientos ejemplares, vendidos a siete pesos, moneda nacional —y no a veinte como la novela" Yerbabuena”—, paso de avance en los precios de los libros en Cuba. Se dedica "a la ignorancia sabia" del padre del autor y a su madre, "que ha de estarse asomando por alguna estrella" mirándole sus pasos.
Madre suicida e hijo genial es la secuencia —aunque me confesara que sólo en lo que escribía dejaba de ser desastroso como ser humano. —Fue él, Raúl Rivero y el otro Raúl, Tortosa, quienes me dieron el primer premio en poesía en 1988. —Fue Valverde con quien más aprendí de narrativa. Hizo todas sus novelas compartiéndolas conmigo mientras las escribía y dije que sería el Cirilo Villaverde del Siglo XXI.
—Escribió varios prólogos a poemarios inéditos míos y fui quien le hizo la entrevista más profunda y completa al menos hasta el 2005. —Fuimos coescritores en el Taller Literario Municipal que dirigía Tortosa y al que yo entré en 1983.
En el proemio del norteamericano Neill Macaulay a “La virgen de los Cayos" destaco: "Los hechos pertenecen a la historia de Cuba, pero contribuyen a un triste tema de la historia universal, la destrucción de una inofensiva comunidad espiritual de gente humilde por los poderosos de la tierra”.
Es un acontecimiento que se repite muchas veces en la experiencia humana.
Tanta sangre no corrió en el episodio pinareño porque la santa Antoñica y sus creyentes no resistieron las fuerzas opresivas.
La novela respeta a los hechos verificados, pero se va mucho más allá de la objetividad histórica en busca de una verdad trascendente…evoca la realidad de una región encantada de lomas mágicas cubiertas de una vegetación fantástica y minada por ríos subterráneos y cuevas habitadas por las almas de indios, españoles, esclavos, negros, bandidos, perseguidos y perseguidores, espíritus sanos, espíritus locos.
Es, en fin, un cuadro literario pintado en brillantes colores locales que merece la atención de lectores de todos los países.
En Boise, Idaho, desde luego, ni José Martí ni Lezama Lima...son atendidos por los lectores. Así es que qué quedará para Fidel Valverde, por importante que sea.
Según el editor —de "La virgen...”: —Un mito nacional bien enraizado en las estribaciones de la Sierra de los Organos: Antoñica Izquierdo salva a su hijo moribundo gracias a un baño en el arroyo de la montaña, y en pago por encomienda divina, dedica el resto de su existencia a sanar sólo con agua —acuáticos—.
Los resultados de la práctica provocan una verdadera avalancha de necesitados de los más remotos rincones de la isla y hasta extranjeros. —Mi abuela Marcela no se perdió esa fiesta y llevó a mi mamá pequeñita, quizás acompañadas de mis tío abuelos Modesta y Santiago y de su mamá Panchita Sánchez.
Los Cayos se convierten en base de operaciones de mercachifles de toda laya que obtienen pingues beneficios, pero a otros la santa le entorpece la profesión amenazando su estabilidad económica. ¿A dónde va a parar el conflicto?.
Si un enamoramiento místico con —o de— dios fue la causa de tanta injusticia, verdadero "genocidio espiritual" contra el género de los imperfectos, pues sin excepción, de un modo u otro, pecamos. Según Valverde —ya en la novela: —“Mazorra continuaba la rutina de su mundo mágico, anormal para los locos que vivían fuera de la clínica. A la virgen...la visitaban sus fieles y familiares, pero pronto fue dada la orden de recibir menos visitas —no la de no responder los correos y cartas porque la seguridad electrónica… y el terrorismo...— y la recluyeron más con el pretexto de que la visionaria necesitaba tranquilidad y su salud cada día se iba deteriorando con la ayuda de las inyecciones que Domínguez le iba inoculando... poco a poco ya no tuvo ojos para ver lo que sucedía a su alrededor pues sólo clavaba la vista en el cielo y hablaba poco.
¿Cuánto no pudo haber hecho por los personajes que junto a ella estaban recluidos? ¿A cuántos no pudo haber bautizado lanzándoles sus sugestivas palabras de perro maldito pa'los infiernos?.
Pudo haber hecho mucho por Esteban Suárez —¿el que se suicidó?—, por Tortosa Pérez —¿Raúl?—, por Armando Carrillo(?), por Diana Margarita del Río —Cantón—, por el pianista y compositor Ariel Camejo —¿Alfonso?—, y otros que detenidos en sus mundos nada imaginarios para ellos, quizás hubieran recobrado un poco de lucidez bajándose a la triste realidad de los seres humanos...
Por el mismo Salvador Oliva Sali —¿Pedro Pablo?—, que se pasaba todas las santas horas del día pastoreando una manada de cangrejos invisibles para los demás no para él, que obedecían un mandato, levantaban las tenazas cuando Sali les ordenaba el saludo y decía que eran sus ovejas”.
Y digo yo, Diana Margarita del Río:
Ni me curó Antoñica ni la virgen María,
ni el arcángel San Silvio...
Ni falta que hizo para salvarme.
Diana Margarita del Río —de Galiano— soy yo: un personaje, un mito ya universal por mi locura —hasta helada—, desde que empezó el siglo XXI. No supongan que nací cerca de las márgenes del río Guamá, no; del hospital de Maternidad, cerca de la Alameda, ya sin álamos y del parque del Maceo, que dicen haberlo trasladado a Las Taironas porque así habría más Independencia para todos los marginados; me trasladaron a La Favela o arrabal llamado Rancho Grande, que dijeron que sería Libre.
Eso aconteció después del 10 de junio de 1953, cuando otros se preparaban para la gran locura violenta —física y psíquica— de asaltar un cuartel o dos, que eran verdaderos Manicomios del tirano: el loco mayor y más peligroso —Fulgencio Batista—. Eso me lo enseñaron siempre casi todos, menos mi tía abuela-madrina Modesta —por ejemplo. Ella me salvó después de la difteria bautizándome en el altar mayor de la iglesia católica, y mi padre comunista —Aviador— entonces, por si acaso, en la consulta del doctor Márquez Lores —el padre de mi compañerito de la escuela que iba con un abriguito de cordouroy verde y negro, de peloticas, muy bonito.
Me hicieron creer que era reaccionario que dijera Modesta, que hubo un Machado bueno y otro que parecía malo, que fue machadista....., batistiana y fidelista en cada tiempo porque los malos son los pueblos y no los gobernantes. Ellos hacen lo que se puede (Jeremías 10:23-como decía la vecina Filomena).
El azúcar a veces subía o bajaba. Las guerras nos engordaban la barriga de las vacas. —Por eso Liliana Rodríguez y Nenita, la hija de la peluquera se reían mientras nos adoctrinaban—.
Crecí a distancia relativa de los altares, curanderismo, brujerías y barajas de Modesta, que me creía nieta porque sus hijos propios, cuentan, que se volvían bateas y más bateas de agua, daños, embarazos psicológicos hasta la muerte. —Con más de 75, la vi preparando canastilla, como si fuera Sara o Elisabet, y después la pelota se disolvió.
Creía en su locura, que mi madre era su hija y no una sobrina huérfana de padre que intentó envenenarse en su adolescencia, tal vez porque descubrió que de la esclavitud de su propia madre, loca también por los locos de sus ancestros, había pasado al nuevo cepo de un marido loco por la política; locura que empezó sino desde Adán y Eva, por lo menos desde Hatuey y Guamá —líderes aborígenes cubanos. —En Cuba se fue suicida en masa siempre.
Modesta me regalaba batas, y hasta su mejor joya de fantasía, la San Felipe —Creo que lo inventó el editor—, la reservó para mis quince. Daba ternura a mi Infancia. Me barría la casa si me caía —y fracturaba una pierna— en el hueco de la noche en mi Juventud.
Me cocinaba los chícharos —de la cuota—, me vendía su arrimo, —muchas veces. —pues como Luis de la Luna, mi esposo, le arrasaba rosales y platanares, con recompras la calmaba. Vendía y quería seguir dueña.
Era buena negociante, aunque al final:"María llena y María vacía". Iba a Sandino, a Cortés, a Ovas..., pegaba gorras; —una madrugada me conmoví al llegar a la Terminal de ómnibus procedente de La Habana y encontrarla tan viejita en la cola de Cortés para ir a buscar ajos para el cambalache o trueque clandestino. —Decía Sandrino por Sandino, cabrilla por cabilla, maseta por meseta de fogón o estufa; todo lo trocaba; y era sabia. Tenía raíces españolas, probablemente de Islas Canarias.
Era Díaz y Sánchez.... —Ya lo saben—... Que lo investigue la loca Isaura, —aunque me gustaría hacerlo por mi misma y va y conseguía una visa barata para España.
Mucho me criticó mi Madrina mi loca lengua "viperina".
A veces se descubre lo tanto que se quiere demasiado tarde. Modesta se murió con mi nombre en los labios, y yo, de loca, en Camaguey, junto al Mayor Ignacio Agramonte —en un Evento de Extensión Cultural Universitaria—, exponiendo mis incipientes conclusiones —¿científicas?— sobre un trovador —¿Loco?—.
Modesta se murió denunciando un mundo enloquecido que sólo lo podrán salvar los sabios locos, si es que pueden; y será con la locura del amor, el arte y las letras (de Jehová).
Mi Infancia loca transcurrió casi siempre cerca de lo que yo llamaba río, pero en momentos de lucidez supe que era un arroyo sucio o de aguas albañales o la alcantarilla, que todavía contamina el ambiente, lleno de ratas, mondongos de cerdo, auras y hasta fetos humanos a los que los prejuicios impidieron vivir —y escribir— su novela pos-moderna —o pos-humana—. Por crear un Movimiento de Pensamiento Subterráneo y de Resistencia y Artístico Literario Pos-humanista, en el que estaba yo sola, pero del que no claudiqué nunca, he conocido la nieve antes de morirme, y sin quererlo, mejor que Nelson Simón, mi exitoso compañero de Taller Literario, el que va y viene de Cuba a España y viceversa. Por considerar legítima un ala izquierda en el Partido Comunista, tan legítimo como que del Partido Ortodoxo brotara un Movimiento 26 de Julio, que después fue a parar en un Partido Comunista que dirigió a toda la sociedad; me partieron el ala; y menos mal que Jehová, el TODOPODEROSO, me ha dado alojamiento en su lugar secreto y alto, a su sombra y ala suprema, donde no necesito ya motores antiguos.
Puede que en una de mis vidas anteriores —como dice Valverde que no es cristiano— haya estado recluida con la santa Antoñica en el mágico hospital de La Habana —Mazorra—. Puede que hasta Antoñica haya sido yo misma, al menos en esta novela testimonio mío en primera persona.
Espero que Tortosa… , Ariel Camejo, el que se creía Pablo Picasso, Salvador Oliva Sali y hasta el psicólogo loco —Bernardo Fernández— ya hayan escrito o estén escribiendo, declamando, publicando, pintando, componiendo, dando sus conciertos...o anden muy cerca de realizar sus sueños de plazas y mesas plurales. Yo, como el guajiro que no es sobrenatural, les digo en mi arrebato: "No van lejos los de alante, si los de atrás se van".
Tengan paciencia, poetas, escritores, cantores, locos todos que quieren escribir libros, habiéndose leído sólo "La Historia me absolverá" para ganar el juicio y no lo lograron. —Teobaldo Cruz Chirolde—. Prepárense para desapolillar sus gavetas —Polo Montañés—. Las Antologías más valiosas son las que reúnen lo mejor de los mejores locos y no todo lo de los más famosos, poderosos...
Dudo que sus imaginarios mundos, amigos, no sean reales, porque la imaginación es parte también de la realidad. —Se los dice "la peor de todas" las locas.
Lo único real son el peligro y el olvido. —dije en un instante de menos lucidez. Dudo que no andemos en los rollos de la memoria cósmica de Jehová de los Amores, —por lo menos, por lo bastante para ser más cuerda. —Y no una cuerda-loca-inconveniente.
Dudo que valga la pena que recobren la lucidez.
Dudo sobre todo que las nubes en que vivimos, en el pasado o en el presente, les impidan estar a la vez en el suelo y el subsuelo de la triste realidad de los seres humanos. Ojalá, Valverde, no seas de los que crucen en ataúdes el Estrecho de La Florida, El Golfo de México, el Mar Caribe, el Océano Atlántico o El Pacífico.
Pero este testimonio no pretende ser tendencioso ni agresivo, ni siquiera defensivo, aunque otro loco que vive frente al Malecón con agua de la capital —Julio Aleaga— dijo: "Violentos no, agresivos sí. Pacíficos, moderados, graduales; pero activos y agresivos sí”.
Parece que en esta otra vida vine a ajustar cuentas a los poderosos contra los que no me rebelé. Puede que, si fui la Dolorosa, haya venido con espada y lanza. Pero si no fui ella, si fui otra triste loca de aquella clínica de antes, la santa no me pudo bautizar con su agua bendita, ni mandé pa'los infiernos a los perros malditos que persiguieron y encarcelaron diecinueve veces a Eduardo del Río —Cantón—, mi tío-abuelo comunista —Aviador— que fundó la primera célula del partido con un polaco en el Malecón sin agua de mar, cerca del río Guamá y la Jía, cerca de la Yerbabuena y de la Caña Santa.
Ese antepasado, como otros, fue tremendo loco también: el Castillo del Príncipe lo sabe muy bien. Se creyeron aviadores, como yo, hace tiempo. Ahora que estoy recobrando la lucidez o empeorando mi locura, sé que fui Cenicienta, que aunque nació flor en esta vida, se transfiguró en Atenea, cazadora, pez, princesa, reina. —del Rancho Grande, como intentó antes Nereyda Otaño-según la leyenda.
—Su propio padre Vivino, el de las medallas copiosas que parecían unas "gangarrias" —como decían otros parientes, me dijo antes de morir y después de la injusticia: "Vete, que aquí no vas a respirar jamás". Lo sabía por sus hijos Nereyda y Héctor El Loco y por otros; pese a que vivía orgulloso de tantos hijos "combatientes de la revolución" que tenía…
Interpreten pues, si pueden, este testimonio mío como un llamado a la cordura, a ser tiernos y amorosos como las margaritas, y que en esta vida nací aún más purificada, sana, perdonadora, reconciliadora, cuerda...que en las anteriores. Con una locura distinta,"que hará el día”, que "no valdrá la pena curar” y que será memoria de las purgas...
IV-LA SAGRADA FAMILIA
7 de junio de 1997.
A: Manuel Cantón Otaño,
Miami - Estados Unidos.
Querido padre:
Ayer leí tu carta a mi madre del 16 de marzo; soy yo la que las colecciona como joyas desde siempre "en las verdes y en las maduras”, la que iba a casa de tía Cuca, en La Víbora, a saber de ustedes, cuando no se recibían noticias, la que hizo literatura y poesía de nuestros sentimientos, porque no debía responder sus cartas, por razones estrictamente políticas y no afectivas, ni psicológicas, ni emocionales.
Entonces, como otros, me sentí traicionada, abandonada, máxime cuando tú mismo me "sembraste la semillita” —cosa que jamás he olvidado, como me pediste. —en mi adolescencia.
Tú y abuelita de La Habana —fidelista –católica?— fueron los principales responsables de mis convicciones; —luego la sociedad en que vivo puso la otra parte, para bien o para mal, o para ambas cosas. Las verdades de ayer no son las de hoy, y las dos son verdades sagradas a la vez. Si una virtud tengo, es la sinceridad, aunque llegue al defecto —extremo— de la ingenuidad y hasta el pecado del "mal de lengua”.
Por eso mis cartas fueron siempre "profundas” y traumáticas. —hasta para mi amigo Pedro Rivera Flores, de Santiago de Cuba, condiscípulo mío del Focsa, que me escribió a Pinar en unas vacaciones desgarradoras, donde unos cuantos las perdieron, repitiendo los exámenes por fraude académico.
Recuerda que de adolescente, estudiando en La Habana, te escribía muchas, con sellos del Che Guevara con la estrella en la boina negra, y te dañaba su crudeza, por lo que preferí —me pediste— no hacerlo más.
Por eso también me ahorré muchas a Miami, supongo. Estaba muy herida y no quería lastimar, eso también es cierto. Te escribí al exilio cuando te operaron —la primera vez— y ningún padre adoptivo me dio permiso para ello, no lo pedí tampoco, ni me sentí con doble moral. Los permisos, más o menos oficiales, vinieron poco tiempo después. Revisa la fecha de mi primera carta allá.
Antes también fueron las conversaciones de la Crisis de Octubre, con las personalidades sobrevivientes de todas las partes, que ya se reconciliaban y se perdonaban humanamente, a pesar de que la bomba atómica pudo desaparecernos a todos, hasta a los recién nacidos, que no eligieron nada.
Eso no lo critico, me ABRIO LOS OJOS y me empezó a curar del fanatismo, "dogmatismo" —del que me acusó Lourdes en El Focsa, esquematismo ideológico y prejuicios en que me formaron, tú también en mi niñez y hasta en parte de mi adolescencia.
Mis rigideces —empachos— antañas datan de ahí, y por otro lado, era una actitud generacional de ruptura colectiva con dioses, santos, religiones —para erigir otros—, padres, cultura, tradiciones.
No fuimos del todo responsables; —los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres, dijo Lenin.
Te "desheredé" y me desheredaste, pero ya todo eso pasó y te quiero como siempre a ti, a mi "hermanita del alma" y a mis sobrinos, que son inocentes absolutos, —aunque ahora jueguen al interés, se droguen, vendan drogas...,esté uno preso, y la otra haya perdido legalmente su hija y no pueda comunicarse con ella ni por teléfono; —ese amor lo inculqué a mis hijos, que tampoco tienen la culpa de nada: —de la "objetividad" de ustedes, —como me dijo Enrique, el Secretario del núcleo del Partido. Del romanticismo mío —como me dice hasta el gato—, de la historia, la política o los gobiernos. —humanos de las naciones.
Mi hermano te contó ciertos desastres ocurridos de hace quince meses para acá. No oyó mi parecer y te dio malas noticias, reiterativas de historias familiares, —la de Nereyda, su esposo Sotolongo, Héctor Otaño, la tuya misma. —Nereyda, "la abanderada" que también quiso arreglar El Rancho, la que "revisaba", la economista y su esposo economista devenido de catedrático en recolector de caca de vaca y en "traidores", hace rato emigrados en España, los marginados por los comunistas de su propia familia, Héctor, el loco que quiso arreglar el mundo y lo desaparecieron como a Pelo Largo o Pedro El Loco, como le apodaron en el barrio, pese a sus hazañas en el 26 de Julio; —pero mi hermano lo hizo de buena fe y por su estado de salud mental, que ha mejorado, pero no sustancialmente.
La enfermedad que le diagnosticaron —a Fidel— no tiene cura, aunque mejora. ¿Se trata de una esquizofrenia paranoide?- ¿Trastorno bipolar y depresión?.
Mas, salió de la crisis —por ahora— con siete electroshoks —que él piensa que fueron sueritos.
Mi problema no se lo conté ni a tía Fina (¿fidelista-católica?), ni a Ramón —tío político retirado del Ministerio del Interior—, que se ocupan mucho de mí, y hasta me alertó —mi tía— porque leen —leía— mis cartas y poemas indiscretos. Sólo a mi prima Estercita —comunista pragmática— le conté algo, con la indicación de que no se los dijera: —me expulsaron del Partido Comunista y del trabajo; de todas partes, de hecho, menos de la agricultura, hasta ahora.
Trabajé cinco meses contratada, ganando ciento treinta y tres pesos por elaborar alimentos. —y a Herminia Rodríguez, la que fue del Pedagógico y se hizo periodista hasta de la revista Bohemia, le parecía justo; —no así a otros ni a mí. Allí —en ese Centro— limpié, fregué —lavé para los mexicanos y americanos. Y engrasé bandejas prietas de hacer dulces.
Limpié los pisos y baños,... Hice empanadas, croquetas, buñuelos. Un día a la salida mi ex alumno Juan Carlos se espantó cuando le conté casi llorando de rabia, después de más de cuatro meses de desempleo absoluto y de haber ido al Comité Central, al MINFAR, a las Oficinas de Silvio Rodríguez y Carlos Lage, al Consejo de Estado... y hasta de entrevistarme con los escoltas de Raúl Castro porque mi hija Dunia había dicho a las testigos de Jehová que quería suicidarse.
Me rebajaron el salario de trescientos noventa pesos cubanos —que apenas me alcanzaba para 2 botellas de aceite y 4 jabones que sólo vendían en tiendas por dólares—. Fue una experiencia interesante el Centro Elaborador de Alimentos, después de todo.
Después me cerraron la contrata —aunque ya estaba al irme sola por la corrupción, las malas palabras y groserías, empezando por el Administrador. Me enfermé, entré en una crisis nerviosa y me ingresaron para estudio psiquiátrico. No había "medido mis fuerzas" —como me dijo mi amiga de entonces Olga Lidia Miranda, que paró también en México y en Nevada, pese a su origen poderoso.
Me diagnosticaron un trastorno paranoide de la personalidad, variedad querulante, delirio de reivindicación, con estresores severos y adaptación social buena, antes de los conflictos.
Eso no me limita para realizar ningún tipo de actividad laboral, según consta en el certificado médico hecho y firmado por el Doctor Torres. —que discrepó con el Doctor Tomás, cuando después del estudio decidió ingresarme unos meses más en el Hospitalito de Día que él dirigía, donde finalmente sólo jugaba dominó, leía, escribía y hablaba con todos sobre todo, en vez de coser, bordar.....
Sin embargo, llevo ya once meses de desempleo total: —reclamo retornar a mí puesto de trabajo como profesora y que me indemnicen económicamente.
Psicológicamente, ya no es posible. Hasta hoy, sigo como tu bisabuela Urcina Reybravo "botando el orinal” y opinando de política y de todo, aunque moleste a gallegos y criollos machistas.
Soy ama de casa —intelectual— desempleada, por lo que no gano ni un centavo. —como ahora mismo.
Me ofertaron un Contingente agrícola, donde duré tres días, esa vez: —me enfermé con las madrugadas, el frío, el sol, los aguaceros... Y mi esposo me dijo que lo dejara, que no cambiara la poca salud que me quedaba por tan poco dinero, y por ninguno, que él me mantenía; trabaja por cuenta propia de barbero, cobra dos pesos por el corte de pelo y el afeitado, con recursos y medios propios.
Tiene que comprar el jabón, las navajas, pagar la corriente eléctrica, el impuesto de sesenta pesos mensuales, el del fin de año, de acuerdo con una declaración jurada al Estado.... —Fue Peluquero/barbero hasta que alguien lo denunció en la O.N.A.T, la oficina recaudadora de impuestos, por cortar el pelo en la casa de Esperanza, una señora comunista que vivía en la calle Yagruma, cerca de Cuarteles, en una zona más céntrica, donde iban los que venían de la vega, los artistas y escritores, los profesores y todos los familiares y amigos de mi esposo y míos, que no eran pocos.
Le pidieron el carné de identidad, y tenía la dirección de Yagruma y no la del Calero, pero sabían que dormía en el Edificio 111, cerca de la matica de limón donde croaban las ranitas plataneras. Tenían el informe completo, detallado para asfixiarnos.
Conclusiones: —Somos animales posmodernos —pos-humanistas— luchando por sobrevivir, por subsistir —escapar.
No tiene vacaciones, ni seguro médico, ni derecho a certificado médico, y él está enfermo también. Mientras, escribo, leo, oigo mis discos de Silvio —de Las Estrellas, lo mismo en Chile para una invasión cultural de Sur a Norte, que en Venezuela con las multitudes indiadas, que en New York, que en Orlando, que en Miami, si lo dejan. De la Nueva Trova y sus continuadores, oigo la radio —como en la infancia-adolescencia—, veo la televisión, —como en El Vedado y Miramar....
Mi hijo Geobani estudia inglés en la Universidad Pedagógica. —Que se empezó a llamar no como Silvio ni como yo, sino Rafael María de Mendive, como Dios manda. Es mi relevo. —no en la Pedagogía porque lo botaron también al terminar el 3er Año de la carrera. Y Dunia que está en 8vo Grado. —Sólo pudo llegar a 12 Grado, pues se traumatizó además cuando le dijeron, —según ella, que no le podían dar la carrera pedagógica por ser "una Cantón" y desde entonces la cogió conmigo por el enfado.
Los mitos que inventaron mis detractores —envidiosos— de que estoy loca y de que soy contrarrevolucionaria se han ido desmoronando.
Estoy apelando al V Congreso del Partido. —el último hasta la gravedad del líder. Por mí, por ti y por otros. Ya el Comité Central me quitó la expulsión y me la cambió por separación de las filas durante tres años. —eso me hicieron creer cuando pregunté. Por indisciplina y por dañar la unidad del Partido.
No puedo convocar una Internacional comunista nueva ni a los extraterrestres comunistas —Aviadores—, porque no tengo esos poderes divinos; hasta ahí sólo pueden llegar los aviones de mi Imaginación. —En realidad con lo que di fue con la Internacional Socialista y una Corriente Socialista Democrática cubana que sí existía.
No tenía por qué ser Liberal como mi abuela paterna, ni testigo de Jehová como Filomena, la amiga de mi abuela materna. —Al menos así pensaba en ese tiempo. Al final me pesa no haberle hecho caso desde el principio a Filomena y sobre todo a su Biblia.
La Comisión Nacional de Apelaciones orientó al Partido Provincial a buscarme un trabajo acorde con mis conocimientos, capacidades, habilidades y posibilidades. —Al menos me lo hicieron creer.
Desde el 29 de abril aguardo, primero más desesperada, ahora más apacible, en lo aparente, con la dilación, pero con la presión muy baja por la ansiedad; no me adapto a estas "merecidas vacaciones". Pero tengo que sobreponerme y esperar.
Fueron veintisiete años de trabajo con jóvenes —adolescentes y adultos y niños; —no es fácil adaptarse a ser sólo escritora inédita. Mi libro de Poesía que publicaría La Loynaz fue una gran mentira; —estaba sacando las uñas peligrosamente por lo menos desde 1989 con el cuadro-poema “Terapia Intensiva al Corazón”.
Mi expediente para la U.N.E.A.C nacional se perdió allí mismo varias veces hasta con mi Diploma de Personalidad Distinguida de la Cultura Pinareña.
No importaría lo que dijera la prensa nacional y local anterior .Había criticado muchas cosas de "alta política”, sobre todo cultural .Sería agotador narrar la cadena de mentiras y humillaciones.
Está en la Prensa, en Testigos Oculares y Auditivos de época, está en las Bibliotecas... y profesora —de la Biblia— y ministra y precursora voluntaria. —Yo siempre fui voluntaria, misionera, de muchas cosas.
Tengo brillantes propuestas. —eso me hicieron creer los mismos del Poder. Pero no traiciono mis convicciones, sólo haré lo que ellas me indiquen y en el momento oportuno.
Ya en 1998 era otra persona. ¿Qué voy a hacer mañana? Todavía no lo sé. —Ya me imaginaba destapando mi Caja de Pandora o el espíritu de mi botella.
En cuanto a mis virtudes y defectos, antes de someterme a la psicoterapia incisiva o de choque, y a la ergoterapia o terapia ocupacional, reconocí una correlación de treinta importantes virtudes para cincuenta defectos de naturaleza genética, hereditaria, de tara familiar y social.
Varios de ellos son imposibles de superar —erradicar— a casi cuarenta y cuatro años (57) de existencia; varios son defectos para la opinión mayoritaria, casi generalizada. —al menos en apariencia, en mi sociedad.
Pero para mí y algunos otros, no son defectos, por tanto, me agrada tenerlos, aunque otros no me gustan, pero ya es tarde o nunca estuvo en mis manos no tenerlos.
No siempre somos lo que queremos ser, sino que somos —muchas veces— lo que podemos ser..No me gustaría tener temperamento sanguíneo con tendencia a lo colérico, a lo impulsivo, a lo violento, a lo agresivo. —Ahora, con la espada de Jehová he tratado de reajustar al máximo mi personalidad.
Me gustaría tener más paciencia, ser más humilde —en lo mental—, más tolerante, no alterarme, tener más autodominio y madurez emocional, por ejemplo. Pero como no puedo cambiar nada de eso, me tengo que asumir con autoestima, así de imperfecta y humana; no soy Dios ni Jesucristo, aunque me guste parecérmeles.
Como sé que te gustan las canciones de Carlos Varela, "hijo espiritual de Silvio" —según el primero, busca una que se llama FOTO DE FAMILIA.
Es triste, pero en ella está la voluntad de reconciliación de todos los cubanos, nuestra crisis y nuestras frustraciones, vistas no por mi generación ni por la tuya, sino por la de mis hijos.
La mía se desprejuicia, se desfanatiza, pero tiene otros valores. Nuestros hijos tienen otros compromisos —y metas— diferentes, es así.
Da besos y abrazos familiares a mi hermana —Maritza— y su prole —Lazarito, Blanca Mary, Richard— y que disfrutes mucho la nueva fase de bisabuelo que se te avecina —le duró poco. Y la niña de Blanquy que se suponía andaba por New York, ya sabemos que está en Wisconsin, creo que en Green Bay, adoptada por su madrastra y su nuevo esposo, pese a que no son familia. Miren en este blog sus fotos todos, en el viaje a Miami en el 2006, que hicimos mi madre y yo, y si saben de ella, avísennos, por favor.
Te ama, tu hija "cabezona", como tú...
Te quiero siempre...
Posdata: Esta segunda versión de mi carta —3ra— te la envío desde Cuba. —Estados Unidos— Posiblemente el 21 de julio, al no recibir respuesta de la primera versión, que envié con alguien que te la daría en Miami directamente. Hace dos días visité —después de tanto tiempo— a tu media hermana Nenita. Le di tu dirección, la de mi hermana, y su teléfono. —No se comunicaron nunca. ¡Ojala esta carta te llegue!
¡Responde! Di a mi hermana que escriba y/o me llame. No comunico de aquí para allá. —Ahora nos comunicamos casi diariamente, pues mi hermana se vino a vivir a Boise también, y mi mamá y mi hermano fueron los que se quedaron en Miami, huyéndole al frío y al inglés. Chao. Sigo todavía sin trabajo (Por los siglos de los siglos .Amén).
El 3 de agosto de 1998 Diana Margarita Cantón —hija— recibió la última carta de su padre: —Margarita: estoy en el hospital ingresado por una vieja úlcera de hace más de diez años, la tenía dormida con una medicina que se llama Zentox (¿?), que no cura. — ¿era un cáncer de páncreas?.
—Es decir, que tengo que operarme de la vista y tratarme otros males que tengo... para, si Dios me ayuda, reparar el esqueleto, pues conseguí el ingreso en el mejor hospital de Miami, pues como tú comprenderás yo tengo amigos aquí que tienen las manos largas de vida, que no les pido dinero pero me hacen un favor, puesto que valen más que el dinero estos amigos que yo tengo,"valen más que un central" —azucarero—los que ya no existen.
Te diré que ese favor se lo pedí a mi sobrino, y creía que yo le iba a pedir para el entierro y me mandó para la basura. Me dijo que él tenía que resolver el problema de él y de su mamá: —ese y todos los de su parentela, no valen un kilo...
Mi papá —Manuel María Cantón— me dijo antes de morir que lo que leyó en los libros del comunismo y por lo que él luchó no es lo que hay en Cuba.....
Tití.
Mi padre no regresó nunca a Cuba ni en un avión, ni en un barco, ni en El Crucero cuando el Papa, ni en el lomo de un elefante, ni en el cuerno de un unicornio azul.
Si lo hizo fue en las olas del mar, —salió de la Playa de los Perros, a donde nos llevó mi hermana Maritza en febrero del 2006, después de mostrarnos su trailer y su zona de ventas de flores, frutas, maníes, y que abarcaba las propias calles llenas de tráfico ofensivo. La cajita del osario, con lasquitas de hueso, más que cenizas exactamente, la vació mi hermana, a hurtadillas, en el mar de Miami, donde la gente va a echar las brujerías y daños, donde el petróleo ha sido derramado, o se ha trasladado desde el Golfo de México, donde yacen bacterias y toda fuente de contaminación para el reino vegetal , animal y humano de este mundo.
"Margarita, está linda la mar... Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento, al que un día te quiso contar un cuento".
Hoy Margarita, Margot, Margosita, Diana Margarita Cantón o del Río —de Galiano—, —o de Pinar del Río, o de El Calero, o de Boise...., o Ruiz— no quiere saber nada de los aviones del comunismo, del socialismo y de la política en general.
Cumple con el don que Dios le dio: escribir. Pues no se ha bautizado con los testigos de Jehová, ni se cura con piedras, ni se ha hecho budista; no ha entrado en la nueva era. —Así fue realmente hasta el 16 de octubre del 2005 en que dejé la Ecléctica y me encontré a mi misma.
V-El Jigue said (Diálogo con el investigador):
—Diana:
Leí con gran interés su blog.
Usted habla en paso de "Fabio Grobart" en los años 30 reclutando para el partido comunista en Pinar del Río. Estoy escribiendo un trabajo sobre la vida de "Fabio Grobart" Quiero que sea lo más factual posible y por lo tanto estoy buscando datos, si me puede ayudar, lo agradecería. —Quizás el investigador me confundía con Gerardo Ortega u otra fuente histórica, aunque realmente seguía mi blog también.
Mi dirección electrónica es daleyl…
Desde luego soy anti-Castrista, aunque estuve en la Sierra Maestra primero como escopetero y luego en el grupo de asalto Compañía 6 de la columna 1. Fui preso durante la redada de abril 1961 y me soltaron después de un tiempo por la intercepción del Embajador Británico, pues era ciudadano británico. Llevo como 45 años en este país, y soy académico —bioquímico— retirado. Como verás de mis apellidos maternos de parte de mi madre mi familia fue Mambí.
Vivíamos en Oriente, en los estribos de la Sierra Maestra, sur de Guisa en la finca Entre Ríos —casa de los generales— que hoy en día es debajo de una gran represa.
Borradores de algunas de mis memorias —en inglés— se encuentran en:
http://narrations-of-war-in-cuba.blogspot.com/
De Usted:
Larry Daley (García-Iñiguez Enamorado Ramírez.....)
daleyl@....
Sobre Fabio Grobart:
—OK.
Estuve recordando que un primo de mi papá: José Cantón Navarro, trabaja o trabajó hasta hace muy poco en el Instituto Nacional de Historia, en La Habana, Cuba. —ya murió y ni el nieto pudo ir de España a sus funerales. El sustituyó a Grobart creo en ese cargo de dirigir ese Centro. Desde 1996 no me comunico con él y su esposa Hermes, que es prima también de mi papá por los Otaño. Con quien más contacto tuve fue con el papá de ella: Vivino Otaño —viejo comunista ya fallecido— y con una cuñada de su hija: Maria Elena Castillo —La Pompa—, antigua amiga mía y Doctora en Ciencias Históricas, que está en Cuba, con la que no me puedo comunicar ya, y que se sabe la vida y milagro de los Cantones.
También puede visitar el blog Baracutey Cubano, del cual es enlace el mío, y Pedro Pablo Arencibia, un viejo amigo mío, lo escribe, y él es amigo de Edy, el hijo de Eduardo Cantón Reybravo. De todos modos, no se aleje de mi blog. En él voy a darle otras pistas después. Disfrute sus vacaciones. Después me contacta si me necesita.
OK?.
Saludos:
Diana.
Debo aclarar, para si alguien no lo supiera, que estos comunistas fundadores soñaron un comunismo hermoso que nunca se materializó en el Socialismo llamado "real", ni en el modelo cubano. Muchos de ellos lo comprendieron antes de morir. Algunos como mi padre lo comprendieron con creces muy jóvenes aún y otros de las nuevas generaciones comunistas —como yo— lo comprendimos bien tarde. Todos pagamos el precio de la diferencia crasa que siempre hubo con el Movimiento 26 de Julio: Diana.
SOBRE FABIO GROBART Y LOS CANTONES
-Diana:
Gracias, eso será de gran interés en mi libro en preparación. Ahora estoy de viaje; escribiré de nuevo en semana y pico.
Muy agradecido:
LARRY Daley.
-Ahora es que acabo de leer su comentario en mi blog casualmente. Mi tío-abuelo Eduardo Cantón Reybravo junto a sus hermanos Enrique y Manuel María —mi abuelo— estuvieron con Fabio Grobart en El Malecón, en la ciudad de Pinar del Río, Cuba cuando se fundó la primera célula comunista allí en los años 30.
Hago una referencia a esto en la Antología Ojos Abiertos y en mi novela "EL AVIADOR".
…Para mí los comunistas fuimos una especie de AVIADORES buscando PRINCIPITOS AZULES en los desiertos y MARES DE LA HUMANIDAD. Podría ampliarle si me responde.
Saludos: Diana.
LOS CANTONES; LA SAGRADA FAMILIA EN PINAR DEL RIO CUBA
-OK.
También sé que hijos, nietos y otros familiares de Eduardo Cantón Reybravo —líder estudiantil, juvenil y comunista, poeta— viven en Miami, ¿no sé exactamente donde?; pero se podría averiguar quizás a través de amigos en Cuba. Espero su correo. Yo también investigué Historia.
Saludos: Diana Margarita Cantón.
NO SOY CANTON NAVARRO:
A veces me han cambiado el segundo apellido por ser prima segunda del Historiador José Cantón Navarro. Así ocurrió en la Revista Nueva Frontera de la Corriente Socialista Democrática Cubana cuando escribí hace años sobre La República con la que soñaba y en este Informe a La Asamblea para promover la Sociedad Civil en Cuba.
Tampoco soy Diana Cantón Otaño, diplomática cubana, —hija de José Cantón Navarro.
Es más, hasta mi adolescencia no me llamé Diana. Ese nombre me lo agregué yo misma cuando estudié la Mitología griega y romana y me identifiqué mucho con Atenea y Artemisa —diosas para mi falsas ya. Y también el nombrecito me lo agregué por una historia que ahora no procede. Es asunto de ficción; no de testimonio histórico.
Enero 22, 2003:
Informe sobre los hechos presuntamente delictivos perpetrados con ocasión de las votaciones del 19 de enero de 2003, PINAR DEL RÍO, Cuba:
Municipio Candelaria
Colegio Electoral No.1, Circunscripción
No.2
La suma de electores que votaron -245- y de los que no votaron -7- excede al número de electores registrados ascendente a 239. El Presidente de la mesa dio la cifra de los que no votaron, aunque dijo que estaba prohibido.
Consideraron como "Voto Unido" algunas boletas con votos para un solo candidato.
Las cifras no fueron publicadas en el exterior del Colegio Electoral.
Esta información fue suministrada por Dagoberto Rivera Almeida, de la Comisión de Asistencia a la Salud.
Colegio Electoral No.2. Circunscripción No.5
La suma de electores que votaron -280- y de los que no votaron -10- excede el número de electores registrados que fue de 281.
Votó un discapacitado mental conocido por "Dalúa", que reside en la Ave. 37 s/n entre 44 y 46, y dos ancianos con demencia senil, residentes en la calle 46 No.3518, entre 35 y 37.
No se exhibió en el exterior del colegio el listado de electores ni se plasmaron los resultados del escrutinio.
Hubo intentos de entregar a la policía una boleta anulada —con un signo fascista— en desconocimiento de los artículos 113 y 114 de la Ley Electoral.
Esta información la brindó Alberto Hernández Suárez de la Unión de Jóvenes Democráticos de Cuba y de la Comisión de Asistencia a la Salud.
Colegio Electoral No.2. Circunscripción No.2.
En el Colegio se encontraban presentes cuatro miembros de la Seguridad del Estado que impidieron al ciudadano Martín Izaguirre García acercarse a la mesa de escrutinio.
La relación de electores no estaba expuesta en el exterior del colegio.
Se abrieron las dos urnas a la vez y se contaron simultáneamente.
No se ofreció información posterior sobre los resultados del conteo.
Esta información fue brindada por Martín Izaguirre García, de la Unión de Cubanos Libres y la Comisión de Asistencia a la Salud. Colegio Electoral No.16. Circunscripción No.18.
A Carlos Cabo Moreno se le impidió asistir al conteo de los votos en este colegio.
Informó Carlos Cabo Moreno de la Unión de Cubanos Libres. Municipio Sandino.
Antonio Andrés Álvarez López, vecino de la zona 6, apto. 524, en Ciudad Sandino, fue detenido a las 7 p.m del sábado 18 y el día 20 a las 12 m., aún continuaba en ese estado. Esta información la suministraron Elizardo Sánchez Santa Cruz y Horacio Peña —Piña—, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Municipio Pinar del Río, Colegio Electoral No.5. —Briones Montoto—. Zona 154. Consultorio 4.
Una persona nombrada Leonel Hernández, expulsó del lugar a la 1 p.m, mientras tomaban datos en el mural exterior del colegio, a Reynol Núñez Vargas y José Daniel Sosa Albejo, del Movimiento Josué País.
Volvieron a las 6 p.m al concluir las votaciones y les cerraron las puertas. El nombrado Leonel Hernández se dirigió al puesto de mando para que les impidieran recolectar información en otros colegios.
La información la brindó Diana Margarita Cantón Navarro —Martínez—, enlace provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Pinar del Río.
Municipio San Cristóbal.
Colegio Electoral No. 1. Circunscripción No.27.
El activista Lázaro Lemus González había anunciado su participación en el conteo de los votos. Cuando se presentó, ya las urnas las habían retirado de allí. En respuesta a su reclamo la presidenta de la Comisión Electoral, Milagros Senovia, le dijo que éstas habían sido retiradas a las 3 pm. Posteriormente no expusieron los datos en las afueras del Colegio. Informó Lázaro Lemus González, de la Unión de Jóvenes Democráticos de Cuba.
La Información fue brindada por Diana Cantón Navarro —Martínez—, enlace provincial de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba en la provincia de Pinar del Río. —En realidad es Cantón Martínez, y se basó en observación personal de lo ocurrido en mi circunscripción —que aquí no aparece, no sé por qué— y en datos que me brindaron las personas citadas.
FABIO GROBART:
Estoy de vuelta... y muy interesado en sus relatos y escritos. Season Greetings take care and be well.
Larry Daley.
(Garcia- Iñiguez Enamorado Ramirez.....)
Tuesday, December 25, 2007.
"GROBART Y EL 26 DE JULIO":
Diana: Vives pone a Grobart en Santiago de Cuba el 25 de Julio 1953. Sin embargo Vives sería muy joven para eso, pero como es pariente de Celia Sánchez, ella podría haberlo dicho. Además el Buque Soviético Zora estaba en Santiago aquel día. Pero Grobart no aparece en la lista de los comunistas arrestados en los días siguientes, según el libro de Antonio Rafael de la Cova (The Moncada Attack).
Gracias:
Larry.
Feliz Navidad.
Gracias por la información...Cómo obtengo copias de "El Aviador" y de su Antología "¿Ojos Abiertos"?: Larry.
-”El Aviador" es una novela mía inédita donde recreo muchas historias familiares y autobiográficas.
En próximos días incluiré los fragmentos que más pudieran interesarle de la novela de ficción de acuerdo a sus intereses investigativos y publicitarios.
No conocí personalmente tampoco a Eduardo, aunque sí a Edy y a varios de los hijos de Eduardo.
El día que fui a conocerlo, había acabado de morir. Me enteré por José Cantón Navarro —el historiador—... Para mí y para otros fue un mito importante y lo admiraba mucho…
Eso sí lo trato en la novela esa. Incluso Eduardo publicó un libro de poesía y décimas que era una joya histórica y literaria que mi papá conservó hasta 1980 en que emigró por Mariel a Estados Unidos y me lo dejó como herencia.
A su vez yo lo transmití a una de sus hijas que perdió uno en un préstamo. Le di mi ejemplar antes de emigrar yo como refugiada política en 2005.
Ese libro creo no está en ninguna Biblioteca, pero algunos de "la vieja guardia" —comunistas viejos— lo conservan .No creo fuera conveniente para los falsos comunistas su difusión.
También conocí a Isabelita, uno de los grandes AMORES de Eduardo, madre de varios de sus hijos —cuando no de todos—.
La visité en la infancia y creo que no la volví a ver hasta poco antes de irme de Cuba cuando traté de despedirme de todos los queridos y parientes y algunos no me trataron muy bien debido a las calumnias del régimen; incluidos algunos pocos Cantones.
Conocí a Enrique ya cuando estaba grave de muerte y a su hija Adelaida ¿o Zayda? en Artemisa —las anécdotas las dejo para después si vienen al caso—. Ella dirigía el Partido Comunista en Artemisa por los años 70 y yo trabajaba en Ceiba del Agua. De modo accidental y favorable a mi hermano y a mi nos conocimos.
De modo que a los que más conocí fue a mi abuelo Manuel María y a mi papá Manuel, que fue de la Juventud Socialista, de las ORIS u Organizaciones Revolucionarias Integradas, pero que no llegó nunca a pertenecer al Partido Comunista ni viejo ni nuevo.
Conocí a Milagros Fernández Vera. —historiadora local y eminente promotora cultural, que sabía mucho de toda esa historia y ha publicado de estos y otros temas.
Yo había sido alumna de su esposo Julio Valdés en el Instituto Superior Pedagógico de las clases de Materialismo Dialéctico y de algún modo me había enrolado con este matrimonio en investigaciones históricas sobre los Movimientos Obrero, Ferroviario, Campesino, Juvenil y Femenino.
En esas andanzas de eventos científicos e históricos como los Concursos 1ro de Enero conocí a La Pompa y a Teresita Díaz, —Doctora también— y que investigaron muchísimo sobre el comunismo original pinareño, los Cantones, los Valdés y especialmente sobre Eduardo —el líder—, por lo que sé que saben mucho más sobre ese tema; pero no sé si pueda tener acceso a esa información en Cuba a través de alguna Universidad o Centro de Investigaciones o de las Bibliotecas Nacional —José Martí— o Provincial de Pinar del Río.
Yo de hecho no puedo comunicarme con ninguna de estas personas. Milagros tiene libros y artículos escritos al igual que José Cantón Navarro —Pepito, el hijo de Pepillo, o Pepín, hermano también de Eduardo—.
Ella cuando se retiró hasta me propuso para que dirigiera el Centro de Historia Local, pero yo no lo acepté, pues como profesora ganaría más y ya me iba dando cuenta de que era bien difícil en Cuba escribir la verdad histórica, por lo que me fui inclinando más a la Literatura y a la Promoción Cultural, que también me dieron buenos dolores de cabeza no previstos por mi entonces.
Con Milagros colaboré en sus Proyectos con niños y adolescentes Amigos Para Siempre, La Esperanza del Mundo con La Ayuda del Maestro —éramos muy martianas—...y a la vez ella colaboró conmigo en el Proyecto Jucalá y otras cosas. En realidad aprendí mucho con ella de Técnicas de Investigación Histórica y de Promoción Cultural.
Era como una madre conmigo y a través de nuestra relación aprendí a amar la historia, el testimonio, la investigación en general que me sirvió de base en mi estilo literario.
Lo que sé de Grobart, Eduardo y la Historia de Pinar del Río en gran medida es gracias a esas personas que menciono y a mi tía Fina que me hablaba mucho de la historia mambí familiar y comunista de mi abuelo. De algún modo eso permea El Aviador y otros de mis Escritos, como la Carta a mi padre antes de morir en Miami —La Sagrada Familia— y mi Testimonio "Hay locuras que no vale la pena curar", premiados por EL Concurso EL HERALDO de las Bibliotecas Independientes de Cuba y que aparecen en La Antología Ojos Abiertos de la cual yo tengo un ejemplar aquí en Boise, pero debe estar en Miami, pues se lanzó allí después de lanzarse en Guadalajara, México.
A consecuencia de publicarse este Libro, entre otras razones, hubo una PRIMAVERA NEGRA en Cuba el 18 de Marzo del 2003 y más de 75 periodistas, escritores, bibliotecarios independientes, opositores políticos fueron encarcelados.
A consecuencia de ello, en gran medida, yo escogí el impensable camino del exilio y volé en 4 aviones que no fueron los de la imaginación literaria.
Me hice aviadora de verdad a la fuerza.
Como ve, la Antología no es mía, sino de muchos, pero yo puse un granito de arena en ella desde la óptica ideológica que tenía en el 2001-2002 aproximadamente, y que venía moviéndose vertiginosamente, sobre todo después de 1992 y que cambió radicalmente en 2005 después de un comunismo utópico e ingenuo que se transfiguró en ecléctica y locura lírica antes de llegar a cristianismo.
BUSCANDO AL PRIMER AVIADOR EN EL DESIERTO:
Leía La Oración de Moisés en Exodo 5:22-23 y 6:1...."Que se vayan, que se vayan".
Parecía un encuentro casual en la Biblia Cristiana Católica Dios Habla Hoy.
Pero me agradó, y vi su universalidad y contemporaneidad.
No me daba la gana de irme a ninguna parte porque tenía raíces y arraigo; aunque era diferente y no lo quería ya ocultar.
Había dado 60 pesos cubanos en La Feria del Libro en una venta por Comisiones por EL LIBRO DE LOS LIBROS y estaba reajustando y terrenalizando mis Sueños.
Empecé a registrar mis papeles, cartas, fotos, libros y demás documentos de mis antepasados; tenían un tronco común: el primer AVIADOR.
Allí estaban las cartas y décimas de Pedro José Cantón Reybravo que decía vivir en Calle 10 No 18 e/ D y E Lawton, Municipio 10 de octubre, C.D.R —Comité de Defensa de la Revolución— No 8, Zona 27, Ciudad Habana.
Esta dirección me la había dado Lolita Cantón, que conocí gracias a uno de los militantes del Partido Comunista de mi Núcleo.
Era la esposa del abogado Lázaro, que defendió al asesino de mi hermano Manuel Cantón Martínez, de 24 años, en 1978.
Lázaro había sido el profesor de inglés del padre de mi hijo Geobani —Jesús María López— que a su vez fue asesinado también años después para robarle una bicicleta.
Al parecer hubo una confusión y yo escribí a Eduardo a la dirección de Pedro —su hermano— creyendo que era la de él.
Eduardo nunca respondió, siempre lo hizo Pedro, que no parecía tener nada de AVIADOR.
No conocía personalmente a ninguno de los dos hermanos. Eduardo era el famoso olvidado, el que fundó la primera célula comunista en su pueblo con un hermano, otra familia y un polaco, el poeta de la juventud revolucionaria de los años 20 y 30,el amigo de Guiteras, Marinello, Carlos Rafael, el decimista enamorado de la vida y las mujeres, el que le hacía la vida imposible a la dictadura en el desayuno, el almuerzo, la comida, el baño, la cama y hasta en las meriendas —revísense las actas judiciales de época—, el que estuvo de 14 a 19 veces preso hasta en EL CASTILLO DEL PRINCIPE , toda una hermosa leyenda, todo un mito basado en la realidad.
Era aquel famoso que convencía al más neutral y pasivo con su brillante oratoria, sobre todo si era una muchacha, aquel de LA NOVIA DE UN DIA, de los centavitos —véase su libro— , que murió en silencio, humildemente y enterrado en una fosa común.
Ni yo me enteré a tiempo, aunque lo sentía orgullosamente en mi espíritu, en mi sangre, también entonces rebelde y poética.
Por eso, cuando después de 1996 mis expulsores me pidieron el carné, respondí varias irreverencias, entre ellas que lo había enterrado en la tumba de él y o en la de Enrique —otro que recibió las medallas casi en el lecho de muerte—.
Por los comienzos de los 90 le envié a Eduardo por correo una Antología Poética que libreteramente publicó un grupo literario proscrito por el Parnaso Literario provincial y nacional: "Cazadores de Sueños".
Aquello había molestado mucho porque lo hicimos con medios y recursos propios, cuando las instituciones culturales oficiales aún no lo habían hecho a sus ELEGIDOS.
Los envidiosos empezaron a hacer una elitista guerra anticultural so pretexto de combatir EL POPULISMO.
Creí enviarle la Antología a Eduardo, pero la recibió el tío abuelo Pedro que me escribió el 28 de diciembre de 1991 luego de aclarar que era el Año 33 de La Revolución.
Le había alegrado muchísimo el envío desde La Alameda. Me decía que le gustaba mucho visitar a toda su familia. Visitaba a Eduardo Simón en el Nº 25 emparentado con los Cantones. Su hija médico lo llevaba en su máquina —o coche— a casa de Lolita —su sobrina— y de sus amistades.
Me hablaba de otros sobrinos, de su hermano Pepillo —el padre del historiador— y lo hacía con detalles, precisión, claridad.
Sabía que me dedicaba a las Poesías, ¿pero no sabía en verdad a qué clase?. Yo me orientaba al verso libre. Me felicitaba por componer versos pues eso era CULTURA.
Pero él por haber sido campesino, a veces "arreglaba algunas décimas". Me hablaba con mucho amor de Eduardo, que siempre lo acompañaba a hacer visitas, comprar medicinas.
Juntos habían estado en la farmacia de La Alameda y regresaron en guagua —ómnibus— a casa de Lolita en Méndez Capote, entre Sol y Vandama, en La Flora —cerca de la viuda del Comandante Ferro Masías, mártir de la revolución, cuyo hijo se hizo opositor al castrismo—.
Me hablaba de su compañera, de su padre y abuelo: —Aguado Rico, que fundó la Escuela de Artes y Oficios .Su esposa conoció también a mi papá y nos enviaba saludos.
Era muy fina y se dedicó al piano, aunque después lo vendió .Me contaba que estaba enferma e ingresada en el hospital Almejeiras.
El había sido cabo y fue aprobado para sargento, pero como Batista y su pandilla se volvieron unos matones y ladrones, se reviraron hasta los tenientes coroneles en Pinar del Río.
En el Ejército trabajó en Oficina casi siempre y se hizo mecanógrafo. Todavía conservaba su máquina de escribir, aunque la cinta no estaba buena, —como la mía. Su esposa también era mecanógrafa.
Me hablaba de sus compañeros del Ejército, licenciados ya, algunos hasta fueron torturados. —me decía.
A él lo denunció un cabo que siempre fue adulón de los oficiales, pero que fingía estar en contra de ellos.
El traidor era carpintero, hacía muchos trabajitos a los oficiales, llegó a cabo y lo trasladaron para Arroyo de Mantua. Un día fue al Cuartel Maestre donde él trabajaba como Comisario y tenía que ver con la comida de los soldados.
El mejoró esa comida, a diferencia del anterior, que con lo que robó hizo tres casas. Cambió hasta al cocinero y el teniente llamaba al capitán y le decía que ahora allí los soldados comían mejor que en su casa. El otro tenía dos jamones en la Comisaría y jamás les dio ni un pedacito, y él les daba un almuerzo, y comida hasta con dulce de almíbar. Los jamones del otro se agusanaron.
Después fue para La Habana, para casa de su hermana Trina, trabajó en una fábrica de latas, ganaba buen sueldo y se retiró a los 31 años de servicio. Se casó en El Cerro y vivían en Lawton con su suegra.
Pedro me adjuntó unas décimas para que se las valorara dedicadas a todos los abuelos y monitores de los Círculos de Abuelos de Cuba y sobre Jesús Menéndez y a su compañera.
Friday, December 28, 2007.
El último Aviador:
O El Aviador último:
—Es poesía, es un canto a tiempos tristes e increíbles
Take care and be well:
Larry Daley.
Diana: Gracias.
—Por nada, Larry.
Veré si poco a poco puedo en el blog escribir otros fragmentos de esa novela escrita entre 1993-98 en Cuba. —Se refiere a El Aviador, primera versión—.
Cuídese. Adiós: Diana.
-En realidad conmigo poco podrá saber de Grobart, pues no lo conocí personalmente. Solo conocí a Cantón Navarro; ni siquiera a Eduardo y Enrique Cantón, que estuvieron con Grobart como Aviadores Fundadores de la primera célula comunista.
Como historiador le recomiendo que más bien busque las pistas que le di en el blog donde hay nombres y direcciones de probables fuentes históricas. Pienso que Grobart no fue Aviador. Recuerde que para mi los Aviadores fueron los comunistas sinceros —utópicos, románticos, soñadores, idealistas, o como se les pueda llamar— y esos murieron o viven sin honores, sin medallas, o las cambiaron por una caja de cigarro Popular, o las echaron en el cesto de basura del Gobierno Provincial antes de irse "por la escoria" o de volar a la fuerza como refugiado político para evitar al menos 10 años de cárcel castrista y no ya machadista o batistiana.
Esos o ese Aviador Ultimo es el importunado hasta en la nieve, solo por escribir poemas en la nieve verdadera y no la de la IMAGINACION .A ese le borran los correos, le roban fotos e información de INTERNET, a ese le ocurren cosas verdaderamente de ficción literaria real. Cúidese.
Busque despacio otra vez en el blog, en lo último, en lo histórico, más que en la novela, la poesía o la Carta "La Sagrada Familia" o El Testimonio "Hay locuras que no vale la pena curar”-“ de Ojos Abiertos”, del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba. Desde que toqué estos temas candentes en el blog de modo directo, no dejan de molestarme Satán y sus demonios. Hasta dicen que resalto a los espías castristas.
Si son cubanos y no extraterrestres, deben saber que personas que participaron de ciertos hechos contemporáneos, ya están revelados públicamente como Agentes de La Seguridad Cubana; pero hasta ahora —que yo sepa— no pasan de 4 ó 5.Si hay más aún no los han quemado.
De todos modos no se desvíe a la Ficción de mi novela. Usted lo debe saber, aunque a veces las ficciones dan más la realidad que los periódicos y demás documentos históricos, pero hay que sacarlo con pinzas del pajar. Espero me comprenda bien si es historiador. La novela puede leerla como hobby —si es su hobby—. Al menos eso le aconsejo yo!.
Saludos:
Diana.
—Diana: Creía que era de esa época por la mención críptica y elíptica a los gobernantes de la triste isla....Todavía no he encontrado referencia a Grobart, pero mientras tanto me alegra muchísimo leer su prosa lírica. Take care and be well. Larry Daley.
Saturday, December 29, 2007
—Espero, Larry, le sea útil. Si puede, aclare en qué fecha fueron escritas esas cosas mías, pues muchas son viejas.
Recuerde que ya no soy política, sino cristiana. Lo que ocurre es que como escritora, poeta y humana tengo un pasado, y ni así me perdonan ciertas cosas los que se consideran mis enemigos. En realidad llegué a la conclusión de que solo el Reino de Dios, cuando se haga extensivo a la tierra, arreglará las cosas.
El Castrismo es terrible; lo que le precedió también y lo que está por venir se percibe aún más incierto.
El hombre no podrá aunque quiera hacer realidad sus bellos sueños.
Sinceramente: Diana.
Sunday, December 30, 2007.
—Diana: Has escrito versos muy bellos y recuentos a veces tristes y a veces felices. Sabes que me escondí en la FOCSA en el 1961... Leí las cosas de los dioses africanos que escribiste, con gran interés, pues para mí son extraños porque mi familia es Taina y española, aunque posiblemente con algo de Cimarrón, y somos de la Sierra Maestra....
—Muchas gracias. Si, en El Focsa hice la Secundaria Básica.
En realidad no creí mucho o nada en esos dioses; pero en ese tiempo se me había desplomado Fidel y se me estaban desplomando el Che y....El caso es que tenía un vacío espiritual, había tremenda crisis ya, dieron un Postgrado de dioses yorubas o algo así en la Universidad y casualmente me empaté con "Los secretos de la santería" de Egún Efundé?, impreso en Miami, eso fue en casa de una gran amiga, que yo no sabía que era santera, que a su vez lo adquirió de algún modo en casa de un dirigente al parecer. Descubrí entonces que mi amiga era santera desde siempre, pero no me lo decía porque yo era comunista. Y por eso me salió ese poema. Algunos creyeron que yo era santera también y más comunista que nunca; pero ya yo estaba en una seria crisis espiritual, ideológica y psicológica, que solo la superé relativamente en el 2005 con mi estudio profundo de 11 años de la Biblia y con mi dedicación y Bautismo. ¡Jehová me salvó!
Diana:
—Gracias, por estos detalles, pues el alma de las poetisas se desvela en su obra y su vida:
Larry.
-Por nada. Ese poema lo leí públicamente varias veces y a los comunistas les gustó y hasta lo leí en la Casa de la Cultura pinareña en un Acto. Pidieron ese precisamente. No comprendieron que estaba perdiendo mi fe en viejos dioses y que fabricaba otros desesperadamente, aunque no fueran auténticos. Después descubrí que ellos mismos —los comunistas— andaban de verdad en santerías y hasta brujerías para perpetuarse.
Le he hablado sobre lo consciente del poema; de lo inconsciente o subconsciente o de lo que le puede dar a otros, de eso rara vez podemos hablar los poetas respecto a nuestra propia obra. Así es que le he dado primicias sobre ese poema. Nunca nadie me preguntó sobre él ni me motivó a hablar. Solo recuerdo que un bautista o metodista se molestó porque quería captarme y pensó que de veras ya era santera.
No, nunca me gustó ninguna de esas religiones negras. Más bien les temía. Y después me acerqué solo por Cultura, por curiosidad cuando hice un Proyecto de Trabajo Comunitario en un barrio marginal que se llama Rancho Grande que fue donde yo nací en Pinar del Río .Le puse El Principito y a la Peña El Reparador de Sueños, pues estaba muy influida en esa época por esas ideas del francés y de Silvio. Eso fue ya en 1993.
Allí había mucha santería y tuve que visitar santeros, como entrevisté también a Gollo Ríos —el del Tambor Yuca— y a Pancho Carreño que se sabía toda la historia de aquel barrio, que estuvo lleno de tejares donde se fabricaban tejas, ladrillos y otros productos con el barro. Muchas de esas calles tienen los nombres de sus familiares que fueron los dueños de esos terrenos que después de la Revolución del 59, empezaron a conocerse no ya como Reparto Carreño, ni como Rancho Grande por el Oficialismo, sino como Reparto Cuba Libre. Pero para la gente siguió siendo El Rancho.
Creo que estuve más cerca del espiritismo a través del comunismo, de la astrología, la mística revolucionaria de Fidel, el Che, la obra de Silvio Rodríguez y de mi mamá; pero sin saberlo, sin darme cuenta .La Biblia me hizo descubrirlo y corregirlo. Saludos: Diana.
—Ver Poemas Plegaria y Andan naufragando, en Cuaderno Testamento, más abajo dentro de este blog—
Thursday, January 03, 2008
La segunda carta de mi tío-abuelo Pedro Cantón:
En la segunda carta, Pedro habló de lo conocida que era la familia Cantón en todos los pueblos, de que fueron 14 hermanos, de que los sobrinos e hijos de ellos eran incontables, del ingreso de la mayoría de ellos en el Partido Comunista, del apellido, de Pinar del Río, de la gloria del Partido y de la familia, de cómo todos conocían a su hermano Eduardo, de sus prisiones, no solo por comunista , sino por haber sido miembro de la Joven Cuba, nombrado por el mismo Antonio Guiteras Holmes, pues cuando él estudiaba el Magisterio, cuando la Huelga de Marzo lo sancionaron a dos años y un día de prisión.
Me decía que tenía más de 70 sobrinos y que ahora me incluiría a mí en la lista. No sabía si yo estaba en el Partido, pero sí que mi padre trabajó mucho en aquellos años duros en que los perseguían los matones de Batista.
Me halagó diciéndome que mi padre tuvo una acción muy buena en aquella época.
Pensaba que aquella Antología "Cazadores de Sueños" era una publicación oficial importante, cuando en realidad solo era una obra de amor, más que un reto a los burócratas sin iniciativa. Creía que aquellos poetas soñadores podían publicar sus versos también.
Creyó que cobrábamos derecho de Autor y nunca fue así, aunque las dos tiradas fueron respetables y aceptadas muy bien por muchos lectores. Se hicieron también ediciones individuales sencillas hasta que arreció la escasez, el chisme, el recelo, la envidia y todo se acabó, hasta el grupo y su promoción. —Ni siquiera Radio Guamá se atrevió a anunciar los funerales de Estrella Tamayo, una cazadora que hasta recibió medallas de la Seguridad del Estado—.
Varios siguieron siendo amigos que se buscaban en el tiempo, como se tituló la 2da Antología que se hizo, que después por error, se vendió por algunos en las polillas literarias junto a publicaciones oficiales y clásicos.
Algunos dijeron que fue una suerte comprarla, aunque fuera de uso; pero no fuimos sus autores los que las vendimos. Eso probó que hay libros que no se compran solo porque no se venden, como los hay que se venden y no se compran, o se compran y no se leen ni releen.
A Pedro y a Eduardo les gustó la Antología como a otros porque para los gustos se hicieron los colores que a veces se monopolizan y manipulan, como las ideologías y las propagandas.
Mi tío-abuelo prometió un viaje con Eduardo a Pinar del Río a mi casa que nunca pudieron realizar. La Antología les llegó abierta, fuera del sobre, con éste rasgado.Como llegaban también a veces mis cartas a Silvio y a su hermana María-según ella misma.
Pedro contaba que Eduardo tenía los ojos enfermos. María Rita había ido a verlo. Indagaba quién me había dado la dirección, si Cusa, Lolita, María Rita.
Me hablaba de Macho en la calle Maceo, esquina a Vélez Caviedes. Enviaba saludos de su esposa Valentina Eloína Aguado Herrera.
Pedía opinión de nuevo de sus décimas a ella y a sus compañeros y se despedía como mi tío que no me olvidaba: Pedro.
Añadía que Eduardo vivía en Víbora Park, Edificio 33, Calle Lourdes, entre Lourdes y Kesser?, que había que ir en la ruta 68 que bajaba por la Calle Lourdes y al llegar a Kesser? doblaba y paraba enseguida y allí se bajaba uno y había al frente un parquecito… y él vivía en el primer piso, apartamento número 13.
Y se criticaba: "Y me quedó jorobada esta dirección...me gusta escribir derecho”.-Y añadía: Pero entre familia no hay problema”...Y agregaba que con esa dirección podría escribirle a Eduardo cuando lo deseara.
Pero era tanto mi trabajo en la Universidad Pedagógica y para la sociedad en general que ni le escribí ni le visité antes de morir. El 5 de marzo de 1996 fui expulsada de la Universidad, y alrededor del 11 de febrero, había muerto Eduardo sin pompas ni gloria.
Pistas:
En realidad no investigué mucho sobre esa etapa ni sobre Guiteras. Fui profesora incluso de Historia de Cuba y soy pinareña, pero no sé si pueda darle un buen criterio sobre esos temas. Ya ni me preocupa la Historia ni la Política; —dejé de creer en soluciones humanas.
Creo en el Reino de Dios extensivo a la Tierra como única solución a los problemas humanos. Fui católica pero no practicante. Ahora he profundizado más la Biblia y esas cosas ya no son de mi interés.
Solo conozco una historia familiar y personal del comunismo y en eso basé esa novela escrita por mí de 1993-98. De hecho ya hay muchas cosas que las reescribiría distinto si es que lo hiciera. Hay cosas que ya las encuentro hasta ridículas pues era mi visión de entonces no reposada sino apasionada.
Estaba ya rompiendo con el comunismo; pero de un modo muy traumático, trágico y doloroso y por eso me ilusioné con el catolicismo y con todo lo demás; pero solo había ido dos veces a la Iglesia en mi Infancia y mi familia era ecléctica —comunismo, catolicismo, espiritismo, santería, todo mezclado e inexacto—.
Lo que más se me afianzó después de los 13 años fue el comunismo y éste se mantuvo casi incólume hasta cerca de los 40 años. Me había pasado casi toda la vida enfrentada a las ideas excomunistas de mi padre, que cuando yo tenía 12 años, ya detestaba el comunismo y sobre todo el fidelismo, y a las ideas apolíticas y religiosas eclécticas de mi madre.
Era como que la Revolución se habían vuelto mi padre y mi madre, y después del 89, pero sobre todo después del 92, me defraudan. Había sido medianamente conflictiva con los jefes de abajo, pero en el 98 entré en serios conflictos hasta con el Señor Presidente Fidel Castro; ya no era papá ni siquiera compañero,- sino Señor.
Puede que hayan quedado reminiscencias de aquel primer amor hasta que arribé a este país; pero cuando me vi forzada a hacerlo, entonces rompí por completo con ese pasado; tuve un nuevo AMOR: Jehová. Ese es mi gran AMOR, mi gran AMIGO, y la historia, la política y hasta la LITERATURA, LA CULTURA y la POESIA se subordinaron a él. Tengo un blog, si, pero sin pretensiones de otro tipo como antes.
Ahora incluso recuerdo que tengo una vieja amiga que vive en Nevada, de esos tiempos, del Pedagógico, cuyo ex esposo, otro viejo amigo, si trabajó con Grobart en el Instituto de Historia. El se llama Juan José Ortega y vive en Costa Rica, sigue en las investigaciones históricas creo. Va y lo pueda contactar para su trabajo.
Es más, a él lo botó o corrió Grobart, del Instituto de Historia, y se puso a investigar a Martí y ahí conoció a la costarricense con la que se casó, y se fue con ella para allá. El tuvo dos hijas antes con mi amiga Olga Lidia Miranda, que es la que está en Nevada.
Ella trabajó en el Instituto de Filosofía y se quedó en México, estuvo presa en la frontera y después fue refugiada política. Pero he perdido el contacto con ambos. Quizás pueda buscarla en Neurona, le escribe. Y le responde si le interesa el asunto —puedo reenviarle Neurona y usted hace su búsqueda y le escribe. OK—.
Saludos: Diana.
-Diana: Así lo haré .Gracias, esto se vuelve de lo más interesante, cuando acabe de organizarlo mandaré una copia para su "visto bueno". Estoy pensando que niveles superiores del partido comunista tuvieron pugnas y/o rivalidades con Guiteras y en el tiempo del Morrillo (1935) posiblemente colaboraron con Batista para ingeniar su muerte.
Acuérdese que muchos años más tarde, Marquito, quien tracionó a los de Humbolt 7, habló en su juicio final de la ayuda que Grobart le proporcionó, hasta que Fidel Castro lo mandó a callar ...Sin embargo no quiero proclamarlo como un hecho cierto, sino como una de varias posibilidades teóricas. En general este tipo de hecho, es de la historia de sombras, parte leyenda, parte verdad, y con una proporción larga de especulación y falsedad, además hoy lo llaman en Inglés "the fog of war" el cual cada uno de los que participan en un hecho violento y cruento lo ven con imágenes y memorias distintas.
Sé de seguro que en algunos de estos episodios, "Aviadores", idealistas, eran mandados a batallas imposibles y a una muerte segura en aras de una victoria futura. En más de una ocasión, yo, aunque nunca fui del partido, solamente del 26 de Julio, fui mandado en misiones similares; pero yo no soy aviador, yo soy medio montuno de la sierra, muy arisco, desconfiado y precavido ... Y también, gracias a Dios, tuve mucha suerte y buenos amigos, take care and be well: Larry Daley .
Diana: Todo esto es de gran interés y con su permiso lo usaré en mi libro "narrations of War in Cuba" Especialmente lo referente a la amistad entre Guiteras y Eduardo.
Parece que Alberto Sánchez Méndez, quien se escapó durante la copa a Guiteras en el Morrillo en 1935, pero murió en la Guerra Civil Española, fue reclutado por Eduardo. (Ortega, Gerardo .Sánchez Méndez. —accessed Nov /02/2007. Estampas de Vuelatabajohttp://www.pinarte.cu/gerardo_ortega/html/figuraspinareñas/Alberto_sanchez.htm).
“A los quince años Alberto sustituía como lector de tabaquería en la Fábrica Gispert al maestro revolucionario y comunista Eduardo Cantón, que tanto influyó en él prestándole libros y en continuadas charlas. … Por eso nada de extraño tiene la participación de Alberto en el combate del Hotel Nacional, o en las acciones comando de ajusticiamiento de traidores y personeros de la dictadura que ensaya Batista durante el mandato de Mendieta; y nada de extraño tiene su participación en el combate del Morrillo en mayo de 1935 cuando cae combatiendo Antonio Guiteras y Alberto, uno de los pocos que lograron romper el cerco, escapa milagrosamente a la persecución y luego de muchos avatares, sale de la Isla.
Y en la Historia del Partido Comunista Español se menciona también como ejemplo de joven internacionalista que gana la militancia del Partido Comunista. … Luego del combate de Gascones, el 22 de septiembre de 1936, Alberto recibe el carné de militante del Partido Comunista español.
Alberto Sánchez Méndez cae en una de las más importantes batallas de la Guerra Española, el después General Soviético Rodimtsev cuenta en su libro “Bajo el cielo de España”: “Ya en los últimos días cayó el General Pando, Jefe de la 9 Brigada, Alberto Sánchez tomó el mando bajo el fragor de la batalla. La aviación enemiga dominaba el aire por completo...”. “Alberto había sido herido ya el día de su combate final, pero se negó a retirarse y como siempre, al frente de sus hombres, en su trinchera, murió a consecuencia de una bomba enemiga que estalló muy cerca de él; era el 25de julio de 1937. Luna, su amada, con quien se había casado en campaña durante la Guerra, también fue herida en esa oportunidad mientras disparaba su ametralladora”.
Respuesta de Diana:
-OK. Puede usarlo, dejando siempre clara la fecha del documento —en este caso la Carta de Pedro Cantón por los 90.Ahí está la fecha exacta, creo que en el 91—.
Es muy probable que Eduardo lo haya reclutado. Recuerde que el hijo de Eduardo Edy está en Boston, pero no tengo su dirección ahora mismo. Quizás pueda contactar con otros hijos, nietos, sobrinos en Miami o en Cuba. Ahí le puse direcciones exactas. Quizás encuentre otras después y se las dé.
Conozco a Gerardo Ortega personalmente. El leyó El Aviador original que debe tener cerca de 350 páginas, y me dijo que no era una novela.
Después le hablaré o escribiré sobre mi abuelo Manuel María y le daré una fuente. Por ahí puede que descubra algo.
Gracias. Adiós: Diana.
Anonymous said...
ME LLAMO PEDRO CANTON
SOY ESPAÑOL Y SOY DE ALMADEN (C/REAL)
Otras pistas históricas:
-Diana: Hablas de un Eduardo Simón en el Nº25 emparentado con los Cantones... En Miami en el 1962 conocí a Luis Simón, quien decía que era marxista, pero no comunista. Mi padrastro Enrique Sanz Sariol —de la Organización Auténtica— pidió que diera abrigo a Simón, y que le apoyara en sus trámites migratorios, cosa que hizo a pesar que yo era muy católico y anti-Castrista.
Como yo había sido escopetero del 26 de Julio en la Sierra Maestra, y de la compañía 6 —de asalto— de la columna 1 comprendí que la gente honesta pueden cambiar de parecer cuando se enfrenta con la maldad. En Miami yo trabajaba todo el día de técnico de laboratorio experimental en aquel entonces y no lo veía mucho. Luis Simón pasaba el tiempo escribiendo, pero me contó que había estado con el Che en sus viajes por Africa del Norte, y decía que la gente allá apestaba a rayos.
-Si, es posible que sean familia. De hecho me encontré un Simón Cantón en mi Apelación Nacional al Congreso del Partido Comunista y creo que me ayudó hasta donde pudo, hasta donde yo misma me dejé ayudar. Era excelente persona y su hermana creo se quedó en Puerto Rico o su hermano.
Este Nº25 es en La Alameda. Todo eso lo puede precisar después. Por los Simones puede llegar a los Cantones y tal vez a los Valdés y a través de ellos saber más de Grobart.
OK. Después hablamos más. Cuídese: Diana.
Pistas a Daley:
A Cusa, a la cual hace referencia Pedro Cantón la visité algunas veces. Creo que es hermana de José Cantón Navarro —el 2do de Grobart en el Instituto de Historia— y después su sustituto —si la memoria no me falla—.Es más fui a despedirme de ella y creo que estaban María Rita y otra de las hermanas —que estuvo casada con alguien grande de las comunicaciones en Pinar del Río, Armando.
No recuerdo. Ella, Olaya Cantón, trabajaba en el Correo y era muy amiga de un amigo mío que le habló para que me ayudara a conseguir un trabajo, cuando caí en desgracia , y le dijo que lo sentía , pero que tenía que volver a integrarme a la Revolución para poder trabajar en el correo, y que ella intercediera por mí. Por supuesto que no lo haría; yo me di baja públicamente de las organizaciones de masas una noche que alguien me propuso para un Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, porque no sabía que ya estaba expulsada de Educación y del Partido Comunista y apelando a todas las instancias.
Entonces lo conté a todos mis vecinos y pedí la baja hasta de los pioneros, porque ninguna de esas organizaciones había hecho nada por mí, y entré en ellas desde los 13 años, ya tenía como 45 años. Lo que después ocurrió fue que casi me dieron un mitin de repudio las parientas cuando fui a decirles que venía para Estados Unidos, pese a que no tenía ningún sueño americano y hubiera preferido volver a comer casabe en Cuba-como los aborígenes.
Sencillamente tenía todas las puertas cerradas allí y ya mis hijos estaban muy dañados. Si me quedaba tendrían que ir a llevarme las jabas —bolsas— de comida a la cárcel por lo menos por 10 años, y no quería ese futuro para ellos, y en Cuba iba a seguir complicándome. Estaba muy comprometida con la Oposición Interna y no salía del Obispado Católico. Muchos confiaban en mí y no podía estar indiferente. Le había escrito hasta a Juan Pablo II y me respondió y todo. Dagoberto lo sabe.
Iba a casi todas las Misas y estuve muy influida por el Catolicismo desde aquel documento creo del 93, "¿El AMOR todo lo puede?” Me enteré en los Talleres Literarios y en la UNEAC de él y fui a buscarlo. Pero me dijeron que se había agotado. Entonces lo oí por Radio Martí y era lo mismo que yo estaba pensando desde el Comunismo y desde mi Cheismo de entonces.
Quizás desde el 92 oía a veces esa Emisora influida por mi tía Cuca que vivía en La Víbora, y que ya se iba para Miami a reunirse con sus hijos y nietos. El primero se había ido desde los 60 y yo ni los visitaba por “gusanos”, y ellos tampoco iban a verme a la beca del Focsa y demás, pero los tiempos estaban cambiando y la busqué y me recibió muy bien. Mi padre —su hermano— se había ido por El Mariel desde 1980 y mi hermana Maritza y su esposo. Tengo tres sobrinos, primos y otros parientes y amigos en Miami todavía.
Cusa no fue agresiva en esa despedida conmigo, pero las otras sí, hablaron de la gloria del Partido y la Familia, sobre todo María Rita...Similar había sido antes la actitud de Hermes Otaño, la esposa de Pepito, en cuanto supo que me habían expulsado. Me dijo que su esposo —Cantón Navarro— estaba muy mal de salud, que no fuera a molestarlo más con mis problemas que yo me había buscado sin contar con él y que asumiera las consecuencias de mis actos por mí misma.
Cuando eso, tenía la esperanza de que podría interceder por mí, para que me hicieran justicia, aunque yo realmente no estaba dispuesta a decir mentiras como que estaba loca o equivocada para que me perdonaran. Algo en mí, en mi país, en mi sociedad estaba cambiando, y yo no lo abortaría.
Así se rompió ese vínculo con ellos, que apenas duró de 1983 a 1996, pues antes solo nos conocimos como un eco cantónico y otáñico a través de mi abuela paterna, que me contaba que Pepito estaba en el Comité Central y que lo fue a ver para que me resolviera la beca del Focsa, para salvar mi talento del Rancho, y que él le pidió recomendaciones sobre mí, para que no lo hiciera quedar mal.
Mi abuela desandó las Escuelas donde estuve desde la Primaria hasta la Secundaria, y cuando regresó al pariente, a La Habana, con los Documentos, él le dijo que mi beca sería en realidad Un PREMIO, pues yo era una eminencia y una niña muy revolucionaria acorde con el linaje familiar —esto último lo puse yo, pero era un mito; no todos los Cantones eran ni son comunistas. En los Cantones, como en todas las familias, hay todo tipo de personas.
También era un mito que para conseguir una beca se exigieran tantas recomendaciones. Después me di cuenta cuando conocí a mis condiscípulos de Cuba entera y hasta de los países hermanos .Había toda clase y tipo de muchachos. Hubo hippies, revolucionarios, no revolucionarios, aplicados, desaplicados, homosexuales, aprendices de prostitutas...De todo lo bueno y lo malo de los hogares cubanos.
—Pero Cantón Navarro en 1996 me dijo algo que me ayudó mucho: “Yo confío en tu fortaleza espiritual para hacer frente a lo que se te avecina.”
¡Me he extendido demasiado! .Adiós: Diana.:
Sobre Cusa Cantón.
-Olvidaba que Cusa era vecina de Sonia Remis, que ahora está en Miami, creo que en la Universidad. En el 2008 la reencontré y fue profesora mía de unos cursos de Day Care. Ella estudió la carrera de español y Literatura en el Instituto Superior Pedagógico.
Yo estudié la de Historia, aunque me había llegado español y Literatura, pero por Comunismo cambié para Historia que era lo que había pedido. Mis profesores querían que estudiara Filología, Letras, o por lo menos Periodismo, y de pronto me voy para un Curso Emergente de Profesores de Historia de Cuba.
Se molestaron con mi insensatez, pero no lo veía así y además tenía problemas económicos y era una salida rápida a ellos. En el 92 enrolo a Sonia en mi investigación multidisciplinaria sobre la obra del cantautor Silvio Rodríguez y así conocí a Cusa, pues yo visitaba a Sonia cerca de la Calle Maceo y enseguida me habló de su vecina Cantón. Sonia está en Miami. Es otra pista. —Conocí a Sonia desde El Mella, en 1969.Quise que me ayudara en el Análisis literario de los textos de Silvio. Aunque ella hubiera preferido estudiar la obra de Pablo Milanés.
Sunday, January 06, 2008
Interesado en Guiteras:
-Diana: esto es de lo más interesante, mi interés en Guiteras se relaciona a un combate ocurrido en 1933, en las tierras de mi familia al sur de Guisa en las lomas de la Sierra Maestra...Hubo nada más que cuatro muertes, dos de la banda de Gamboa —Guiteristas— y dos parientes inocentes ejecutados por las fuerzas de Batista. Como Usted sabe, mi familia era conservadora, Mambí y Taina y no tenía nada que ver con eso, sin embargo perdimos dos allí. Si es posible, me gustaría hacer contacto con Juan José Ortega, pues veo a Grobart como el individuo más responsable de la tragedia de Cuba.
Take care and be well: Larry Daley.
Este Diálogo con Larry Daley continuará en mi próxima novela “Genealogía", que seguiré escribiendo por inspiración divina, y no de El Aviador, aunque le deje un lugarcito todavía.
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